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Notícies :: globalització neoliberal |
El burdel, en el pensamiento de Savater
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per Kaosenlared |
22 abr 2004
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Jaime Richart
http://www.kaosenlared.net/ |
Su artículo de hoy en El País (¿tal para cual?), Pasando curso, está salpicado de veleidades intelectivas pero también de imposturas éticas precisamente, mire vd... Aunque lo más grave en realidad es su actitud en general, me parecen significativas las tres que ahora voy a resaltar en estos tres apuntamientos en la misma línea divagatoria que él se gasta:
Primera veleidad: "En una sociedad democrática (...) cualquier abracadabra que alcance relevantes titulares puede llegar a ser muy eficaz encantamiento para volver batracio al más gallardo de los paladines o revestir de apariencia humana y humanista al más irremediable de los sapos".
Es frecuente, en mentes débiles, que el subconsciente traicione al consciente por vía indirecta y que éste termine definiendo el ego al acusar por descuido a otro u otros individuos justamente de las miserias que el descriptor alberga en sí mismo a veces sin saberlo. Así por ejemplo, el tacaño ve ruindad en lo que en el otro es simple austeridad, el ególatra soberbia en lo que en otro es natural orgullo, el envidioso envidia en lo que en otro es sano deseo de estímulo, y así sucesivamente. Del mismo modo Savater, paradójicamente ignorante absoluto de qué sea la prudencia, ve enseguida batracios en quienes no comparten sus primarios juicios quizá porque en el fondo lucha contra el sapo que anida en él...
Segunda veleidad: "¡El PNV promocionando el laicismo político! Es como la patrona del burdel predicando castidad a las niñas del coro..." "En fin, mira que llevo años asistiendo a su coherencia sectaria, pero aún logran desagradarme como el primer día". Se refiere a "los mismos opinantes que atacaron a Rajoy por proponerse hacer oposición dura que antes recomendaban a Zapatero" pero no hizo.
Pues mira que llevo años asistiendo al protagonismo de Savater fuera de su cátedra y aun dentro de ella, y cada día que pasa no es que me desagrade, es que me repugna más en la medida que me repugna quien, pasando por respetable, mezcla razón y visceralidad. Cada día desprecio más a quien, al igual que él, abusa de su magisterio impartiendo ideología. Cada día soporto menos a quien lo enfatiza y profesa el sectarismo evitando la imprescindible relativización que requiere el análisis de una sociedad -y más en una todavía poco ahormada-, a que está obligado éticamente en su enseñanza el filósofo y el maestro verdadero para no agravar las inevitables y naturales disensiones que bullen más o menos a la vista todos...
Tercera veleidad: "Aznar se ha ido por propia voluntad en un gesto notable probatorio de que su conocida inflexibilidad se la aplica a sí mismo como a los demás".
Aparte de que la grandeza consiste justamente en lo contrario, es decir en ser severo con uno mismo y magnánimo con los demás -y Savater como moralista que se tiene debiera promover esta pauta-, la inflexibilidad de Aznar es cualquier cosa menos virtud, que es como ambos cucamente nos lo presentan. Estamos, por un lado ante la facilona intransigencia de quien simplemente se aprovechó al máximo del poder institucional (como Bush de la máxima fuerza militar), y por otro, ante algo que sencillamente responde a una estrategia preconcebida. Su inflexibilidad obedece a un cálculo afiligranado anterior, inmediatamente después de ganada la mayoría absoluta. Sopesó el daño que podía hacer tanto a "su" sociedad que gobernaba fracturándola, como enervando el equilibrio internacional con su vil entrega al imperio; todo en un periodo preciso y con unas circunstancias concretas casi prefabricadas. Sometió todo ello, contrastándolo, a las posibilidades reales de seguir ostentando el liderazgo, y se dio cuenta de que o no había nada qué hacer o era sencillamente peligroso. Y se fue. En eso consiste la firmeza que Savater tan neciamente elogia...
Precisamente, lo que caracteriza a los energúmenos, políticos o no, es la inflexibilidad que aplican a los demás cuando pueden, y una marcada condescencia hacia sí mismos. Despojados de la fuerza material y del boato del Poder, desaparecen los rasgos artificiosos que los aduladores del energúmeno y los necios se empeñaban en hacer ver a los demás... Gobernar significa pulso y tolerancia al mismo tiempo, sobre todo en estos tiempos mágicos como los que vivimos. Inflexibilidad significa intolerancia, prepotencia, alineamiento con el fuerte contra el débil, crueldad... A Aznar le adornaba todo esto. Savater lo sabe y sabe que lo sabemos. Sin embargo discurre como si nosotros no. Oscurantismo puro. Quizá no se dé cuenta, pero hace la función de un verdadero emético...
No, el cumplimiento de ese propósito de Aznar de dejar la política obedece a la soberbia aliada a la cobardía, al fácil autopronóstico del fracaso del que se sabe con un talante insoportable para mayorías, cuando el pueblo le fuera viendo el plumero y al mismo tiempo madurando su sentido colectivo. Un pueblo se convierte en verdadera nación cuando la conciencia de vivir juntos se convierte también en voluntad política (Jellinek). Y en eso casi estamos todavía, después de poco más de 25 años de dificultosas libertades formales. Por eso Aznar no tenía ya cabida en esta nueva etapa. Y él también lo sabía. Luego llamar inflexibilidad a su resolución de marcharse cuando es instintiva huida es, por lo menos, efectivamente una veleidad por no llamarlo una memez...
Savater no cumple con la misión que a sí mismos se imponían la mayoría de los grandes escritores dieciochescos, como Beccaria, o decimonónicos, como Balzac, de alinearse con el débil comprometiendo hasta su vida en ello. Savater lo hace al revés. Se aferra al fuerte y canta a la firmeza fácil de la que se ha rodeado el prepotente...
Este escribidor del artículo de hoy y líder de una asociación gubernativamente registrada para hacer agitación, es un pequeño miserable. Lo peor no es que lo sea. Cualquier "opinante" sin cátedra y a cuerpo limpio podemos serlo al menor descuido, en un ataque de migrañas, por ejemplo... Lo peor es eso, que hace de su escuela el burdel ideológico del que él es el patrón y el coro pseudointelectual al mismo tiempo; lo que dice él que es el PNV y por lo tanto sus mentores. Yo, nada tengo que ver con el PNV ni defiendo otra cosa que mi personal sensibilidad. Me hiere simplemente la obscena ausencia de ética y mesura precisamente en quien se supone se dedica a enseñarlas. Ni siquiera es un atenuante para sus reiteradas imposturas las amenazas sospechosas que dice haber recibido de no se sabe quién que no sea una abstracción unamuniana, pues ya es viejo el truco, en él y en otros como él, de proclamar que sufren amenazas que nadie cumple (afortunadamente) mientras otros, en el bando contrario, son muertos directamente sin pasar por ellas.
Nota 1ª.- Me gustaría saber si Savater sigue reteniendo la licencia exclusiva de ofender directamente a unos e indirectamente a la inteligencia de otros, y si a consecuencia del presente análisis debo esperar las amenazas directas o veladas que ha sufrido mi amigo Antonio Marín por uno suyo anterior publicado en estos foros. Porque sí es así, advierto a quien corresponda que no por encontrarnos en tiempo de paz considero desaconsejable tener preparada una fornida moral de guerra de recambio por si acaso...
Nota 2ª -Parece ser que en Argentina está de moda el deporte de amenazar a periodistas de medios alternativos. Si Internet se va a convertir o no también aquí en otro resorte parapolicíaco de los fascistas, es cuestión que está por ver. Por eso conviene estar al acecho e ir avisándose unos a otros a la menor sospecha... |
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Re: El burdel, en el pensamiento de Savater
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per Sapo del burdel : Savater |
22 abr 2004
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Co esa cara de batracio cegato y baboso debe saber de lo que habla ...y de burdeles,tambien ,por lo hijo de puta . |