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Anàlisi :: sanitat : altres temes |
Ultimatum al Menni
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per xarxa de grups de suport mutu per supervivients a la psiquiatría Correu-e: xarxadegrupdesuportmutu ARROBA aktivix.org (no verificat!) Adreça: xarxadegrupsdesuportmutu@aktivix.org |
05 set 2015
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Conocemos muy bien el menni, allí han estado encerradxs muchxs compañerxs de la xarxa. Sin embargo, nuestro objetivo inmediato no pasa por ocupar el menni, sabemos que esa acción hoy no sería entendida ni contaría con los apoyos necesarios para servir de algo. A día de hoy, la red tiene ya la necesidad de encontrar un refugio estable para los compañerxs delirantes cuyas familias no contemplan otra acción posible sino el encierro. La mayor parte de las personas de la red no tienen ese problema, la red colabora con las familias en las crisis y contamos con su confianza y colaboración en los momentos más difíciles. Pero hay algunos casos en los que esa colaboración no se da y es para éstos para los que necesitamos un lugar estable, un refugio en el que la persona en crisis pueda sentirse cómoda o, al menos, no perseguida. Hemos comprobado también que cuanto más sólidos son los vínculos en el grupo más difícil es que una persona pueda caer o si cae se pueda recuperar en muy poco tiempo. Nuestra fuerza es colectiva y sabemos que las acciones deben responder a necesidades colectivas. Hemos escuchado.
Ah,nos alegramos de que hayan retirado, al fin, el aislamiento a nuestro compañerx. |
Sant Boi es un pueblo obrero, de migrantes, de hijos de migrantes y de nuevos migrantes. En Sant Boi no vive Fainé ni tampoco Jordi Pujol. Nos entendemos, no? Vale, pues en Sant Boi hay dos psiquiátricos enormes, el Sant Joan de Déu y el Benito Menni y a ellos van a parar los migrantes y los hijos de los migrantes que enloquecen. La cosa ya está muy jodida para los locos en general, pero el Benito Menni da miedo, da miedo a los locos, claro. Benito Menni fue un santo varón según dice la iglesia y el menni lo llevan las germanes hospitalaries, así se hacen llamar aunque sean más bien inhóspitas. Sí, la cosa es privada y religiosa, forma parte de la red privatizada que se beneficia de los ingresos, obligados, forzosos muchas veces, que se tramitan por la seguridad social.
Si tú tienes la desdicha de enloquecer espero que no tengas la desgracia añadida de caer en el menni porque allí te puede pasar de todo. Si te pones triste te darán electroshock, si estás alterado o no cumples una norma pues te contienen razonablemente, osea, que te atan. Esto es por tu bien, sabido es que una vez atado se recupera siempre la razón, somos Franco si lo decimos. También te hacen análisis de sangre por tu bien, para ver si tomas drogas que no administren ellos, si es así te castigan sin salir y te atan si se te ocurre protestar. Conozco enseñanzas admirables del menni, por ejemplo, a un noi que se puso alterado con su mamá en una visita le están educando ejemplarmente en el aprendizaje de la frustración: primero le ataron, se les fue un pelín la "contención" y por su bien le dislocaron el brazo, pero no nos quedemos en los detalles intrascendentes, el caso es que le han prohibido durante meses las visitas. Bendito doctor Frankenstein!, benditas monjitas!...En Sant Boi otro noi me contó que en una contención que le hicieron, a pesar de estar atado de manos y pies consiguió mear sin mojarse encima, a un lado de la camilla (esto tras muuuuuuchas horas pidiendo a gritos sin que nadie le hiciera caso que le dejaran hacerlo en un baño), pues bien, cuando fueron a atenderle recogieron el meado y le pasaron la mocha sucia por la cara, caritativamente.El menni está compuesto de muchos, muchísimos pabellones, cada pabellón tiene una letra y hay letras muy siniestras. Por ejemplo, si caes de pardillo estrenado en el H te recomiendo tranquilidad y mucho disimulo. Por supuesto no le digas la verdad a los psiquiatras o a los enfermeros, este axioma de supervivencia no es exclusivo del menni, lo sé, pero allí es, si cabe, más necesario aún porque del H, por cualquier descuido puedes acabar cayendo - menudo hostiazo - al A y del A es muy difícil salir y, sobre todo, cabe el peligro de que del A caigas - más aún - al B y del B sabido es que no se sale ya nunca, es una caída definitiva...y los días son largos en el menni, muy largos y sólo cabe consolarse mirando los árboles, que es lo único hermoso allí...días largos vegetando, obedeciendo y dando la razón a la autoridad en todo momento, sí, los días serán largos y pesados (la pesadez neuroléptica administrada, como una boina sucia y asquerosa)...temiendo qué decir a los psi para no perpetuar el encierro...
Bueno, nosotrxs sabemos que las cosas no son de ellos o nosotrxs, que a la que nos des-cuidemos nosotrxs podemos hacer de ellos y ellos de nosotrxs. Hay monjas de todos los tipos, las hay siniestras y las hay de la teología de la liberación. También hay psiquiatras majos, que ayudan a los locos. Eso lo sabemos, pero en el menni resulta difícil decir qué es bueno (salvo los árboles) porque hasta la comida, llevada con esos carros motorizados temerarios, te puede matar. De modo que vamos a ir contando cosas sobre el menni a ver si al hablar podemos ayudar en algo a los que están presos ahí dentro. No porque pensemos, en nuestra ingenuidad candorosa y lunática, que vamos a convencer a los psiquiatras del menni o a sus amos, las farmacéuticas, o a las monjas o a la gene que sostiene este negocio privado religioso con el dinero de los trabajadores...no, lo vamos a ir contando porque sabemos que el menni no se sostiene, que es una cárcel odiosa condenada a desmoronarse, que ya se empieza a caer. Vamos a seguir hablando y nuestras palabras, nuestras locuras verbales, van a derribar el menni tal cual es.
Psiquiatras, monjas, enfermeros, vigilantes y directores de la sanidad de la gene, escuchen atentamente este mensaje: Ríndanse, depongan sus armas y abandonen la tortura, dense el piro de una vez. Los locos y las locas queremos autogestionar el menni. El menni es de la clase obrera, pertenece a la clase obrera y lo debe autogestionar la clase obrera, autónomamente. Estamos dispuestos a la generosidad y al perdón, no queremos más pasiones tristes, por ello admitiremos en nuestras filas a aquellos que deserten de la violencia (salvo el gilipuertas del ministro del interior) y se sumen al bando de la vida. Admitiremos pues a los disidentes psi, monjas y enfermeros que quieran colaborar en la liberación y cuidado de los locxs si se incorporan a la asmblea autogestionada del menni como unx más. Pero si no se rinden entonces hablaremos del menni hasta que se caiga por el peso de las brutalidades cometidas.
Queda dicho. |
Mira també:
http://xarxagam.org/2014/12/18/ultimatum-al-menni/ http://www.xarxagam.org |
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Comentaris
Re: Ultimatum al Menni
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per Atontin Hartó |
05 set 2015
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"Psiquiatras, monjas, locos, enfermeros, vigilantes, directores..." Vivimos en un mundo con demasiadas clasificaciones y etiquetas, y no sabemos desprendernos de ellas. Nada cambia nada cuando se quiere cambiar reproduciendo lo mismo...
Este no es un mundo de cuerdos y locos, de enfermos y sanos, de malos y buenos. Es un mundo que nos enloquece, nos enferma, y su raíz crece en nosotros más allá del peso de cualquier cualidad moral.
Si las enfermedades mentales no existen, como afirmaban algunos antipsiquiatras, y la locura forma parte de esas clasificaciones, el loco no es más que otro alienado por el reflejo de ese espejismo y que se ha perdido en su laberinto sin ser capaz de encontrar una respuesta colectiva en lo político.
No es lo mismo ser un psiquiatrizado, que estar psiquiatrizado. Ser un loco, que haber enloquecido. Los falsos locos abundan, crecen y llenan los lugares de encierro o de semiencierro, incapaces de reconocer el origen de sus males, y es por eso que precisan de los demás falsos locos, para hacer de su locura una endogámica realidad. No cambian nada, sólo buscan reafirmar su falsedad.
La construcción colectiva de lucha política de quienes estamos afectados por el sufrimiento emocional, pasa por desarmar todas las teorías que sostienen esa "realidad" de la enfermedad, y no es tanto la reafirmación con los demás a través de todo ese dolor o la autogestión de lo que lo sostiene, sino la destrucción de todo aquello que lo produce, incluyendo las clasificaciones, las etiquetas y los espejismos complacientes con sus psiquiátricos.
La reconstrucción de nuestras identidades desde la locura, individual o colectivamente, no es más que una cárcel dorada.
El mejor tratamiento, una buena dosis de libertad. |
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