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Ahora, el poli Aleman muerto en Glories por disparo se suicidó, y no fue assesinado por l,Mosso.
per *a	09 mai 2005
descartes en la gobi¿?:)
Un tiroteo junto a una de las puertas de salida de un abarrotado centro comercial Glòries en la Diagonal de Barcelona desató la alarma en la zona y acabó con la vida de un ciudadano, probablemente alemán, que disparó contra los Mossos d´Esquadra intentando huir. El hombre, al verse sorprendido por los agentes autonómicos, sacó un arma de su chaqueta y disparó. Un mosso abrió fuego contra él y le causó la muerte. Varios testigos confirmaron que el fallecido disparó primero contra los agentes. El compañero del finado fue detenido y llevado a las dependencias de la Policía Nacional. Una vez muerto, se comprobó que llevaba encima seis documentos de identidad alemanes, con nombres diferentes. De piel clara y cabello rubio, llevaba entre 50.000 y 60.000 euros, según la policía autonómica. El suceso se produjo a las 18.45 horas. Diversos testigos presenciales señalaron que el fallecido, junto a un compañero, trató de comprar unas bebidas en el Carrefour del interior del centro comercial para intentar cambiar billetes falsos. La falsedad de estos billetes, sin embargo, no pudo ser confirmada por la Policía al cierre de esta edición. Fue una tarde de viernes negro en una de las áreas comerciales más importantes de la ciudad, cerca de la plaza de las Glòries, la torre Agbar y junto a a la sede de los servicios de Urbanismo del Ayuntamiento. El servicio de seguridad del centro comercial fue el que alertó a los Mossos de la presencia de dos individuos en actitud sospechosa que hacían compras en varios establecimientos utilizando fajos de billetes de cinco euros. En el Carrefour, compraron bebidas y desde allí les siguieron los guardas de seguridad. Al apercibirse de la presencia de los policías, uno de los dos hombres emprendió la huida en dirección a la avenida Diagonal. Allí fue interceptado por vigilantes privados del centro y por los Mossos. Cuando se encontraban forcejeando en el suelo, el individuo "se ha llevado la mano a la riñonera y ha conseguido sacar una pistola", explicó la policía. El hombre apuntó y disparó a los agentes sin llegar a herirlos. Uno de los agentes disparó entonces su arma y le alcanzó mortalmente. El cadáver quedó tendido en el número 220 de la Diagonal, frente al restaurante Cañas y Tapas. Un testigo que presenció los hechos junto a su nieto, explicó que, cuando era perseguido, el hombre gritó en castellano: "Yo no he robado nada", y que cuando se separó del forcejeo, sacó una pistola y quedó encarado con un agente, también armado. Éste le dijo: "Tira la pistola". Pero no lo hizo. Disparó, sin llegar a herir al agente, y éste a su vez, disparó contra él. Algunos testigos dijeron que disparó más de un mosso, pero fuentes oficiales confirmaron que sólo abrió fuego un agente. Hubo al menos cuatro disparos. Uno impactó en un taxi Peugeot 406 que circulaba sin pasaje. El conductor no sufrió daños, pero le fue de poco: la luna trasera quedó destrozada. Otra bala dio en una motocicleta BMW de color rojo aparcada y otra en una puerta metálica del edificio de urbanismo municipal. Otro disparo mató al presunto delincuente, que quedó tendido boca arriba, con sangre en el tórax, y los pies junto a un buzón. Un camarero del bar Cañas y Tapas explicó a La Vanguardia que vio a los guardas de seguridad perseguir a un hombre. Después llegaron los Mossos, que atraparon al individuo que huía, aunque éste logró zafarse de ellos y sacar una pistola con la que disparó. Enrique, un vecino de la Diagonal, vio desde cierta distancia y desde la misma acera cómo un hombre salía de la calle Solsticis (una de las interiores del centro comercial), y oyó como los agentes le daban el alto. Vio gente que se alejaba corriendo del lugar de los hechos y oyó "cuatro disparos". Otro testigo presencial corroboró a Efe que el presunto delincuente disparó primero y que en ese momento los agentes de los Mossos d´Esquadra respondieron con varios disparos. Otro transeúnte aseguró que había presenciado que una persona de unos 30 años escapaba de la policía y caía al suelo, desde donde sacó una pistola y apuntó a los agentes. El testigo, que aseguró haber visto antes al fallecido en el mismo centro, se refugió en el local desde donde oyó "tres o cuatro disparos". El cadáver fue retirado sobre las 21.45 h, cuando una juez autorizó su levantamiento.
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