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Notícies :: amèrica llatina |
Contundente victoria del MAS
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per Lor-CI Correu-e: palabra_obrera@yahoo.es (no verificat!) |
20 des 2005
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Análisis político de la LOR-CI de Bolivia sobre la victoria electoral del MAS en Bolivia |
Contundente victoria del MAS abre una nueva situación polÃtica en Bolivia
La elección de Evo Morales significa un importante cambio en el proceso polÃtico boliviano, tras años de grandes crisis polÃticas y levantamientos de masas que demolieron virtualmente al régimen de la “democracia pactadaâ€? neoliberal y a sus partidos.
Comprendemos la alegrÃa de millones de explotados y oprimidos –aymaras, quechuas, tupi-guaranÃes, obreros, campesinos, pobres urbanos- por haber llevado al gobierno a alguien que consideran suyo, nacido de las propias entrañas del pueblo, y sus ilusiones de que con este cambio polÃtico, tendremos gas, tierra y territorio, libre cultivo de la hoja de coca, empleo, salario, educación y salud, pero hay que decir con toda claridad que el gobierno del MAS no será un gobierno de los trabajadores ni representará los intereses de los campesinos pobres y los pueblos originarios.
Evo y GarcÃa Linera no pretenden profundizar el camino abierto por la movilización de masas en Octubre y Junio sino conducir un proceso de tibias reformas que no afecten de fondo la gran propiedad de los empresarios, terratenientes y transnacionales, sin lo cual es imposible satisfacer los anhelos de soberanÃa nacional, la superación de la pobreza y el atraso, erradicación del racismo y la opresión de los pueblos originarios.
Análisis de los resultados
El resultado de unas elecciones ordenadas a pesar de la escandalosa “depuración masivaâ€? de electores que la CNE hizo en zonas campesinas y populares de varios departamentos, constituye una derrota del conjunto de las fuerzas polÃticas abiertamente empresariales, si bien mediatizada por la importante representación parlamentaria de PODEMOS y por los nuevos gobiernos prefecturales liderados por la derecha.
Estas elecciones se han dado en el marco de una profunda politización, giro a izquierda y sentimientos nacionalistas y democráticos entre las masas, elementos que fueron fortalecidos en la crisis de junio y que el desvÃo electoral no ha podido cambiar, lo que se vio reflejado en la gran polarización electoral, que concentró los votos en el MAS y su proyecto de cambios reformistas en democracia; mientras que PODEMOS (un frente de agrupaciones y polÃticos reciclados detrás del ex presidente “Tutoâ€? Quiroga) se instala como el reagrupamiento de las fuerzas conservadoras tras el derrumbe de los partidos tradicionales, dejando en un débil 3º lugar al intento de Doria Medina y Carlos Dabdoub (Unidad Nacional) de constituir un polo polÃtico del empresariado nacional. Puede decirse que es el fin de los viejos partidos neoliberales, no sólo por la defunción de hecho del MIR, ADN, etc., sino porque de todos los candidatos sólo Nagatani (MNR) no incluyó alguna fórmula de “nacionalizaciónâ€? en sus promesas (hasta Tuto habló de “nacionalizar los beneficios del gasâ€?).
Desmintiendo todas las previsiones de las encuestas, el MAS superó el 50,9 % de los sufragios mientras que PODEMOS alcanzó sólo un 31,9 %, y Unidad Nacional un lejano 3º puesto con el 10% de los votos. El MNR mantuvo el 4º lugar con un 6,7% (gracias a la fuerza residual del aparato movimientista y algunos liderazgos regionales) y el MIP de Felipe Quispe quedó quinto con 1.6 % (reducido al “núcleo duro� de sus apoyos indianistas).
El MAS no sólo obtuvo una muy alta votación en La Paz (donde triplicó la votación de PODEMOS), Cochabamba, Oruro, Potosà y Chuquisaca, que le aseguraron el triunfo nacional. Evo también hizo una muy buena elección en Santa Cruz, alcanzando el 29 % contra el 45% de Quiroga. AsÃ, tomando los tres departamentos del “ejeâ€? (La Paz-Cochabamba-Santa Cruz) decisivos por población, peso económico e importancia polÃtica, fue muy claro el éxito masista en dos y es importante el 2º lugar en el tercero, pues perfora las pretensiones de hegemonÃa local de la burguesÃa y en general, el resultado electoral muestra que la vieja división entre occidente radicalizado y oriente conservador se ha debilitado en gran medida.
En cuanto a la futura composición del Congreso, la derecha logra una ligera pero polÃticamente importante ventaja en el Senado (de los 27 curules, 13 son para PODEMOS, uno para el MNR, quizás 13 para el MAS); mientras que en Diputados, el MAS lograrÃa una ajustada mayorÃa –65 diputados frente a 45 de PODEMOS, 10 de UN, 8 del MNR y 1 del MIP- (necesitando de acuerdos para las iniciativas legislativas más importantes que requieren dos tercios de apoyo camaral).
Por primera vez se eligieron por voto directo los prefectos de los 9 departamentos, lo que es una modificación importante en el régimen unitario (este paso hacia la autonomÃa fue una de las garantÃas que obtuvo el Comité CÃvico cruceño en la crisis de junio). Las expresiones de la derecha burguesa obtuvieron la mayorÃa y los más importantes de ellos, lo que crea un contrapeso polÃtico importante a la “izquierdizaciónâ€? del gobierno nacional, aunque puede preverse que el control de las prefecturas por la derecha no será tan categórico ni homogéneo.
PODEMOS obtuvo 4 prefecturas (La Paz, Santa Cruz, Beni, Pando). En Tarija se impuso el ex emenerrista Cossio. Chuquisaca está en discusión entre el MAS y PODEMOS. Por su parte, el MAS obtuvo Oruro y PotosÃ.
Contradictoriamente al nivel nacional, donde la polarización dividió aguas entre Evo y Quiroga, en cada región el voto tendió a concentrarse en “liderazgos localesâ€? que expresan alianzas en torno a burguesÃas regionales débiles, con intereses divergentes, que en algunos casos son hostiles al neoliberalismo secante y ven con buenos ojos la posibilidad de arrancar una redistribución de ganancias a las petroleras. Por ejemplo, en La Paz y Santa Cruz se impuso el candidato de PODEMOS, pero mientras Pepelucho Paredes, prefecto electo de La Paz impulsa el TLC e insinuó un acercamiento al MAS, en Santa Cruz Rubén Costa responde a sectores de la burguesÃa cruceña hostiles al TLC y apunta a encabezar una oposición más dura al MAS.
El MAS se prepara a gobernar
La contundencia de los resultados impuso la inmediata aceptación del triunfo del MAS. Ya a las 9 de la noche del domingo Tuto Quiroga, pese a la inicial resistencia de sectores de su fuerza polÃtica, reconoció su derrota y felicitó a Evo Morales. Ayer lunes, el presidente RodrÃguez solicitó al MAS que forme la “comisión de transiciónâ€? para preparar el traspaso del gobierno para el 22 de enero.
AsÃ, en medio del clima navideño, se descomprime la coyuntura, entre la alegrÃa e ilusiones populares y la preocupación de la clase dominante, abriéndose una fase de intensas negociaciones y reacomodos en torno al futuro gobierno, sus polÃticas, las relaciones que establecerá con la clase dominante y los “factores de poderâ€? por un lado, y con el movimiento de masas por otro, todo lo cual no estará exento de forcejeos, roces y choques más o menos importantes.
En los próximos dÃas y semanas se podrá contar con más elementos para precisar la conformación y el rumbo del gobierno que Evo Morales encabezará a partir del 22 de enero.
Sin embargo, y aún comprendiendo la alegrÃa de millones por haber llevado al gobierno a alguien que consideran suyo, nacido de las propias entrañas del pueblo, hay que decir con toda claridad que el gobierno del MAS no será un gobierno de los trabajadores ni representará los intereses de los campesinos pobres y los pueblos originarios.
Evo y GarcÃa Linera no pretenden profundizar el camino abierto por la movilización de masas en Octubre y Junio sino conducir un proceso de tibias reformas. Para el MAS, la nacionalización del gas se reduce a renegociar los contratos petroleros y fortalecer YPFB, el tema tierra, a “sanearâ€? sin liquidar el latifundio. Evo dice que “con nuestro gobierno se acabará el odio, el desprecio. Se acabará con el Estado neoliberal y el Estado colonialâ€?, pero por medio de reformas polÃticas y culturales, sin afectar la gran propiedad de los empresarios, terratenientes y transnacionales, sin lo cual es imposible satisfacer los anhelos de soberanÃa nacional, la superación de la pobreza y el atraso, erradicación del racismo y la opresión de los pueblos originarios.
Es que el MAS se propone implementar un proyecto de colaboración de clases en torno a un programa reformista y limitadamente nacionalista, al que espera sumar a los empresarios, terratenientes y hasta a capitales extranjeros en los marcos del “capitalismo andino�, y para eso subordina la fuerza y las demandas del movimiento de masas.
Preocupado por “incluir a todosâ€? el MAS se apoya en los sindicatos y en los movimientos sociales combativos pero estableciendo puentes con la burguesÃa a partir de figuras de extracción pequeñoburguesa, desde ex miristas a curas, “pequeños empresariosâ€?, las más de 300 ONGs que colaboran con él (ligadas a la Iglesua y a la “cooperación europeaâ€?). Entre sus aliados figura el MSM (el partido de Del Granado, el alcalde de La Paz, que administra la ciudad desde hace años aplicando los planes del BID y colaborando con el MNR y luego con Mesa), algunos de cuyos dirigentes fueron electos en las listas parlamentarias del MAS.
En suma, el gobierno del MAS será un gobierno frentepopulista, de conciliación con la clase dominante, para continuar al frente del Estado la tarea de contención de la lucha de masas y de salvataje del orden burgués que han venido cumpliendo en los últimos años, como mostró su rol en Octubre y en Junio y no para satisfacer las demandas por las que se luchó y murió en estos combates.
Previsiblemente, el gabinete se integrará con tecnócratas y “profesionalesâ€? confiables para la burguesÃa y la “cooperación internacionalâ€?, junto a “ministros popularesâ€? de extracción sindical que reafirmen el rostro indÃgena del nuevo gobierno a ojos de las masas.
Claro que el MAS, a pesar de su proyecto de preservar el orden burgués “humanizandoâ€? al capitalismo, no es la representación orgánica de la burguesÃa ni el suyo es el gobierno que la clase dominante y el imperialismo querrÃan para organizar la transición a un nuevo régimen más estable. Importantes sectores burgueses e imperialistas ven con hostilidad a su gobierno y desconfÃan de sus posibilidades de contener duraderamente a un movimiento de masas combativo y que alienta enormes expectativas de solución a sus demandas. Para el imperialismo norteamericano, en particular, la llegada al gobierno del lÃder cocalero cercano al venezolano Chávez es un serio traspié polÃtico y diplomático que además, plantea un choque alrededor de la polÃtica norteamericana de erradicación de la hoja de coca que EE.UU. vino imponiendo en Bolivia y toda la región. Todo esto será fuente de fricciones y choques en el próximo perÃodo.
Las expectativas de los trabajadores y el pueblo
Es que el MAS llega al poder no en un proceso polÃtico “normalâ€? sino a caballo del virtual derrumbe del viejo régimen institucional, en medio de una profunda crisis estatal y montado en el tigre de la movilización de masas que derribó a los dos presidentes anteriores. El desvÃo electoral organizado después de Junio sacó a las masas de las calles y canalizó las expectativas en el MAS, pero esto no está exento de contradicciones. En El Alto, en el Chapare, en el Altiplano andino, en todo el paÃs, se viene acumulando una enorme experiencia de lucha, organización y acción polÃtica de masas que se expresa en consignas avanzadas como la nacionalización del gas, la expulsión de Aguas del Illimani y otras demandas.
Aunque en las próximas semanas y meses primen las ilusiones y se abra un compás de espera con el nuevo gobierno, es posible que diversos sectores, desde los trabajadores que quieren sindicalizarse o conquistar mejoras salariales hasta los campesinos sin tierra, vean llegado el momento de luchar en mejores condiciones por sus demandas.
Muchos trabajadores, dirigentes vecinales y campesinos y jóvenes, crÃticos del MAS por su actuación en los levantamientos nacionales y la tibieza de sus propuestas, apoyaron a Evo pero sin extenderle un cheque en blanco, y esperan solución a sus problemas más sentidos.
Compleja transición
Por todo ello, a pesar de la contundencia del triunfo del MAS, se abre un escenario complejo, una coyuntura muy fluida de reacomodos sociales y polÃticos, entre la expectativa popular y presiones contrapuestas, que también se refleja en discusiones dentro del MAS para la formación del gobierno, con varios frentes de negociación, forcejeo y fricciones:
a) En la constitución del nuevo gobierno, buscando un “modus vivendiâ€? entre el MAS, las fuerzas de la oposición burguesa, las FF.AA., los “factores de poderâ€? y los empresarios, para abrir canales de diálogo en temas candentes como la polÃtica económica, la renegociación de los contratos petroleros y la convocatoria a la Asamblea Constituyente;
b) Entre el Ejecutivo y el nuevo Congreso, donde el peso de la oposición condiciona y puede bloquear las iniciativas del MAS, y está planteado negociar la constitución de directivas, comisiones, etc.;
c) Entre el gobierno nacional y los gobiernos prefecturales, en particular, con el de Santa Cruz, que parece representar la opción más hostil al gobierno masista, cuando ni siquiera están resueltas las atribuciones de los gobiernos locales;
d) Al interior del propio MAS, donde la puja por la polÃtica a seguir, la constitución del gabinete ministerial y el reparto de cuotas de poder en el aparato estatal tensará las relaciones al interior del heterogéneo movimiento que es el MAS, al menos, entre tres o cuatro grandes corrientes: el ala derecha pequeñoburguesa “advenedizaâ€?, representada por AGL, los diputados del MSM, etc:, que busca un gobierno de reformas polÃticas democráticas limitando al mÃnimo los roces con los empresarios y el imperialismo; el “centroâ€? que representa el propio Evo, con un discurso más nacionalista, populista e indigenista; y, finalmente, un “ala izquierdaâ€? constituida por dirigentes de los “movimientos socialesâ€?, descontenta por haber sido desplazada de las listas electorales y bajo presión de sus bases;
e) Y no es menos importante la definición del tipo de relaciones con los gobiernos vecinos (Brasil, Argentina, Chile y Venezuela), que previsiblemente le brindarán apoyo; con el imperialismo norteamericano (que al parecer, pragmáticamente, se inclina por aceptar que deberá convivir con Evo presidente) y con los gobiernos imperialistas europeos, con los que el MAS tiene buenas relaciones, aunque el tema del tratamiento a las transnacionales puede ser una fuente de roces.
Siguen planteados los problemas de fondo de la crisis nacional
Las exageradas previsiones quienes dicen que el nuevo gobierno “durará seis meses si no cumpleâ€? y será rebasado a corto plazo por las masas, o las de que enfrentará inmediatamente el desconocimiento del imperialismo y la burguesÃa y una pronta guerra civil tienen poco fundamento.
El gobierno del MAS se inicia con un importante “crédito polÃticoâ€? aunque al mismo tiempo, estará desde el inicio bajo la presión de la clase dominante, por un lado, y de las masas expectantes de otro. Es posible más bien que el MAS cuente a su favor con una temporal “luna de mielâ€? con las masas y un tiempo de diálogo y negociaciones con la clase dominante (donde hay importante sectores que no ven mal el recuperar una tajada de ingresos para el paÃs a costa de las petroleras y “capitalizadasâ€?), todo ello facilitado por la buena situación económica, que permitió la reducción del déficit fiscal a un 3,5% y un récord de 2.000 millones de dólares en las exportaciones, previéndose un crecimiento de casi 4% para el 2006. Todo esto, más la posibilidad de trasladar las principales discusiones a un “proceso constituyenteâ€? que podrÃa demorarse hasta bien entrado el año próximo, puede amortiguar a corto plazo los elementos de fondo de una crisis nacional que está lejos de haber sido resuelta, y de un proceso revolucionario que está en sus etapas iniciales pero que difÃcilmente pueda abortar el proyecto de “capitalismo andinoâ€?. Por otra parte, en medio del proceso de ebullición latinoamericana, Estados Unidos no está en las mejores condiciones para desplegar una ofensiva dura y más bien parece dejar en manos de Lula y Kirchner, con los que Evo mantiene buenos lazos polÃticos, la tarea de “moderarâ€? al gobierno del MAS.
Estas elecciones son un paso muy importante en el intento de pasar, del viejo régimen de la democracia pactada a un nuevo régimen, pero no lo resuelven y los términos de éste aún están en discusión. Los grandes problemas estructurales que están en el corazón mismo de la crisis nacional, y que sólo se pueden resolver encarando hasta el final las tareas democráticas, agrarias, nacionales y antiimperialistas, no se resuelven por el cambio del rostro polÃtico, aunque este pueda ser presentado como el “primer presidente indÃgena en la historia de Bolivia y América latinaâ€?. Hacen falta soluciones de fondo que el MAS no quiere ni puede dar.
Ninguna confianza en el gobierno del MAS. Hay que fortalecer una polÃtica obrera independiente
Los socialistas revolucionarios de la LOR-CI hemos dado la batalla por una alternativa polÃtica de los trabajadores que levante una salida obrera y campesina para la crisis nacional. En los meses previos, intervenimos en los debates en la COB y los sindicatos, como parte de la Comisión PolÃtica de la COB, insistiendo en la necesidad de un instrumento polÃtico de los trabajadores. El mismo no se concretó por la defección de la mayorÃa de los dirigentes sindicales y el boicot activo del MAS y otras fuerzas. Ante la inexistencia de una opción de clase en estas elecciones, llamamos a votar en blanco o nulo, pues dar el voto al MAS hubiera sido apoyarlo polÃticamente y colaborar con el proyecto frentepopulista.
Sin embargo, millones han depositado sus expectativas en el MAS e incluso muchos trabajadores y jóvenes crÃticos votaron por él considerándolo “el mal menorâ€? frente a los odiados candidatos empresariales.
Se abre ahora una fase de necesarias experiencias de las masas con el gobierno del MAS y sus promesas. En el nuevo escenario, será una tarea clave ayudar a este proceso sin sectarismo pero sin capitulaciones, fortaleciendo una polÃtica obrera independiente frente al gobierno de Evo y GarcÃa Linera. Llamamos a la COB y los sindicatos a preservar la independencia polÃtica de las organizaciones de los trabajadores. No basta con advertencias y plazos de 90 dÃas como los realizados por la COB y COR El Alto, sino que se necesita una efectiva labor de organización y preparación de la lucha por las demandas impostergables de los trabajadores, asà como frente a cualquier intento de la reacción.
Llamamos a los trabajadores, los campesinos, los pueblos originarios que dieron su voto al MAS a confiar pasivamente en las promesas del gobierno de Evo, sino sólo en sus propias fuerzas y métodos de lucha, que son las únicas que pueden derrotar a la reacción derechista y proimperialista y cualquier conspiración para engañar o derrotar al movimiento de masas. Sólo con la movilización será posible echar a las petroleras e imponer la nacionalización del gas; expulsar a Aguas del Illimani de El Alto y La Paz; recuperar las riquezas mineras en manos de COMSUR y capitales extranjeros; obtener tierra para todos los campesinos desposeÃdos, acabando con el latifundio; enfrentar a los empresarios y arrancar plenos derechos sindicales, aumento salarial y mejores condiciones de trabajo en empresas, fábricas y talleres; encarar los dramáticos problemas de empleo, educación, salud y vivienda del pueblo trabajador. Es la hora de romper las ataduras que nos someten al imperialismo y sus agencias como el FMI, dejando de pagar la fraudulenta deuda externa, desconocer los pactos que permiten que la DEA, CIA y la Embajada yanqui intervengan descaradamente (como se vio en la escandalosa entrega de los misiles), quebrar la injerencia de la “cooperación internacionalâ€? imperialista en todas las esferas de la vida nacional. Incluso el legÃtimo deseo popular de debatir todos los problemas nacionales y “refundar el paÃsâ€? en una asamblea constituyente verdaderamente libre y soberana será logrado no pactando con “cÃvicosâ€? y empresarios, sino con la fuerza de la movilización en las calles y caminos.
Es en esta perspectiva de lucha y organización que la vanguardia obrera tendrá que discutir como hacer que la clase trabajadora pese en la vida polÃtica y haga sentir su propia voz y sus reivindicaciones. Y habrá de asumir la tarea impostergable de dar pasos hacia la construcción de un genuino instrumento polÃtico de los trabajadores. Desde la LOR-CI nos ponemos a disposición de esta lucha, reafirmando la convicción de que sólo un gobierno obrero, campesino y originario, basado en las organizaciones de las masas y en la movilización revolucionaria, podrá garantizar una salida obrera y campesina a la crisis nacional.
LOR-CI
Liga obrera revolucionaria por la Cuarta Internacional
La Paz, 20 de diciembre de 2005 |
Mira també:
http://www.lorci.org http://www.ft-ci.org |
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Comentaris
Re: Contundente victoria del MAS
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per lluisa |
22 des 2005
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El passat diumenge 18 de desembre de 2005, Bolívia va esdevenir una nova peça per a la construcció del mosaic de resistència que des de fa pocs anys s’ha començat a esboçar en el continent americà.
Llatinoamèrica amb les seves polítiques de justícia social va guanyant terreny a un sistema cada vegada més obsolet i caduc, com ho és el neoliberal.
Tant és així, que ja es dibuixen en el mapa d’aquest continent 6 punts estratègics capaços de lluitar i donar cabuda a polítiques socials i econòmiques que plantin cara a les estratègies político comercials que pretenguin enriquir el nord en detriment del sud.
El nom que oneja a Bolívia des de diumenge és el d’Evo Morales Ayma, indigenista d’origen camperol i el partit que representa, el MAS (Movimiento al Socialismo)
La història personal d’Evo Morales el va portar a conscientitzar-se des de ben petit de la dura situació del i la indígena que treballaven en el cultiu de la coca. Participarà ràpidament a la Central Obrera Boliviana (COB) i crearà, juntament amb d’altres dirigents polítics, el Instrumento Político por la Soberania de los Pueblos (IPSP), que no aconsegueixen legalitzar. És a l’any 1997 quan entra en el Movimiento al Socialismo (MAS).
Aquesta esperada victòria representa una nova incorporació en els punts clau del mapa comercial americà. L’aliança entre Cuba, Veneçuela, Brasil, Uruguai i Argentina, faran possible una nova manera de concebre el Mercosur, deslligant-lo dels seus orígens més purament afavoridors del lliure comerç i donant un nou pas cap a la nacionalització de les companyies de recursos naturals.
D’aquesta manera doncs, s’està creant una resistència real i forta a les polítiques de privatització i desnacionalització pròpies del lucre.
Les polítiques socials del MAS començaran per la nacionalització de les companyies d’hidrocarburs i dels recursos naturals per a la seva industrialització, éssent així l’estat bolivià l’únic qui podrà definir les condicions soberanes d’utilització dels hidrocarburs.
A més a més i després de 180 anys d’història republicana, els pobles indígenes tindran la possibilitat de participar en una assemblea que reflecteixi la composició internacional i pluricultural de tota la seva territorialitat. Tot plegat donarà una nova imatge d’estat amb identitat moral i ètica basada en la interculturalitat.
La nova Amèrica doncs, es formula esperançadora i constructora d’una alternativa social i política que treballarà a favor de les persones i els drets humans i en detriment de les polítiques basades en la injustícia social. |
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