Heus aqui una interesant -i desgraciada- noticia al entorn de la Pompeu. Després de llegir-la, ens preguntem si despediran els profes gais que hi treballan.
Recomanació pels més joves: si algú pensava matricular-se a la Pompeu, dons no digueu que sou maricons. Als més grans, tan sols cal que recordin els mètodes empreats en el passat.
Ja sabem que sembla una noticia de fa 30 anys, però és recent.
La Universidad Pompeu Fabra pide el cierre de una discoteca «de homosexuales»
Considera que su proximidad es «negativa para la formación humana de los estudiantes»
ENRIQUE FIGUEREDO / FERRAN BOIZA
BARCELONA.- La Universitat Pompeu Fabra (UPF) solicitó a los tribunales que cerraran la discoteca situada dentro del recinto de la estación de Francia de Barcelona porque tenía «un predominante público de homosexuales, travestís y géneros similares». Según la UPF, que cuenta con instalaciones universitarias en el mismo recinto, esa circunstancia podía ser «singularmente negativa para la formación humana de los estudiantes».
La discoteca y la sede universitaria comparten las dependencias de la estación de Francia desde hace seis años. La convivencia del establecimiento lúdico y las instalaciones universitarias en un mismo recinto ha generado una batalla legal desde el momento en que la UPF instó por primera vez al cierre de la discoteca.Una confrontación legal que ya ha llegado al Tribunal Supremo.
La UPF denunció en los tribunales que la sociedad explotadora de la discoteca, Midnight Express SL, mantenía sus puertas abiertas gracias a una licencia provisional otorgada por el Ayuntamiento de Barcelona que con los años no se había convertido en definitiva.
Los tribunales aceptaron la denuncia de la Universidad y determinaron que la licencia provisional debía anularse, como sentenció el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) este pasado mes de mayo.
Cierre cautelar
Sin embargo, el pronunciamiento de los tribunales no ha supuesto por ahora el cierre de la discoteca, ya que Midnight Express ha recurrido la decisión ante el Supremo y todavía no se ha emitido el fallo definitivo. En la actualidad, la discoteca sigue abierta.
En este contexto, el rectorado de la UPF solicitó el cierre cautelar de la discoteca mientras no se resolviera definitivamente la impugnación de la licencia. Para el citado cierre cautelar, la UPF expuso sus motivos en una petición dirigida primero a la sala de lo Contencioso-Administrativo del TSJC, de fecha 8 de mayo de 1997, y un año después al propio Tribunal Supremo.
Bajo el título «Evidente y grave daño causado por la explotación de la discoteca a la formación de los alumnos», el representante legal de la UPF pormenorizó en su escrito los motivos de su solicitud. «La discoteca de autos constituye un ejemplo nefasto para los estudiantes de la Universidad Pompeu Fabra por la edad de éstos, ya que en tal discoteca se consiente el consumo de droga y alcohol».
Las motivaciones de la UPF no acababan ahí y se justificaba la necesidad del cierre del local «porque dicha discoteca, como es público y notorio, tiene un predominante público de homosexuales, travestís y géneros similares».
El documento, al que ahora ha tenido acceso EL MUNDO, abunda en las consideraciones sobre la orientación sexual de los clientes del local y añade: «Que tales conductas no se persigan, como aconteció antaño aplicando leyes penales, no significa que sea legalmente procedente que tales conductas se ofrezcan como modelo a los 42.831 estudiantes y, de entre éstos, a 288 menores de edad».
En su intento de convencer al tribunal de la conveniencia del cierre, el representante legal de la UPF se extiende en consideraciones psicológicas y señala que «es manfiesto que los modelos y pautas sociales que los estudiantes perciben conllevan la aceptación de sus valores, porque los estudiantes están todavía en edad de formación y la aceptación de los modelos se efectúa muchas veces miméticamente, sin que ellos ni siquiera se aperciban».
Se remata este párrafo con la consideración de que la discoteca «es un testimonio singularmente negativo para la formación humana de los estudiantes». «Ante todo ello, es evidente que el emplazamiento de tal discoteca infringe el mandato constitucional de proteger la juventud».
Cuando la UPF remitió los dos escritos al TSJC y al Supremo, el rector era Enric Argullol, que ocupaba el cargo desde el nacimiento de la Universidad, y que fue sustituido el pasado mes de junio por la catedrática de Ciencia Política Rosa Virós. En las fechas de los escritos, además, el vicerrector del centro era Andreu Mas-Colell, actual conseller de Universitats, Recerca i Societat de la Informació de la Generalitat.
APOYOS
El rectorado dice que sólo es un argumento legal
La actual dirección de la Universitat Pompeu Fabra (UPF) se desvinculó ayer del contenido de los dos escritos remitidos a los jueces y aseguró que «este argumento no representa ni expresa la opinión oficial de la Universidad; es tan sólo un argumento que hizo servir el abogado que contratamos».
En esta línea, el portavoz de la UPF afirmó que desde la institución «tenemos todo el respeto por el colectivo homosexual» y, como ejemplo, explicó que una de las asociaciones de estudiantes reconocida por la Universidad está integrada precisamente por gays y lesbianas.
«La argumentación del abogado sobre los homosexuales era una de las consideraciones que se hacían para pedir el cierre de la discoteca, pero no la única; también sabíamos por fuentes policiales, vecinales y periodísticas, y así se explicitaba en el escrito, que en la discoteca se consumían estupefacientes».
En su opinión, lo más grave es la coincidencia entre la hora de cierre de la biblioteca de la UPF y la de apertura de la discoteca, aunque sólo lo haga viernes y sábados de madrugada. La biblioteca abre a las 8.00 horas y cierra a la 1.30 horas, también los fines de semana.
«Por tanto, cuando los alumnos abandonan la biblioteca se encuentran con los clientes de la discoteca y cuando los primeros estudiantes llegan a la sala de lectura se cruzan con los últimos clientes del local», aseguraba ayer el portavoz de la UPF. «Son dos actividades que resultan totalmente incompatibles», añadió.
Dueños de la discoteca
Por su parte, los propietarios de la discoteca evitaron ayer pronunciarse sobre el contenido de los dos escritos y un portavoz aseguró estar «orgulloso» de tener a una universidad como vecina.
El mismo portavoz, sin embargo, criticó al anterior rector, Enric Argullol, por haber «puesto en marcha una auténtica campaña periodística en contra de nosotros», a la vez que mostró su confianza en «poder llegar a acuerdos con la actual rectora, Rosa Virós, que nos han dicho que es una persona dialogante».
En esta línea, reiteró que prefería no añadir nada más porque «los propietarios de la discoteca siempre hemos optado por la prudencia; incluso, tenemos alquilados otros locales en las instalaciones de la Estación de Francia que todavía no hemos podido explotar precisamente por el conflicto con la UPF».
«Preferimos esperar a reunirnos con la nueva rectora», añadió ayer dicho portavoz, para evitar dar más explicaciones.
La Universidad mimada de la Generalitat
La Universitat Pompeu Fabra, creada el 18 de junio de 1990 por decreto de la Generalitat, ha sido siempre la niña de los ojos de la Administración autonómica, que ha invertido en ella más de 24.000 millones de pesetas en los últimos diez años.
También sus alumnos, alrededor de 7.000 matriculados en el curso 1998-1999, reciben un trato especial. Por cada uno de ellos, la Generalitat otorga a la UPF una subvención superior a las 700.000 pesetas, muy lejos de lo que reciben el resto de universidades catalanas. La de Lleida, por ejemplo, no alcanza las 400.000 pesetas por alumno, mientras que la Universitat Politècnica de Catalunña supera ligeramente esta cantidad.
La fuerte inversión tiene éxito. Tres de cada cuatro graduados de esta Universidad encuentran trabajo. afegir comentaris // aņadir comentarios // add comments
|