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Notícies :: guerra |
Petróleo: El plan de intervención extranjera a Venezuela
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per El Lector |
28 mai 2004
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Importante para entender el nuevo proceso golpista que está funcionando en Venezuela. |
Publicado en IAR-Noticias
http://www.iarnoticias.com/
PETROLEO: LA PRINCIPAL RAZON DE EEUU PARA DERROCAR A CHAVEZ/ El plan de intervención extranjera a Venezuela
Recuperar el control del petróleo venezolano mediante el derrocamiento de Hugo Chávez no es para EEUU una causa ideológica sino una cuestión de negocios y supervivencia imperial.
Eso explica el plan de intervención extranjera -al estilo HaitÃ- que Washington está operando como metodologÃa "novedosa" para derrocar al régimen constitucional que gobierna Venezuela.
Según un informe publicado en el periódico SoberanÃa,  en el año 2021 Venezuela, Irak, Irán, Arabia Saudita, Kuwait, Emiratos Ã?rabes Unidos, Nigeria, Rusia y ciertos paÃses de la región del Asia Central, serán los únicos sobrevivientes de la era del petróleo.
Todos los demás paÃses, hoy productores, dentro y fuera de la OPEP, sencillamente no tendrán petróleo.
Estados Unidos y Canadá tendrán las mayores reservas de bitúmenes y arenas petrolÃferas u oleoginosas; pero carecerán de petróleos convencionales cuyos costos de producción sean menores a 3 dólares, que sólo tendrán los paÃses arriba mencionados.
Estados Unidos y Gran Bretaña -su principal socio estratégico en Europa- con la invasión y ocupación de Irak y Afganistán, se han asegurado temporalmente y a un precio cada vez más alto el control del mayor yacimiento de hidrocarburos: Medio Oriente y Asia Central.
De esta manera el capitalismo estadounidense logró  frenar la crisis terminal de su sistema económico; apuntalando el dólar como moneda mundial para seguir desarrollando su nivel de vida derrochador a expensas de la miseria mundial, pero sobre todo, seguir controlando la economÃa de Europa, Japón, China y el sureste asiático a través del control de precio y la producción de la principal mercancÃa de la economÃa del capital: los hidrocarburos.
Venezuela es hoy a nivel mundial la más grande reserva de petróleo extraÃble con las tecnologÃas actuales.
De concretarse los experimentos exitosos de Chevron Texaco y la Universidad de Stanford, sobre el uso del gas en la extracción de los petróleos pesados, las reservas extraÃbles de la faja petrolÃfera del Orinoco se multiplicarÃan por 3.5 veces, lo que significarÃa que las reservas de Venezuela ascenderÃan a más de 800 mil millones de barriles de petróleo, más que todas las reservas totales de la OPEP.
La importancia estratégica de Venezuela
En los próximos 50 años Venezuela será el único paÃs con petróleo para exportar en el hemisferio occidental, a 5 dÃas de transporte del principal mercado mundial de hidrocarburos (EEUU, México y Canadá) y a una distancia similar del Mercosur.
Por esa razón principal Venezuela reviste para Washington más importancia estratégica que el Medio Oriente, por situarse en su patio trasero y por estar dentro de una geopolÃtica de conquista contenida en el Plan Colombia, con cuya implementación regional piensa apoderase de los recursos naturales y energéticos que su economÃa necesitará en los próximos 40 años.
Y esto se explica dentro de un cuadro de supervivencia marcado por necesidades concretas.
Estados Unidos produce el 73% de la energÃa total que consume, y a su vez consume mundialmente:
• El 33% de los hidrocarburos
• 1 de cada 4 barriles de petróleo
• 40 de cada 100 litros de gasolina
• 1 de cada 3 derivados de hidrocarburos
• 1 de cada 5 de los destilados
El déficit del 25% de su consumo energético equivale a unos 12 millones de barriles diarios de petróleo y gas, que tiene que importar, desde todos los lugares del mundo, pero especialmente desde Latinoamérica.
Estos 12 millones de barriles diarios de hidrocarburos deficitarios, que se convertirán de 25 a 30 millones diarios en el 2020, es la razón estratégica central que guÃa las invasiones armadas de EEUU por todo el planeta.
La invención de la doctrina del "eje del mal" con que la Casa Blanca justificó las invasiones de Irak y Afganistán se explica en el hecho de que el 90% de las reservas mundiales de petróleo y gas están en manos de paÃses musulmanes de la OPEP, de Rusia, y de regiones musulmanas de la antigua Unión Soviética.
Y lo más grave para Washington: la gran reserva segura y barata que tenÃan en su patio trasero, se les complicó y luego se les escapó de las manos con el advenimiento  de Hugo Chávez y su movimiento bolivariano en el gobierno de Venezuela.
Petróleo y supervivencia imperial
Recuperar el petróleo venezolano mediante el derrocamiento o el asesinato de Hugo Chávez no es para EEUU una causa ideológica sino una cuestión lógica de negocios y supervivencia imperial.
 El plan de intervención extranjera -al estilo HaitÃ- que Washington está operando como metodologÃa "novedosa" para derrocar a Chávez con una "fuerza multinacional de Paz", con la complicidad de la ONU y de gobiernos europeos, se explica en la siguiente razón:
Estados Unidos e Inglaterra pueden resistir por un tiempo una interrupción en el suministro de hidrocarburos. Son paÃses productores y tienen reservas estratégicas almacenadas, pero, el resto de las economÃas mundiales, incluyendo Europa, Japón y China son totalmente vulnerables a un corte de energÃa. Estados Unidos, Japón y la Unión Europea consumen mundialmente:
• 67 de cada 100 litros de gasolina
• 56 de cada 100 litros de derivados
• 41 de cada 100 litros de fuel oil
• 60 de cada 100 litros de otros destilados
• 44,5 del gas mundial
• 50% del petróleo mundial
• Comercializan el 65% del petróleo del mundo
Hoy las grandes potencias mundiales, las grandes economÃas y las grandes corporaciones multinacionales, tienen un déficit cercano a los 40 millones de barriles diarios de hidrocarburos y en el transcurso de esta generación para el 2020 éste déficit sobrepasará los 100 millones de barriles diarios, porque sencillamente ninguno de esos paÃses tienen reservas petrolÃferas en sus territorios que le alcancen más allá del 2015.
Europa y Estados Unidos están aquejados por el mismo sÃndrome: el déficit de hidrocarburos, un elemento esencial para su supervivencia y sin el cual sus infraestructuras industriales, económicas y militares se desmoronarÃan en pocas décadas.
Esto emparenta y junta a los viejos imperios europeos con el nuevo imperio unipolar norteamericano en una cruzada permanente: invadir paÃses para apoderarse del elemento vital para su existencia futura.
Esto explica la "sociedad" natural existente -más allá de los discursos "opositores" europeos en la ONU- entre el capitalismo norteamericano y el europeo en las invasiones militares ejecutadas por el Pentágono, pero aprovechadas económicamente, en primer lugar por los consorcios norteamericanos, y secundariamente por las corporaciones europeas que participan del botÃn de guerra, como ahora lo están haciendo con la "reconstrucción de Irak".
Tras el 11-S, y con distintas caracterÃsticas, Europa y Estados Unidos se asociaron -a través de la ONU y de la OTAN- para invadir y ocupar Afganistán y luego Irak.
La mecánica funcional siempre es la misma: EEUU invade militarmente, y Europa (por medio de la ONU y de la OTAN) asume el rol de "legitimadora" a través de una "Fuerza multinacional de Paz", que hoy le está retaceando a EEUU en Irak, con la intención de sacarle más participación para sus bancos y transnacionales en el negocio del petróleo y de la "reconstrucción".
En esta lógica -estadÃstica y harto repetida- se fundamenta lo que muchos ven como la salida más probable de la conspiración golpista contra el gobierno de Venezuela: la intervención extranjera.
Con Chávez y su gobierno, elegidos democráticamente y con un alto nivel de adhesión popular, no pueden esgrimir la doctrina del "eje del mal" aplicada contra Saddam en Irak, o contra los talibanes en Afganistán, sino que deben implementarla en un nuevo modelo adaptado al patio trasero.
La campaña desestabilizadora contra Chávez abreva en tres ejes principales de ataque: las actitudes "dictatoriales" del presidente, la "violación de derechos humanos" de su gobierno, y su "vinculación" con la guerrilla y el narcotráfico colombiano.
Sobre ese presupuesto operativo trabajó -y lo sigue haciendo- la estrategia mediática golpista urdida por la conexión cubano-americana-sectores oligarcas de Venezuela, cuyas lÃneas matrices parten -como siempre- de la CIA y del Departamento de Estado norteamericano.
El cuarto golpe
La intervención extranjera es el cuarto golpe que se avecina en Venezuela, después de tres intentonas fallidas para derrocar a Chávez.
Sustituye en el tiempo al golpe mediático abortado del 11 de abril de 2002, al golpe petrolero de fines de 2003, y al revocatorio presidencial del 2004, que lleva en sus entrañas un golpe institucional para derrocar a Chávez.
La operación con el revocatorio ya fue neutralizada, y no puede ser utilizada con el objetivo que fue concebida.
Hoy EEUU ya no trata de imponer un golpe mediático, un golpe petrolero, o un golpe institucional por medio del revocatorio, sino de generar en Venezuela un contexto de anarquÃa armada y de guerra civil  (tal como sucedió en HaitÃ).
Un derrocamiento militar de Chávez en estos momentos es inviable para Washington por la ola de protestas y de presiones internacionales que levantarÃa, y por el alto grado de polarización existente en la sociedad venezolana.
Por otra parte, el golpe militar tradicional combinado con una acción de desestabilización mediática, ya se aplicó y fracasó en Venezuela en abril del 2002. Una operación de estas caracterÃsticas colocarÃa a Bush en una situación tan o más complicada que la que atraviesa en Irak.
Hoy el accionar del Departamento de Estado norteamericano está claramente orientado a crear -por medio de métodos desestabilizadores-  las condiciones económicas, polÃticas, y sociales para la intervención de una  fuerza multinacional, como la que se practicó en HaitÃ.
Hay un punto de partida que es la desestabilización económica, dentro de la cual  -y como lo señaló recientemente un funcionario venezolano- EEUU podrÃa dejarle de comprar por un tiempo petróleo a Venezuela y seguir profundizando el boicot económico internacional contra el gobierno de Hugo Chávez .
En este contexto puede operar -como de hecho lo está haciendo- el proceso de desestabilización polÃtica por medio de la rebelión callejera -inducida por elementos parapoliciales o grupos infiltrados- que generen el caos social (la famosa Guarimba) en el principal paÃs petrolero de Latinoamérica.
(En este marco hay que analizar la presencia en Venezuela del grupo de paramilitares detenidos por el gobierno, y cuya misión pudo estar orientada a servir de factor inductor de un cuadro de violencia armada trasladada desde los cuarteles a las calles).
El paso siguiente, con Venezuela sumida en el caos, es hacer un llamamiento internacional a fin de "parar el derramamiento de sangre", con la OEA, la ONU, y la correspondiente "fuerza multinacional de paz" encabezada en primer término por los marines estadounidenses.
Con Venezuela en un proceso de anarquÃa creciente, y con Chávez "aislado internacionalmente" (como pide el hermano de Bush), una operación de entretejido internacional para invadir Venezuela con la ONU y una "fuerza multinacional de paz", resulta factible y operativa para Washington y el Departamento de Estado norteamericano.
Con la "intervención extranjera" EEUU busca tercerizar el golpe de Estado contra Chávez, delegando -formalmente- el derrocamiento del gobierno constitucional en una fuerza militar multinacional -controlada por USA- que venga a poner "paz y orden" en Venezuela.
Ese es el "producto final" del proceso de desestabilización que está en marcha contra Chávez y que nunca se detuvo.
La República Bolivariana es una "gigantesca HaitÃ" en el tablero de invasión de los halcones del Departamento de Estado y del Pentágono.
Y nadie puede garantizar que de ese proyecto, aparte de las potencias europeas, no participen -a nivel de legitimadores de la invasión- algunos paÃses latinoamericanos en los que hoy Chávez "confÃa".
Hay que observar atentamente a HaitÃ, ese es el modelo paradigmático a ser aplicado -con las modificaciones del caso- en territorio venezolano.
El Imperio compra conciencias, armas, militares, polÃticos, periodistas, presidentes, y el rédito económico de una invasión a Venezuela justifica por lejos la "inversión en dólares" que hoy están realizando la CIA y sus usinas empresariales en Venezuela y en Latinoamérica.
Venezuela posee en la actualidad, según cifras de la propia PDVSA, un potencial de reservas probables que se elevan a 380.000 millones de barriles de petróleo, superiores a cualquier paÃs de la OPEP.
Esa, y no otra, es la razón principal por la cual Venezuela, junto con Irán y Siria, conforma la trilogÃa de paÃses que Washington considera de "prioridad estratégica" ocupar militarmente en el corto plazo.
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Fuente: los datos y estadÃsticas sobre petróleo citados en esta nota corresponden a un extenso informe titulado: El Plan de Negocios de PDVSA: un plan privatizador, publicado en el periódico SoberanÃa, y firmado por Pablo Hernández. |
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