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Notícies :: corrupció i poder
¿Qué tienen en común los fascismos de derechas y los antifascismos de izquierdas?
per zenon	12 feb 2020
Pues que todos los fascismosy los antifascismos son ultra-estatalistas. Orwell salvó de crítica a los anarquistas, que siempre fueron carne de cañón utilizada por el fascismo de izquierda para enfrentarse al fascismo de la derecha.
Fascista o antifascista es cualquier partido político. No hay excepciones. Todos los partidos consideran al pueblo despreciable y explotable. Luego todos son fascistas o antifascistas, aunque se presenten como protectores de los intereses del pueblo para evitar lo obvio: Los intereses de la gente oprimida y sus libertades o los conquista los individuos libres o no los traeran ninguna administración, partido o sindicato. El problema es el Estado y la concepción falsa de que pueblo y Estado son lo mismo. Una mentira obvia, puesto que el pueblo es siempre explotado y masacrado por el estado. La falacia se instrumentaliza mediante el concepto de “nación” y el siguiente silogismo: Si la nación es el pueblo y la nación es el estado, entonces pueblo y estado son la misma cosa. Y esto se hace porque el Estado SABE que es una organización ajena a la comunidad popular, a la gente corriente, que somos la mayoría, a la que utiliza y explota . Orwell huyó del fascismo en Cataluña, tras servir a la República en el frente aragonés para luchar contra el fascismo militar, huyó porque los matones antifascistas lo buscaban para asesinarlo . El buen hombre abominó desde entonces no sólo del fascismo de extrema derecha, sino también del antifascismo de izquierdas. Los fascismos y antifascismos se caracterizan por la imposición por la violencia, la propaganda, la manipulación de la verdad y la noción misma de la Libertad, ideas e ideologías de grupos minoritarios (con la ayuda policial y militar del Estado), apoyándose en el victimismo. Los fascismos y los antifascismos identifican siempre a un grupo al que consideran culpable de su situación al que señalan como objetivo a eliminar sea como sea. Los fascismos y los antifascismos no admiten crítica, ni mucho menos el debate ideológico. Los fascismos y los antifascismo jamás reconocen errores ni culpas, solo admiten que los medios justifican el fin y para ello coinciden en lo que se ha dado en llamar razones de estado.
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