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Anàlisi :: antifeixisme : corrupció i poder : educació i societat : laboral : pobles i cultures vs poder i estats |
Samuel i l'ANC...
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per @ |
08 set 2012
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En el Primer Libro de Samuel se describe la fundación de un Estado. Tráiler. Los ancianos de Israel piden a Samuel un rey. Samuel les explica el funcionamiento de un Estado —8:11 a 8:18; una información tan cruda que, cuando se lee, muere un gatito—, sin conseguir que los ancianos cambien de idea —8:19 y 8:20—. Cataluña vive hoy esos versículos. Pero con variantes llamativas. Los ancianos reclaman Estado, pero sin Samuel que explique qué es un Estado. Ante esa duda, me permito apuntar lo que han dado de sí al respecto la derecha y las izquierdas locales, esos objetos que, antes de caer al mismo lado, caían hacia el lado al que se inclinaban.
La idea de un Estado catalán proviene de Pi i Margall. Socialista e introductor de Proudhon en la Península, defiende la libre federación de Estados soberanos, “la división del Estado en Estados, y estos en otras entidades a su vez divididas, de manera que el Estado pierda su fuerza”. Propone, vamos, el Estado propio, pero paliativo a la brutalidad del Estado. El canon Pi i Margall —Estado transformador, controlado y unido a la revolución política— tuvo fortuna. Las dos proclamaciones de una República Catalana —1931 y 1934— no se apartan, al menos, de la idea de federación y de revolución. Incluso contamina un tanto al independentismo de izquierdas nacido a partir de los setenta del siglo XX —cuando la izquierda pro Transición deja de emitir federalismo y transformación—, que aboga, otra vez, por la revolución política. Y por el federalismo, si bien fuera de España y dentro del trade-mark Països Catalans.
La ocurrencia de elidir federalismo y revolución-transformación para un Estado propio es de los noventa
El único posicionamiento independentista de derechas —Estat Català— es de los años veinte y treinta del XX. Es netamente fascista, por lo que no aparece en el Trivial. Antes de eso, Torres i Bages pasa del tema, Prat de la Riba pide hegemonía política en el Estado y Cambó une los intereses de la derecha catalana a los de la derecha española, con apoyo suicida —para Cataluña, no para la derecha— a dos golpes de Estado. Para esa derecha, como para la española, las propuestas de las izquierdas son extranjerismos. Y el momento de mayor autogobierno en tres siglos —absolutas competencias en justicia, defensa, interior y exterior, sin Estado y bajo una construcción antiestatal: un Comité de Milícies Antifeixistes— lo cataloga de murciano (sic).
La ocurrencia de elidir federalismo y revolución-transformación para un Estado propio es de los noventa. Lo hace la ERC de Àngel Colom, que propone el Estado como, glups, beneficio económico colectivo. La derecha catalana se ha aproximado al concepto con celeridad a lo largo de su quema de etapas —en 35 años, el tema identitario, que no el social, ha sido la única etapa permitida—. En la actualidad no solo es el discurso gubernamental, sino que parece engullir a la izquierda nacional. Limpia una política y un periodismo sucios, que se comportan como las Pussy Riots catalanas —si bien de Pussy no se sabe, pero de Riot, nada—, pero en realidad evitan contrastarse. Evitan que Samuel hable. Que explique que el saqueo de Cataluña no es solo estatal, sino también autóctono, partidista y bancario. Que explique por qué el independentismo lo lidera una derecha que ha votado, con la española, 17 de las 18 leyes que rebajan derechos, democracia, bienestar y autogobierno.
Por tradición, es poco probable que la derecha local —y sus abducidos— proclame un Estado, teniéndolo ya. Pero en su probabilidad, cabe preguntarse por qué ese Estado sería el único que tuviera un IRPF efectivo, que garantizara el bienestar y la democracia, que no confundiera lo privado, lo público, las empresas reguladas y las agencias de ITV, el único que no se consagrara al cobro de la deuda, el único con soberanía. Sobran ancianos y falta un Samuel que explique si ese Estado sería España2.0. Que explique las ventajas, en fin, de construir un Estado para 400 familias. Si el independentismo tiene un Samuel, ya está tardando en explicar su proyecto. |
Mira també:
http://ccaa.elpais.com/ccaa/2012/09/06/catalunya/1346954816_388877.html |
This work is in the public domain |
Comentaris
Re: Samuel i l'ANC...
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per yhvh |
09 set 2012
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Aunque a un judio capitalista se le explique la necesidad de independencia de un pueblo para desarrollar todas sus capacidades en libertad, el judio @ no entenderia nada porque piensa que solo los judios tienen derecho a su estado de israel. Vete a tu puto pais, jodío gilipollas y espera a que todos los islamistas se organicen para trataros como se trata a los corderos en israel. |
Re: Samuel i l'ANC...
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per yhvh |
09 set 2012
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y, por cierto, el que tú insinúas como "nuevo Samuel" yá presentó su proyecto no una sino varias veces en los últimos 12 años. el que tú no te enteres es culpa de que los judios seais los últimos retrasados en enterarse (si es que los judíos os enteráis de algo que no sea vuestra propia circuncision). |
Re: Samuel i l'ANC...
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per yhvh |
09 set 2012
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y ya que os gustan tanto los numeritos a los judios, a ver si te gustan estos..
once años despues del once-s es la fecha perfecta para la declaracion de independencia de cataluña, segun las propias cábalas judías. |
Re: Samuel i l'ANC...
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per A |
09 set 2012
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L'entrda d'aquesta notícia és una merda pseudohistoriogràfica de primer ordre: la burgesia catalana mai no ha liderat cap procé sindependentista, al contrari, els ha esclafat sempre que ha pogut, fent costat al feixisme espanyolista amb Franco, per exemple.
La noblesa catalana dóna suport al XVIII a l'imperi colonial; és el que fa la burgesia al XIX i el XX. Només falta que ara la burgesia regionalista i els seus propagandistes espanyolistes ens colin el gol fent-se passar per independentistes, quins pebrots!
Sisplau: Roca i Ferreras. Teniu una pila d'obres que expliquen com les classes populars catalanes han defensat l'emancipació social plena (la qual inclou, evidentment, l'emancipació nacional). Josep Termes, Fèlix Cucurull (Panoràmica del nacionalisme català), Ricard Vinyes...(La presència ignorada) són historiadors imprescindibles per conèixer la nostra pròpia societat al llarg del temps. |
Re: Samuel i l'ANC...
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per xx |
09 set 2012
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A, crec que has entès l'article al revés, tio. |
Re: Samuel i l'ANC...
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per yhvy |
09 set 2012
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per a l'A: incorrecte. lluis maria xirinacs ,autoproclamat burgès, i el seu deixeble arcadi oliveres boadella, de la mateixa classe social catòlica burgesa, van liderar l AN en el seu moment i en els darrers temps s han involucrat en moviments (almenys aparentment) independentistes en els darrers anys. |
Re: Samuel i l'ANC...
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per () |
09 set 2012
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Ricard Vinyes(PSUC-PCE)
Josep Termes(encara pitjor).
Quina sapiencia.
L'article es de Guillem Martinez |
Re: Samuel i l'ANC...
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per yhvh |
09 set 2012
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Vaja, no sabia que als comunistes els agrada la biblia, especialment la jueva.
Anarquistes que s unèixen a la ultradreta espanyola, comunistes que s uneixen a fonamentalistes jueus.
Ja veurem com acaba tot això. |
Re: Samuel i l'ANC...
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per yhvh |
09 set 2012
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son patétics aquests jueus. els "()" escriuen l article i es feliciten a sí mateixos. |
Re: Samuel i l'ANC...
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per Texto inédito de Guillem Martínez para Nodo50 |
10 set 2012
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Contra nosotros
Lunes 9 de abril de 2012. Nodo50 | Descargar artículo en PDF
Texto inédito de Guillem Martínez para Nodo50
El autor de "Barcelona rebelde" reflexiona sobre el movimiento libertario en la actualidad y los peligros que de nuevo le acechan.
El pasado 29M, sobre el medio día, se vivió un espectáculo visual impactante y no previsto en Barcelona. Una marcha de piquetes anarcosindicalistas se transformó en la mayor manifestación libertaria en la Península. Eran varios miles de personas -17.000, según la CGT-. La cosa, que consistía en avanzar relajadamente por la calle y sonriendo con la boca llena de dientes, ocupaba buena parte de Passeig de Gràcia. Hubiera sido un hito y algo a tener en cuenta si, por la tarde, la manifestación convocada por CGT-CNT contra la Reforma Laboral –transcurrió en una calle paralela a la que albergaba la manifestación mayoritaria, que pedía la negociación de la Reforma-, no hubiera triplicado con creces en número a la manifestación espontánea de la mañana.
En esa manifestación libertaria –colosal- no sólo se podía ver a los usuarios de una cosmovisión que en las 4 últimas décadas ha avanzado por el desierto –generalmente, en círculos-, sino usuarios nuevos, nuevas y grandes incorporaciones que adoptaban la forma de hombres, mujeres, parejas con niños, estudiantes, trabajadores, o novios y novias comiéndose la boca y con ganas de proclamar la Primavera. Éramos, en fin, un grupo novedoso y llamativo, encantado de conocerse, y que modulaba esa cara que se te pone en el rostro cuando el optimismo de la voluntad te acaricia la frente. Los abrazos emocionados eran algo común, que demostraba que lo que estábamos viviendo era algo en absoluto común. A saber: el movimiento libertario levantaba, aparentemente, la cabeza. Era, por otra parte, una cabeza bella y divertida.
En el área metropolitana de Barcelona se vivió algo parecido. Los usuarios de la cosmovisión libertaria fueron un componente amplio y vivo en unas manifestaciones que fueron, a su vez, históricas por el volumen de personas que acudieron a ellas. Hubo manifestaciones convocadas por sindicatos, como la de Sabadell, dónde, incluso, el componente libertario fue el mayor de todos. En Zaragoza se congregaron más de 15.000 personas, algo nunca jamás visto. Como en Madrid, donde la manifestación multitudinaria de la tarde acogió también la mayor concentración libertaria en años, y en la que se vivió también la perplejidad y la emoción que nace cuando coincides y reconoces en plena calle a miles de personas. Es difícil interpretar esa explosión. En primera instancia, lo sucedido tiene mucho que ver con el trabajo del anarcosindicalismo en estos últimos y severos años, en los que se ha vertebrado un sindicalismo honesto, absorbente, duro y, frecuentemente, con pocas recompensas estéticas. Pero, quizás, estas concentraciones también pueden ser un indicativo de que la cultura libertaria está renaciendo de sus cenizas. Si eso fuera así, significaría que vivimos un momento mágico. Pese a la alegría que ello pueda provocar, conviene recordar que no es el primer momento mágico de estas características. Y, sobre todo, conviene recordar como finalizaron otros periodos mágicos anteriores.
La última vez que el movimiento libertario local vivió algo parecido fue en los 70’s, cuando los Bonney-M. Mientras los partidos -y otras fuerzas aún más importantes-, modulaban la Transición, un movimiento libertario renacido empezó a hacer lo que tenía que hacer. Y lo que tenía que hacer era solucionarse a sí mismo para ser una propuesta efectiva y atractiva, sensible de ser utilizada por la sociedad. Tenía que ponerse al día. La CNT, así, tenía que solucionarse a sí misma y dar fin al conflicto entre un Exilio muy dogmático y un Interior más en contacto con la realidad, que duraba, prácticamente, desde el 39. Tenía que intelectualizar varias décadas en las que la cultura libertaria había crecido en otras direcciones diferentes al anarcosindicalismo. Tenía que empezar a pensar en un movimiento libertario cuya esencia, posiblemente, ya no fuera el sindicato. En todo caso, se empezaron a hacer los deberes. El primer mítin de la CNT en el Interior –Montjuïc, Barcelona, julio de 1977-, sigue siendo la mayor reunión política habida en la historia de por aquí abajo, lo que indica que la cultura libertaria, en aquel momento, no era una anécdota, sino un interés llamativo en la sociedad. Las Jornades Llibertàries –Parc Güell, julio de 1977-, organizadas no por la CNT, sino una cosa nueva, muy de la época y mucho más horizontal -l’Assemblea de Treballadors de l’Espectacle, una escisión libertaria de l’Assemblea d’Actors i Directors, asociación que aportaría, por cierto, los primeros cuadros técnicos institucionales a la vertical Cultura de la Transición-, dibujaron opciones culturales nuevas, opuestas a lo que, en breve, sería la cultura hegemónica. Aquellas Jornadas supusieron el inicio de la actualización de la tradición libertaria peninsular –a las Jornadas, en fin, vino lo más granado de la tradición anarquista europea del momento; allí se habló de nuevos cacharros no esperados por nadie, como el ecologismo, el feminismo, las opciones sexuales y la libertad personal-.
La Soli [Solidaridad Obrera, publicación semanal de la CNT catalana], a su vez, ganó entidad. Con mucho esfuerzo y enfrentamiento con los mayores, según me dicen, un nuevo periodismo y una nueva generación de periodistas libertarios entró en la redacción, y practicó nuevos puntos de vista para explicar la realidad. Existió la posibilidad, incluso, de que el periódico anarquista más legendario y antiguo del mundo, que en aquel momento era un semanal, se convertirse en periódico diario, que hubiera competido con los diarios generalistas del momento. Sí, el movimiento libertario, en muy pocos meses, hacía cosas sorprendentes, llamaba la atención, hacía propuestas y levantaba la cabeza. Una cabeza bella y divertida, etc. Como, posiblemente, siempre que ha tenido ocasión de exhibir su cabeza. Pero, en breve, pasó, a su vez, lo de siempre. En 1977, cuando se firman los Pactos de la Moncloa –el primer pacto firmado entre el Franquismo y los partidos, en el que los partidos eliminan su único patrimonio: una cultura beligerante y la capacidad de movilización ciudadana-, la CNT es el único sindicato en contra. Alrededor de la CNT se agrupa la ciudadanía descontenta ante el dibujo que está adoptando la Transición. Es precisamente en ese momento cuando, en una manifestación multitudinaria contra los Pactos en Barcelona, alguien tira algo contra la puerta de la Sala Scala. La sala de fiestas se incendió con rapidez asombrosa. Murieron cuatro trabajadores que estaban en el interior –dos de ellos afiliados a la CNT, para más ironía-. La policía atribuyó el atentado a miembros de la FAI y de la CNT. En breve, la CNT y el movimiento libertario entero, se vieron sometidos a unas tensiones que su fragilidad no pudo aguantar. Aquella cabeza bella y divertida desapareció. Cuando quedó claro que el atentado a la Sala Scala fue obra de un infiltrado policial, con una amplia carrera anterior y posterior a los hechos, ya era demasiado tarde. El movimiento libertario no existía, estaba disperso, desprestigiado y fragmentado. Había sucumbido a la presión de una sociedad que no quería violencia, a la presión de unos medios que apostaban por la estabilidad más que por la transmisión de hechos, y por un Estado que se había empleado a fondo para eliminar el incipiente y prometedor movimiento.
La violencia, en todo caso, siempre ha aparecido en el campo libertario cuando el movimiento ha accedido a cierta fortaleza. En la década de los 90’s del siglo XIX, el movimiento desaparece en Francia y Alemania, a través de diversas bombas y atentados anarquistas que no siempre lo fueron. En Barcelona, las bombas anarquistas –de aquella fracción mínima que optó por ellas-, convivieron en esta época con otras bombas estratégicas y aún más mediáticas –como la bomba del Corpus, o las docenas de bombas de la familia Rull-, que no fueron precisamente anarquistas. En 1909, cuando existían un movimiento libertario pedagógico y editorial potente, la cosa fue descabezada y prohibida aprovechando un suceso violento. El incendio que acabó con la Sala Scala, otra iniciativa del Estado, acabó también con una edad de plata del anarquismo. Tal vez, la más prometedora, la que era más necesaria por lo que suponía. Suponía el renacimiento de un anarquismo moderno y fresco que, de llegarse a producir en su amplitud, hubiera modulado otra realidad, perceptible esta mañana a primera hora con sólo asomarse a una ventana.
Bueno. Todo esto viene a cuento de que esa manifestación del 29M numerosa, bella, sorprendente, inesperada, con cuya descripción se iniciaba este artículo, y con la que se dibujaba un posible renacimiento de la tradición libertaria por aquí abajo, también absorbió elementos de violencia. Diversos contenedores –muchos, para mi gusto- ardieron en su recorrido, y algunas oficinas –algunas, bancarias, otras, pues no-, fueron destrozadas. Un reducido grupo de personas, no muchas, sin demasiado contacto físico con la manifestación y sin contacto absoluto con lo que estaba pasando dentro de ella, se dedicaron a hacer lo contrario que la manifestación. ¿Eran policías? ¿Éramos nosotros? ¿Éramos esa parte de nosotros que tan bien le viene, periódicamente, al Estado? La actuación de esas personas, en todo caso, provocó que varios manifestantes con niño abandonaran la manifestación -¿merece la pena una manifestación a la que no pueden ir nuestros hijos?-, y consiguió no solo que el final de la jornada fuera deslucida, sino que se produjera una actuación policial brutal, que afectó en su violencia al final del recorrido de la otra manifestación. Lo mucho que se consiguió con tan poco –se consiguió que durante días no se hablara de otra cosa que de la violencia de la manifestación, no de lo que la manifestación se proponía; se consiguió que diversas autoridades criminalizaran un sindicato libertario; se consiguió crear la banda sonora idónea para que tres personas, elegidas por la policía, sigan aún en prisión desde aquel día-, invita a evitar reproducir en el futuro ese tipo de actos.
Si es verdad que estamos asistiendo a nuestro renacimiento, dediquémonos a renacer. Dediquémonos a lo nuestro. Lo nuestro es la libertad5.0, la igualdad5.0, la fraternidad5.0. , la igualdad de sexos, la ayuda mutua, la cooperación, la federación voluntaria, el socialismo voluntario –sin dictaduras del proletariado, ni contenedores quemados por el proletariado ese-. Lo nuestro es la modulación de un nuevo consumo, un nuevo ahorro, nuevas financiaciones, la democracia económica, la ampliación de los márgenes de lo posible, la creación de discursos interesantes y apasionantes. Lo nuestro es continuar aquella actualización iniciada en los 70 -e interrumpida, zas de golpe-, con la formulación de un anarquismo pertinente, cotidiano, y que vertebre nuevas formas de asociación, de coordinación, de cambios. Lo nuestro, lo que hacemos bien, es vivir de manera diferente, reunirnos en nuestros grupos de afinidad con nuestros amigos, y hablar de cosas que afecten positivamente a la sociedad. Y de cómo diablos aplicarlas. Carecemos de texto sagrado, somos una comunidad de lectores que siempre ha sabido crear y distribuir sus textos. Lo nuestro es que esos textos existan en la era digital. Lo nuestro es crear nuevos referentes informativos, que amplíen las descripciones de la realidad y que sean sensibles de influir, por su calidad, en la sociedad. Lo nuestro es, llegados al inicio de una edad de plata –y si eso es cierto-, la formulación de una asociación específica ibérica, que sea lo que siempre han sido las específicas por aquí abajo: algo laxo, confederado, discreto, adogmático, que no ordene nada a nadie, pero que nos ayude en nuestros diálogos. Y que nos ayude también a que esta nueva edad de plata no se nos desmadre.
Sabemos que la violencia es más de lo que, comúnmente, se señala como tal. La violencia es la explotación, la desigualdad, los desahucios, la precariedad, la reducción de derechos. Mostremos esa violencia a la sociedad y no dejemos que se nos vincule con ninguna otra. Lo nuestro es que la única violencia ejercida en la calle –esa violencia tan llamativa y que tan fácilmente aparece en los medios- la practiquen enmascarados, sí, pero a sueldo, con cascos, con porras y con una banderita bordada en la manga. Lo nuestro es describir y denunciar esa y otras violencias. Lo nuestro es ampliar el campo semántico de la violencia. Lo nuestro, en fin, no sólo no consiste en quemar cosas, sino que, cuando se ha quemado algo en nuestro nombre o en nuestro costado, luego, en un plis-plas, se nos ha quemado a nosotros, en lo que es una razón para evitar que la violencia se produzca cerca de nosotros.
Unas semanas antes del hecho violento que condenó nuestra tradición en los 70’s, el ministro del Interior de entonces declaró: “me preocupan más los anarquistas de Barcelona que los etarras”, una frase que es un indicativo del carácter desequilibrante del movimiento libertario cuando no se le mezcla con la violencia más básica. Lo nuestro no es la violencia. No puede serlo -somos muy malos en la materia-, pero tampoco puede parecerlo. Dejemos la violencia a sus profesionales. En ese sentido, el Estado sigue siendo el mejor en la disciplina. Como demuestra cada día y, puntualmente, al final de todas nuestras edades de plata. No compitamos con el Estado ni un instante en esa Liga. No se lo pongamos tan fácil. No permitamos a nadie que se lo pongamos tan fácil.
Entrevista a Guillem Martínez en Diagonal |
Re: Samuel i l'ANC...
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per yhvh |
10 set 2012
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Aquest 11 de setembre okuparem el palau de la generalitat i declararem la independència de Catalunya.
VISCA CATALUNYA LLIURE! VISCA LA INDEPENDÈNCIA DE CATALUNYA! VISCA L'ALLIBERAMENT DE TOTS ELS POBLES OPRIMITS! |
Re: Samuel i l'ANC...
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per zzpaf |
10 set 2012
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Compte yhvh, que amb les retallades no hi han places als psiquiàtrics dels Països Catalans.
Pren-te les pastilles que et recepten, si us plau |
Re: Samuel i l'ANC...
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per yhvh |
10 set 2012
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Bé, el de sempre. Quan hom (o dòn) no pot o no sap raonar intenta insultar o ofendre. |
Re: Samuel i l'ANC...
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per yhvh |
10 set 2012
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Aquest 11 de setembre prendrem el palau de la generalitat i declararem la independència de Catalunya.
VISCA CATALUNYA LLIURE! VISCA LA INDEPENDÈNCIA DE CATALUNYA! VISCA L'ALLIBERAMENT DE TOTS ELS POBLES OPRIMITS! |
Re: Samuel i l'ANC...
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per unx |
10 set 2012
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"la derecha y las izquierdas locales, esos objetos que, antes de caer al mismo lado, caían hacia el lado al que se inclinaban."
si yhvh, el 12 m'ho expliques |
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