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Notícies :: corrupció i poder : criminalització i repressió
¿No será mejor que siga Bush?
03 oct 2004
¿No será mejor que siga Bush?

Jaime Richart


Primero una discreta introducción, además de saber de an­temano que la pregunta es impopular: para eso estamos...


Ya sé que a los análisis serenos, reflexivos y fundados los meten algunos energúmenos en el saco del derrotismo. Pero esos al­gunos son de tres clases:



a) Unos son los que esperan oir de los demás visiones, cantos triunfales, opti­mismos y es­peran­zas que satisfagan su nece­sidad fisioló­gica de creer que todo va bien aunque vaya re­matadamente mal. A estos les ocu­rre, sencillamente porque tienen atrofiadas las glándulas que segregan las endorfinas que precisan.



b) Los siguientes perte­necen a la casta de los bien instalados que dis­frutan de privile­gios y los calculan vitalicios; ni por un momento quie­ren verlos en el aire y menos amenazados.



c) Los últimos, por fin, son como esos que van pregonando por ahí a toda hora su fe, y que si no paran de hablar a borboto­nes de “su fe�, “su fe� se les viene abajo; tan feble es... Como débil, in­consistente y artifi­ciosa es la euforia de los ne­cios.


Dicho lo anterior, pasemos a mirar de frente al presente y a las apariencias de la realidad. Aunque pa­rezca lo contrario, el mundo no va a ir por otros de­rroteros distintos a los previstos por el hecho de que gane el otro.



Toda la gente de pro tiene —tenemos— un síndrome de an­siedad porque gane Kerry. Sin embargo, a pesar de los pro­pósitos anunciados en el debate de ayer, a mi juicio ni si­quiera es deseable que sea así. Lo explicaré.



Ante todo no hemos de perder de vista que el futuro, aun­que tanto parece depender de una sola persona, el presi­dente, ya estaba comprometido e hipotecado de antemano. Bush pa­dre, Kissinger, Thatcher, Wolfowitz, Feith... fueron los precursores, y sobre sus tesis pragmáticas y espoleados por los ensayistas mediáticos neolibe­rales: Huntington, Ro­bert Kagan, los Kristol, Fred Bar­nes, los dos Kaplan, etc se ha levantado la piedra de la Igle­sia neoliberal en la que es indiferente quien sea el Papa. La Iglesia, el nazismo o fascismo edulcorados seguirán ahí...


En segundo lugar, y en parte por el mismo motivo, es claro que no nos jugamos el futuro con una persona, sino contra dos espectros.


Por un lado, contra grupos de presión financieros que domi­nan una industria petrolera y otra armamentística (dos en una), que no van a permitir golpes de timón que afecten a su singladura. Y por otro, contra toda la sociedad ameri­cana en pleno, belicista de por sí, amante de las armas, des­precia­tiva de la vida ajena y en estos momentos en pie de guerra a par­tir del 11-S y de la propaganda desplegada a través de las trompetas del Apocalipsis por el clan...



Pero es que siendo, como es, un autén­tico títere, un tonto útil la figura presidencial, la cosa tampoco tiene mejor reme­dio a través de un cambio de imagen.


Así es que sabiendo cómo se las gasta el electorado esta­dounidense y la catadura del aspirante, empiezo a pensar que lo mejor sería seguir como estamos. La poca diferencia que pueda existir entre un títere y otro sólo podrá regis­trarse a medio plazo de un modo: que la causa de la socie­dad ame­ricana vaya perdiendo terreno en el aspecto moral a favor de la causa mundial. Y está tan ligada la causa americana en estos momentos a la imagen histriónica de Bush, que algo empieza a oler a podrido por allí...


De un electorado homogéneo, casi endogámico (los negros apenas tienen acceso al voto), compactado en un único in­te­rés, el suyo; de un electorado que se siente imperialista; de un electorado que sólo defiende un estilo de vida, el suyo; que por encima de todo defiende el consumo cons­tante de carburante para sus coches y de energía para sus luces de neón; que sólo anda detrás del dominio del mundo... (a todo lo que de ninguna manera está dispuesto a renunciar), en el actual momento histórico no podemos espe­rar nada diferente aunque cam­biara de manos el tes­tigo.


Ni el aspirante ve en la guerra la horrible política para una seguridad artificiosa nacional como las vemos el resto -sino sólo una porción de la tarta electoral a la que darle un bo­cado para quitárselo al contrincante-, ni tiene una concep­ción glo­bal de su país ni del mundo diferente del que tienen los ciuda­danos decisivos del imperio. Los matices son a to­das luces irrelevantes dado el drama que vive el mundo. Y en buena parte todo es consecuencia de la plétora del impe­rio en cuanto a tal. Como a Hitler cuando a toda costa hubo de em­plear el ar­mamento fabricado febrilmente y al margen de su propia voluntad. Además, la antigua partici­pación en Vietnam del aspirante acredita una mentalidad homologable a la bus­hista. La invasión y ocupación de aquel país en las que parti­cipó Kerry fueron tan abyectas y tan sin sentido como estas de Irak...


Un nuevo presidente con similar falta de escrúpulos, nueva fuerza y en el fondo los mismos objetivos, significaría a es­cala planetaria simplemente un relevo. Un relevo que facilita­ría la progresión al llegar con nuevas energías psico­lógi­cas en el maratón cuya meta está en la laminación total de Oriente Medio, incluidos Siria e Irán.


En cambio, si el títere actual continúa en su puesto, se­guirá haciendo más de lo mismo. Pero está ya todo “con­trolado� y previsto. Incluída la rapidez de su desgaste per­sonal. Y está asegurado porque son tan endebles los moti­vos para persistir en la ocupación, es tan obscena la finali­dad inocultable ya de seguir robando petróleo bajo la per­turbación de la resistencia, es tanta la hostilidad del resto del mundo y de los países ára­bes que van viendo en esta política de arrasamiento un peli­gro cre­ciente para todos ellos, que difícilmente podrá sopor­tarlo mentalmente este dictadorcillo democrático por más que le ayuden sus com­pinches y los intereses de todos ellos.


Un ex alcohólico (si es que no sigue bebiendo en privado como el otro en privado hablaba catalán) puede romperse en mil pe­dazos más fá­cilmente. Porque el peso de una concien­cia ya anu­lada y un sistema nervioso a punto de estallar, po­drían ani­quilar total­mente al personaje; lo que podría producir el des­moro­namiento de la carpa circense bajo la que se co­bijan todos...
Mira també:
http://www.nuncamas.net

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Comentaris

Re: ¿No será mejor que siga Bush?
03 oct 2004
Precisamente por eso, el Imperio ya ha decidido recambiar a Bush por Kerry... que hará exactamente lo mismo bajo el manto de otras aparencias y que les evitará el riesgo cierto de permanencia de Bush...enseguida veremos a los agentes ideológicos del imperio (iglesias, antiglobalización, buenistas, etc)... lanzar "suspiros de alivio" con la elección de Kerry... y sin embargo nada va a cambiar con esto...el único problema que afronta el Imperio es la voluntad de Bush y los suyos más cercanos, que quieren seguir....
Re: ¿No será mejor que siga Bush?
03 oct 2004
Parece mentira que una de las preocupaciones principales sea quien saldrá elegido en Estados Unidos, pone en evidencia que dependemos de los norteamericanos igual que dependen la mayoría de paises que hay en el mundo. Los pocos que niegan el poder de la superpotencia son aquellos incluidos en el famoso "eje del mal". Sí, por desgracia el mundo vive pendiente de lo que sucede en Estados Unidos porque es lo que sucederá en todo el mundo. Da miedo.

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