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Anàlisi :: corrupció i poder |
ecuador, ya no habla de socialismo
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per Raúl Crespo Correu-e: rcpuma061@yahoo.com |
16 set 2017
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Ecuador, ya no habla de socialismo |
Ecuador, ya no habla de socialismo.
En Ecuador nunca se habló de construir una base política y cultural leal a la construcción de un socialismo, se buscó lealtad al gobierno de Correa y ni siquiera esto existió porque este populista no dialogo con todos los actores políticos y sociales, al contrario los amenazo, impuso el miedo, la represión con su actitud prepotente que lo llevo a ser un gobierno autocrático.
El gobierno del presidente Moreno, busca dialogar con todos, no es petulante, se ve risas, estrechones de mano, fotos con todos los que Correa aparto, el pueblo parece contento y eso que esta sin trabajo y la economía en una grave recesión. Hay muchos acuerdos, compromisos y afirmaciones pero sin que haya realizaciones porque las mesas de dialogo no enseñan resultados.
El desempleo aumenta, funcionarios salen de las estructuras públicas, es verdad que hay demasiados burócratas, tecnócratas puestos por el gobierno de Correa, pero al quedarse sin trabajo el índice de desempleo se incrementa disimulado por los diálogos que sostienen un falso ambiente que hace lucir mejor al re unionismo intrascendente que no tiene fecha de ejecución peor de concreción.
Las cifras económicas están manipuladas y la Proforma del 2018 debe ser transparentada como los resultados de los viajes al exterior por dinero; no se dice los resultados de esos viajes porque nadie nos quiere prestar dinero porque no existen cambios para salir de la crisis financiera que pone en peligro la dolarización del país.
La deuda pública de algo más de 58.000 millones de dólares ¿permitirá un crecimiento de la economía en circunstancias que hay que desembolsar interese y amortizaciones de deuda en periodos de tiempo corto? La respuesta es NO, si no se corrige el gasto público vigente desde el año 2007. Precio del petróleo que no nos alcanza y con una recaudación tributaria e inversiones basadas en proyecciones, así, la iliquidez, el desempleo, la escasa productividad, baja inflación, marcan los resultados finales que nos acercan a una desdolarización.
Las tontas explicaciones de los ministros y del Sr. Presidente Moreno, pensando que somos una masa de pendejos deben terminar. Esos hábitos de comunicar verdades a medias y manipuladas lo único que provocan es frenar las inversiones internas y externas, y una relación seria entre lo público y lo privado.
La lucha contra la corrupción ocupa un primerísimo primer lugar en la expectativa popular, se siente un peso responsable de este gobierno sin que el Sr. Moreno, quiera sacudirse totalmente del correismo y eso que encontró una cámara oculta en su oficina manipulada por Correa desde Bélgica.
Sonría Sr. Presidente Moreno, que lo estamos filmando era el titular de un medio de comunicación al día siguiente de ser “descubierta” la cámara. Ingenuidad absoluta la suya Sr. Presidente Moreno continuar con los correistas a su lado, ingenuidad apoyar al presidente de la Corte de justicia, faldero de Correa, en momentos que los jueces y grabaciones lo acusan de intromisión en los fallos de los jueces.
Ecuador nunca concreto nada político que tenga que ver con la izquierda por la dimensión de la representatividad que es enorme en la cultura del pueblo. La masa siempre busca un líder que los guie en el legislativo, en el ejecutivo, movimientos sociales, sindicatos, etc.
El pueblo ecuatoriano sabe de revolución lo que ha leído, ha visto en películas sobre la revolución mexicana, sobre la ex URSS o luchas armadas en Colombia, Perú, El Salvador, Chile, Nicaragua, por citar casos de Latinoamérica.
Los procesos de cambio en Ecuador se sustentan en supuestos que nunca corresponden a la realidad socialista ni de una revolución pacífica, su interpretación es tan torpe que la izquierda se volvió populista.
Comunistas, socialistas, progresistas, casi revolucionarios de izquierda o del siglo XXI, reforman leyes sin ton ni son, es el nuevo rumbo que han asumido estos socialismos en donde la alternancia en el poder, creación de nuevos cuadros no cuenta para estos comediantes de circo de pueblo; con mucha palabrería sobre igualdad, lucha de clases, soberanía, libertad, autonomía, pobreza, equidad, seducen a una masa ignorante que tiene ante sus ojos la inequidad salarial y no protesta. Es la vieja norma populista para una dictadura disfrazada de socialismo.
Por mucho tiempo Correa y sus mediocres lacayos hablaron que dieron una paliza a la burguesía, al imperialismo, a la oposición de derecha e izquierda y demás enemigos del gobierno que eran la mitad de los movimientos sociales, indígenas, profesionales, estudiantes, campesinos, “esta paliza” era expresada en las urnas, acudir a votar por obligación no refleja un ejercicio democrático y menos un proyecto socialista.
Por obligación la gente acude a votar y esa es su mayor participación política, de ahí en más la demagogia hace su trabajo en un pueblo que carece de conocimiento social e ideología de izquierda. La masa está acostumbrado a la emotividad de los discursos de moda en los populistas en la región en la última década.
Lo más lamentable es, que al pueblo ya no le importa, pasaron los años y el pueblo se dividió exigiendo cambio de gobierno por el grave estado de postración y putrefacción del gobierno de Correa, un mediocre populista oportunista y narcisista que enterró por mucho tiempo la esencia social en Ecuador.
Para el pueblo de Ecuador, el sistema legal, la cultura y la vida misma dependen exclusivamente de las decisiones del gobierno y de sus gestiones del poder. Los poderes legislativos y administrativos son absolutos, la burocracia manda al pueblo y no solo en el gobierno de Correa, esta dominación viene desde épocas atrás, no existen canales de relación con las leyes de la Constitución, existe la magnanimidad del grupo interesado de morir en el poder.
Reelección indefinida se aprobó en la Asamblea Nacional sin consultar al pueblo para eternizarse en el poder y así poder tapar la corrupción todo un ejercicio estructural en el país. Reelección indefinida sin que importe el sectarismo, prepotencia, mediocridad practicada e incrementada en los últimos diez años de una supuesta revolución ciudadana que jamás le intereso caminar hacia un socialismo.
Socialismo que no se puede dar sin incrementar y diversificar la producción, sin conocimiento ni ideología, sin fomentar la ciencia y la tecnología que deben sumar en la cultura con el apoyo mínimo de un 70% de la población y, que el trabajo remedie necesidades básicas en la salud, educación, vivienda, recreación como realidades satisfechas, compartidas con el Estado.
Raúl Crespo. |
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