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Notícies :: sanitat |
manifest pe la salut i la psicologia
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per qui sap |
10 feb 2004
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manifiesto por la salud y la psicologÃa
Por anónimo
l gobierno aprueba una nueva ley poniendo en peligro la salud de todos los ciudadanos. La nueva ley impide que los psicólogos evalúen y traten cualquier trastorno mental y del comportamiento (depresión, ansiedad etc..) Además la LOPS no reconoce a los psicólogos como profesionales sanitarios.
MANIFIESTO POR LA SALUD Y LA PSICOLOGÃ?A
5 de febrero de 2004
EL PROBLEMA
El Gobierno de España y el Parlamento ha aprobado una legislación que perjudica la salud, al cuestionar que todos los licenciados en PsicologÃa puedan trabajar, impidiendo que puedan actuar sobre trastornos mentales y del comportamiento, y no reconociéndoles como profesionales sanitarios. Esta legislación va en contra de lo que es la PsicologÃa, se opone a legislación y sentencias judiciales anteriores, atenta contra el derecho constitucional al trabajo y perjudica la salud de los españoles al imposibilitar que exista un número suficiente de profesionales que cubran la demanda social de atención psicológica. Un resumen de esta legislación y sus textos completos en http://www.porlapsicologia.org/legislacion.htm
LA PSICOLOGÃ?A SÃ? ES SANITARIA
La Organización Mundial de la Salud (OMS) define: "La salud es un estado completo de bienestar fÃsico, mental y social, y no sólo la ausencia de enfermedad o dolencia". La PsicologÃa estudia cientÃficamente el comportamiento humano, y diagnostica y trata la salud mental desde hace más de 100 años. Un psicólogo en un colegio, en una prisión, en un instituto de secundaria, en un servicio de emergencias, en un centro de salud, en un gabinete privado, en un hospital, en un equipo deportivo, en un servicio de orientación laboral, en una empresa y en muchos otros lugares, emplea unas teorÃas y herramientas, es decir, la PsicologÃa, para conseguir unos objetivos que tienen todos en común mejorar el bienestar de las personas. Decir que la PsicologÃa no es sanitaria, que no es una disciplina que se dedique a la salud, es tratar de negar la realidad. La PsicologÃa sà es sanitaria.
LA PSICOLOGÃ?A Y EL SISTEMA SANITARIO
Cuando una persona “se encuentra malâ€?, acude a los especialistas de la salud. En España y la mayorÃa de los paÃses desarrollados éstos están fundamentalmente en el sistema público de salud (centros de salud, hospitales... de titularidad pública). La PsicologÃa inicialmente no estaba ahÃ. Asà que los psicólogos empezaron ejerciendo en el ámbito privado ofreciendo servicios que el usuario paga directamente. Precisamente porque la PsicologÃa ha tenido éxito en la mejora del bienestar de sus clientes, se ha desarrollado profesionalmente, y no permitir su presencia en el ámbito público del sistema de salud no era justificable. La creación del TÃtulo de Especialista en PsicologÃa ClÃnica vino a regular la formación especÃfica que necesitaban los licenciados en PsicologÃa para poder incorporarse al sistema público de salud. Esto ha supuesto una mejora del sistema sanitario y un avance en el reconocimiento social de la PsicologÃa.
EL TÃ?TULO DE ESPECIALISTA EN PSICOLOGÃ?A CLÃ?NICA
La legislación aprobada reconoce que los Titulados en la Especialidad de PsicologÃa ClÃnica son sanitarios y pueden trabajar. Pero esto no soluciona el problema, porque: 1. No pueden hacer lo esencial de su trabajo: tratar los trastornos mentales. La legislación aprobada define la unidad de PsicologÃa ClÃnica como la que se ocupa de los “fenómenos psicológicosâ€?, mientras que los “trastornos mentales y del comportamientoâ€? quedan asignados a la unidad de PsiquiatrÃa. 2. Muchos psicólogos que llevan tiempo ejerciendo profesionalmente, los licenciados de los últimos años y los actuales y futuros estudiantes de PsicologÃa, tienen casi imposible obtener el tÃtulo de especialista en PsicologÃa ClÃnica, ya que el número de plazas para obtener este tÃtulo es muy bajo (74 plazas de Psicólogo Interno Residente -PIR- para toda España en la convocatoria de 2003). Número claramente insuficiente para la demanda social existente.
LA PSICOLOG�A TAMBIÉN ACTÚA SOBRE LOS TRASTORNOS MENTALES
Los médicos psiquiatras, por su formación, son más expertos en los aspectos fÃsicos de la salud (por ello son los cualificados para recetar psicofármacos), mientras que los psicólogos, por la suya, son más expertos en los aspectos mentales y sociales. Estas dos profesiones son complementarias y deben trabajar en equipo. Excluir a la PsicologÃa de la actuación sobre los trastornos mentales y del comportamiento (definidos en el DSM) es tratar de negar lo que en la realidad viene haciendo y, si se cumple, perjudicará gravemente la salud de los españoles, al no permitir que los profesionales más preparados puedan trabajar para mejorar el bienestar mental y social de las personas.
POR TODO ELLO REIVINDICAMOS
1. Que no se perjudique la salud de los españoles y, para ello, que los licenciados en PsicologÃa sean reconocidos explÃcitamente en la legislación vigente como profesionales sanitarios que actúan psicológicamente sobre trastornos mentales y del comportamiento. 2. Que la licenciatura en PsicologÃa pase al área de Ciencias de la Salud en el catálogo oficial de tÃtulos, adaptándose a la realidad de su desarrollo, y deje de estar en el área de Ciencias Sociales y JurÃdicas. 3. Que el TÃtulo de Psicólogo Especialista en PsicologÃa ClÃnica sea exigible para ejercer en algunos servicios públicos, aquellos más especializados en la salud, pero no en todos. Y no debe ser obligatorio para ejercer en el ámbito privado. 4. Que la atención en el sistema sanitario público mejore, incorporando cada vez más psicólogos en él. Para ello, el número de plazas de la convocatoria de Psicólogo Interno Residente –PIR- para obtener el tÃtulo de especialista debe ser bastante mayor de las 74 plazas de la convocatoria de 2003, y los que obtengan este tÃtulo deben ser contratados fijos en los servicios públicos de salud.
INVITAMOS A todos los ciudadanos y ciudadanas, a todos los colectivos y organizaciones sociales, a que se sumen a este manifiesto y lo comuniquen a los partidos polÃticos y autoridades competentes. |