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José Rafael (fefel) Varona BerrÃos: sÃmbolo de la solidaridad estudiantil latinoamericana con Vietnam
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per Tomado de la Revista Oclae No. 4-5-1980 Correu-e: fupi56@hotmail.com (no verificat!) Adreça: P.O. Box 5249 Mayagüez, Puerto Rico 00681 |
07 des 2004
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Biografía de José Rafael "Fefel" Varona Berríos, joven estudiante puertorriqueño muerto en Viet Nam en 1968 por la aviación yanki cuando representaba a la Organización Continental Latinoamericana y caribeña de Estudiantes (OCLAE) y a la Federación Universitaria Pro Independencia (FUPI) |
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José Rafael (fefel) Varona BerrÃos: sÃmbolo de la solidaridad estudiantil latinoamericana con Vietnam en ocasión del XII aniversario de su muerte.
José Rafael Varona BerrÃos nació en Puerto Rico el 6 de septiembre de 1946. Se inicio en la lucha polÃtica cuando estudiaba en la escuela secundaria “Juan José Osunaâ€? en San Juan, donde fundo junto a varios compañeros de estudios un capitulo de la Federación estudiantil Pro Independencia (FEPI).
FEPI, fundada en 1962, es una organización que trabajaba por la integración de los estudiantes de escuelas secundarias a la lucha por la independencia de puerto Rico y por el desarrollo del movimiento estudiantil de ese nivel.
Desde muy joven se despertó en el una gran inquietud por la situación polÃtica de su paÃs, sometido por una despiadada dominación y explotación por parte del imperialismo norteamericano.
Fefel, como se le conocÃa cariñosamente, sentÃa gran admiración por los héroes del nacionalismo puertorriqueño. El ejemplo y los firmes ideales antiimperialistas del gran lÃder don Pedro Albizu Campos y el ejemplo de los presos nacionalistas puertorriqueños, la abnegada dedicación y sacrificios de esos patriotas por lograr la independencia de Puerto Rico ejercieron en el una gran influencia a la hora de tomar la decisión de entregarse por completo a la lucha de su pueblo.
En 1964 ingreso a la facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Puerto Rico, integrándose de inmediato a las filas de la FUPI. Fue uno de los dirigentes estudiantiles más destacados durante las intensas luchas que estremecieron la universidad durante los anos sesenta, por la reforma y democratización de la enseñanza, por el rescate y defensa de los derechos estudiantiles y en contra de la presencia en las universidades del Cuerpo de Entrenamiento para Oficiales de la Reserva (ROTC), institución del ejercito de Estados Unidos dedicada al reclutamiento y entrenamiento de estudiantes universitarios para que luego sirvan como oficiales en las filas de ese ejercito imperialista.
Fue elegido por dos anos representante estudiantil de su facultad en el consejo de estudiantes.
Entre otras responsabilidades que ocupo en la FUPI podemos mencionar su labor como redactor del periódico Patria, vocero informativo de la organización, y como secretario de relaciones internacionales.
Del 29 de julio al 11 de agosto de 1966 tuvo a lugar en La Habana, Cuba, el IV Congreso Latinoamericano de estudiantes (IV CLAE) al cual asistió Fefel como delegado de la FUPI. Fundada la OCLAE en ese evento y elegido su primer secretariado permanente, Varona se integra inmediatamente a ese cuerpo, representando a su organización.
El 8 de marzo de 1967 partió desde La Habana integrando una delegación de la OCLAE, con los objetivos de participar en la reunión del comité ejecutivo de la Unión Internacional de Estudiantes(UIE), a celebrarse en Praga, y el IX Congreso de esa misma organización a celebrase en Ulan Bator, Mongolia; y terminando dicho congreso, partir hacia Hanoi a cumplimentar una invitación de la Unión Nacional de Estudiantes de Vietman(UNEV), momentos en que ese paÃs era blanco de criminales e intensos bombardeos por parte de la aviación yanqui.
La delegación cumplió las primera dos etapas de su viaje normalmente. Llegaron a Hanoi el 10 de abril donde fueron recibidos por el presidente de la UNEV y otros dirigentes de esa organización, entre ellos, Nguyen An Hao, quien se les unirÃa como guÃa y traductor. An Hao habÃa estudiado en Cuba y se mostraba muy interesado en conocer la problemática latinoamericana, sentÃa un gran cariño hacia la Revolución Cubana. Allà también los recibieron los muchachos vietnamitas con flores en sus manos para sus hermanos latinoamericanos. El delegado puertorriqueño por su parte, sentÃa una gran admiración y simpatÃa hacia la lucha de los estudiantes, la juventud y el pueblo del paÃs que en esos momentos visitaba. En las numerosas manifestaciones realizadas en Puerto Rico, donde se combinaba la campana contra el Servicio Militar Obligatorio (SMO) en las filas del ejército yanqui para la juventud puertorriqueña, Fefel siempre dijo presente. Y finalmente aceptó lleno de entusiasmo la encomienda que le hiciera el secretariado de la OCLAE (que por decisión del IV CLAE trabajaba también como Comité Permanente de Solidaridad con Viet nam) para que le llevara a la juventud y los estudiantes vietnamitas el saludo sincero y el mensaje solidario de los estudiantes latinoamericanos y del Caribe.
Durante su estancia en aquel paÃs la delegación visitó escuelas, universidades, centros de producciones industriales y agrÃcolas y tuvieron encuentros de producción fraternales con los estudiantes y los jóvenes en las Brigadas de Choque en las Fuerzas Armadas, en las fábricas y en el campo.
En la Facultad de Farmacia de la Universidad de Hanoi tuvo lugar un acto solemne de bienvenida, hubo una visita a la Misión Permanente del Frente Nacional de Liberación de Viet nam del Sur y tuvo por último el honor de entrevistarse con el Primer Ministro de la República Democrática de Viet nam (hoy República Socialista de Viet Nam), Pham Dong.
El 18 de abril mientras se dirigÃa a visitar una escuela preuniversitaria en la provincia de Tahn Hoa, a unos 30 kilómetros de la misma, fueron objeto de un salvaje ataque aéreo. La delegación fue perseguida y atacada reiteradamente por dos aviones yanquis, fue un ataque criminal pues no habÃa en los alrededores objetivo militar alguno, solo una pequeña aldea a unos 50 metros con no más de una docena de casas. Como resultado de la agresión, murió en el acto el dirigente de la UNEV, Nguyen An Hao; un dominicano integrante de la delegación resultó con un brazo mutilado y Varona con una profunda y sangrante herida en la cabeza.
Poco tiempo después el delegado dominicano relataba lo siguiente sobre aquel difÃcil momento que vivió: “Ã?bamos a visitar esa mañana un preuniversitario, y una delegación de ese centro formada por dos compañeros, llego a donde nos encontrábamos para acompañarnos en el viaje. Salimos aproximadamente a las nueve de la mañana en un jeep. Bastante alegres, los compañeros insistÃan en que le cantáramos, y en el trayecto cantamos y le recitamos poemas que el eficiente compañero Nguyen An Hao traducÃa simultáneamente.
“HabÃa transcurrido treinta minutos aproximadamente. Transitábamos durante todo ese tiempo a través de una zona bastante clara cunado sentimos el ruido de motores, enseguida nos percatamos de que se trataban de aviones muy veloces, el ruido se acercaba en forma increÃblemente rápida. El chofer paró en seco el vehÃculo. Nos desmontamos los nueve que viajábamos en el jeep; es decir, los tres estudiantes vietnamitas que fueron a recibirnos, nuestra delegación latinoamericana, el compañero An Hao, un dirigente de la juventud de la provincia de Than Hao y el compañero chofer. Al salir del carro vimos que en ese momento dos aviones del tipo Phantom cruzaba por sobre nuestras cabezas. Por instinto todos echamos a correr hacia la banda derecha, hacia un arrozal poco crecido y completamente encharcado; Ãbamos corriendo y veÃamos que los aviones empezaron a girar; el ataque era inevitable. Los aviones venÃan en picada a gran velocidad, solo se distinguÃa un punto central y dos lÃneas plegadas y un ruido que nos hacÃa recordar las pelÃculas de guerra que habÃamos visto cuando éramos muchachos… Solo vi cuatro destellos que se habÃan despegado de las alas de un avión. No podÃa precisar con exactitud de que se tratabaâ€?. “El puertorriqueño y yo caÃmos juntos y juntos fuimos bañados por el fango y la hierba que nos cubrÃa la cabeza con el primer impacto, que habÃa caÃdo muy cerca levantado verdaderamente columnas de fango rellenos de metralla. Inmediatamente otro de los aviones disparó una ráfaga de muerte, picando también a 15 o 20 metros de donde nos encontrábamos.
“Empezamos avanzar arrastrándonos por sobre el fango. Lo que sentÃa y lo que pensaba era indescriptible. (Cuando uno ve la muerte tan cerca y además sube la indignación porque se ve atacado a mansalva, sin nada con que defenderse, sin haber objetivos militares ni cercanos ni lejanos ni siquiera unidades de milicias que talvez no le hubieran permitido el lujo de volar en rasante como lo hicieron a sabiendas de que atacaban a un grupo de civiles. A mi mente acudieron los sucesos del Puente Duarte, en 1965, cuando la aviación d Wessin ametralló en forma indiscriminada la cuidad de Santo Domingo). SeguÃamos avanzando con dificultad por sobre el fango, viendo como los aviones se colocaban de nuevo en posición de ataque. SentÃamos otra descarga y de inmediato otra mas…la ultimaâ€?.
“Al levantar la cabeza vi mi brazo y no sabia realmente si era mi brazo derecho u otra cosa. Solamente veÃa carne desgarrada y un hueso salido como lanza; fango y hierba que abandonaba sus colores de origen para enrojarse por la sangre que corrÃa libremente en todas direcciones. Al incorporarme sentà un fuerte dolor, y mas fuerte que mi dolor fue la impresión de ver boca arriba, ojos volteados, con un hoyo manando sangre al lado derecho de la cabeza, a José Varona, compañero en el precipitado viaje a rastras por el arrozal; mi primer pensamiento fue que “FUPIâ€? estaba muerto. A su lado yacÃa el compañero An Hao, en idéntica posición, mirando al cielo en medio de un charco de sangre enlodecida. Su cuerpo se tornaba cadáver ante mis ojos. No habÃa en el, el mas mÃnimo aliento de vidaâ€?.
Asà sobre el suelo de Viet Nam en lucha, la sangre de estudiantes latinoamericanos derramada por las acciones criminales de los imperialistas se mezcló con la de sus amigos vietnamitas.
Desde el mismo momento de la agresión se dedicaron para la atención de Fefel Varona todos los recursos disponibles en el mismo lugar de los hechos. A las pocas horas de haber ocurrido sido conducido a un hospital en la provincia de Than Hoa, se envió desde Hanoi el equipo y personal cientÃfico que constantemente lo atenderÃa con posterioridad hasta su arribo a Moscú.
La primera operación permitió limpiar la gravÃsima herida causada en la parte superior de la cabeza por la metralla yanqui y controlar la hemorragia. Los alrededores del hospital- pese a estar evacuada la cuidad de Than Hoa- eran bombardeados, lo que obligo a trasladar al herido hacia una pequeña aldea de las proximidades, donde se le practicarÃan la segunda y tercera operaciones.
La cuarta operación fue la más importante y culminaba con éxito. A las cuatro horas de estarse desarrollando, comenzó un ataque de la aviación norteamericana a la aldea, quedando interrumpida la operación cuando el personal médico fue lanzado al suelo por la onda expansiva de una de las bombas.
Al tiempo de terminarse la operación sobrevino un nuevo ataque, circunstancia que obligo a conducir al herido a una trinchera abierta en una zanja, donde a modo de refugio, contaba con una capa de tierra como protección. Allà permanecerÃan durante seis dÃas, periodo de tiempo durante el cual los médicos y enfermeras abanicaban a Fefel y le aplicaban compresas de agua para refrescar su cuerpo con temperaturas altÃsimas.
Trasladado finalmente a Hanoi, se confirmó que la infección de la herida se habÃa generalizado a todo el cerebro, como consecuencia de la permanencia en la trinchera, decidiéndose entonces que fuera trasladado con urgencia fuera del paÃs, donde no existiesen los riesgos que también correrÃa en Hanoi.
La atención vietnamita a Varona habÃa sido esmerada, pese a los escollos interpuestos por la situación de guerra que afrontaba el paÃs.
El 25 de mayo del mismo año llego a Moscú, procedente de Hanoi, un avión conduciendo al estudiante puertorriqueño gravemente herido. A bordo del mismo se encontraba el doctor Xuong, notable medico vietnamita, jefe del departamento de neurocirugÃa del Hospital Universitario de Hanoi; un cirujano auxiliar, un anestesista y una enfermera, con el equipo necesario para el caso de que hubiese sido preciso operar durante la travesÃa aérea.
Destacados especialistas soviéticos se hicieron cargo desde ese momento del camarada Fefel, logrando mantener despierto en el un débil hálito de vida a pesar que la herida cubrÃa la cuarta parte de la cabeza. Durante los once meses y seis dÃas transcurridos entre la agresión y el momento en que expiro permaneció inconsciente. Nunca sabremos que buscaban sus ojos inquietos con tanta ansiedad por las paredes de la habitación del hospital, ni que pretendÃa decir cuando sus labios se crispaban como si fuera a hablar. El compañero dominicano que fue a verle le pidió que le apretara su mano si lo reconocÃa, sintió la presión cálida de la mano de Fefel.
Poco antes de morir le llegó en Puerto Rico una irónica carta donde se le exigÃa presentarse para ser enrolado en las filas de las fuerzas armadas de estados Unidos, las mismas fuerzas imperialistas que segaron su vida joven.
El 24 de marzo de 1968 falleció Varona en Moscú a los 21 años de edad. Decenas de declaraciones se emitieron en distintas partes del mundo condenando aquel crimen especialmente en Viet Nam, la Unión Soviética, Cuba y Puerto Rico.
Al conocerse en La habana la noticia el secretariado permanente de la OCLAE, emitió inmediatamente una declaración que en una de sus partes señalaba:
“Ahora la juventud universitaria latinoamericana tiene un nuevo nombre a sumar a la larga lista de sus héroes y mártires, y el imperialismo yanqui un nuevo crimen que agregar, a la sarta interminable de sus atrocidades. Con la muerte de varona, la juventud latinoamericana aporta su cuota de sangre a la gran batalla que el heroico pueblo vietnamita libra, dÃa a dÃa, contra el agresor norteamericano y sus tÃteres. La sangre de la juventud de este continente se une asÃ, sobre el mismo suelo, a los inmortales combatientes de ese paÃs del sudeste asiático, simbolizando la profunda unidad de nuestros pueblos en la causa de la liberación de la humanidad del yugo opresor del imperialismoâ€?.
En la misma declaración se hizo un llamado a las organizaciones estudiantiles miembros de la OCLAE y a toda su juventud universitaria de Nuestra America y del mundo a “rendir tributo de recordación al inolvidable compañero José Varona, mártir genuino del estudiantado latinoamericano caÃdo en el cumplimiento de su deber internacionalista asà como el compañero Nguyen An Ahoâ€?.
La declaración del Secretariado de la OCLAE terminaba señalando que “El mejor homenaje que podemos rendir… es incrementar el gran combate emprendido contra el imperialismo, mostrando nuestra solidaridad con el heroico pueblo vietnamita, mediante la lucha revolucionaria, que conduzcan al imperialismo a su destrucción final�.
Años mas tarde por acuerdo unánime del Sexto Congreso Latinoamericano de Estudiantes (VI CLAE), celebrado del 15 al 17 de marzo de 1979 en La Habana, Cuba, el conjunto del movimiento estudiantil de América Latina y el Caribe instituyó la Orden “José Rafael Varona, máximo galardón que otorga la OCLAE a “personalidades y organizaciones en reconocimiento a sus relevantes meritos en la lucha general de los pueblos contra el imperialismo y sus secuelas de dominación y opresión, y por su plena liberación e independencia nacionales�.
La Orden ha sido conferida, hasta el momento, al presidente de los consejos de estado y ministros de Cuba, comandante en jefe Fidel Castro ; a Romesch Chandra, presidente del Consejo Mundial de la Paz; al general LÃber Seregni, máximo dirigente del Frente Amplio de Uruguay; al destacado patriota Nelson Mandela; a los independentistas puertorriqueños Lolita Lebrón, Rafael Cancel Miranda, Oscar Collazo, Irving Flores y Andrés Figueroa Cordero; y con carácter póstumo al general Omar Torrijos de Panamá, y a Carlos Fonseca Amador, fundador del FSLN y comandante en Jefe de la Revolución Popular Sandinista. Recientemente se le otorgó la Orden a los 5 patriotas cubanos encarcelados en los EEUU. Estos son Gerardo Hernández Ramón Labañino, Antonio Guerrero, Fernando Gonzáles, Rene Gonzáles. También a la Unión de Juventudes Comunistas (UJC), la Federación Estudiantil Universitaria (FEU) y a la Universidad de La Habana, Cuba. |
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