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Santiago de Compostela (11-13/02/2012) – Antonio Pais Así se ha concluido en la jornada celebrada en la sede del Colegio de Médicos de A Coruña en Santiago, en la que han participado Patricio Martínez (CESM) y Juan José Rodríguez Sendín (OMC), que llaman al profesional a “rebelarse” ante los recortes y la pérdida de calidad asistencial Fernando Rivas, vocal nacional de médicos residentes de la OMC, destaca lo crucial de una formación de calidad y la ‘punta de lanza’ de la profesión que puede ser este colectivo, que forma una plataforma de ‘residentes indignados’ En tiempos de recortes “lineales e indiscriminados, sin contar con el médico”, éste está mejor situado que nadie para comunicar a la sociedad, al paciente con quien mantiene una relación directa y de confianza, que la actual situación, con las medidas que se está tomando y el grave deterioro asistencial que ya se está produciendo, perjudicará más que a nadie al propio paciente. Este mensaje lo han repetido los participantes en la jornada ‘La profesión médica ante la crisis‘ celebrada en la sede del Colegio de Médicos de A Coruña en Santiago de Compostela, jornada organizada por la Universidad Internacional Menéndez Pelayo y que ha contado con la total colaboración del Consejo Gallego de Colegios de Médicos. La jornada ha contado con una destacada participación: su moderador ha sido José Ignacio Vidal Pardo, presidente del Colegio de Médicos de Lugo, que ha resumido los problemas que acucian a un Sistema Nacional de salud que muchos ven en ‘quiebra técnica’, y después han intervenido Patricio Martínez, secretario general de la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM), Juan José Rodríguez Sendín, presidente de la OMC, y Fernando Rivas, vocal nacional de residentes de esta institución colegial. Otro resumen, otro mensaje: el médico debe rebelarse, sin que por ello deba entenderse ir a la huelga sino decir ‘basta ya’, ante una situación que amenaza contra su profesión. Así lo ha explicado en primer lugar Patricio Martínez, quien ha recordado los repetidos recortes salariales “indiscriminados” que está sufriendo el médico, que ha cifrado en total en la pérdida del 20 por ciento de su poder adquisitivo, por una situación “de la que no tiene culpa: la deuda ya existía en 2004, después llegaron las transferencias y el desastre económico de las autonomías y ahora tenemos una deuda que no se sabe si es de 15.000 o de 18.000 millones de euros”, ha dicho. Por eso, el doctor Martínez ha reclamado responsabilidad política, con presupuestos sanitarios finalistas y transparentes, poniendo “el cuentakilómetros (la deuda) a cero y no permitiendo a los presidentes autonómicos gastar más de lo permitido. Desde el Foro de la Profesión Médica y desde CESM hemos criticado esta falta de transparencia presupuestaria por parte de órganos políticos y de gestores que nos han llevado a esta situación de colapso”, ha explicado. Para Martínez, lo más grave es “el cierre de medios asistenciales. Por eso el médico debe decir basta ya, no puede ser cómplice de esta situación”. El secretario general de CESM ha recordado el ‘Decálogo sobre la buena praxis médica en tiempos de crisis’, surgido en Cataluña, y ha incidido en las reformas estructurales que precisa el SNS, en un Pacto por la Sanidad “urgente, necesario y despolitizado, que cuente con los médicos” y la “no la devolución de las transferencias, pero sí la evidencia de que el estado de las autonomías necesita un adelgazamientos de estamentos y un Consejo Interterritorial con acuerdos vinculantes. Siempre, devolviendo a los médicos su capacidad y respetando la autoridad de la gestión clínica. Ética y deontología compartidas Juan José Rodríguez Sendín ha explicado que para él la crisis es más de confianza que real, y ha reclamado que, del mismo modo que se le pide al médico que vele por el mantenimiento de la ética y la deontología en el ejercicio de la profesión, éstas sean compartidas también por los políticos al establecer las normas del juego. “El profesionalismo médico es la utilización del conocimiento y la optimización de los recursos”, ha recordado, y se ha preguntado: ¿Por qué compartir estándares éticos que otros (en referencia a los políticos) no practican?”. “La profesión médica debe rebelarse ante los recortes, que no se pueden implantar de forma lineal e indiscriminada, y aquí no se trata de cuantías sino de formas. Se nos pide que hagamos lo mismo con menos: a veces es posible, otras veces, no. Y se aplican recortes sin consultar para nada con los profesionales. Y desde Abril Martorell, no ha habido propuesta alguna de reforma estructural: ¿Lo estamos haciendo todo bien? El médico debe rebelarse ante esta situación, y esto no quiere decir ir a la huelga, sino decir que no, que basta ya, y comunicar al paciente lo que ocurre. Y que se pidan responsabilidades civiles y penales por la mala gestión de lo público“, ha dicho. Rodríguez Sendín ha enumerado las cuestiones prioritarias a abordar en el SNS: no hay economía de escalas en la compra de nuevas tecnologías, ni se evalúan éstas; no hay control del gasto variable; falta de transparencia, “la antesala de la corrupción”; ausencia de coordinación general sanitaria (pérdida de sentido del CISNS); falta de un Pacto de Estado por la Sanidad; no análisis de los problemas (hacen falta otro modelo asistencial y retributivo, y otro sistema de información); y la competencia feroz entre las comunidades autónomas. El valor de la formación Una intervención muy destacada ha sido la de Fernando Rivas, quien se ha referido a por qué está amenazada la formación médica especializada, de capital importancia para el futuro de la profesión, con los recortes. Rivas ha recordado que se está formando a médicos “sin plantear cuántos se necesitan, abocando al paro a muchos de ellos”, y que las facultades de Medicina han pasado en seis años “de 28 o 29 a 40″ porque se toma la decisión de hacerlas “sin contar con la crisis, por prestigio”. En cualquier caso, la formación médica es un bien público y debe contar con centros acreditados para impartirla. Y con el descenso de los contratos de interinos y eventuales, sobre todo, el problema es que muchos centros no cumplirán los requisitos para ser acreditados. “¿Se les va a volver a acreditar, o va a dar todo igual?”, se ha preguntado Rivas, que ha señalado también que a los tutores se les pide ahora, o exige, que dediquen una jornada a la formación cuando venían dedicando cinco; y no están en absoluto incentivados. “¿Qué tipo de formación va a tener el residente?, se ha vuelto a preguntar Rivas, quien se ha referido también al aspecto retributivo cuando los residentes sólo pueden cobrar por tres guardias realizadas al mes… con el problema añadido de quién realiza las guardias, con las urgencias ya saturadas, o con el aumento de la jornada a 37,5 horas semanales. “Se procura no llevar el tema de los salarios por bandera, pero es injusto que los españoles sean de los peor pagados de toda Europa, que vuelvan a ser ‘mileuristas’: se vuelve a denigrar a la profesión. La formación es clave, con una mala formación se está hipotecando el futuro de la Sanidad”. Por eso, explica Fernando Rivas, el colectivo de residentes “ya se está movilizando para decirle a la sociedad que lo que se hace, estos recortes, repercute directamente en ella. El pilar de la formación, de los médicos internos residentes, se está convirtiendo en la ‘punta de lanza’ de la profesión para encauzar las protestas, quizás porque somos el colectivo más homogéneo en el SNS. Poder unir a este colectivo, y unir al resto de la profesión en torno a la formación, sirve para ponerla ante la Administración y decirle ‘por aquí no pasamos’. Estamos generando una plataforma de residentes indignados, tratando de concienciar de que la formación, y la salud de los futuros pacientes, está comprometida con estos recortes”, ha señalado. Fuente: El Médico Interactivo Dempeus per la salut pública --o-Ø-o-- |