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Notícies :: educació i societat
Llegan las consecuencias directas de la reforma universitaria de Bolonia: Numerosos estudiantes se quedan sin poder hacer el CAP en diferen
per La Haine	22 set 2008
El CAP, necesario para poder ejercer como profesora en educación primaria y secundaria, se sustituirá por un postgrado cuyo precio y dedicación doblan al programa actual. Muchos estudiantes se han quedado sin poder hacer este año el curso, debido a que las universidades se han visto sobrepasadas por la demanda de plazas.
La aplicación de la reforma universitaria de Bolonia está comenzando a tener consecuencias directas para lxs estudiantes universitarios de todo el estado. Una de las primeras consecuencias, y que ha afectado a un gran número de personas, ha sido la saturación de los cursos para la adquirir el certificado de aptitud pedagógica (CAP) en varias universidades de Catalunya. Hasta ahora, para ejercer como profesora en un centro público era necesario, además de ser licenciadx, sacarse un curso en el cual se otorgaban conocimientos teóricos y prácticos sobre pedagogia. El curso actualmente podía durar unos meses, acudiendo a clase una o dos veces por semana, y tenía un coste de entre 400 y 500 euros. Sin embargo, con la aplicación de Bolonia y la división de la enseñanza universitaria en grados y posgrados, este curso desaparecerá para dar paso al nuevo postgrado para la formación del profesorado. Éste, que ya se ha comenzado a ofertar en algunas universidades como la Autónoma de Barcelona, constará de unos 60 créditos ects, durará un curso académico con dedicación completa, y tendrá un coste de alrededor de 1100 euros ( en la uab este año cuesta 1150 euros). Esto tiene unas consecuencias muy importantes, debido a que la exigencia de dedicación completa imposibilitará compatibilizar el trabajo con los estudios, además de que el alto precio del máster público supone una criba económica importante. Cabe señalar que para los programas de postgrado no están previstas becas públicas (como las hasta ahora otorgadas para las licenciaturas), sino que el estado y entidades bancarias privadas ofrecen créditos, que habrá que reponer una vez los estudios hayan sido concluidos. Ante la inminente reforma del curso para ejercer como profesor de secundaria, un gran número de licenciadxs han tratado de inscribirse al CAP este año, encontrándose con que no se habían ofertado el número de plazas necesarias y muchos se han quedado fuera. Por lo tanto,no les queda otra que cursar el postgrado en los años próximos. Hoy era el día previsto para que los estudiantes que no hubieran estudiado en la Universitat de Barcelona se matricularan en el CAP, pero prácticamente ninguno lo ha podido hacer debido a que las plazas se han agotado en casi todas las modalidades ( a excepción de matemáticas y lenguas). De hecho, debido a que esto era previsible ha habido personas que incluso han pasado la noche delante de la facultad de educación, y muchas han llegado al lugar de madrugada. Todo ello para que les comunicaran que no podían matricularse. Una persona de la facultad ha llegado a indicar que alrededor de 1.000 estudiantes se quedarían sin plaza. La semana pasada en la universidad autónoma de Barcelona fueron también muchos lxs estudiantes que se quedaron sin plaza. Y también en la universidad de Girona se ha dado la misma situación. Toda esta gente, a no ser que algo haga cambiar de parecer a las autoridades universitarias, esta abocada a cursar el postgrado en los próximos años. Las consecuencias de las que se lleva alertando desde hace años por parte de quienes han luchado en contra de la aplicación de Bolonia ya están llegando. Esto es simplemente un ejemplo de ello. De cómo se está privatizando y elitizando de manera encubierta la universidad pública; de cómo se dificultará estudiar a aquellxs que no tengan recursos económicos; de cómo los bancos se lucraran con los estudiantes; ... de todo un sinfín de consecuencias que supone esta mercantilización de la educación. Sin embargo, el movimiento contra la reforma de Bolonia aún tiene camino por andar, y cabe recordar la fuerza con que acabaron el curso las movilizaciones en las universidades catalanas y del resto del estado. Manifestaciones, huelgas, encierros... Y la respuesta que se obtuvo fue la represión, como la que ejercieron el 4 de marzo los mossos entrando en la UAB y golpeando a quienes decidieron no tolerar la reforma, o la que ha ejercido la propia UAB expedientando a muchas personas que llevan luchando años contra esta reforma. Este curso que está a punto de comenzar puede ser movidito para quienes pretenden aplicar Bolonia sin problemas.
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