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Notícies :: criminalització i repressió |
Bush contra Greenpeace
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per becquer |
16 mai 2004
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Una grave amenaza a las libertades civiles
jue 13 mayo 2004
ESTADOS UNIDOS/Miami
El próximo 17 de mayo, Greenpeace Estados Unidos, corre el peligro de ser declarada organización criminal por orden del Fiscal General y bajo una ley a la que sólo se ha recurrido en dos ocasiones durante sus 130 años de vida, la última vez fue hace 100 años.
A lo largo de sus 33 años de historia, Greenpeace, he reunido a personas de muy diversos ámbitos para proteger el medio ambiente y usar la acción directa, no-violenta, para resaltar los delitos e injusticias medioambientales.
Pero quizá este grupo es uno de los más extraordinarios. Lo que hagan en las próximas semanas podría tener serias implicaciones, no sólo para el futuro de Greenpeace en Estados Unidos, también para la libertad de expresión y desobediencia civil en ese país y más allá de sus fronteras.
El 17 de mayo de la semana que viene, Greenpeace Estados Unidos, corre el peligro de ser declarada organización criminal por orden del Fiscal General y bajo una ley a la que sólo se ha recurrido en dos ocasiones durante sus 130 años de vida, la última vez fue hace 100 años.
Los activistas de Greenpeace han sido enjuiciados en muchas ocasiones por apoyar las campañas de Greenpeace en todo el mundo -no es un hecho raro y los activistas están preparados para asumir la responsabilidad de sus acciones.
En abril de 2002, seis activistas hicieron justo eso. Dos abordaron el barco APL Jade que transportaba caoba ilegal y tenía como destino el puerto de Miami. Los activistas fueron declarados culpables, pagaron una multa y pasaron el fin de semana en prisión. El proceso judicial había terminado.
O así creíamos nosotros...
15 meses más tarde se notificó a Greenpeace Estados Unidos que la oficina del Fiscal General procesaría a toda la organización por aquella acción. Es la primera vez en la historia que el Gobierno de Estados Unidos procesa a un grupo social por una actividad relacionada con la libertad de expresión.
En unas semanas, tendrá lugar un hecho sin precedentes. La legislación estadounidense será utilizada para declarar a Greenpeace como una organización criminal. Y las razones son intentar proteger la caoba, una especie recogida en el Convenio Internacional sobre el Comercio de especies de flora y fauna amenazadas (CITES). Una vez que la presión de Greenpeace consiguió una mayor restricción en la tala y comercio de caoba bajo el amparo del Convenio CITES muchos gobiernos felicitaron a Greenpeace por este éxito. Ahora un gobierno quiere enjuiciarlos por esta lucha.
Mientras Greenpeace está con las manos atadas, los madereros, transportistas y comerciantes de caoba ilegal han cobrado sus beneficios y se han reído de la ley. Madera ilegalmente talada sigue llegando a Estados Unidos y Europa, España incluida, y los criminales siguen trabajando en el corazón de la Amazonia. Aquellos que intentan proteger la mayor región de bosque tropical del planeta siguen reciben amenazas de muerte o son asesinados, mientras que países como Estados Unidos siguen sin cumplir el compromiso recogido en el Convenio CITES de proteger el comercio de caoba.
Pero este caso no es sólo sobre Greenpeace y la Amazonia. A juicio está también el derecho fundamental de la libertad de expresión y desobediencia civil. Muchos líderes y otros grupos sociales de Estados Unidos han reconocido el peligro que esto supone para las libertades y por eso apoyan a Greenpeace. Entre ellos el ex-vicepresidente Al Gore, Julian Bond líder de los derechos civiles, el American Civil Liberties Union (sindicato de las libertades civiles de EE.UU.) y el Sierra Club. |
Mira també:
http://www.greenpeaceusa.org/bin/view.fpl/16961.html |
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