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Notícies :: corrupció i poder
El anarquismo estadocéntrico del poder popular
20 feb 2016
Ja que apareixia l'enllaç de l'especial de l'Ekintza sobre Poder Popular prefereixo el segon text que suposo que qui ho ha penjat deu haver oblidat d'enganxar, fallos del copy & paste suposo.
El anarquismo estadocéntrico del poder popular

A petición de los compañero/as de Ekintza Zuzena, escribimos por segunda vez sobre el concepto «Poder Popular» que, en América Latina, promueven algunas iniciativas que se reclaman libertarias. Pero antes de entrar en materia, describiremos el lugar desde donde se realiza nuestra argumentación y, a grandes rasgos, el contexto que la perfila. Desde el año 1995 participamos en un grupo de afinidad anarquista que, en la ciudad de Caracas, entre otras actividades ha editado el periódico El Libertario, quizás la actividad más conocida. A partir del año 1998 antagonizamos con el proceso político denominado «revolución bolivariana» por tres grandes razones: La primera, la profundización del modelo extractivo-minero en sintonía, y sin contradicciones, con la globalización económica capitalista, lo cual ha incluido -a pesar de la retórica-, amplias garantías a la inversión transnacional energética (por ejemplo, en el año 2009 Repsol anunció el descubrimiento en el golfo de Venezuela de la mayor reserva de gas natural de su historia). La segunda razón, por el proceso de estatización, militarización y fragmentación del movimiento social del país surgido a raíz del levantamiento popular del Caracazo, 27 de febrero de 1989, y cuya capacidad de movilización fue decisivo para el recambio burocrático experimentado en 1998, fecha de la primera victoria electoral de Hugo Rafael Chávez Frías. La tercera es que, a pesar de contar con la mayor bonanza económica de los últimos 30 años, el gobierno bolivariano no ha transformado las causas estructurales de una de las más injustas tasas de reparto de la riqueza en el continente –recordar que el país posee las mayores reservas energéticas de la región-, cuyos datos y testimonios pudimos plasmar ampliamente en el libro «Venezuela: La Revolución como Espectáculo. Una crítica anarquista del gobierno bolivariano» que, en el caso de la península ibérica, fue coeditado y distribuido por la editorial-librería La Malatesta de Madrid. Esta introducción es pertinente porque en el proceso de institucionalización y homogeneización del movimiento social que permitió su victoria en las urnas, el gobierno bolivariano pasó, a partir de marzo del 2009, a denominar por decreto a todas las instituciones con el adjetivo «poder popular». Por ejemplo «Ministerio del Poder Popular para la Defensa», que coordina a las Fuerzas Armadas del país. El caso venezolano sería entonces una evidencia clara de los derroteros estatales del concepto.

La segunda aclaratoria previa tendría que ver con el anarquismo en el cual creemos, pues complejiza el maniqueísmo y simplificación de la discusión que los promotores del Poder Popular «libertario» (PPL) aluden en su discurso. Cultivamos un anarquismo que necesita de sus grupos de afinidad para el intercambio y construcción de lo que nos es más próximo, pero cuyo referente y ámbito de actuación no es otro que los movimientos populares, autónomos, de base y necesariamente plurales, para el cambio en un sentido libertario. Reivindicando y aprendiendo de la historia, así como de las tradiciones de lucha que nos precedieron, nuestro anarquismo debe responder a un contexto en permanente cambio, signado por la globalización económica, informacional y tecnológica, el cual ha dejado atrás el culto a la razón positivista que influyó en los pensadores antiautoritarios de finales del siglo XIX y comienzos del XX. Además, es un anarquismo que debe ser expresión de las particularidades culturales que nos definen como latinoamericanos, sin perder su perspectiva universal e internacionalista. Esta reflexión hemos intentado plasmarla en nuestra publicación El Libertario, cuya línea editorial actual, en un escenario de estatización y polarización de las iniciativas populares, es la de promover los mayores niveles posibles de autonomía en las organizaciones sociales de nuestro entorno, en el entendido que mientras no exista un espacio de emprendimientos políticos diversos de base, beligerantes e independientes, los valores que defendemos como anarquistas no podrán tener la posibilidad de expandirse y ser vividos por amplios sectores de la población.

Una camisa prestada

El surgimiento de la propuesta del PPL no puede comprenderse de manera separada de lo que algunos analistas denominan «el giro a la izquierda» de América Latina. Incluso afirmamos que el momento de mayor impulso de esta propuesta coincidió en el tiempo que los gobiernos autocalificados como «progresistas» generaban amplias expectativas entre los sectores de izquierda y revolucionarios de todo el mundo. El razonamiento de fondo era, simplificando, que era necesario mimetizarse con las mayorías que apoyaban a las izquierdas en el poder, haciendo alianzas con algunos sectores y, desde adentro, «radicalizar» dichos procesos con la propuesta del PPL. Tras varios años en la presidencia, el entusiasmo por estos gobiernos ha disminuido, por un lado. Por el otro, han sido suficientemente conocidas sus contradicciones así como todos los mecanismos desplegados para criminalizar a los líderes populares que, refractarios a sus políticas, han continuado movilizándose. Los gobiernos de Argentina, Ecuador, Bolivia, Venezuela, Uruguay y Nicaragua ya poseen un expediente de sindicalistas, líderes indígenas y barriales de diferentes ámbitos asesinados, encarcelados y sometidos a juicios bajo leyes antiterroristas influenciadas por, paradójicamente, los organismos multilaterales que tanto adversan en las palabras. Lo curioso es que son iniciativas «libertarias» de países con gobiernos conservadores (Colombia y Chile, por ejemplo), los que han intentado «capitalizar» este pretendido giro progresista y han tenido mayor protagonismo mediático en la difusión de los postulados del PPL. Ni ayer ni hoy el debate generado alrededor de este tema ha sido central en el universo ácrata latinoamericano, aunque sus apologistas hayan intentado, grandielocuentemente, presentarlo así. («Este debate es uno de los núcleos fundamentales de la izquierda latinoamericana», según la Federación Anarquista Uruguaya).

Los promotores del PPL se han diseminado en varios países latinoamericanos, aunque no son un grupo homogéneo ni coinciden en los énfasis de sus estrategias. Como el resto de la familia, han sufrido sus propias divisiones, disoluciones, fragmentaciones y tensiones por el protagonismo de un alegato apenas en construcción, siendo dos de sus nodos intelectuales más visibles Brasil e Irlanda (sí, Irlanda). Un inventario de los grupos, publicaciones y literatura demuestra que ni cualitativa ni cuantitativamente, hasta ahora, ha sido el sector «predominante» en el anarquismo suramericano, a lo sumo y generosamente una tendencia más. Sin embargo, han intentado sobredimensionarse en internet reduciendo la diversidad del movimiento en la región en dos bandos, ellos y, en la otra acera, la tendencia insurreccionalista («un grupo minoritario y aislado de la base», como la simplifica Felipe Correa de la Federación Anarquista de Río de Janeiro). Por estas artes del lenguaje, los PPL serían el «anarquismo organizado» (como en algún momento se definió la Red Libertaria de Buenos Aires) vinculado a los sectores excluidos, antagonizando a un anarquismo autorreferencial, de clase media, disociado de su contexto y anclado en el pasado, que seríamos el resto. Y este debate tramposo expresa a su vez la naturaleza de las alianzas que el PPL desea establecer con ciertas izquierdas: Mercadearse como el «anarquismo bueno».

Ni Dios, Ni Amo, Ni Coherencia

Para los teóricos del PPL la noción del «poder popular» sería un concepto «en disputa», y su trabajo sería resignificarlo a la luz de una interpretación anarquista. A pesar de algunos malos intentos de corte y costura para demostrar que clásicos como Bakunin y Malatesta lo que querían era decir «poder popular» en todos sus escritos (prolijamente refutado por Patrick Rossineri en sus textos para el periódico Libertad! de Buenos Aires), ante la ausencia de una genealogía antiautoritaria del término reconocen, a regañadientes, que su origen no proviene del campo ácrata. Se ha convertido en un lugar común de su literatura las citas al Movimiento de Izquierda Revolucionario (MIR) de Chile como pioneros en su uso del término en 1970, haciendo malabares históricos para demostrar que esta organización marxista-leninista era, en el fondo, bastante anarquista. No importan 4 décadas de uso, interpretación e implementación autoritaria del término, así como la capitalización política y legitimación burocrática de varios gobiernos progresistas del continente (Sólo el venezolano gastó oficialmente según su Ley de Presupuesto 65.304.634 dólares en propaganda en el 2013): mientras 4 gatos anarquistas lo reivindiquen seguiría siendo «un concepto en disputa». Todo un detalle que sea este y no otro la nomenclatura en litigio. Si por ejemplo democracia significa «gobierno del pueblo y para el pueblo», ¿no deberían utilizar las mismas energías para reconceptualizarla anárquicamente? Felipe Correa llega al extremo en esta tesis, pues hasta «anarquismo» sería, según él, un «concepto en disputa».

Esta pérdida de personalidad al utilizar un discurso de otros para expresar valores que tienen términos nítidamente libertarios, como autogestión por citar un caso, tiene como objetivo no espantar a sus nuevos «compañeros de ruta». Y no es un problema de etiquetas. Esta difuminación de lo que específicamente nos hace «anarquistas» hace que algunas iniciativas del PPL hagan demasiadas concesiones en su apuesta por una plataforma política de actuación. Por ejemplo, el de las publicaciones «libertarias» con alegorías en portada a cualquiera de los santos del panteón marxista latinoamericano –cuando ya hay tantas publicaciones ajenas que lo hacen- o los llamados al «voto crítico» por candidatos presidenciales nacionales o regionales «de izquierda». El resultado, como lo demuestran una vez quienes en Venezuela se hacen llamar «anarcochavistas», es una pérdida absoluta de la identidad política y la asunción de una nueva impuesta desde arriba que intenta ser hegemónica. Esto genera múltiples consecuencias, algunas tan graves como la ausencia de cualquier atisbo de crítica a viejos y nuevos gobiernos «de izquierda» en la región, como el cubano, el boliviano o el venezolano, cuando no el apoyo velado o explícito a organizaciones autoritarias como las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).

Poder Popular: Dos problemas

Como lo ha sugerido Rossineri, la ofensiva comunicacional del PPL tiene como objetivo naturalizar el uso del término «poder» entre los anarquistas. Las mejores argumentaciones de sus entusiastas aluden a su naturaleza polisémica y su división entre el «poder hacer» (capacidad de realizar cosas) y el «poder sobre» (dominio sobre otros). Sin embargo, salvo consignas, no hay un mayor desarrollo de cómo impedir que capacidad se transforme en dominio. En este punto es importante recordar que un sector del marxismo latinoamericano, conocido como autonomista (John Holloway quizás el más conocido), han abandonado dicha pretensión y han afirmado, a secas y sin medias tintas, que el mundo debe ser cambiado «sin tomar el poder». Y esto es porque la falsa tensión entre el «poder hacer» y el «poder sobre» no ha sido resulta en 40 años de uso autoritario de poder popular porque, sencillamente, aluden a dos situaciones diferentes. Este es el primer problema del PPL, a que tipo de «poder» se refiere: Poder en política siempre aludirá a «poder sobre». En castellano, un idioma generoso, no existen sinónimos literales sino palabras diferentes que matizan situaciones. Pensemos en un carpintero que domina las técnicas de construcción en madera. Si usted se refiere a él como un «carpintero con poder» la mayoría le entenderá -salvo los del PPL- como alguien con dinero o influencias políticas, y no como diestro en el arte de la construcción con madera.

Así, los del PPL zanjan esta discusión con tres consignas y con afirmaciones aventureras: «Los anarquistas no estamos contra el poder sino contra la dominación», sin importar que más de 100 años de historia libertaria demuestren que estamos contra ambas cosas. El 98% de quienes en América Latina utilizan en su estrategia política el concepto “poder popular”, buscan legitimar hoy la racionalidad que ayer se contenía en el concepto «dictadura del proletariado», el arribo de una nueva burocracia en los estamentos de mando.

El segundo problema tiene que ver con la noción «popular», un término que según la lógica PPL también debería estar «en disputa». ¿Qué es popular y qué no lo es?, ¿cuándo algo deja de serlo? Lo considerado «popular», ¿es intrínsecamente bueno? Lula da Silva, ¿fue un presidente del «poder popular»? Rafael Leonidas Trujillo, ¿fue un militar del «poder popular»? La anterior mitificación parecía superada tras los aportes, entre tantos otros, de Michael Foucault. Sin embargo lo que nos sugiere su uso es que mientras un sector del marxismo latinoamericano evoluciona asumiendo posturas libertarias -los autonomistas-, como singular contrapeso otro sector del anarquismo regional involuciona reivindicando lógicas propias de los partidos comunistas más stalinistas de este lado del mundo.

Nuestra agenda

La estrategia del «poder popular», como demuestra el caso venezolano, no conduce a otro destino sino al Estado, a oxigenar la gobernabilidad democrática en tiempos de crisis de la representatividad y globalización económica. Además, posee dentro de su lógica la estrategia de «acumulación de fuerzas» que debe negociar con el resto de los aliados de su plataforma planteamientos radicales y de fondo en aras de la convivencia y, valga la redundancia, «popularidad». Fieles a la vocación de poder, de mercadearse ante el mundo y especialmente ante sus aliados como el «anarquismo bueno», algunas de las iniciativas más conocidas del PPL reproducen en micro lo que cualquiera detesta de la gran política: las componendas, conspiraciones y descalificaciones contra quienes asumen eclipsar y neutralizar: En primer lugar no al gran capital sino a los otros anarquistas. Cuando aclaraba que esta era la segunda vez que reflexionábamos sobre el tema buscaba reflejar lo siguiente: muchos hemos optado por no caer en las luchas intestinas en los contornos planteados por el PPL, una estrategia pensada, entre otras cosas, para legitimarse ante sus aliados «de izquierda» en el continente. Nuestros esfuerzos siguen estando en la construcción de una alternativa social libertaria, donde –insistimos- los valores que defendemos como antiautoritarios sean vividos por la mayor cantidad de personas.

Es falso que el anarquismo latinoamericano pueda dividirse, únicamente, en las tendencias plataformista (donde se ubicaría el PPL) e insurreccionalista. En el medio de ambos extremos hay una diversidad de grupos, emprendimientos e individuos, con escasa o nula relación orgánica entre sí, que por la diversidad de temas y situaciones que enfrentan sí podrían ser calificados como el sector «mayoritario» del movimiento, pero que sencillamente no tienen ánimo ni tiempo para pensarse en esos términos.

Si hay algún tema medular hoy en Latinoamérica, que no es el PPL, es el extractivismo y la lucha por los bienes comunes, que cualquiera que revise el mapa de los actuales conflictos sociales en la región podrá constatar que es la causa de las movilizaciones indígenas y campesinas contra gobiernos «progresistas» y conservadores que actualmente se llevan a cabo. Dentro de las luchas por la defensa del Tipnis (Bolivia) y el Yasuni (Ecuador), contra las Minas de Conga (Perú), la explotación del carbón en la Sierra del Perijá (Venezuela) y el Fracking en los acuerdos Chevron-YPF (Argentina), por recordar los más conocidos, hay mucha gente libertaria poniendo el pecho, que ha posicionado el debate sobre otros modelos de desarrollo dentro de coaliciones sociales diversas sin perder identidad, intentando que las iniciativas no tengan como referente al Estado sino a la expansión de las propias capacidades colectivas autogestionarias. Pero también existen otras búsquedas y espacios de confrontación contra los poderes establecidos, de las cuales me limitaré a describir las que nos son más cercanas.

En Venezuela la recuperación de los niveles de autonomía y beligerancia de los movimientos sociales tiene uno de sus principales contrarios al poder popular estatizado y militarizado promovido por el gobierno bolivariano. Y ante la capacidad propagandística del «socialismo petrolero» (como una vez lo definió el propio Hugo Chávez) no hay alternativa sino pensar en otros referentes. Como anarquistas acompañamos, participamos y difundimos en diferentes luchas, como el movimiento contra la impunidad y el abuso policial y militar desarrollado en el estado Lara, en donde han surgido organizaciones independientes de víctimas que han denunciado la complicidad de altos y medianos funcionarios en los crímenes del gatillo fácil. De este conflicto es Mijaíl Martínez, el videoactivista asesinado en el año 2009 por sicarios contratados por la Policía de Lara. En esta zona se desarrolla la experiencia cooperativa más grande y antigua del país, Cecosesola, 30 años y 20.000 afiliados, cuyo funcionamiento asambleario y horizontal la convierte en la experiencia concreta de inspiración libertaria más importante del país, y que por autogestión ha construido un hospital de tres pisos en la zona oeste de Barquisimeto, corazón de los sectores menos privilegiados de la ciudad, siendo uno de los emprendimientos nacionales emblemáticos de participación comunitaria en el ejercicio del derecho a la salud. A la lucha contra la explotación del carbón en el estado Zulia, que ha dejado como saldo el asesinato del líder yukpa Sabino Romero, se suma nuestra intervención activa en la recomposición del movimiento indígena venezolano, tras años de cooptación, que pasa por la recuperación de sus organizaciones tradicionales sobre la base de la autonomía. En años anteriores estos mismos esfuerzos se colocaron en el sector sindical, donde surgió un intento de refundación del gremialismo venezolano en el Frente Autónomo en Defensa del Empleo, el Salario y el Sindicato (FADESS), que no prosperó en la dirección deseada debido a la electoralización de su agenda y el canibalismo de los viejos partidos políticos. El FADESS denunció los 17 meses de cárcel contra el sindicalista Rubén González, la criminalización de la protesta en el país y los asesinatos de los sindicalistas Richard Gallardo, Luis Hernández y Carlos Requena, en el 2008, que hoy se mantienen en impunidad.

Los retos que los anarquistas latinoamericanos tenemos por delante son múltiples y exigentes. Fortalecer nuestros grupos de afinidad y organizaciones específicas. Participar en conflictos reales y movimientos sociales para elevar sus niveles de autonomía, independencia y capacidades autogestionarias, reactualizar nuestros postulados reinventando lo que haga falta y expandir nuestros valores, que no nuestras etiquetas, entre amplios sectores de la sociedad que paulatinamente están descubriendo que los gobiernos progresistas son la misma opresión de siempre con diferente fachada, y que fieles al espíritu rebelde de la naturaleza humana, buscarán otras alternativas. Entre nosotros el eclipse del «progresismo» en el poder abre similares oportunidades, de orden teórico y práctico, que para los movimientos emancipatorios europeos tuvo el desplome del Muro de Berlín. Y para esto es necesario no el esteticismo pseudolibertario de lo caduco, sino la apuesta por una cultura política nueva basada en la justicia social y la libertad.

Rafael Uzcátegui
(Venezuela)

[1] VVAA, 2011. (reseñado en E. Z. nº 40)

[2] ROSSINERI, 2011; UZCÁTEGUI, 2011. Las críticas que se realizan a continuación pretenden estimular el debate serio, respetuoso y fraterno.

[3] ROSSINERI, 2011, p. 15.

[4] UZCÁTEGUI, 2011, p. 29.

[5] CORRÊA, 2011. Ese texto forma parte del debate sobre el poder que se dio, en aquella época, entre los militantes de la FARJ y que terminó con la decisión de utilizar y defender las nociones de poder y poder popular.

[6] SCHMIDT; VAN DER WALT, 2009.

[7] BAKUNIN, 1998, p. 100.

[8] KROPOTKIN, 1970a, p. 189.

[9] MALATESTA, 2008, pp. 183; 200.

[10] CORRÊA, 2012a.

[11] CRISI, 2012.

[12] IBÁÑEZ, 1982, p. 11.

[13] ROSSINERI, 2011, pp. 19-20.

[14] IBÁÑEZ, 2007, p. 42.

[15] Ibid. pp. 42-44.

[16] BAKUNIN, 2009, p. 34.

[17] KROPOTKIN, 1970b, p. 69.

[18] MALATESTA, 2008, p. 94.

[19] RICHARDS, 2007, pp. 147; 154.

[20] IBÁÑEZ, 2007, p. 45.

[21] BERTHIER, 2011, p. 32.

[22] MINTZ, 1977, pp. 26-27.

[23] CORRÊA, 2012b.

[24] Ibid.

[25] CORRÊA, 2012a, p. 98.

Rafael Uzcátegui (El Libertario)
http://www.nodo50.org/ekintza/spip.php?article614

This work is in the public domain

Comentaris

Re: El anarquismo estadocéntrico del poder popular
21 feb 2016
Este es el autor que saludaba la victoria de la derecha venezolana y que mantiene relaciones economicas con la fundacion americana de loa ESTADOS unidos de america? Oh, si
Re: El anarquismo estadocéntrico del poder popular
21 feb 2016
La primera afirmación es sencillamente falsa y la segunda sería comparable a decir que uno mantiene relaciones económicas con el Estado español por cobrar una nómina, el paro o cualquier ayuda. En todo caso los textos de Uzcátegui ahí estan para poder valorarlos por sí solos.
Re: El anarquismo estadocéntrico del poder popular
21 feb 2016
Mira su twitter y verás felicitaciones. Sobre la ong de 'derechos humanos' y la fundación fe cierto senador americano de los USA...ejem no es lo mismo cobrar el paro que cobrar para instalar un discurso determinado en una sociedad. O si?
Re: El anarquismo estadocéntrico del poder popular
21 feb 2016
Tampoco me fliparía con criticar a Uzcátegui. Creo que lo importante no es la persona sino el colectivo El Libertario. Al perder el Chavismo las elecciones del 6 de diciembre hicieron un análisis político que podría firmar la derecha. Eso es lo realmente preocupante. Una cosa es no tragar el chavismo y otra radicalmente distinta es ser un peón en la estratregia de la oposición mediante la deslegitimación del gobierno por su izquierda. No sé si habrá sido mediante Provea o porque el Libertario ya piensa así por sí mismo. Pero eso hay que hacerselo mirar
Re: El anarquismo estadocéntrico del poder popular
21 feb 2016
no hay mas ciego que el no quiere ver, tuvimos que ver al de la cup haciendo de presidente de la comision del cas pujol, este snob eligio la samarreta con el logo de allende, como estetica para salir en los informativos, para despues ver eso del poder popular invistiendo de president de la generalitat a un reaccionario pujolista, asi que que vemos el papel que juega el poder popular como refuerzo del estado, y legitimacion de l expolio de lo comun por la burguesia, no puede ser mas abyectos estos del poder popular en la manipulacion de las emociones de las gentes sencillas, como se esta viendo en este debate en indymedia y en la realidad cotidiana de la ciudad, ni aceptan la critica, sus dirigentes ni pueden soportar la disdencia. su autoritarismo llega a creerse que su despotismo ilustrado es lo mejor para la gente precaria. a la mierda el poder popular y a la mierda los partidos politicos, que lo promocionan y dirigen, que de libertarios no tienen nada, pedir el voto para la cup o los de la ada solo pone en evidencia a quien lo hace, por mucho que se autoproclame anarquismo organizado. una de las caracteristicas como se ve continuamente del poder popular es el control y su falta de analisis a cualquier critica, funciona como correa de los dirigentes del partido que lo controla, que no nacimos ayer, ala si el espacio en blanco o el espacio abierto sirve para promocionar el poder popular, han dejado de ser anarquistas para ser lo que son poder popular
Re: El anarquismo estadocéntrico del poder popular
21 feb 2016
ejem... no es lo mismo canalizar la energia de la lucha para interes de la gente precaria, o para fortalecer y legitimar el pujolismo, o si?. igual estos del video hablando del allende y del poder popular, tambien cobraban como el de la samarreta del erario publico.https://www.youtube.com/watch?v=4ilpd5C1Wug
Re: El anarquismo estadocéntrico del poder popular
21 feb 2016
...La difamación sobre la persona que expone una opinion critica, en vez de refutar lo dicho o escrito. Muy típico de ideologias totalitarias y de personalidades con ansias de liderazgo y control . Es mas recurrente desprestigiar a la mensajera, cuando no se dispone de argumentos teoricos para la contra-replica... ni se corrobora la difamación.
Re: El anarquismo estadocéntrico del poder popular
21 feb 2016
la refutación a este artículo está aqui:
http://barcelona.indymedia.org/newswire/display/502570/index.php
Re: El anarquismo estadocéntrico del poder popular
21 feb 2016
La refutación al texto es sencilla. Está confundiendo el poder popular de arriba con el de abajo. O sea, el poder popular de los ministerios de Venezuela o Cuba, con el proceso de autoorganización de la gente corriente. Y son cosas distintas aunque tengan el mismo nombre.

En el caso venezolano fue el poder popular, o sea las luchas de la gente, su organización de miles de entidades, asociaciones y movimientos, lo que aupó el gobierno de Chávez. Es lo que lo apuntala en el poder. Los de arriba (los estatistas del PSUV) defienden el poder popular como si fuera un parachoques con la derecha. Los de abajo defienden el poder popular porque es lo que les da vida, lo que les hace conseguir mejoras materiales inmediatas en basee a la lucha y no a pedirle nada a nadie, ni siquiera a "su" gobierno.

Entonces cuando Uzcátegui confunde los términos en realidad se está aprovechando de la confusión fomentada en algunos estamentos del PSUV (les interesa el poder popular en tanto que les garantiza apoyo en la calle a sus políticas). Pero se olvida de las muchas experiencias que en estos momentos están ocurriendo en Venezuela organizadas por abajo y que utilizan el poder popular (comunas, cooperativas, ocupaciones de tierra, empresas recuperadas, etc.) El poder popular los de abajo lo entienden como un doble poder socialista que sustituirá el Estado capitalista que ahora gobierna Maduro.

En otros países la cosa está más clara, dado que no hay partidos de izquierda gobernando. Por ejemplo en México hay cientos de municipios autónomos autoorganizados y controlados por las asambleas populares. Hasta tienen sus medios de comunicación y hasta su policia comunitaria. Eso es poder popular.
Re: El anarquismo estadocéntrico del poder popular
21 feb 2016
Y siguiendo con lo que digo. El anarquismo que reivindica ese poder popular, evidentemente reivindica el de la gente de abajo, el que genera una estructura social que puede sustituir al Estado. No estamos para apoyar gobiernos de izquierda sino para crear las condiciones para superarlos.
Re: El anarquismo estadocéntrico del poder popular
21 feb 2016
Gracias, ya lo leí anteriormente a este en que estamos ahora. Me refería a refutar o a aportar con datos, la acusación hecha contra el autor del texto de este artículo Rafael Uzcategui. A mi particularmente no me convence el llamado Poder Popular.No he encontrado argumentos sufientes para llegar a creerme que crear poder popular sea la forma de dotar a lxs de abajo de una herramienta capaz de su emancipación. Primero porque la emancipación de "los de abajo" tiene que ser obra de ellxs mismxs, no por obra ni gracias de lxs de arriba. Quiero decir, que no necesito de ningun salvador que me libre de mis cadenas, menos aún si se considera parte de una elite unica capaz de dirigir ese llamado poder popular, por el sencillo motivo de que ya de por sí, se siente un ser privilegiadx y el único capaz de conducir ese poder popular, transversal y con un liderazgo claro. No dota a lxs de abajo de herramientas para que sean capaces de emanciparse, si no que lxs dirige hacia una vision, màs aburguesada y por tanto clasista. Quiero decir: no voy a seguir mas lider que aquel o aquella que yo decida que puede serlo, en quien yo confie y que se merezca esa autoridad, hasta que crea que tiene que dejar de serlo.
Re: El anarquismo estadocéntrico del poder popular
21 feb 2016
Tienes la inmensa fortuna de que ni Rafael Uzcategui, ni las personas de los municipios autónomos o las juntas de buen gobierno zapatistas o bases de apoyo, te pueden leer, porque en todos estos 22 años desde el levantamiento zapatista, eso del "poder popular", apenas lo han nombrado algunos izquierdistas que han desertado del zapatismo.

Afirmar que existen poder popular de los de arriba y de los de abajo, es una tremenda sandez y ya que mencionas la confusión, deberías de preguntarte quién intenta confundir a quién. Rafael Uzcategui es un compañero que colabora en el libertario de Venezuela, y me parece de una tremenda arrogancia intentar explicarle cómo está la situación allá.

Que el término "poder popular" sale de la corriente autoritaria del comunismo que aspira a hacerse con el poder, no cabe ninguna duda, y que ese mismo comunismo autoritario es el que promueve la reivindicación de ese "poder popular" para hacerse valer como contrapoder frente al poder hegemónico, es otra realidad innegable.

El black power también reivindicaba el "poder popular" y "todo el poder para el pueblo", y ya vimos lo que sucedió cuando el gobierno de los USA asesinó o encarceló a quienes consideraba líderes, y que de hecho eran los interlocutores de ese "poder del pueblo".

Cuando hablas de ejemplos, no concretas y aludes a obviedades que no son "poder popular", sino estructuras organizativas al margen del poder.

En Catalunya, lo más parecido al "poder popular", sería el proceso soberanista. Las organizaciones populares se movilizan para que las viejas oligarquías y las que aspiran a serlo, dirijan y sean los interlocutores frente al poder central, en su reclamo de independencia.

Todo lo demás, es "política ficción". Y lo peor es la arrogancia que tenéis algunos que pretendéis explicar lo que sucede a miles de kilómetros, a quienes están viviendo allá. Ese es vuestro "poder popular", el que con la interpretación interesada, manipula y pretende crear confusión a quienes pretende dirigir.

Tu mismo lo reconoces involuntariamente cuando dices que fue el "poder popular" el que llevó a Chavez al poder, y creo recordar que los cambios no fueron estructurales, de manera que cuando el murió, el sistema entró rápidamente en crisis, lo que revela que el sistema era un fraude.

Además, a cuento de qué todo este empecinamiento si luego algunos acabáis diciendo que sólo son palabras. Y sinceramente, sólo tienes que mirar a tu alrededor para ver dónde está ese "poder popular" y quien y con qué finalidad lo instrumentalizan, tanto ahora como históricamente. Desde luego lxs anarquistas no suelen hacerlo.
Re: El anarquismo estadocéntrico del poder popular
22 feb 2016
Mola ver cómo denuncias la arrogancia cuando desprecias cualquier otra cosa que no sea anarquismo como estrategia de liberación.

Cuando señalo que hay diferencia entre el poder popular cuando lo dice una élite burocrática y cuando lo dicen los de abajo, es que la hay. En el primer caso los anarquistas no hablamos de que hay un poder popular, simplemente que han "tomado el poder" y ya. El segundo caso es el poder popular que nosotrxs consideramos legítimo, el poder construido por la gente organizada. O sea control territorial gestionado por la gente.

Eso es lo que intentaba el Black Power cuando tenían influencia en las comunidades negras de norteamérica, y eso es lo que hay por Venezuela. Ya sabemos que soy un arrogante por decir lo que han podido ver en persona unas cuantas personas de BCN que se han acercado a algunos proyectos. Pues bien, en algunos barrios que tienen esas comunas populares no hay ni policia porque la seguridad se la garantiza el barrio y no el estado. Esa faceta de control territorial en todos los sentidos (politico, economico, simbolico, cultural) es el embrión de un país sin estado porque se pueden organizar sin él.

Por último, decir que el poder popular en Catalunya vendria a ser el procés sobiranista es no haber entendido nada. Quizá por que no se quiere entender y prefieres poner el piloto automático para combatir la heregia. El poder popular , por poner un ejemplo, podría haber sido la coordinadora de asambleas de barrio y pueblo que hubo tras el 15M. Asi que en fin. Cada cual a lo suyo
Re: El anarquismo estadocéntrico del poder popular
22 feb 2016
Comparto Black Power. creci por aquellas tierras de Indios despues esclavos como ahora,algunos de filosofias politicas otros de su EGO, vENEZUELA surguio porque era el pais Sudamericano que tenia la recerva mas grande de petroleo de baja calidad, duro lo que duro ya no hay mas DEMAGOGIA, estube por esos lares y si era poder popular, gobierno despues el pueblo,Mexico las alcadias autonomas son una mentira subvencionadas por el estado,EZLN es otra cosa pero tambien dieron un vuelco hacia la Federacion no es monolitico ya no hay un Comandante etc estan avanzando construyendo, de la misma manera para enn el KURDISTAN antes la ejemonia la tenia el pkk hoy son las MUJERES que rompen la ejemonia burocrata Machista del pkk antes Allende en el Hermanx Chile unidad popular como hace poco,y me toca muy de cerca Uruguay frente amplio, mujica,La misma Basura diferente collar como otros paises Sudamericanxs,los movimientos armados de liberacion nacional todos decian,LUCHAR CREAR PODER POPULAR,decada de los 60 80,hay un dicho populista que dice, el hombre es el unico Animal que tropieza dos veces con la misma piedra,Al grano, el poder es NEFASTO asi fuere por parte del Pueblo, Corrompe Divide Controla Reprime;desde un punto de vista Critico,el mio, veo un avance del marxismo dentro de colectivos Libertarios como en la CNT, Madrid Barcelona; hay hechos Pasados que se dijeron en los Libros de Historias que Argumentan y lo hacen muy mal de que el mundo se partio en dos en el 1917 graso error los hechos nxs dicen lo contrario Fracasaron SI se Rindieron a lo que en sus momento decian era el Enemigo, Hoy XXI se genera un dabete de la nada con respecto a la palabrita de MODA poder popular cuando en vez de estar Diceñando un PROYECTO REVOLUCIONARIO como Expropiar un Barrio Entero Romper con el estadoOpresor y Plantearles una SOLUCION a miles y miles de personas que viven hace decadas en la Precariedad mas Salvaje ese seria dsd mi humilde punto de vista el dabate que se tendria que dar Entre ANARQUISTXS emepezar hacerle Fisuras al ENEMIGO organizandonxs Colectivamente no es poder popular ABURRE estar habalmdo debatiendo si no es un proyecto Emancipador de REVOLUCIONsOCIAL Aburre lxs Anarquistxs cuando aparecen como salvadores o paracaidistas nxs ponemxs en guardia porque los hechos diarios en la Lucha nxs rompen lxs ojos Ninguna Solucion saldra de ningun Libro si nxs facilitara algo en el devenir de la Revolucion pero el trabajo si es pedagojico tambien con la idea Solida Concensuada NO dirijida la REVOLUCION es mas LIBERTARIA que de poder contra el poder, disculpen la metralla pero BASTA de tratar de dividirnxs que nosotrxs queremxs Construir y hacer la REVOLUCIONSOCIAL Salud Anarquia y mucha mucha LIBERTAD
cuentos cinos
22 feb 2016
...y además los que siguen llamándole "latina" al continente Abya Yala, donde precisamente los "latinos" genocidas, llegados desde Europa, han impuesto (hasta ahora, casi) su lengua bárbara de Castilla sobre centenares de naciones - hoy mismo se hablan más de 500 lenguas en Abya Yala Sur (*) - decía, esos que siguen reproduciendo con su lenguaje la más brutal colonización de la historia humana,
no tienen en absoluto
ninguna legitimidad
para dar lecciones libertarias, de poder popular (democracia real) o de lo que sea en lo social, cultural y nacional!!!!!!!
-
(*)
http://www.herbogeminis.com/IMG/pdf/pueblos-originarios-america.pdf

En: http://www.herbogeminis.com/?Pueblos-Originarios-en-America-Una
cuentos cinos
22 feb 2016
...y además los que siguen llamándole "latina" al continente Abya Yala, donde precisamente los "latinos" genocidas, llegados desde Europa, han impuesto (hasta ahora, casi) su lengua bárbara de Castilla sobre centenares de naciones - hoy mismo se hablan más de 500 lenguas en Abya Yala Sur (*) - decía, esos que siguen reproduciendo con su lenguaje la más brutal colonización de la historia humana,
no tienen en absoluto
ninguna legitimidad
para dar lecciones libertarias, de poder popular (democracia real) o de lo que sea en lo social, cultural y nacional!!!!!!!
-
(*)
http://www.herbogeminis.com/IMG/pdf/pueblos-originarios-america.pdf

En: http://www.herbogeminis.com/?Pueblos-Originarios-en-America-Una
Re: El anarquismo estadocéntrico del poder popular
22 feb 2016
Venga... ahora será por llamarle América Latina. Ya sabemos que hubo una brutal colonización.

Que decir poder popular se queda más guay, és más unitario y os pensáis que se us unirá más gente es una cosa. Otra es que las victorias se consiguen luchando y que el anarquismo ya tiene sus palabras propias como colectivización, autogestión, comunismo libertario, apoyo mutuo,etc. No necesita coger palabras del marxismo como unidad popular o poder popular para crecer, sino que se trata de implicarse en las luchas.
Re: El anarquismo estadocéntrico del poder popular
22 feb 2016
Una correcció, autogestió no es terminologia anarquista, es marxista...dels yugosalvos de Tito. P

De poder parlaven els anarquistes fa 80 anys, li deien 'instaurar el poder obrero'.

Salut lluitar #crearPoderPopular!
Re: El anarquismo estadocéntrico del poder popular
22 feb 2016
No és cert, autogestió ja en parlava Bakunin ;-)

Salut i Anarquia!
Re: El anarquismo estadocéntrico del poder popular
22 feb 2016
Proudhom ; La aceptacion del concepto de poder como negacion del Anarquismo .http://www.regeneracionlibertaria.org/la-aceptacion-del-concepto-de-pode
Re: El anarquismo estadocéntrico del poder popular
22 feb 2016
on? quin llibre/text? primera noticia per qualsevol historiador/a!.
Re: El anarquismo estadocéntrico del poder popular
22 feb 2016
"La palabra autogestión, como muestra el historiador Frank Mintz, entra en el vocabulario occidental a través del ruso pues desde hace siglos, incluso antes del despliegue del capitalismo, la palabra "samoupravlenie", autogestión o gestión autonoma, se encuentra presente y activa en las lenguas eslavas. A través de la gestión autónoma las comunidades de provincia rusas hacían sus vidas sostenibles en medio del abandono de los poderes feudales y la aristocracia; gracias a esa tradición los primeros soviets, las asambleas que plantan el germen de la revolución rusa al menos entre 1905 1917, lograron funcionar autogestionadamente, siguiendo el ejemplo del mir, la comunidad rural, a pesar de que ya para 1918 los bolcheviques habían convertido los soviets en instrumentos de partido centralizados, jerárquicos y burocráticos. Mikhail Bakunin lleva hasta el resto de Occidente la palabra autogestión a través de la traducción de sus escritos"

http://elarteesverbonosustantivo.blogspot.com.es/2011/10/que-es-la-autog

Incluso si la palabra “ autogestión ” sólo ap
arece en el vocabulario político occidental en les
años 1960 primero para el caso yugoslavo y tras el 1968,
para todas las aplicaciones colectivas, en las
lenguas eslavas, como el ruso, se su
ele usar desde hace al menos dos
siglos, "samoupravlenie", en el
sentido de gestión autónoma, ya sea desde arriba,
para un gobierno de provincia, ya sea desde abajo,
para los habitantes de un colectivo campesino, el mir, luego los soviets
Ya en los textos de Bakunin en ruso se alude a
la “autogestión” como se ve en estos ejemplos:

"cuanto más el pueblo está en la imposibilidad
de ejercer un control sobre él [...], más la
administración del país se aleja de la autogestión 1 por el pueblo a autogestión del mir[ver más lejos]" 2

Estataismo y Anarquia
1986,

1 p. 130
2 p.

A veure, que alguns de Barna i altres vulgue agafar termes marxistes per sortir del "ghetto" i fer comunicats com Embat, doncs endavant. Però d'anarquista no té res aquest terme. L'anarquisme és acció, participar en les lluites, no per canviar un terme que utilitzen els plataformistes de sudamèrica canviareu la situació.
Re: El anarquismo estadocéntrico del poder popular
22 feb 2016
1 p.114 (edició espanyola)
2 p.295
Re: El anarquismo estadocéntrico del poder popular
23 feb 2016
Lo que más "mola", es ver cómo interpretas y sacas conclusiones que no digo. De entrada no he dicho que sea anarquista y que el anarquismo sea lo mejor, ni tampoco desprecio cualquier forma que no sea anarquismo como estrategia de liberación, simplemente hay estrategias de liberación que no lo son. Las del BPP lo eran y no son anarquistas, así como son movimientos revolucionarios lxs zapatistas, las actuales luchas kurdas, o las que antaño se levantaron como el Red Power, lxs boricuas Young Lords... Y según con que anarquismos, ni me identifico.

Cuando señalas que hay diferencias entre el poder popular de las élites y las de abajo, es que las hay porque lo dices tú y no necesitas argumentarlo. Eso es arrogancia mal que te pese. Cuando hablas de “control territorial”, eso no tiene nada que ver con anarquía y sí con control.

Y de lo que hay en Venezuela, permite a quienes son de allá y están allá, que nos lo expliquen, no seas tan arrogante para querer explicarles a ellxs qué es lo que tienen delante y lo que les está sucediendo.

Acercarse a unos proyectos, no es construirlos, no es vivirlos. Eso es como quien va de vacaciones a un lugar y explica las excelencias que ha visto y que, quienes viven en ese mismo sitio, ni reconocen.

En Suecia también hay “comunas”, pero eso no significa nada. Lo que explicas de que hay barrios en Venezuela que la “seguridad” la garantiza el barrio y no el estado, es muy significativo. ¿Seguridad para qué? Ese discurso de la seguridad, es completamente yanqui. Seguridad a cambio de libertad. Decir que Venezuela no tiene estado, es tratarnos de imbéciles profundos.

No combato la herejía, soy la herejía misma. Hoy por hoy, el discurso dominante acerca del “poder popular”, es el que tú sostienes. Y comparar el “poder popular” a las asambleas de barrio tras el 15m, no es nada desacertado, especialmente cuando ya hemos visto quienes intentaban controlarlas y cómo, a través de procesos soberanistas o de reformas de leyes electorales…

Y no voy a discutirte que eso del "poder popular" sea "empoderador", pues ya hemos visto el resultado de tantos años de "empoderamiento".

Estoy de acuerdo con "daniel" en que toda esta discusión viene a cuento porque no tenemos nada transformador que aportar. Lo de las asambleas de barrio del 15m murieron a causa de tanto "poder popular" y porque no supimos o no quisimos encontrar la manera de organizar nuestra rabia, desde la construcción de proyectos fuera de todo poder y de toda institución, y que fueran necesarios para quienes estaban en los barrios, y no sólo para quienes estábamos en las asambleas de los barrios. La falta de empatía y de solidaridad, es tremenda, y aquí cada cual viene a hablar de su "libro" y lo demás le importa muy poco. En breve, al igual que ocurriera con la coherencia, las convicciones o la dignidad serán estorbos a nivel "ideológico". Hemos pasado del posmodernismo, a un sincretismo en el que todo vale. Y siento decepcionarte, no sigo las modas y para mi no vale todo.
Re: El anarquismo estadocéntrico del poder popular
23 feb 2016
Seguridad para qué? Pues para que no te maten por la calle. Caracas es una de la ciudad con más asesinatos del mundo. Si a tí te parece burgués...
Re: El anarquismo estadocéntrico del poder popular
23 feb 2016
A ver, guapo!, no anticipes lo que desconoces. No pienso que la seguridad sea burguesa, hablo de los discursos que anteponen la seguridad sobre las libertades y como en principio no explicabas el por qué de esa "seguridad", no he querido especular y he preferido que seas tú quien lo exprese. Y una vez lo has dicho, te confirmo la falsedad revolucionaria de ese sistema, pues no ha transformado las más elementales formas de opresión.

A lo que entiendo que te refieres, es a un modelo político-social que lxs anarquistas venezolanxs denunciaban. No es como el caso de poblaciones de México, por ejemplo, en las que un estado paralelo, el narco-estado, extorsionaba, amenazaba, asesinaba y desaparecía a la población que se resistía a aceptar la extorsión y que en un acto de pura defensa, la comunidad se organizaba creando las autodefensas al identificar que las fuerzas policiales, el ejército y desde el mismo gobierno, se daba cobertura e impunidad a los "narcos".

A lo que entiendo que te refieres no es más que lo que el estado de derecho considera "delincuencia", organizada o no, sin ni tan siquiera plantearse el por qué de esa "delincuencia" y que no es más que un efecto de reacción, políticamente no consciente, de la desigualdad social del propio sistema. Y son las sociedades que más promueven la individualización, las que nos hacen creer que la seguridad es algo natural, cuando toda vida comporta riesgos. En esas sociedades, cuanto más seguridad tienen, más se depende de ella, pues siempre se crean alarmas sociales de nuevos peligros, llámese prostitución, llámese migración, llámese ideas políticas antisistémicas o drogodependientxs.

Y ya que parece que el Black Power es para ti un referente, te propondría que levantases la mirada un poquito más allá y vieses el proceso de ese movimiento revolucionario y cómo desde sus planteamientos autoritarios, tras su paso a la clandestinidad, una buena parte de ellxs, acabaron asumiendo los planteamientos libertarios y continuaron su lucha desde ideas anarquistas. Porque quedarse fascinadx en el programa de los diez puntos es importante, pero lo es mucho más ver todo el proceso que nos ayuda a identificar lo que cada cual considere errores, planteamientos desafortunados o planteados a pesar de un contexto adverso. La revolución no es lo que se detiene, sino aquello que continua sin que el sistema lo pueda hacer suyo. La capacidad de hacer de las personas, su potencia, debe convertirse en fuerza colectiva, y eso no se consigue creando una única unidad de poder, de potencia, sino desde el reconocimiento de las identidades reafirmadas, desde las que, colectivamente deben surgir esas fuerzas de resistencia y lucha.

Mucho antes de la aparición teórica de las ideologías, los pueblos y comunidades vivían en una revuelta permanente, y no necesitaban de los discursos y las palabras de nadie para entenderse. Lxs de abajo, sabían perfectamente dónde estaba el poder, y se resistían y lo combatían.

Ahora si quieres, sigue pensando y construyendo tu mundo particular intentando convencer a lxs demás que el repliegue del "estado protector" y del "bienestar", es consecuencia de la organización del "poder popular", en vez de entender la necesidad actual de que emerja ese llamado "poder popular", para cubrir el vacío de esa retirada, y actuar como factor asistencial. ¿A cuenta de qué, una inmensa mayoría de las asociaciones asistenciales de la sociedad civil más inmovilista, crean sus propios grupos de "ayuda mutua"? No es porque el "poder popular" avance, sino porque la estrategia institucional reclama a lxs de abajo, su implicación para resignificar sus cuestionadas instituciones, haciéndonos creer que somos nosotrxs lxs que cambiamos las instituciones, y no las instituciones quienes nos van a cambiar. Esa implicación viene de las necesidades de las instituciones y las hacemos nuestras, y no de las propias necesidades de lxs de abajo. En este sistema, con la seguridad ocurre lo mismo. Cuando hablan de "nuestra" seguridad, es porque se refieren a la suya y la hacen pasar como si fuera nuestra. Eso que llaman delincuencia, no es un problema de seguridad, sino de injusticia social, de injusto reparto de la riqueza, de un modelo que prima lo individual y los privilegios de lxs de arriba. Y alguien puede creerse que lo revolucionario es revertir esas condiciones, pero eso sólo es el reverso del mismo sistema. La revolución es conseguir que no hayan arribas ni abajos y para ello es fundamental cómo establecemos nuestras relaciones en el mundo físico, en el virtual, en el emocional, en el político-social, etc...

Como decía "daniel", eso del "poder popular" no es más que un nuevo entretenimiento para seguir con debates, sino estériles, sí que nos distancian del camino de la construcción de proyectos reales desde los que establecer redes de complicidades y propuestas transformadoras.

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