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Notícies :: mitjans i manipulació |
El único fin que vale un esfuerzo: ¡la Anarquía!
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per Amigos de malatesta |
04 mai 2023
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Desde el ángulo anarquista y sin que nos estorben
seudolealtades ni consideraciones de oportunidad, pero a la
vez con modestia y comprensión, así es como deberíamos
proponernos deducir las enseñanzas de la revolución
española. Estoy convencida de que más desmoralizarla y
debilitarla nuestro movimiento una admiración ciega y
carente de espíritu crítico que la franca admisión de nuestros
pasados errores.
María Luisa BERNERI |
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Quiero, hoy como ayer, que los anarquistas entren en el movimiento obrero. Hoy como ayer, soy un sindicalista, en el sentido de que soy partidario de los sindicatos. No estoy pidiendo sindicatos anarquistas que legitimarían, de inmediato sindicatos socialdemocráticos, republicanos, realistas u otros y podrían servir, a lo sumo, para dividir más que nunca a la clase obrera contra sí misma. Ni siquiera quiero sindicatos llamados rojos, porque no quiero sindicatos amarillos. Quiero al contrario sindicatos ampliamente abiertos a todos los trabajadores sin distinción de opiniones, sindicatos absolutamente neutros*.
Por lo tanto estoy por la participación más activa posible en el movimiento obrero. Pero lo estoy ante todo en el interés de nuestra propaganda cuyo campo se encontraría así considerablemente ensanchado. Sólo que esta participación no puede para nada equivaler a renunciar a nuestras más queridas ideas. En el sindicato, debemos seguir siendo anarquistas, con toda la fuerza y toda la amplitud de este término. El movimiento obrero, para mí, es sólo un medio, -el mejor evidentemente de todos los medios que nos son ofrecidos. Este medio, rehuso tomarlo como objetivo, e incluso ya no lo quisiera si debiera hacernos perder de vista el conjunto de nuestras concepciones anarquistas, o más simplemente los otros medios nuestros de propaganda y de agitación.
Los sindicalistas, al contrario, tienden a convertir el medio en un fin, a tomar la parte por el todo. Y es así que, en la mente de algunos de nuestros camaradas, el sindicalismo está volviéndose una doctrina nueva y amenaza al anarquismo en su existencia misma.
Sin embargo, aunque se ponga el epíteto bien inútil de revolucionario, el sindicalismo no es y nunca será más que un movimiento legalista y conservador, sin ninguna otra finalidad accesible -¡y eso es mucho!- que el mejoramiento de las condiciones de trabajo. No buscaré otra prueba que la que nos es ofrecida por las grandes uniones norteamericanas. Después de haber mostrado un revolucionarismo radical, en los tiempos en los que aún eran débiles, estas uniones se han convertido, a medida que crecían en fuerza y en riqueza, en organizaciones netamente conservadoras, unicamente dedicadas en convertir a sus miembros en los privilegiados de la fábrica, del taller o de la mina y mucho menos hostiles al capitalismo patronal que a los obreros no-organizados, a este proletariado en harapos desanimado por la socialdemocracia. En efecto, este proletariado siempre creciente de los sin-trabajo, que no cuenta para el sindicalismo, o más bien que sólo cuenta para él como obstáculo, no podemos olvidarlo, nosotros los anarquistas, y debemos defenderlo porque es el que más sufre.
Lo repito: es preciso que los anarquistas vayan a las uniones obreras. Primero para hacer ahí propaganda anarquista; luego porque es el único medio para nosotros de tener a nuestra disposición, el día requerido, grupos capaces de tomar en sus manos la dirección de la producción; debemos ir ahí finalmente para reaccionar enérgicamente contra esta detestable mentalidad que fomenta en los sindicatos el defender intereses particulares y nada más que eso.
El error fundamental de Monatte y de todos los sindicalistas revolucionarios proviene, a mi parecer, de una concepción mucho más simplista de la lucha de clases. Es la concepcion según la cual los intereses económicos de todos los obreros -de la clase obrera- serían solidarios, la concepción según la cual bastaría que los trabajadores tomasen en sus manos la defensa de sus intereses propios para defender al mismo tiempo los intereses de todo el proletariado contra la patronal.
La realidad es, para mí, muy diferente. Los obreros, como los burgueses, como todo el mundo, sufren esta ley de competencia universal que deriva del régimen de la propiedad privada y que sólo se extinguirá con éste. No hay entonces clases, en el sentido propio del término, puesto que no hay intereses de clase. En el seno de la clase obrera misma, existen, como entre los burgueses, la competencia y la lucha. Los intereses económicos de tal categoría obrera están irreductiblemente en oposición con los de otra categoría. Y vemos a veces que económica y moralmente ciertos obreros están mucho más cerca de la burguesía que del proletariado. Cornelissen nos dió ejemplos de este hecho tomados en la misma Holanda. Existen otros. No necesito recordarles que, muy a menudo, en las huelgas, los obreros emplean la violencia… ¿contra la policía o los patrones? De ninguna manera: contra los kroumirs (3) que sin embargo son tan explotados como ellos y aun más desgraciados, aunque los verdaderos enemigos del obrero, los únicos obstáculos a la igualdad social, sean los policías y los patrones.
Sin embargo, entre los proletarios, la solidaridad moral es posible, a falta de solidaridad económica. Los obreros que se limitan a defender sus intereses corporativos, no la conocerán, pero nacerá en el momento en que una voluntad común de transformación social haya hecho de ellos hombres nuevos. La solidaridad, en la sociedad actual, sólo puede ser el resultado de la comunión en el seno del mismo ideal. Ahora bien, corresponde a los anarquistas despertar en los sindicatos el ideal, orientándoles poco a poco hacia la revolución social, -con el riesgo de perjudicar a estas ventajas inmediatas a las que hoy los vemos tan aficionados.
Que la acción sindical conlleva peligros, esto es lo que ya no hay que pensar en negar. El mayor de estos peligros está ciertamente, en la aceptación de funciones sindicales por el militante, sobre todo cuando éstas son remuneradas. Regla general: ¡el anarquista que acepta ser el cuadro permanente y asalariado de un sindicato está perdido para la propaganda, perdido para el anarquismo! A partir de ese momento está al servicio de quienes le retribuyen y como, aquellos no son anarquistas, el cuadro asalariado, colocado entonces entre su consciencia y su interés, o seguirá su conciencia y perderá su cargo, o bien seguirá su interés y entonces, ¡adiós al anarquismo!
El cuadro representa en el movimiento obrero un peligro que sólo es comparable con el parlamentarismo; uno y otro llevan a la corrupción y de la corrupción a la muerte, ¡poco falta!
Y ahora, pasemos a la huelga general. En lo que me concierne, acepto el principio de ésta que propago tanto como puedo desde hace años. La huelga general siempre me pareció un medio excelente para abrir la revolución social. Sin embargo, guardémonos de caer en la ilusión nefasta de que con la huelga general, la insurrección armada se vuelve pleonasmo.
Se pretende que al detener brutalmente la producción, los obreros en algunos días harán padecer hambre a la burguesía que, muriéndose de inanición, estará obligada en capitular. No puedo concebir absurdo más grande. Los primeros en morirse de hambre, en época de huelga general, no serían los burgueses que disponen de todos los productos acumulados, sino los obreros que sólo tienen su trabajo para sobrevivir.
La huelga general tal como nos la han descrito de antemano es pura utopía. O el obrero, muriéndose de hambre después de tres días de huelga, regresará al taller, cabizbajo, y sumaremos una derrota más. O querrá apropiarse a la fuerza los productos. ¿A quien encontrará ante él para impedírselo? Soldados, gendarmes, si no es que los mismos burgueses, y entonces se tendrá que resolver el asunto con fusilazos y bombas. Será la insurrección, y vencerá el más fuerte.
Preparémonos entonces a esta insurrección inevitable, en vez de limitarnos a preconizar la huelga general, como una panacea a la que se recurre para curar todos los males. Que no se objete que el gobierno está armado hasta los dientes y siempre será más fuerte que los revoltosos. En Barcelona, en 1902, la tropa no era numerosa. Pero no se estaba preparado para la lucha armada y los obreros, sin entender que el poder político era el verdadero adversario, enviaban delegados al gobernador para pedirle que doblegue a los patrones.
Además, la huelga general, incluso reducida a lo que realmente es, es una más de estas armas de doble filo que sólo hay que emplear con mucha prudencia. El servicio de las subsistencias no sabría admitir una suspensión prolongada. Habría entonces que apropiarse por la fuerza los medios de aprovisionamiento, y ello, en seguida, sin esperar que la huelga se haya convertido en insurrección.
Entonces no es tanto invitar a los obreros a cesar el trabajo; es más bien que lo prosigua por cuenta propia. A falta de eso, la huelga general se transformaría rápidamente en hambruna general, aunque se haya sido bastante enérgico para apropriarse de inmediato todos los productos acumulados en las tiendas. En el fondo, la idea de huelga general tiene su origen en una creencia entre todas errónea: es la creencia de que con los productos acumulados por la burguesía, la humanidad podría consumir, sin producir, durante no sé cuantos meses o años. Esta creencia ha inspirado autores de dos folletos de propaganda publicados hace unos veinte años: Les produits de la Terre y Les produits de l’Industrie (4), y estos folletos han hecho, a mi parecer, más bien que mal. La sociedad actual no es tan rica como se cree. Kropotkin ha demostrado en alguna parte que suponiendo un brusco detenimiento de la producción, Inglaterra sólo tendría un mes de víveres; Londres sólo tendría suficiente para tres días. Yo sé que hay el fenómeno muy conocido de sobreproducción. Pero toda sobreproducción tiene su correctivo inmediato en la crisis que vuelve a poner pronto el orden en la industría. La superproducción no es nunca más que temporal y relativa.
Hay que concluir ahora. Antaño deploraba que los compañeros se aislasen del movimiento obrero. Hoy deploro que muchos de nosotros, cayendo en el exceso contrario, se dejan absorber por este mismo movimiento. Una vez más, la organización obrera, la huelga, la huelga general, la acción directa, el boicot, el sabotaje y la misma insurrección armada, no son más que medios. La anarquía es el fin. La revolución anarquista que queremos sobrepasa por mucho los intereses de una clase: se propone la liberación completa de la humanidad actualmente sojuzgada, en los tres aspectos: económico, político y moral. Guardémonos entonces de todo medio de acción unilateral y simplista. El sindicalismo, medio de acción excelente en razón de las fuerzas obreras que pone a nuestra disposición, no puede ser nuestro único medio. Y aún menos debe hacernos perder de vista el único fin que valga un esfuerzo: ¡la Anarquía! (momento en que
Companys convoca a los anarquistas catalanes a reunirse
con él en la Generalitat, Romero escribe: «Los coches
pararon en medio de la plaza de la República. En el balcón
principal de la Generalitat flamea una enorme bandera de
Cataluña. Un pelotón de «Mozos de Escuadra» guarda la
entrada. ¡Los cruces de calles parecen haber sido tomados
por los Guardias de Asalto y por ciudadanos que llevan
brazaletes con los colores catalanes! Los representantes de la CNT y la FAI, armados hasta los dientes, salen de los
coches; los Mozos de Escuadra permanecen tranquilos. Un
comandante, que seguramente debe ser su jefe, avanza
hacia el grupo que se ha reunido en la misma entrada:
Durruti, García Oliver, Joaquín Ascaso, Ricardo Sanz, Aurelio
Fernández, Gregorio Jover, Antonio Ortiz y «Valencia».
«Somos los representantes de la CNT y de la FAI; Companys
nos ha llamado y aquí estamos. Los que están aquí
acompañándonos son nuestros guardaespaldas.») |
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Comentaris
Re: El único fin que vale un esfuerzo: ¡la Anarquía!
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per Kaos |
05 mai 2023
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Siempre me sorprenden los compañeros que si que se han tomado el tiempo y la paciencia de leer todos esos libros de Bakunin, Marx, Kropotkin etc. y siguen con el mismo lenguaje y las mismas ideas o conclusiones de hace casi un siglo como si no hubiera pasado nada desde entonces.
Pero quien entiende hoy día esas viejas consignas y/o valores? Para que repetirlo hasta el cansancio y no dejarlo morir en paz? El anarquismo NO es el mismo hoy día como hace un siglo! Ni necesita organizaciones como la CNT (con todo respeto a su
historia) porque estamos en el siglo XXI.
La sociedad está en una situación mucho más compleja como hace un siglo. Las viejas herramientas ya no sirven para provocar actos revoltosos y cambios politicos. El sistema ha
aprendido sofocarlos y apagarlos antes que serian
amenazas reales. Hay que buscar otras formas distintas que sorprenden a los señores de la banca y a sus complices. |
Re: El único fin que vale un esfuerzo: ¡la Anarquía!
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per amis de la guerre des classes |
07 mai 2023
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Reclamar sindicatos neutros es simplemente una sandez, más aún reclamarlos hoy en dia. Por la sencilla razón de que los sindicatos no son ni han sido ni serán nunca neutros. Ponerle el epíteto de neutro es tan absurdo e inútil como ponerle el de revolucionario, el único epíteto que se le puede añadir al sindicalismo es el de reaccionario. Como señalaba Marie Louise hace más de 74 anos ( fíjate lo que ha llovido desde entonces y las puñaladas que hemos recibido ) los sindicatos son legalistas y conservadores, son reformistas y contrarrevolucionarios, son en una palabra reaccionarios. Igualitos a los partidos politicos. Los sindicalistas en su gran mayoria a su vez son conservadores, reformistas, fanáticos y nostálgicos. Qué lugar puede quedar ahí para la anarquía? sin duda alguna, ninguno. Anda que para que esta mujer escribiera esas líneas no serían pocos los anarquistas de aquellos años que ya desconfiaban y se mantenían al margen de los sindicatos. Luchamos por el mejoramiento de las condiciones de trabajo, como es evitar que nos hagan trabajar dos años más de nuestra vida y no estamos en ningún sindicato. No nos falta dignidad y orgullo, determinación y coraje, más bien es lo único que nos queda. No nos aislamos del movimiento obrero, nos aislamos de los sindicatos pues son dos cosas bien diferentes.
En cuanto a una participación activa en el movimiento obrero de los anarquistas, insistimos, para eso no necesitamos ingresar en los sindicatos. Ahora mismo en Francia tenemos una participación activa en el movimiento obrero sin estar afiliados a ningún sindicato. Tenemos muchos medios de propaganda y agitación, sin lugar a dudas entre todos ellos se muestran muy efectivos y pedagógicos la acción directa y la propaganda por el hecho. Para tomar el día de mañana los medios de producción en nuestras manos tampoco necesitamos a los sindicatos, a la desunión obrera y recuperadores de las luchas por excelencia, para eso necesitamos estar en los tajos, en las fábricas y los campos. Tener el conocimiento de cómo funciona tal o cual máquina, saber cómo se poda un viñedo o un manzano, como se plantan unos tomates y unas fresas. Poco de eso se aprende en casa leyendo libros o mirando la pantalla del ordenador, poco se aprende de esto en la okupa tomando birras.
Lo que dice ese escrito sobre la huelga general y la insurrección armada no tenemos nada que objetar. Somos conscientes. Aquí cada día la represión es más violenta y brutal. Un sindicalista quedó ciego completamente de por vida, perdió los dos ojos, el 1 de mayo un compañero perdió una mano, Serge continua en coma, se cuentan por miles los arrestos y lesionados.... El Estado policial y el fascismo avanzan en toda Europa a pasos agigantados.
Bajen ya de la nube de algodón rosa autocomplaciente, folclórica y sumisa que habitan en Barcelona y el resto del Estado español. Pongan los pies en el suelo del desierto que es todo el reino de España. Salgan de los guetos y organicen el odio. Dejen de dirigirse a la clase trabajadora desde comunicados y háganlo mediante la acción directa y la propaganda por el hecho, déjense de traer escritos de hace 80 años y de desenmascarar el "rojipardismo" para acomodar sus ideas instaladas en sus cabezas. Todo esto no sirve para alimentar la lucha sino sus egos.
A los compañeros honestos, rompan con los sindicatos que se dicen combativos y con el "movimiento social" que no tienen otra función que la de válvula de escape de la olla a presión para que todo continúe igual. Arrastrarlos a una lucha real organizando desde la base un movimiento real aqui y ahora, convocando a manifestarse salvajemente, aunque en un primer momento no sean más de diez o cien estamos seguros que enseguida obtendrán resultados.
El movimiento en el Estado francies contra la reforma de las pensiones y contra Macron y su mundo se ahogara si no somos capaces de extenderlo y multiplicarlo, como ocurrió con el de los chalecos amarillos en el 2018 ( ojalá estemos equivocados ). Ninguna lucha puede mantenerse ni dar resultados mientras esta permanezca aislada. Por el contrario pensamos que si comenzarán a llegar buenas noticias desde la región que domina el Estado español y de otros lugares, sería un globo de oxígeno tremendo para los que mantienen la lucha contra el Estado francés. Igualmente creemos que impulsaría a participar a sectores del proletariado que hasta ahora permanecen al margen de las protestas.
Por último, traer este escrito de Marie Louise está totalmente fuera de contexto y de la realidad, en el momento actual, aquí y ahora en que los sindicatos tratan de enterrar el movimiento y una vez más clavan su puñal para sacarse de las manos la patata caliente, y aunque los amigos de Malatesta lo hagan con buenas intenciones, no podemos calificarlo sino de crear confusión y de reaccionario.
En el Estado francés a día de hoy no se ha llevado a cabo ni una sola huelga general obrera. Llamemos a las cosas por su nombre. Son dos cosas bien diferentes una huelga general obrera que los paros sectoriales realizados hasta ahora por la clase media dirigida por los sindicatos. |
Re: El único fin que vale un esfuerzo: ¡la Anarquía!
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per para amiss de la guerra |
09 mai 2023
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Lo de sindicato neutro lo dijo malatesta, en un contexto, ademas lo reaccionario es querer poner al gobierno de macron de fascista en fin y dar lecciones desde el antifascismo, solo con ver la deriva de eso que pasa una y otra vez en francia eleccion tras eleccion la guerra de clases parace ser no dejar pasar la fruta y hortalizas españolas, de paso si te viene de gusto puedes ver esta pagina antifa,comm para irte dando cuenta de que va todo esto, que ya entonces malatesta tuvo que hacer callar a kropotkin y la elite francesa anarquista con el manifiesto de los dieciseis. |
Re: El único fin que vale un esfuerzo: ¡la Anarquía!
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per entropia para kaos |
09 mai 2023
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Entre mas alta expresion del orden, y la mas alta graduacion del pensamiento humano, desmiente tu afirmacion autoriaria de que no es necesario sindicatos como cnt en el siglo xxi, en eso estamos en el pensamiento humano , si hace falta los anarquistas usaremos el sindicato no como un fin sino como una herramienta-medio para proseguir elfin de ser libres aun a pesar de los señores de la banca y sus complices expertos en utilizar el orden y el kaos. |
Re: El único fin que vale un esfuerzo: ¡la Anarquía!
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per . |
10 mai 2023
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Siempre fuiste un charlatán de très al cuarto, y lo sigues siendo ya de viejo. Encerrado en tu bucle infernal, la CNT, Durruti, ascaso, Oliver, bla,bla,bla, Malatesta... Bla,bla,bla, la cup, la Colau, el antifascismo, bla,bla,bla. En concreto, das más pena que asco.
Sigue en tu nube de algodón rosa, pelele. Cada día estás más zumbaotraumatizado y se te entiende menos. |
Re: El único fin que vale un esfuerzo: ¡la Anarquía!
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per Maldito país España es una gran pocilga |
10 mai 2023
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Tu gran azaña "acción directa" "propaganda por el hecho" por la que siempre te recordaremos es cagar en una iglesia después de un concierto de Eskorbuto. Juanma y Iosu se cagaban en idiotas como tú y en la fruta "española" todos los días.
https://youtu.be/TIO3oBPyp6w |
Re: El único fin que vale un esfuerzo: ¡la Anarquía!
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per amis de la guerre des classes |
11 mai 2023
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No conocemos todos los escritos de Malatesta, solo algunos, ya nos disculparas. Nadie ha dicho que el gobierno Macron sea hoy día fascista, solo que se encamina a esa dirección. Lo demuestran los hechos: la ley de seguridad global y OTRAS, la permisividad de manifestaciones como la pasada semana en París abiertamente nazi, su compadreo con católicos monárquicos cantando canciones abiertamente fascistas, su primer ministro Darmanin proviene de acción française, abiertamente fascistas, el creciente estado y brutalidad policial, 6 detenidos han pasado una semana en prisión tras el 1 de mayo cuando la ley democrática dice que no pueden excederse más de 48 horas en comisaria... Tantas cosas que obviamente tu desconoces.
Aunque algunos peinamos canas, somos muy jóvenes y llegamos tarde para firmar el manifiesto de los 15, y si hoy día se escribiera algo así ( nos da igual que fuera Kropotkine, Malatesta o tu mismo ) nos posicionaríamos en contra. Si llegamos a la hora para opinar sobre la guerra imperialista en Ukrania y como antimilitaristas e insumisos en los 80-90 nos posicionamos en contra de toda participación en esa guerra, en ninguno de los dos bandos. Deserción y volver los fusiles contra los directores de orquesta. Siendo a la vez conscientes que es muy fácil decir esto cuando la guerra ocurre a 2000 Km y no en nuestra casa. A nosotros por llamar a la deserción no nos van hacer un consejo de guerra, ni ha encarcelar o pegar dos tiros en la cabeza. Igualmente no asumimos ninguna acción de bloquear camiones españoles con fruta o verdura, asumimos y nos responsabilizamos de otras acciones.
Por último, somos amigos de la guerra de clases, no de la guerra a secas. La triste manipulación que haces de lo que nosotros decimos es vergonzosa, más aún para alguien que se dice anarquista. Que nos trates de autoritarios, en fin, hablamos desde las barricadas no desde un púlpito sindicalista. No somos ninguna organización formal que pretenda dar órdenes o dirigir la lucha. Para eso estais vosotros, ya está la CNT y sus comités superiores, nacional, regional y local. Simplemente decimos lo que pensamos.
Os dejamos de molestar y de haceros perder el tiempo que sabemos que en España estáis muy ocupados y pasando duros momentos con muchos compañeros mutilados, encarcelados... Volvemos a la paz de nuestros remansos que el aire está menos viciado de lacrimógenos, eso sí, nos solidarizamos con vosotros. Que quede bien claro en el papel. |
Re: El único fin que vale un esfuerzo: ¡la Anarquía!
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per chenille lourde |
11 mai 2023
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... |
Mira també:
https://www.youtube.com/watch?v=VOaWg0hXAZY |
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