Es difícil saber quién se cabreó más. Si Thubten Wangchen, director de la Casa del Tíbet, al darse cuenta de que el retrato del Dalai-lama había desaparecido de la cristalera del restaurante Cubik, situado junto a los guerreros de Xi'an en el Fòrum. O Sergio Durany, director del Grupo Natura, cuando una comitiva del festival le pidió que retirara de su tienda abierta en el recinto del Besòs las prendas con los lemas /Salvemos el Tíbet/ y /Tíbet libre/. El optimismo oriental del monje Wangchen le permitió relajarse enseguida. La foto del Dalai-lama volvió a su lugar, junto a la madre Teresa de Calcuta, cuando la delegación china terminó de almorzar en el Cubik. Pero Durany aún está que arde. *"¿Dónde está la libertad de expresión? *--se pregunta--*. Podían haber hecho un Fòrum comprometido, pero esto es un Port Aventura 2. Así les va".* Lemas prohibidos Dentro del recinto no se permite comerciar con lemas políticos, aunque se trate de la causa más célebre contra la opresión de los pueblos (China invadió Tíbet en 1959). Pero es que, además de retirar las prendas del local Natura Selection --que mira por dónde está también junto a los restos de la dinastía Xi'an--, la empresa no podía citar a la Casa del Tíbet. Natura donaba parte de sus beneficios en el Fòrum a la Casa del Tíbet. Pero no podía decirlo así, sino utilizando la expresión "para los refugiados de las tierras de las nieves". Durany, experto en combinar imagen ecológica con modos empresariales puros y duros, no lo podía creer. *"Y todo por 12 guerreros",* se lamenta.