Veure comentaris | Envia per correu-e aquest* Article
|
El Frente Popular abrió las puertas a Franco
|
|
per M. Casanova |
25 des 2003
|
"El Frente Popular abrió las puertas a Franco" de M. Casanova (1939) |
|
III. - ¿Y LA CNT?
-Haces bien en hablar de la CNT. El obrero de Barcelona es, en su aplastante mayorÃa, anarquista. No comprendemos por qué no ha reaccionado, o por lo menos intentado reaccionar, para salvar Barcelona. Sin embargo ha dado héroes que son el orgullo del proletariado internacional como Durruti, Ascaso... ¿Qué ha hecho la CNT en el momento trágico?
-La CNT es un capÃtulo aparte. Ciertamente, Durruti, Ascaso y miles de héroes anónimos quedarán grabados para siempre, como la Comuna de ParÃs, en el corazón del proletariado; pero en cuanto a la polÃtica de estos "antipolÃticos" y "antiestatales", quiero decir, en cuanto a la polÃtica de la dirección de la CNT, ha sido claramente reformista, pequeñoburguesa y objetivamente criminal para el proletariado y la revolución. Puede ilustrar a los obreros del mundo entero (en este momento de desconcierto ideológico general, en el que las ideas anarquistas pueden tener una cierta audiencia entre los desorientados) sobre el valor de la teorÃa, pero sobre todo de la práctica, anarquista. Este trabajo crÃtico, que sólo los marxistas consecuentes pueden hacer, se hará. Harán falta folletos, tal vez libros.
En el pasado, quiero decir en 1936 y 1937, estos antiestatales abolÃan e incluso a veces quemaban el dinero en los pequeños pueblos de Aragón, donde se instauraba el comunismo libertario y el reino del amor y de la fraternidad, pero nunca se les ocurrió la idea de poner la mano encima de los grandes bancos. Sin embargo -añade maliciosamente nuestro camarada Casanova- la filial del Banco de España en Barcelona se encontraba frente al Comité Regional de la CNT, sede del estado mayor anarquista, pero los jefes "antiestatales" andaban de puntillas ante la alta finanza[1].
Consideraban como pecado mortal hablar de Estado Obrero, de la constitución y extensión de los comités, pero trabajaban, por el contrario, mientras seguÃan hablando de la anarquÃa, con orden y con método en la reconstitución del Estado burgués[2]. En el mes de mayo de 1937, entregaron a los obreros de Barcelona a la contrarrevolución estalinoburguesa. Algunas semanas después, la burguesÃa, no teniendo ya necesidad de ellos y sintiéndose suficientemente fuerte, los despidió.
Un año después, en el mes de abril de 1938, en el momento del peligro (la ruptura del frente de Aragón) se les ofreció en el segundo ministerio de NegrÃn la cartera, decorativa y sin importancia, de Instrucción Pública, que aceptaron con un ansia nada anárquica. La burguesÃa sabe que tiene delante de ella animales domesticados y bien amaestrados. Consiguientemente, la CNT, e incluso la FAI, han encubierto toda la polÃtica de regresión social del gobierno de NegrÃn. Los 13 puntos de NegrÃn[3], los decretos reaccionarios de disolución de los organismos proletarios, todo esto ha sido encubierto por la CNT y la FAI. Por lo demás, la distinción siquiera formal entre el lenguaje francamente chauvinista y reformista de los stalinistas y socialistas, y el lenguaje revolucionario en las palabras de la CNT, distinción que existÃa durante el primer año de la revolución, desapareció durante el año 1938. La prensa fue "gleichgeschaltet" (puesta a raya). AsÃ, "Solidaridad Obrera", órgano central de la CNT, presentaba el conflicto entre la Bolsa de Londres y la de BerlÃn como un conflicto ideológico entre las democracias y las dictaduras, diariamente elogiaba al apóstol de la paz, el representante del imperialismo yankee, Roosevelt; explicaba, naturalmente, que la seguridad de los Imperios exigÃa la intervención en España, y daba lecciones de patriotismo a Chamberlain y Daladier.
Durante muchos meses -continúa nuestro camarada Casanova- el Comité Regional de la CNT estuvo desorientado y no supo qué consigna dar. Por fin la encontró en el mes de noviembre.
-¿Cuál? preguntamos a nuestro amigo, que sabe despertar nuestra curiosidad.
-Hela aquÃ: hay que dar un puesto de consejero en la Generalitat de Cataluña a la CNT. La honestidad, la justicia y, sobre todo, el idealismo de los hombres limpios luchando siempre "contra las sucias maniobras de los polÃticos", exigÃa la reparación de la injusticia flagrante cometida tras mayo de 1937, cuando a los representantes de la CNT se les dio en las narices con las puertas de la Generalidad de Cataluña. Por lo demás, el Comité Regional reclamaba un ministerio, leÃamos en la "Soli", no por los bajos motivos que caracterizan a los polÃticos, por ejemplo alcanzar un objetivo polÃtico o tal vez gozar simplemente de una cartera, sino por razones ideales... TodavÃa en el último momento, la CNT y la FAI podÃan salvar la situación, sÃ, ellas podÃan, y en cualquier caso podÃan y debÃan tratar de salvarla, insiste con fuerza Casanova. Ni siquiera lo han intentado. Para ello, evidentemente debÃan romper con la polÃtica que conducÃa al abismo y que se llama Frente Popular.
Precisemos. HabÃa en Barcelona, hace todavÃa quince dÃas, a pesar de la acción desmoralizadora de la polÃtica de NegrÃn-Comorera[4], muchos miles de obreros, sobre todo jóvenes, dispuestos todavÃa a ir a las barricadas y a morir, si hacÃa falta, por la Revolución. Estaban prestos a alistarse en los batallones de las Juventudes Libertarias, pero no tenÃan ninguna confianza en el mando republicano que, en la primera ocasión, se pasaba del lado del enemigo. Los llamamientos de los organismos oficiales no encontraban ningún eco. En las fabricas, por ejemplo, hacÃa falta usar múltiples medios de coerción a fin de descubrir a los falsos "imprescindibles". Se llamaba asà a los obreros o especialistas que, a causa de su valor técnico, estaban exentos del servicio militar[5].
Un ejemplo. El Comité Nacional de las Juventudes Libertarias, que estaba en la lÃnea del Comité Nacional de la CNT, viendo que los jóvenes afiliados a las Juventudes Libertarias sólo se alistaban en un número muy pequeño en los batallones oficiales del Ejército Popular, tiene publicado un comunicado bastante caracterÃstico. En este comunicado, el Comité Nacional asegura a los jóvenes miembros de las Juventudes Libertarias que pueden alistarse sin temor en los batallones de voluntarios mixtos del gobierno, pues el Comité Nacional tiene un representante en el Comité de Organización. Esta "seguridad" no convencÃa a los jóvenes, que esperaban en vano la voz que les inspirase confianza.
La dirección de la CNT, en suma, ha dejado a sus miembros en el último momento sin consignas y sin plan de acción. AsÃ, el jueves por la noche, el 26 de enero, el mismo dÃa de la entrada de los fascistas en Barcelona, yo estaba en un pequeño pueblo cerca de Gerona. Fui a ver al comité local, "Junta" de la CNT. Los camaradas no tenÃan ninguna ligazón con el centro, no sabÃan siquiera donde se encontraba, y me pedÃan consejos.
-----------------------------------------------
[1] Abolir el dinero en los pueblecitos de Aragón y conservar el Banco de España es algo que nos recuerda mucho la fábula de Krylov "El curioso". El curioso, tras visitar el parque zoológico, cuenta lo que ha podido contemplar. Habla de insectos del tamaño de una aguja, pero no se ha fijado en el elefante. (N.d.A.)
[2] La lectura de los folletos de los ex ministros de la CNT en el gobierno Largo Caballero, editadas Por el Comité Nacional de la CNT, en los que los ministros cuentan sus hazañas, es, a este respecto, muy instructiva, y la recomendamos. (N.d.A.)
[3] Los 13 puntos de NegrÃn son el programa de restablecimiento de una república burguesa. (N.d.A.)
[4] Joan Comorera fue secretario General del PSUC, y principal ejecutor de su polÃtica contra los "excesos revolucionarios" de los obreros catalanes, que culminó en los sucesos de Mayo de 1937. Tras la Guerra Civil volvió clandestinamente a Cataluña e hizo romper al PSUC con el PCE -aunque no con Moscú- y tomar un camino propio. Citado con un representante del PCE, fue detenido por la policÃa de Franco. Murió en prisión.
[5] En una de las fábricas de munición más importantes de Barcelona, llamada Fábrica "A", era necesario, para el enrolamiento de voluntarios, que el Comité de fábrica cerrara las puertas, porque los obreros huÃan (N.d.A.)
XVIII.- LOS ANARQUISTAS DE IZQUIERDA Y LOS "BUSCADORES DE DIOS" A LA LUZ DE LA EXPERIENCIA ESPAÑOLA
La polÃtica de la dirección de la CNT (Confederación Nacional del Trabajo), anarco-sindicalista, y de la FAI (Federación Anarquista Ibérica) no es analizada en detalle en el presente trabajo. Sin embargo, el lector podrá hacerse una idea general de la polÃtica anarquista en España a la luz los hechos relatados en el capitulo: "Y la CNT", y también a la luz de otros hechos citados en otros capÃtulos.
Por primera vez en la historia, los anarquistas tuvieron la posibilidad de aplicar sus teorÃas, en gran escala. En la región decisiva y mas industrializada de España, Cataluña, gozaban de una autoridad sin igual y tenÃan el apoyo incondicional de la aplastante mayorÃa del proletariado. La justicia de una teorÃa, asà como la eficacia de un remedio, se verifica con la experiencia.
¿Qué ha quedado de las teorÃas de Bakunin, Kropotkin, Malatesta, después de la experiencia española? Nosotros, marxistas, hemos demostrado desde hace décadas el carácter pequeñoburgués y limitado de las concepciones anarquistas. Nuestros maestros Marx, Engels, Lenin, Plejanov , por no citar mas que estos, han refutado en sus trabajos teóricos las concepciones anarquistas no sólo desde el punto de vista doctrinal, sino utilizando también la experiencia viva de la lucha de clases. Sin embargo, la guerra civil en España, que constituyó para el anarquismo una prueba ideológica, proporciona una nueva ocasión de explicar su inconsistencia ideológica.
La tesis fundamental del anarquismo, que lo separa del bolchevismo, es la tesis sobre la posibilidad de pasar sin el periodo transitorio de la dictadura del proletariado a la anarquÃa, es decir, a la supresión inmediata del Estado y de su aparato de opresión.
¿qué queda de esta concepción después de los treinta y un meses de guerra civil en España. Por primera vez hemos asistido a la experiencia curiosa e inesperada del anarquismo ministerial. Es como si alguien dijese un crápula honesto o un idiota listo. Los antiestatales se transformaron en ministros, los lanzadores de bombas en jefes de la policÃa, los terroristas en alcaides, y, durante esta transformación, los GarcÃa Oliver y Federica Montseny tuvieron ocasión de demostrar la naturaleza profundamente reformista de la dirección de la CNT que frenaba a las masas tanto como los austromarxistas.
¿Cómo justificaba la dirección de la CNT su evolución? Casi de la misma forma que los demás dirigentes del Frente Popular. En principio, como veis, están por la anarquÃa, pero entretanto salvaban al Estado burgués, igual como Thorez esta en principio por la lucha de clases, pero mientras propaga la unión de la nación francesa, es decir la unión de los burgueses y de los proletarios franceses. En principio son partidarios entusiastas del anticolonialismo, pero entre tanto, durante esos treinta trágicos meses, estaban ebrios.
Los ideólogos anarquistas afirmaban, sin embargo, que los principios seguÃan a salvo y en perfecto estado, porque habÃa intervenido un factor imprevisto y "nuevo": la guerra y la intervención extranjera. ¡Como si en este mundo se pudiese liberar al proletariado en cualquier paÃs sin una guerra y sin una intervención extranjera!.
Pero dejemos a un lado a los anarquistas ministrables que no se dan cuenta de lo ridÃculo de su situación. Aunque sea en forma somera, sus cuentas han sido saldadas a lo largo de este trabajo.
Existen sin embargo, en España y en todo el mundo, grupos anarquistas de oposición, que condenan la polÃtica de la dirección de Ia CNT y de la FAI, y juzgan en términos severos las traiciones de GarcÃa Oliver y otros anarquistas ministrables. En un lenguaje a veces violento y apasionado, estigmatizan el reformismo, la lenidad de los comités de dirección anarquistas, pero ven el origen del mal en la no aplicación de la verdadera doctrina anarquista y en el hecho de que Ia CNT y ,la FAI han empezado a hacer "polÃtica" tal como la hacen desde siempre los marxistas. La CNT y la FAI, según ellos, seguÃan siendo revolucionarios hasta el 19 de julio. Mientras permanecÃan en el terreno de la acción directa y de la lucha económica, todo iba bien. Pero el mal ha empezado cuando los dirigentes de la CNT indiciaron sus compromisos con los otros partidos polÃticos. De compromiso en compromiso, los dirigentes anarquistas rodaron hacia el reformismo. Por ejemplo, según ciertos apasionados dirigentes de las Juventudes Libertarias, el primer error fue ya la creación de las organizaciones estatales como el Comité de Milicias Antifascistas. Era ya una obligación, era ya el Estado en potencia. No vale la pena hacer una revolución cuyo objetivo sea precisamente suprimir el Estado si el primer dÃa de la revolución se comienza a construir un nuevo aparato estatal. Y los Comités de Defensa en los que los anarquistas debÃan colaborar y por consiguiente efectuar compromisos con otros "polÃticos", ¿no fueron el inicio del deslizamiento de la CNT y de la FAI hacia esta misma "podredumbre polÃtica"? HabÃa que dejar libre curso a la iniciativa del pueblo, no debÃa romperse esa espléndida espontaneidad del 19 de julio. Ese dÃa, el pueblo, sin armas, ¿no destrozó en 24 horas en Barcelona el levantamiento de los militares? ¿No se lanzó a pecho descubierto contra el fuego de las ametralladoras? Y el pueblo venció. HabÃa que persistir en esta vÃa. No perder la confianza en el pueblo. Cuando se ha rozado la polÃtica, ¡se está perdido!, (al igual que los judÃos o los mahometanos se vuelven impuros si comen carne de cerdo, los anarquistas perdieron su pureza tras tocar la polÃtica). Esta fatal evolución de los luchadores anarquistas en tranquilos ministros ¿no es una demostración de lo que le espera a cualquiera cuando empieza a hacer "polÃtica"? La polÃtica es el arte de engañar a los demás. Siempre lo hemos dicho. ¿Es necesaria una nueva prueba de que la anarquÃa tiene razón?
Encontramos este razonamiento en varias revistas y fotos anarquistas, como "Ideas", que predican el retorno al anarquismo doctrinal puro. Refleja el estado de ánimo de los jóvenes anarquistas y también de algunos veteranos, se critican la actitud de los dirigentes reformistas de la CNT. Como ejemplo, podemos citar entre otras la critica efectuada por el anarquista americano Schapiro.
Para ilustrar mejor este razonamiento de los anarquistas, citaré las palabras que escuché en Barcelona de una anarquista culta y entregada a la causa.
En abril de 1937, cuando los consejeros anarquistas en la Generalitat aprobaron los decretos sobre la reorganización del orden interno en el sentido burgués[1], mi simpática anarquista estaba indignada: estaba sorprendida de la lenidad del Comité Regional, que no hacia pesar suficientemente su fuerza durante las crisis ministeriales de la Generalitat y que no sabia imponer un presidente cenetista en el Consejo de la Generalitat. La CNT debÃa tener, según ella, más carteras. Es verdad que diciendo esto, no estaba muy "a la izquierda". Pero un cuarto de hora después su izquierdismo y su "pureza" eran mas fuertes que el deseo de ver todas las ConsejerÃas ocupadas por los anarquistas. DecÃa: "Ahora soy mas anarquista que nunca: ¡Cuando se empieza a hacer polÃtica y a ocupar cargos públicos se ha caÃdo muy bajo! ¡Se ha de ser intransigente!"
Dieciocho meses mas tarde discutà con la misma anarquista en Barcelona. Su tendencia opositora, de anarquista de izquierda, se habÃa acentuado. Esa revolucionaria Ãntegra acababa por lo demás de salir de una cárcel privada de la "Cheka", acusada de espionaje.
En respuesta a mi argumentación contestaba: "Vosotros los trotskistas osáis hablar del fracaso del anarquismo en base a la experiencia ministerial de GarcÃa Oliver y Federica Montseny. !Con la misma razón podemos hablar nosotros del fracaso del marxismo basándonos en las experiencias de Blum, NegrÃn, Stalin o José DÃaz! DecÃs que el marxismo verdadero no ha sido aplicado en el curso de la revolución española; pues bien, ¡el anarquismo verdadero tampoco lo ha sido!"
Todo esto es muy bonito, muy conmovedor cuando se escucha de anarquistas jóvenes y apasionados; los argumentos parecen sólidos a primera vista, pero en realidad sólo son un castillo de naipes: basta tocarlo con un dedo y se cae. El razonamiento de los anarquistas de izquierda carece de un pequeño detalle: lo positivo.
Cuando nosotros, marxistas consecuentes, es decir partidarios de la IV Internacional, hacemos una critica de la polÃtica stalinista, reformista y anarquista (en el fondo era la misma polÃtica, Frente Popular) no nos contentamos con refutar, sino que señalamos el camino a seguir. Indicamos los métodos revolucionarios que pueden conducir al proletariado a la victoria. Estos métodos no los hemos inventado. Sólo expresamos la experiencia de la lucha de clases del proletariado internacional. Señalamos el ejemplo de la victoriosa revolución de octubre de 1917, señalamos este gigantesco paso adelante de la humanidad, el mayor que haya conocido la historia, aunque fuese seguido de una momentánea reacción stalinista. Decimos a los obreros: no sigáis la polÃtica de Frente Popular. Porque os conduce al abismo. Seguid el camino de Lenin y Trotsky a escala mundial, y os llevará a la victoria mundial, es decir la liberación de la humanidad del capitalismo. Y no nos contentamos con exponer esta idea general, indicamos al proletariado en cada situación concreta el paso táctico, el camino a seguir. DecÃamos: cuando GarcÃa Oliver pronuncio su discurso "Alto el fuego", el 4 de mayo de 1937, un discurso calcado del de Thorez "Es necesario saber terminar las huelgas", traicionó a los obreros de Barcelona. Pero al mismo tiempo añadimos: el deber de la dirección revolucionaria durante las jornadas de mayo era el de responder a la provocación stalinista burguesa con la toma del poder por el proletariado, que sólo tras haber establecido su dictadura podÃa llevar a cabo con éxito la guerra contra el fascismo. A los procedimientos del Frente Popular nosotros oponemos en cada terreno, ya sea el problema militar, económico o de otra Ãndole, los métodos revolucionarios cuya eficacia esta. verificada por la experiencia.
En vano buscaremos en los escritos crÃticos de los anarquistas de izquierda lo positivo, es decir, el camino que debÃa seguirse según los opositores. No la encontraremos por la sencilla razón de que no pueden hallarse sobre la base de las concepciones anarquistas.
La espontaneidad del 19 de julio, era realmente hermosa: ¡La iniciativa del pueblo, su heroÃsmo incomparable! Era una jornada grande e inolvidable para el proletariado, pero era una jornada, es decir, duró veinticuatro horas. Y una vez pasadas esas veinticuatro horas, el proletariado debe continuar luchando, pues es imposible derrocar al régimen capitalista en un dÃa ni en una semana. La clase obrera debe no solamente continuar luchando, sino organizar su lucha. Y cuando se pasa a la organización, cuando se ponen las manos en la masa, uno se ensucia enseguida. Se comienza a actuar y a adquirir responsabilidades, sobre todo en un perÃodo revolucionario, pues ya no es posible conformarse con hacer criticas al régimen capitalista: se empieza a hacer polÃtica. Es inevitable. Pero hay que hacer polÃtica revolucionaria.
Terminada victoriosamente la gran jornada revolucionaria, se retiran las barricadas, pero los combatientes de las barricadas que han escapado a las balas se encuentran al dÃa siguiente en las calles, y después en las fabricas. Para conservar sus victorias, deben formar organismos de defensa, juntas, comites. Y en estos comites, deben entrar necesariamente no sólo los obreros más avanzados, sino también los que están atrasados, imbuidos de mentalidad pequeñoburguesa. En estos comites los revolucionarios deben estar junto a los reformistas y los oportunistas, sobre todo cuando éstos últimos tienen influencia en el proletariado. Deben llegar a compromisos. Pero es preciso que lleguen a compromisos revolucionarios, es decir, a compromisos que favorezcan la lucha del proletariado, y no compromisos podridos que favorecen al enemigo, como los que han concluido los antiestatales GarcÃa Oliver y Federica Montseny. Los anarquistas de izquierda harÃan bien en releer "La enfermedad infantil del comunismo" de Lenin. HarÃan bien, sobre todo, en asimilar las lecciones de esta obra marxista. Ello les evitarÃa caer en divagaciones y les enseñarÃa el realismo revolucionario.
La revolución es 1a lucha por el poder. Esta lucha toma una forma aguda y sangrienta. El poder pasa de las manos de una fracción a las de otra, más revolucionaria o más moderada, de un modo distinto al mecanismo de la transferencia del poder de los conservadores a los laboristas en el régimen constitucional y parlamentario ingles.
Todo se apoya en el filo de la navaja: Los dueños de ayer transforman en prisioneros, y viceversa. Lenin decÃa que durante el periodo revolucionario, las cárceles son las antesalas de los ministerios ¡y de ahà deducÃa la necesidad del terror rojo!
Cuando los Mozos de Escuadra me pusieron en libertad, después de los hechos de mayo, me decÃan : "Hasta la vista" y añadÃan: "Hasta pronto, tal vez cambiaremos los papeles". En un periodo revolucionario el problema se plantea siempre: nosotros o vosotros.
Durante las jornadas de julio, y de un modo mas agudo todavÃa durante las jornadas de mayo, el problema del poder se planteaba para la CNT y la FAI. Tomar el poder o dejarlo a los otros: es decir, a la burguesÃa de izquierda y a los fascistas y a los stalinistas. No habÃa escapatoria. Durante los primeros meses que siguieron al 19 de julio, la dirección de la CNT cerraba obstinadamente los ojos para no ver la realidad. La realidad, en Cataluña, era el hecho de que dominaba toda la vida del paÃs, poseÃa las armas, y podÃa adueñarse del poder casi sin un disparo. Pero los dirigentes la CNT decÃan: nosotros solamente nos ocupamos de la economÃa, de los sindicatos y de las fabricas. El poder solo puede interesar a los ApolÃticos. Dejó pasar asà la primera oportunidad, la mas propicia. En septiembre en Cataluña, en noviembre en Madrid, los anarquistas, que repetÃan la idea de que un poder de los comités obreros era demasiado "estatista", comenzaron a trabajar en la reconstrucción del estado burgués. En el mes de mayo de 1937, la cuestión del poder se planteó nuevamente para la CNT, pero de forma aún más aguda que en julio. Los stalinistas habÃan pasado al ataque para desarmar a la CNT. Esta ultima debÃa tomar el poder o dimitir. Eligió la segunda vÃa.
¿Qué debÃa hacer la CNT según los anarquistas de izquierda? La mayor parte de los anarquistas de izquierda permanecen mudos y no responden a esta pregunta clave. Algunos de los oposicionistas llegan a la idea de la dictadura cenetista. Pero dicha idea es expresada de manera imprecisa. Al plantearla se acercan evidentemente a nuestros puntos de vista. Pero, ¿qué queda entonces del anarquismo?.
El único grupo oposicionista en el seno de la CNT que expresó ideas claras, sobre todo durante las jornadas de mayo, son los "Amigos de Durruti". Y se pronunciaron por una Junta Revolucionaria que debÃa tomar el poder, apoyándose en los comites y en los sindicatos. Desgraciadamente, los "Amigos de Durruti" se quedaron a mitad de camino en su crÃtica. Esperamos que en el futuro sabrán deducir las lecciones de esa trágica experiencia.
Si nos hemos detenido sobre las ideas de los anarquistas de izquierda, es porque sus ideas reflejan el sentimiento de la base de la CNT. Ahora bien, el futuro del movimiento obrero español depende en gran medida de la evolución de la base revolucionaria de la CNT y la FAI hacia posiciones revolucionarias, o sea hacia las posiciones de la IV Internacional.
Después de haber pasado revista a las ideas de los anarquistas de izquierda, deseamos detenernos en todos aquellos que, a escala internacional, han roto con el stalinismo pero que combaten sin embargo los métodos bolcheviques. Hemos analizado la polÃtica del POUM y hemos señalado lo que la distingue de la nuestra. No vamos por supuesto a discutir con los diferentes grupos "trotskistas-antitrotskistas". del tipo de Oehler, etc. Estos grupos no tienen por lo general ideas que oponernos, sino rencores personales: no se ha apreciado como se merecÃa su valor como dirigentes del movimiento obrero, se les ha subestimado... Por lo demás, parece ser que Trotsky no sabe tratar a los hombres. Critican nuestros "métodos de organización". Sin embargo, en lugar de criticarlos, harÃan mejor viniendo con nosotros para mejorarlos. Estamos dispuestos a aprender, pero no tenemos tiempo que perder...
A escala internacional se perfilaba, sin embargo, desde hace diez años, una tendencia de los "buscadores de dios". Llamamos asà a todos aquellos que han condenado el stalinismo pero creen que el origen del stalinismo se encontraba ya en el bolchevismo. Condenan no solo los métodos stalinistas, sino también su contrario, los métodos leninistas. Dicen que nuestro análisis de los errores stalinistas es superficial. No llegamos, según parece, a la raÃz del mal y nos detenemos solamente en sus consecuencias lógicas. Es el mismo Lenin, el que, según estos nuevos antibolcheviques, ha comenzado la contrarrevolucion en Rusia y ha preparado el camino a Stalin. Es necesario pues revisar no sólo el stalinismo, sino también el bolchevismo. Es preciso revisarlo todo. Algunos van incluso más lejos y afirman que las raÃces del mal se encuentran ya en varios errores de la misma concepción marxista. Entre los ideólogos de esta concepción "stalinismo igual a bolchevismo" podemos citar a Boris Souvarine[2] que, dicho sea de paso, ha terminado en el "Figaro". Pero no todos han tomado el camino del viejo periódico del gran perfumista francés[3].
Existen en todo el mundo varios miles de revolucionarios honestos que se hallan en una confusión ideológica sin precedentes. Ven adónde conduce el stalinismo, por el que sienten una repugnancia profunda y justificada. Pero después de haber rechazado el stalinismo, han comenzado a dudar de todo, del bolchevismo y del marxismo. Y buscan desde hace diez años nuevos métodos revolucionarios superiores al bolchevismo e incluso al marxismo. Algunos de ellos intentan extraer argumentos en contra del bolchevismo y de Lenin, en Rosa Luxemburgo[4]. Se apoyan en las divergencias entre Lenin y Rosa sobre cuestiones de organización, y también en las crÃticas hechas por Rosa a los métodos bolcheviques en su folleto "La Revolución Rusa". Estas ideas fueron expresadas en Francia por el grupo "Spartacus" que edita la revista "Masses" y en otros paÃses por grupos similares. Estos antibolcheviques quieren sacar de Rosa Lucemburgo argumentos contra la idea de una organización centralizada a la manera leninista. Combaten por consiguiente a la IV Internacional, que se apoya sobre las concepciones leninistas. Rechazando el bolchevismo, buscan nuevos métodos revolucionarios e incluso nuevos métodos de pensamiento, considerando, por ejemplo, que la dialéctica marxista se presta a demasiadas interpretaciones arbitrarias. No sabiendo a qué santo encomendarse, buscan un nuevo dios. Cuando hemos empleado para ellos ese termino que Lenin utilizaba contra el empirocriticismo y contra Lunacharski, no lo hemos empleado en el sentido peyorativo o por necesidades de la polémica. Los "buscadores de dios" son siempre una realidad en los periodos de confusión ideológica que siguen a las catástrofes. Y la caÃda de la ideologÃa del Comintern ¿no es una. catástrofe? Por lo demás es muy inteligente y noble verificar, querer profundizar las cosas, llevar lo mas lejos posible el análisis y sobre todo buscar. Pero lo que es mas difÃcil es encontrar.
No tenemos la intención en este trabajo de responder a todas las objeciones de los buscadores y de los revisionistas, que pueden, por lo demás, tener razón en algunas de sus criticas. No tenemos la pretensión de resolver aquà el problema de los pecados originales del bolchevismo, ni siquiera la de analizarlo a fondo. Deseamos solamente demostrar, a la luz de la trágica experiencia, que los "buscadores" y los revisionistas tiran el agua de la bañera con el niño dentro, mezclan la paja con el grano, y no han encontrado mejores métodos de estrategia revolucionaria ni nuevos métodos de pensamiento, y que durante la revolución española las ideas bolcheviques, que ellos critican precisamente como nefastas, han recibido una nueva confirmación.
l. La idea bolchevique sobre la necesidad de un partido revolucionario centralizado, de un partido de vanguardia del proletariado, ha sido confirmada una vez mas en la revolución española. Las condiciones objetivas para una revolución proletaria existÃan en España, como lo demostramos aquÃ. Sin embargo, se fue de desastre en desastre. Las ilusiones de ciertos revisionistas y de viejos sindicalistas de que organizaciones amplias, que engloban al conjunto del proletariado, como los sindicatos, son suficientes y pueden reemplazar al partido, deben ser rechazadas tras la experiencia de 1936-1939. Los sindicatos han jugado un gran papel en la revolución española. Por otra parte, todos los obreros españoles se hallaban sindicados después de julio. Los sindicatos supieron realizar una gran labor en el terreno económico. No supieron organizar al conjunto, ni resolver el problema del poder.
Un partido revolucionario, con su democracia interna, pero también con su centralización y su disciplina, es necesario si queremos evitar nuevas catástrofes en el futuro. El Partido Comunista era un partido disciplinado, pero su disciplina estaba al servicio de una polÃtica contrarrevolucionaria. Sin embargo, de ello no se desprende en absoluto que un partido centralizado y disciplinado sea inútil, sino precisamente lo contrario: sin partido disciplinado, no hay revolución victoriosa.
2. La espontaneidad de las masas no basta. ExistÃa en España. Gracias a ella asistimos al heroico 19 de julio y a las jornadas de mayo. Pero ello no puede bastar para organizar la revolución: es necesario un partido. A1 afirmarlo, no discutimos con aquella a la que Lenin llamaba "el águila de la revolución", sino contra quienes intentan extraer de sus concepciones argumentos para echar zancadillas e impedir la construcción de la IV Internacional.
La espontaneidad de las masas conduce a la centralización. Su combatividad a la creación de patrullas de control y milicias a las que es preciso centralizar dentro del marco de la dictadura del proletariado. La colectivización espontánea plantea la necesidad de una centralización, de un plan económico para el conjunto del paÃs. Para no desaparecer, las colectivizaciones deben incorporarse a los marcos de a economÃa socializada, es decir de una economÃa de perÃodo de transición.
3. El empleo de la violencia es inevitable en una revolución, no solamente violencia contra los fascistas y los enemigos declarados del proletariado, sino también, en una cierta etapa del desarrollo revolucionario, contra las corrientes reformistas y conciliadoras dentro de la clase obrera.
Todo el problema consiste en esto: ¿en qué sentido es empleada? ¿A qué fines polÃticos sirve? Los stalinistas empleaban también la violencia, pero al servicio de una polÃtica contrarrevolucionaria que se orientaba con la burguesÃa democrática, Chamberlain y el Papa. Pero si en lugar de dirección de la CNT hubiesen existido no estos charlatanes anarcoministros, sino jacobinos proletarios, esa dirección debÃa emplear en mayo la violencia revolucionaria para desbaratar la provocación stalinista, que representaba la influencia de la burguesÃa, las tendencias reaccionarias de Comorera, que frenaban la revolución.
¿Los bolcheviques fueron en Rusia demasiado lejos en el camino de la violencia revolucionaria contra los mencheviques? Es posible, pero eso estaba condicionado por sus dificultades. Se puede discutir sobre sus errores en este terreno. El periodo leninista de la revolución rusa, 1917-1923, no es una edad de oro. Aceptamos muchas criticas y aceptaremos muchas mas. Pero lo que si es seguro es que los revolucionarios se verán obligados, en el terreno del empleo de la violencia revolucionaria, a aprender de Lenin y Trotsky, más que a rechazarlos. Incluso en el seno del proletariado la democracia tiene sus lÃmites. Estos lÃmites deben ser determinados por las necesidades de la lucha revolucionaria.
4. El método materialista y dialéctico, es decir, el método marxista de investigación, es el único que nos permite orientarnos a la luz de la experiencia española. Carecer de él es como tener una venda en los ojos. Los stalinistas pretenden utilizar la "dialéctica" para demostrar que lo blanco es negro y que el Papa es amigo del proletariado. Pero ello no significa que el método dialéctico no responda a la realidad: pues no tiene nada que ver con los malabarismos stalinistas, sino que nos permite comprender los conflictos de intereses que se hallan en la base de todas las luchas ideológicas. Nos permite analizar las razones y la falsa utilización que de ellas hacen los malabaristas stalinistas. En la base de la "dialéctica stalinista", ese malabarismo que oscila entre la mÃstica idealista y la estafa sin escrúpulos, están los intereses de la casta burocrática.
El retorno de la ciencia a la alquimia, del marxismo al idealismo ciego de los anarquistas, por ejemplo, es imposible para el proletariado.
5. "Pero ¿vuestra dictadura y vuestros métodos no llevan fatalmente al Thermidor? Después de Lenin, Stalin: ¿No os desanima el ejemplo de Rusia?"
No aceptar la dictadura del proletariado con todas sus consecuencias, a saber: el partido centralizado, el terror rojo, la violencia contra el reformismo, es no aceptar la revolución. Es el comunismo libertario... en el cielo, y el Frente Popular en la realidad, y el mantenimiento de la democracia burguesa que conduce al fascismo. El proletariado es una clase que debe cumplir su misión histórica y liberar a la humanidad de las cadenas del capitalismo.
Thermidor no es el resultado del terror ni de la dictadura. La forma en que surge es la resultante de la dictadura; pero el Thermidor surgió a la superficie cuando las condiciones objetivas no permitieron que la revolución siguiera avanzando. El Thermidor ruso es el resultado de terribles derrotas del proletariado internacional y del aislamiento de la revolución rusa. La revolución española victoriosa podÃa haber sido un golpe tal vez mortal para el Thermidor ruso, es decir, el régimen de Stalin. La próxima revolución socialista en los paÃses capitalistas empujará a los obreros rusos a terminar con la pesadilla stalinista.
El peligro de degeneración en un paÃs aislado, en caso derrotas a escala internacional, existe evidentemente. Pero ello no es motivo para cruzarnos de brazos. Abandonar la idea de la dictadura, es decir, abandonar la revolución porque puede luego degenerar, es como abandonar la alegrÃa porque puede ir seguida de tristeza, y la vida, de muerte.
Pero la humanidad sigue hacia adelante, aunque con pausas que pueden durar decenas de años. El proletariado es una clase capaz de superar todos los Thermidores, todas las derrotas pasajeras, y de reventar el absceso stalinista. Liberará a la humanidad.
-------------------------------------------------
[1] Estos decretos sobre el orden público no pudieron aplicarse hasta después de Mayo de 1937. Para aplicarlos, habÃa que desarmar al proletariado de Barcelona (N. de A.)
[2] B. Souvarine fue uno de los fundadores del Partido Comunista Francés, que se alineó en los años 20 con las tesis de la oposición de Izquierda. Posteriormente rompió con el marxismo.
[3] René Coty, propietario del periódico "Le Figaro", y polÃtico conservador, era un poderoso industrial perfumista (N. de E.)
[4] Rosa Luxemburgo. Dirigente del partido Socialista polaco y del Alemán, con el que rompió por su posición socialpatriota durante la I Guerra Mundial. Fundadora junto con K . Liebknecht del grupo espartaquista, se adhirió a la Internacional Comunista, aunque discutiendo algunas cuestiones con el Partido Bolchevique. Fue asesinada en 1918 por la policÃa de los Socialdemócratas Ebert y Noske
XXI. - ¿POD�A HACERSE OTRA COSA?
¿PodÃa hacerse otra cosa? Es necesario hacer esta pregunta y responderla. Hay que responderla tanto más urgentemente cuanto que esta misma polÃtica, la del Frente Popular, es puesta. en práctica a una escala internacional en la que no puede sino conducir a los mismos resultados, es decir, a nuevas catástrofes. ¿PodÃa hacerse otra cosa? O sea: ¿podÃa aplicarse en España una polÃtica diferente a la del Frente Popular?
Los oportunistas, no sólo desde 1939, sino desde siempre, tienen la costumbre de justificar su polÃtica, es decir, sus propios crÃmenes, por las condiciones objetivas. Las condiciones objetivas, saben ustedes, no permitÃan una polÃtica revolucionaria. No, señores dirigentes del Frente Popular, están mintiendo: quieren ocultar sus traiciones tras las condiciones objetivas.
Si escucháramos las explicaciones de los jefes del Frente Popular, incluidos los anarquistas, si las tomáramos en serio, no podrÃamos sino desesperar de todo, desesperar de las capacidades revolucionarias del proletariado, de su porvenir, e incluso de su misión histórica.. No queremos abrigar ilusiones, nuestro deber es ver la realidad tal como es. Pero lo que era trágico en la revolución española no eran las condiciones objetivas, sino la estúpida y criminal polÃtica de los que pretendÃan dirigirla, y que, desgraciadamente, eran seguidos por las masas.
Según nuestros pequeños burgueses demócratas del Frente Popular, todo ha sido "fatal". Los republicanos y los socialistas justifican la derrota por la superioridad militar de los fascistas. Los comunistas, por la existencia (¡menudo descubrimiento!) de la burguesÃa, pro-fascista, que, con su polÃtica de no intervención, favorecÃa a Franco. Se olvidan de añadir que el gobierno Blum, que inauguró esta polÃtica, estaba también apoyado por ellos. Los anarquistas justifican sus capitulaciones y sus sucesivas traiciones por el chantaje que ejercÃan los rusos con las armas que enviaban a los republicanos. En cuanto al POUM, se une al coro fatalista y dice: eramos demasiado débiles y debÃamos seguir a los demás, y, sobre todo, no podÃamos romper la unidad. O sea, todo era fatal...
Lo que ocurrió tenÃa que ocurrir, y estaba escrito por adelantado en el Corán.
Lo que ha ocurrido debÃa ocurrir, pero es vuestra polÃtica, señores del Frente Popular, lo que lo ha hecho posible. El pensamiento marxista no es fatalista, sino determinista. A pesar de la importancia que los marxistas atribuyen a los factores económicos, la ideologÃa de los partidos en lucha y su polÃtica, a menudo retrasada respecto a las necesidades objetivas del desarrollo, pueden impedir el avance de la sociedad y la eclosión de una nueva economÃa.
En todo caso, en España, en julio de 1936, existÃan todas las condiciones objetivas para hacer triunfar la revolución proletaria. Franco no tenia detrás un poderoso movimiento de masas como Hitler o Mussolini. Su movimiento, a pesar de las apariencias exteriores, tenia y tiene mas bien un carácter reaccionario al viejo estilo que fascista. Una de las corrientes que lo apoyaban, la Falange Española, se parecÃa a las organizaciones fascistas italianas y alemanas. Pero la Falange Española no era una organización de masas. La fuerza principal sobre la que se apoyaba Franco era la vieja reacción clerical y feudal, odiada por el pueblo. El paÃs, el pueblo, los obreros, los campesinos, los pequeños burgueses, se habÃan levantado para acabar con esta España medieval. únicamente el freno del Frente Popular impidió que una revolución proletaria precediera al golpe de fuerza franquista. En respuesta a la rebelión de los generales, los obreros y los campesinos se levantaron para transformar al paÃs en el sentido de sus intereses. El proletariado disponÃa de un poderoso aliado en el campo. Es precisamente el carácter atrasado del paÃs, lo que permitÃa unir al movimiento obrero de las ciudades la revolución agraria en el campo.
DisponÃa de otro aliado en los movimientos nacionales catalán, vasco, gallego; y, por medio de una polÃtica de liberación colonial inspirada en el ejemplo de la revolución rusa, podÃa ganarse a los marroquÃes.
El aparato estatal de la burguesÃa se paso en su mayor parte del lado de Franco, pero en la zona republicana los obreros no tenÃan mas que soplar para destruir lo que quedaba del Estado capitalista y tomar el poder. La zona republicana se extendÃa al principio a los centros mas importantes del paÃs. Los antifascistas tenÃan las tres grandes capitales: Madrid, Barcelona y Valencia; las dos regiones mas industriales y decisivas: Cataluña y el Norte. Se habÃan levantado millones de hombres, no faltaban la iniciativa, la energÃa ni el entusiasmo. Solamente faltaba el partido revolucionario.
"Sin embargo, para luchar contra Franco, era necesaria la unidad. Era preciso encontrar una formula amplia que permitiese agrupar a todos los antifascistas, incluso a los mas moderados". Esta fórmula era precisamente el Frente Popular, dirán los abogados de la mayor traición que ha conocido la historia.
Ya hemos explicado que la "fórmula amplia" del Frente Popular no satisfacÃa a nadie. La unidad real no podÃa hacerse mas que sobre la base de la dictadura del proletariado.
"Pero las masas no estaban preparadas, estaban atrasadas y dominadas por ilusiones democráticas", dirán algunos de nuestros contradictores izquierdistas. Las masas tenÃan realmente ilusiones democráticas. Precisamente por ello llevaron al poder a los jefes del Frente Popular. Pero a pesar de que no tenÃan una clara conciencia de sus objetivos propios, demostraron, instintivamente, que tenÃan menos ilusiones que muchos de los jefes comunistas y anarquistas. No tenÃan ninguna confianza en la podrida república burguesa, ninguna en sus hombres, Azaña, Companys, etc... QuerÃan en el poder a comunistas y anarquistas. Fueron necesarios grandes y perseverantes esfuerzos de los dirigentes, sobre todo de los comunistas, que redoraban el blasón de los demócratas desacreditados, para hacer tragar a las masas el mantenimiento en el poder de un Azaña o de un Companys. Cuando las masas querÃan en el poder a Largo Caballero, GarcÃa Oliver y a la Pasionaria, estaban diciendo que querÃan la revolución proletaria.
Por lo demás, en los primeros meses que siguieron al 19 de julio, el Frente Popular no existÃa. Los hombres de la Esquerra casi no se atrevÃan a aparecer por la calle. Las masas habÃan entrado en el buen camino, en el de la creación de sus propios organismos de lucha, los comites. Fue necesario un esfuerzo de varios meses por parte de los dirigentes del Frente Popular para apartar a las masas de la vÃa revolucionaria y hacerlas volver a entrar en la órbita de la pasividad democrática.
En este punto, el ala izquierda del Frente Popular, es decir, los anarquistas y el POUM, nos responderán: "estábamos en minorÃa, no podÃamos llevar la lucha contra todo mundo a la vez, o sea, contra los fascistas, los republicanos, los socialistas y los comunistas".
Evidentemente. No se exigÃan de vosotros cosas imposibles, sino solo cosas posibles. Aunque se nos presente como terribles terroristas, a pesar de la estima y la devoción que tenemos por el eterno preso, no somos blanquistas[1], En la medida en que el POUM y los anarquistas estaban en minorÃa en el seno de las masas, no podÃan tomar el poder. Mucho antes de 1936, Lenin ya habÃa señalado el camino que deben seguir los revolucionarios en semejantes situaciones: ¡marchar separadamente, pero golpear unidos! :luchar junto a otras fuerzas antifascistas contra Franco, pero conservar la independencia, decir la verdad a las masas, denunciar a cada paso las dudas y las traiciones de los compañeros de viaje y en el proceso de la lucha común y de la crÃtica revolucionaria constante, ganarse a la mayorÃa del proletariado y del pueblo en general, y tomar el poder.
Pero ¿se podÃan llevar a cabo dos guerras civiles a la vez? En primer lugar: no habÃa elección posible. La guerra, unas veces sorda, otras abierta, en el seno del "campo gubernamental", no era una invención de los trotskistas , ni el resultado de las maquinaciones de Franco. Esta segunda guerra civil tenia su origen en las contraposiciones de intereses en el interior del Frente Popular. No se podÃa dirimir esta contradicción más que si una parte del Frente Popular prevalecÃa sobre otra. El ala derecha del Frente Popular no estaba atada por esta consideración unitaria. Libraba una guerra civil contra el ala izquierda, a la que querÃa y consiguió amordazar.
En segundo lugar, para ganar la guerra contra Franco, era necesario acabar lo antes posible con esta segunda guerra civil, la guerra en el seno del Frente Popular, pero acabar en beneficio del proletariado, el único capaz de ganar la guerra antifascista.
Los historiadores de la Revolución Francesa están de acuerdo en que la lucha de los Jacobinos contra los Girondinos aumentó la fuerza de Francia en su lucha contra la conjuración de los reyes. Durante la Revolución Rusa, la obstinada lucha de los bolcheviques contra los girondinos rusos, los mencheviques y los socialistas-revolucionarios, aumentó la fuerza del proletariado e hizo posibles las victorias del Ejercito Rojo sobre los blancos. Pero nuestros demócratas y sus servidores, debido a su naturaleza pequeñoburguesa, preferÃan la dulce unidad del Frente Popular que, en realidad, no era mas que una tapadera tras la cual cada uno tiraba hacia sus intereses.
"Pero España no estaba madura para una. revolución socialista, solamente estaba madura para una revolución democrática", cantaban los stalinistas, coreados por los socialistas. El argumento menchevique se nos sirve veinte años después en una situación análoga. ¿Estaba Rusia menos atrasada que España? Los mismos rasgos de colonia del imperialismo, la intervención extranjera, el carácter agrÃcola, los restos de feudalismo, todo esto existÃa también en Rusia. Ademas, que se nos explique cómo puede realizarse esta "revolución democrática" en el marco del régimen imperialista y en la época imperialista. Esperamos en vano estas explicaciones, y, sobre todo, esperamos en vano ver estas revoluciones democráticas triunfar y realizarse. En China, el aplastamiento de la revolución proletaria condujo al aplastamiento de todas las conquistas democráticas y a la dominación extranjera.
Lo que no estaba maduro en España era el partido revolucionario.
"¡Pero olvidáis la situación internacional, totalmente desfavorable a la revolución española! En Rusia era mas fácil. En 1917, los capitalistas luchaban entre ellos, no podÃan abalanzarse contra el bolchevismo... Ahora, en muchos paÃses domina el fascismo. En Alemania, en Italia, en Portugal, en toda la Europa Central. Incluso las democracias estaban contra nosotros. Además, en 1936-39, no habÃa guerra mundial" responden los que quieren justificar la traición. Y los anarquistas añaden: "Nosotros tenemos también a Stalin en contra nuestra"
Bien, todos estos hechos son verÃdicos, pero los revolucionarios no luchan en las condiciones creadas por ellos, tienen que luchar en las condiciones impuestas por las circunstancias. Las revoluciones no se hacen por encargo. Asà que no puede escogerse unas condiciones particularmente favorables para hacerlas, ni condiciones ideales: un paÃs económicamente desarrollado, un clima internacional perfecto, etc... Eso estarÃa muy bien, claro, pero no sucede asÃ. "Nuestro camino no es tan recto como la perspectiva Nevski". Lenin nos enseñaba que la revolución se hace posible en el paÃs en que la cadena del imperialismo es mas débil. Asà era en España en 1936. HabÃa que romperla.
Pero ¿era tan desesperada la situación internacional en 1936 para el proletariado español como la describen .estros demócratas del Frente Popular y sus asociados stalinistas y anarquistas? No habÃa guerra mundial, es cierto. ¿Pero es que el proletariado debe esperar una guerra mundial para hacer su revolución? Esta es una opinión, pero no es la nuestra. Según nuestra opinión, el proletariado debe hacer todo lo posible para impedir esta nueva carnicerÃa, adelantándose a ella con la revolución socialista liberadora. De esta forma salvará millones de vidas humanas, y, pesar de que seamos Aterroristas sin escrúpulos, esto tiene un sentido para nosotros.
Franco gozaba de un considerable apoyo internacional. Estaba apoyado por tres Estados y por poderosas oligarquÃas financieras. Pero ¿no podÃa el proletariado español encontrar ningún apoyo a escala internacional? Por medio de la polÃtica de Frente Popular, recibió desde fuera las Brigadas Internacionales, leche condensada y alubias en cantidades limitadas, armas de calidad mediocre vendidas a muy alto precio a cambio de una polÃtica de sabotaje a la revolución que acabarÃa por abrir las puertas a Franco. Pero la orientación revolucionaria, si hubiera sido adoptada por el proletariado español, le hubiera procurado también apoyos del exterior, y mucho más poderosos. En primer lugar, en la Francia de 1936, después de las huelgas de junio, traicionadas por los stalinistas, el proletariado tenÃa aún posiciones fuertes en el paÃs. Una revolución proletaria en un paÃs capitalista no puede dejar de tener repercusiones en otros paÃses. No siempre tiene la fuerza suficiente para provocar revoluciones en otros paÃses si las condiciones en estos no están realmente maduras. Pero provoca siempre corrientes de solidaridad activa, que pueden paralizar a la burguesÃa de esos paÃses, haciendo imposible su intervención reaccionaria. ¿Y no se podÃa desagregar el ejercito franquista?[2].
La "peste roja" tiene una fuerza de irradiación y de penetración. Sólo hace falta que sea auténtica. Naturalmente, la polÃtica de "no intervención", es decir, la pasividad por parte del proletariado internacional, que debÃa tomar ejemplo del fascismo e intervenir activamente en el conflicto español, era un duro golpe para la revolución. Pero la Ano intervención@ del proletariado se derivaba del conjunto de la polÃtica de Frente Popular aplicada internacionalmente. Esta no intervención no excusa al Frente Popular español, tan sólo amplÃa las responsabilidades del crimen. No sólo es el Frente Popular español el que por su orientación ha trabajado para Franco sino el Frente Popular en todos los paÃses. "Frente Popular en el mundo entero", según la fórmula de Dimitrov. Los responsables no son solamente NegrÃn y José DÃaz, sino también Blum, Thorez, y el maestro de este ultimo, Stalin. El Frente Popular, y sobre todo el Partido Comunista, exigÃan la retirada de España de las tropas extranjeras, contentándose con esta exigencia platónica pero, entretanto, no hacÃa sino sellar la unidad de la nación francesa, es decir, sometÃa al proletariado francés a la burguesÃa. De esta forma, creaba un clima pro-fascista en Europa. Una polÃtica revolucionaria en España podÃa, sin embargo, asestar un golpe terrible a la reacción europea, y también crear problemas a los dirigentes conservadores del Frente Popular en otros paÃses. ¿Quién dice que si los obreros franceses se hubieran dado cuenta de que era la dictadura del proletariado lo que estaba instalándose en Madrid y Barcelona, es decir, una nueva y más poderosa Comuna, hubieran permanecido pasivos durante años? ¡Incluso Thorez y Costes hubieran tenido quizá dificultades para acabar con las huelgas! ¿Y acaso la Italia fascista y la Alemania hitleriana constituyen bloques homogéneos, sólidos, a toda prueba? A pesar de que los stalinistas, predicando su nacionalismo, hacen todo lo posible para hacer más sólidas las dictaduras fascistas y crear alrededor de ellas un clima favorable, nosotros no creemos que el régimen de Hitler tenga, como afirma Goebbels, la existencia asegurada por mil años. No la hubiera tenido tal vez ni por mil dÃas de triunfar la revolución proletaria en España.
Un decreto del gobierno proletario sobre la liberación del Protectorado, que debÃa ser seguido por una propaganda revolucionaria en Marruecos, podÃa abrir la brecha en áfrica del Norte y despertar al mundo árabe contra el imperialismo europeo. Si se penetrara en el Marruecos español, podÃa despertar el Marruecos francés. ¿No perviven allà los recuerdos de la lucha liberadora de Abd-el-Krim? ¿Hemos olvidado esa lucha que trastornó a las cancillerÃas europeas?
Evidentemente, para llevar adelante esta polÃtica inspirada en el ejemplo de la Gran Revolución Rusa, a cuyo espÃritu sigue fiel la IV Internacional, era preciso no tener miedo a disgustar al capitalismo internacional y a sus criaturas, Hitler, Mussolini, Chamberlain, Daladier y el Papa, era preciso, no solo estar dispuesto a disgustarlo, sino también a abatirlo.
APuede que tengáis razón, dirán los anarcoministros, pero nosotros tenemos tambien a Stalin contra nosotros, y el tenÃa armas de las que nosotros carecÃamos. No puede ponerse en duda que nuestra intención no es defender el chantaje de Stalin en lo que concierne a la venta de armas a la España republicana. Sin embargo, Garcia Oliver intenta justificar sus sucesivas capitulaciones por el chantaje stalinista, esquivando de esta forma su propia responsabilidad. La burguesÃa internacional no es omnipotente, no siempre puede hacer lo que quiere. Stalin no es omnipotente; sus planes también pueden ser desbaratados. Hasta el presente, sus planes eras desbaratados generalmente por la burguesÃa internacional, pero los planes del "padre de los pueblos" también pueden serlo, y lo serán, por el proletariado revolucionario. A1 igual que el Papa o Chamberlain, Stalin también puede tener problemas con la revolución proletaria triunfante en España.
La burocracia soviética, esencialmente conservadora, tiene intereses contrarios a los del proletariado internacional, pero sin embargo se apoya sobre la base de un Estado obrero, de una economÃa socializada. Su actitud depende finalmente en cierta medida de la actitud del proletariado ruso y de la opinión del proletariado internacional. Aunque continuamente le engaña, no quiere, sin embargo, que se dé cuenta. En definitiva, a pesar de sus traiciones, la burocracia soviética no está suspendida en el aire, sufre la presión del proletariado internacional.
¿DejarÃa Stalin de enviar armas si el control ideológico y policiaco se le escapase en España? No es seguro. A pesar de sus traiciones, Stalin pretende ser el "jefe del proletariado internacional" e incluso a veces "el jefe de la revolución internacional". Si en España triunfara la revolución socialista, Stalin se verÃa obligado a escoger entre ella y el fascismo. Teniendo en cuenta la clientela sobre la que se apoya, le seria difÃcil escoger el fascismo. DifÃcilmente podrÃan comprender esto los obreros rusos y del mundo entero. De cualquier forma, el antiestatista GarcÃa Oliver tenÃa en las manos un poderoso medio para desenmascararlo, mucho mas poderoso que un articulo teórico sobre la superioridad de la doctrina de Bakunin sobre la de Marx.
"Pero entretanto no se trataba de desenmascarar, sino de poder oponer los tanques antifascistas a los de Franco", responderá el abogado del anarcoministerialismo. Es cierto. Los anarquistas, desde el momento en que no poseÃan la dirección, los revolucionarios en general, desde el momento en que no poseÃan el poder, no debÃan oponerse al hecho de que el gobierno republicano comprara armas y las recibiera de Stalin, e incluso del diablo o de su abuela, pero debÃan conservar su independencia, proseguir con la crÃtica revolucionaria (que también es una poderosa arma), y, gracias a ella, tomar el poder y también adueñarse de las armas de Stalin. Durante las jornadas de mayo en Barcelona, vi a muchos militantes anarquistas emplear autenticas armas rusas contra el ataque reaccionario. Enviándolas, Stalin seguramente no habÃa previsto que su fusil ametrallador podÃa cambiar de manos y ser dirigido en esa dirección. Pero si hubiese existido en España un partido revolucionario, hubiera podido apoderarse no sólo de los fusiles ametralladores rusos, sino también de todas las armas vendidas por Stalin, y también por otros especuladores extranjeros.
"Pero si los anti-stalinistas, ya sean anarquistas, poumistas o trotskistas, estuviesen en el poder, Stalin no enviarÃa ni un solo cartucho más", prosigue nuestro contradictor y abogado del anarcoministerialismo. Admitamos la peor eventualidad. Ya no tenemos cartuchos de Stalin, Chamberlain esta aún más enfadado con nosotros, quizá furioso, y el Papa nos denuncia en una nueva encÃclica. Todo esto parece triste y terrible, pero hay que aceptarlo si se quiere luchar seriamente contra el capitalismo y su arma preferida, el fascismo. Si hacemos depender nuestra actividad del consentimiento de Stalin, Chamberlain, Pio XI o XII, debemos abandonar toda veleidad revolucionaria y aceptar el Frente Popular o cualquier otra cosa semejante. Pero el Frente Popular, aunque satisface temporalmente a Stalin (aún no sabemos cuál será su nuevo giro), no satisface en absoluto ni a Chamberlain ni al Papa, desmoraliza al proletariado, y abre las puertas al fascismo.
Comprometiéndose en la vÃa revolucionaria, destruyendo el Estado capitalista, construyendo el poder de los comités obreros, una dictadura del proletariado, resolviendo todos los problemas candentes de la sociedad española por medio de reformas revolucionarias, llevando la revolución agraria hasta el final, liberando a las nacionalidades oprimidas, liberando a las colonias, orientando la lucha contra Franco sobre la vÃa de la revolución socialista europea y mundial, el proletariado español hubiera conquistado triunfos mucho más poderosos que los tanques de Stalin[3].
Pero llegando a este punto, el coro unido de los NegrÃn, álvarez del Vayo, José Diaz y GarcÃa Oliver, responde: "HabÃa demasiados obstáculos a superar, demasiados enemigos a vencer..."
Ciertamente, no faltaban enemigos de la revolución española, y quizá sus enemigos más pérfidos y más peligrosos se encontraban en el Estado Mayor del ejército republicano y en el "Gobierno de la Victoria".
Nosotros, los marxistas de la IV Internacional, no damos ninguna garantÃa al proletariado de que nuestros métodos le asegurarán fáciles victorias. Semejantes garantÃas no existen en una revolución que es un riesgo. Sin embargo, nosotros decimos, basandonos en trágicas experiencias: "El método del Frente Popular os conduce hacia el fascismo con una lógica implacable. Nuestra vÃa, inspirada en el ejemplo de la primera revolución proletaria victoriosa, de 1917, la vÃa de la lucha implacable contra todos los enemigos del socialismo, es una vÃa difÃcil. Pero es la única."
-----------------------------------------------
[1] Blanquistas: partidarios del revolucionario comunista francés Louis Blanqui, a quien se denomina "L'Enfermé" -el "eterno preso", porque pasó cerca de la mitad de su vida en la cárcel (N. De E.).
[2] Ver el capitulo: "¿PodÃa desagregarse el ejército franquista?" (N.d.A.).
[3] Por lo demás, en España misma podÃan producirse carros de combate y en general, municiones. Ver el capitulo: "La industria de guerra". (N.d.A.). |
Comentaris
Re: El Frente Popular abrió las puertas a Franco
|
per villajunior and heredeus |
25 des 2003
|
Cuando nosotros, marxistas consecuentes, es decir partidarios de la IV Internacional, hacemos una critica de la política stalinista, reformista y anarquista (en el fondo era la misma política, Frente Popular)... coincidimos con unos de los padres de la modelica transicion española y hoy llamado, despues de otros significados honorificos cargos, a dirigir el aparato de prensa y propaganda del actual regimen politico español, el mafioso Martin Villa..., coincidimos, tambien, con gloriosos teoricos del aparato teorico de nuestro Furher del IV reich, Arbusto junior. |
Re: ¿¿¿y dónde estabais vosotros para cerrarla???
|
per Andreu Nin no era troskista |
25 des 2003
|
Recuerdo como un tal David, nos explicaba historias como estas, en las que los marxistas de la IV Internacional fueron los únicos revolucionarios, al contrario que vosotros, no nombraban ni por casualidad a la CNT, no sea que saliese en la historia y parecía que el POUM, era el único y verdadero motor revolucionario. Mal que os pese, ese momento revolucionario, si tuvo algo revolucionario, fue anarquista y eso es lo que os duele a todo el espectro de marxistas autoritarios. Qué diferentes ven la historia Orwell y vuestro camarada Casanova, que por lo que explica, estaba demasiado cerca siempre de los cargos políticos y por eso los conocía tanto. Federica, Oliver, Santillana,... son sólo un@s anarquistas más, y pese a ell@s, el pueblo hizo su revolución que luego ya os encargasteis, entre estalinistas, y todo tipo de burgueses y marxistas de ahogar entre vuestras manos y con vuestras influencias en la europa que se llamaba democrática. Que la CNT cometió errores históricos, eso no lo puede negar nadie, pero paradójicamente, tras la muerte de Franco y a partir de eso que han llamado transición y luego en esta grotesca dictodemocracia, los que se llaman seguidores de la IV Internacional han intentado copar los puestos de los sindicatos y de los ayuntamientos y ya vemos como nos ha ido. El estalinismo tenía la perversa habilidad de manipular las fotos y vosotros la de interpretar la historia bajo unos intereses que os sitúan como los únicos que no traicionaron el sentimiento revolucionario. En esa pureza os pareceis a un reciente grupito de infortunado recuerdo y que se hacía llamar MAR. La CNT, en mejores o peores condiciones y para bien o para mal, está ahí todavía y vosotros teneis que seguir mendigando militancia entre es@s anarquistas tan "malos y reformistas" que no hicieron lo que tenían que hacer y que vosotros tampoco hicisteis aunque nadie os lo eche en cara. Ya sé que manipular la historia de la manera en que la nada se convierta en todo, lleva tiempo, pero ese al que llamaron Alejandro el Magno (para otros era el bárbaro), o Julio César, o Marx o Trosky o Stalin,... son todos historia y a los marxistas, de uno u otro pelaje, en la calle sólo se os ve en determinadas y multitudinarias ocasiones. ¿Dónde está hoy vuestra lucha contra el capital? (se aceptan respuestas).
Salut! |
Re: El Frente Popular abrió las puertas a Franco
|
per villajunior and heredeus |
25 des 2003
|
veamos que da el debate ideologico entre los verdaderos marxistas de la verdadera internacional y los verdaderos antimarxistas de la verdadera anticomunista cnt
todo sea que de esta pida por favor una beca a la FAES del asnar para poder llevar a mis niños a un colegio del opus |
Re: El Frente Popular abrió las puertas a Franco
|
per chorradas |
25 des 2003
|
Quien abrió las puertas a Franco fueron las políticas cobardes de las "democracias" vecinas,Inglaterra y Francia,que en el fondo preferían un Gobierno fascista que uno rojo.Y la ingente ayuda del superpoderoso Ejército nazi,ayudado por Mussolini y sus tropas.
No falseemos la Historia, que ya está bastante clara y no engañais a nadie ! |
Re: El Frente Popular abrió las puertas a Franco
|
per (...) |
25 des 2003
|
"[....]
A medida que han transcurrido las semanas y los meses de la actual lucha, se ha ido precisando que la guerra que sostenemos con los fascistas no tiene nada en común con las guerras que se declaran los Estados.
[....]
Los partidos pequeño-burgueses y los marxistas oficiales son los que ponen más calor en disociar la revolución de la guerra. Nos dicen a los anarquistas que aguardemos a hacer la revolución hasta que hayamos ganado la guerra. Nos dicen que no seamos impacientes, que habrá tiempo para todo. Pero mientras tanto, los defensores de que se aplace la revolución para después de la guerra, procuran monopolizar los lugares de mando y los resortes del poder, con objeto de yugular la revolución.
Los anarquistas no podemos hacer el juego de quienes pretenden que nuestra guerra es tan solo una guerra de independencia con unas aspiraciones tan solo democráticas. Y a esas pretensiones contestaremos nosotros, los amigos de Durruti, que nuestra guerra es una guerra social.
La lucha armada que sostenemos los trabajadores en españa, es de un matiz idéntico a la epopeya de los trabajadores parisienses que, en el siglo XVIII, ofrecían sus vidas contra la oligarquía de las testas coronadas. Nuestra guerra es un símil de la Commune de Paris. Nuestra guerra posee el mismo sentido social que la lucha que sostuvieron los trabajadores rusos contra el mundo entero.
No es posible examinar la guerra sin hablar al mismo tiempo de la causa que la engendró. Algunos críticos de la hora actual tratan de presentar nuestra guerra como una consecuencia del levantamiento militar. Bajo el aspecto material, es cierto. Fué un caso de defensa legítima que abrasó a España entera al cabo de unas horas.
Pero hay que recapacitar. El malestar español parte de siglos. Nos tendríamos que remontar a lejanas fechas para demostrar que en España está planteado un litigio que no supo resolver la pequeña burguesía y que por incapacidad y cobardía de la mesocracia le ha tocado el turno al proletariado.
Partamos tan solo de las Cortes de Cádiz, y a través de la hilada de fechas llegamos al 19 de julio con una gravedad tal que es imposible afirmar que si los militares no se hubiesen echado a la calle, nosotros, los anarquistas, no hubiéramos empuñado las armas. Estoy completamente seguro que si los generales asesinos no hubiesen provocado esta guerra cruenta, también se habría producido un choque, que fue ahogado en abril y en octubre con raudales de sangre, en febrero, y que en julio ha alcanzado la extensión que abarca el drama español.
Las razones históricas abundan en que la clase trabajadora está luchando por el aplastamiento de sus enemigos seculares que son los latifundistas, la iglesia, los militares, el capital financiero, los agiotistas, y lucha también por la desaparición de los organismos estatales, de cuyos resortes quisiera aprovecharse la pequeña burguesía para afianzar unos cuantos privilegios. Y a estos enemigos del proletariado se ha de agregar el capital internacional que en esta hora grave presta su apoyo incondicional al fascismo español.
¿Puede tolerarse que, después de nueve meses de una guerra bestial que asesina a nuestros niños y a nuestras mujeres de una manera sádica, se diga que ya hablaremos más tarde de la revolución?
[....]
No. Los combatientes, los trabajadores que se parten el pecho en las trincheras, no comparten este criterio contrarrevolucionario."
-
Los amigos de Durruti
- |
Re: El Frente Popular abrió las puertas a Franco
|
per Snif |
25 des 2003
|
Lo que me intriga a mi es donde se ha metido esa aplastante mayoria anarkista del proletariado que existia en cataluña durante la guerra porque yo a día de hoy lo que veo es una muy pero que muy minoritaria minoria anarkista, que además está no está compuesta por proletarios, mientras la izquierda pequeñoburguesa de ERC-PSC-IC sigue ahí. |
Re: El Frente Popular abrió las puertas a Franco
|
per un@ de kaosenlared.net |
26 des 2003
|
Algunos se encierran en el pasado para no afrontar el presente!!!
La CNT tuvo sus aciertos y sus errores, al igual que el PSUC-PCE, PSOE, ERC, POUM o BOC o UGT, y son historia y son debates interesantes, sobretodo para los historiadores, pero recuperar la memoria histórica no debe ser un ejercicio para perpetuar el enfrentamiento, ni las autojustificaciones, sino un análisis de las actuaciones de todos y todas que nos conduzca a conocer sus deseos, sueños y luchas no para repetirlas, sino para asumir que el mundo nuevo con el que todos ellos soñaban aún esta por venir y que este evidentemente no vendrá solo.
http://www.kaosenlared.net |
Re: El Frente Popular abrió las puertas a Franco
|
per trotsko |
26 des 2003
|
La CNT tuvo muchisimos errores y el PCE los aprovechó todos... y no es para eternizar la discusión, pero si se dieran las mismas condiciones de entonces... los anarquistas cometerian los mismos errores? |
mareando la perdiz...
|
per la perdiz |
26 des 2003
|
Por mucho que querais marear la perdiz... la acción de la CNT y sus componentes durante la guerra tiene una explicación muy lógica, desde el punto de vista de las gentes que lo vivieron. Si quereis conocer los pormenores, solo teneis que leer las memorias de aquellas gentes y entrecruzar datso. Os dareis cuanta de muchas cosas que son compliocads de explicar aquí en detalle. Per será un ejercicio interesante de cara a desenmascarar estos extraños intentos de revisionismo histórico... ¿porqué? pues porqué un pequeño detallito sin importancia, explicado de sgún que forma, cambia absolutamente el sentido de algo.
Os recomiendo el esfuerzo de leer "EL ECO DE LOS PASOS" de Juan García Oliver... y ale a sacar conclusiones.
PD: pensaba que el oro de moscú se acabó hace ya tiempo..pero veo que todavía da para pagar alcahuetes. |
Re: El Frente Popular abrió las puertas a Franco
|
per trotsko |
26 des 2003
|
Aplícate el cuento... La revolución fué traicionada por los estalinistas delante de las narices de los dirigentes anarquistas abrumados por sus propias contradicciones... |
lo siento...pero discrepo
|
per la perdiz |
26 des 2003
|
Lo de dirigentes anarquistas... habróía que especificarlo... puedes decir que la CNT en el momento no era ni mucho menos un movimiento monolítico (ok, nunca lo fué)pero separar lo de dirigentes del resto de adherentes al sindicato...creo que te equivocas. Al igual que los sectores que opinaban de otra forma, los "dirigentes" contaban con el respaldo de buena parte de la organización. No creo que se pueda hablar de unos dirigentes que actuan de espaldas a su organización... a no ser que hilemos más fino y hablemos de la puñetera Federica ...
Salud! |
Re: El Frente Popular abrió las puertas a Franco
|
per Pca |
26 des 2003
|
Quin aburriment. Creixeu d'una fotuda vegada!! |
Re: El Frente Popular abrió las puertas a Franco
|
per marxista, comunista y amigo del anarquismo abierto |
26 des 2003
|
Pues sí. Qué aburrimiento. El anarquismo ortodoxo me da tanta pena como el comunismo ortodoxo. Ese anarquismo, que sólo comparten 10 personas en todo el país, todavía ve en los Birgadistas Internacionales a pérfidos reformistas. Patético.
El Frente Popular estuvo bien. Ojalá hubiera prosperado. Hubieran cambiado muchas cosas, y la mayoría de las reinvindicaciones anarquistas hubieran sido colmadas, de no ser por la intromisión del fascismo unido y unitario. |
Re: El Frente Popular abrió las puertas a Franco
|
per el mismo del último mensaje |
26 des 2003
|
Y porqué estuvo bien el Frente Popular?
Pues porque estaba empezando a construirse un Estado social, en el que la gran propiedad terreteniente desaparecía, y los privilegios caciquiles y eclesiásticos se iban a acabar, por la vía de un nuevo sistema económico, basado en elevar las tasas a los ricos, para construir la Escuela Popular y la primera seguridad social.
El aporte anarquista fue impresionante, y sólo los majaderos se opusieron a ello. Acceso al voto femenino, aborto libre, educación no sexista, más fuerza a las municipalidades, descentralización del Estado....
Yo creo que hay que invetigar más en la unidad que existió entre comunistas (que aún no sabían quien era Stalin), marxistas, socialistas y anarquistas e internacionales. Unidad que, en mi modesta opinión, existió. Incluso en la consecución de los objetivos finales y, obviamente, de los objetivos a corto plazo, que no eran otros que derrotar al fascismo en España. Se ha dicho, muy a la ligera, que para los anarquistas "primero iba la revolución y luego la guerra" y que para los diferentes comunismos lo esencial era ganar la guerra y luego construir la revolución, que, muy a la ligera también, se ha afirmado que debía seguir el modelo soviético.
Pues yo que hubiera sido una revolución diferente y mejor. Fruto de las especificidades objetivas del medio y sus sociedades. Y creo que muchos anarquistas, la mayoría, querían ante todo derrotar al fascismo milenario que atenazó generaciones enteras en el más absoluto de los oscurantismos. |
Re: El Frente Popular abrió las puertas a Franco
|
per el mateix |
26 des 2003
|
Es más. Pienso que la revolución española, si es que se la puede llamar así, hubiera tenido un cáriz parecido al de las revoluciones de liberación nacional de Cuba, Nicaragua, Vietnam...sólo que adelantado en el tiempo, y por lo tanto, y de no haber sufrido los embites de la Segunda Guerra Mundial, que hubiera machacado a una supuesta España antifascista, hubiera sido mejor. Seríamos otros, en suma.
Pero eso es historia ficción que, en todo caso, da para pensar de cara al futuro. La idea principal es: unidad. |
Re: El Frente Popular abrió las puertas a Franco
|
per (...) |
26 des 2003
|
[...]
La Agrupación de Los Amigos de Durruti fue un grupo de afinidad, como tantos otros existentes en los medios anarcosindicalistas. No estuvo influida, ni poco ni mucho, por los trosquistas, ni por el POUM. Por supuesto, conocían los trabajos de economía de los más destacados teóricos anarcosindicalistas de los años treinta, como Pierre Besnard y Christian Cornelissen, y apreciaban las obras de Malatesta y Mella. Su ideología y sus consignas fueron típicamente confederales; en ningún momento puede decirse que manifestaran una ideología marxista. En todo caso demostraron un gran interés por el ejemplo de Marat durante la Revolución Francesa, y quizás podría hablarse de una poderosa atracción por el movimiento asambleario de las secciones de París, por los sans-culottes, por los enragés, y probablemente por la lectura de la Historia de la Revolución Francesa redactada por Kropotkin.
Su objetivo no fue otro que el de enfrentarse a las contradicciones de la CNT, darle coherencia, y arrancarla del dominio de personalidades y comités de responsables para devolverla a sus raíces de lucha de clases. Su razón de ser fue la crítica y oposición a la política de permanentes concesiones de la CNT, y por supuesto a la COLABORACIÓN de los anarcosindicalistas en el gobierno, central y de la Generalidad. Se opusieron al abandono de los objetivos revolucionarios y de los principios ideológicos fundamentales y característicos del anarquismo, del que habían hecho gala los dirigentes de la CNT-FAI, en nombre de la unidad antifascista y la necesidad de adaptarse a las circunstancias. Sin teoría revolucionaria no hay revolución. Si los principios sólo sirven para ser desechados al primer obstúculo que nos opone la realidad, quizás sea mejor reconocer que no se tienen principios. Los máximos responsables del anarcosindicalismo español se creyeron hábiles negociadores, y fueron manipulados como títeres. Renunciaron a todo, a cambio de nada. Fueron unos oportunistas, sin ninguna oportunidad.
[...] |
Re: El Frente Popular abrió las puertas a Franco
|
per JA JA JA |
26 des 2003
|
"Es más. Pienso que la revolución española, si es que se la puede llamar así, hubiera tenido un cáriz parecido al de las revoluciones de liberación nacional de Cuba, Nicaragua, Vietnam..." |
Re: El Frente Popular abrió las puertas a Franco
|
per trotsko |
27 des 2003
|
Yo también me río para no llorar... los pobres comunistas del PCE i del PSUC no conocian a Stalin!!! juajuajua... santa inocencia!!! El Ejército Popular aniquiló a la revolución (si, si, revolución, se le puede llamar asi) y sin revolución no había nada ya que ganar... |
Re: El Frente Popular abrió las puertas a Franco
|
per arnold von schligster |
27 des 2003
|
Rescatar del olvido
Iñaki Egaña
izaronews.org
En este último año, por razones diversas, he tenido la suerte de participar en un equipo de historiadores y arqueólogos que investigan y recuperan los restos de ciudadanos vascos y españoles fusilados y enterrados en cunetas y veredas hace más de 65 años.
Los verdugos de esas víctimas sin nombre gobernaron durante el franquismo y a sus descendientes aún les sentimos, con temor, su respiración. Seguimos sin darles la espalda. La tarea de exhumación es lenta, ardua y complicada, aunque siempre justificada.
Los fracasos, que los hay, quedan cicatrizados cuando rescatamos del olvido a un miliciano o a un gudari. A un párroco que fue ejecutado por confiar en quienes no debía, a una mujer que, desgarrada por la marcha de sus hijos al frente, gritaba su desesperación y fue castigada por ello. A un joven lleno de ilusiones al que cercenaron no sólo sus alas sino también los latidos de su corazón.
Traer al presente aunque sea por unos minutos la memoria de aquellos anónimos compañeros, devolver a sus descendientes los restos y los símbolos que han reposado bajo tierra maldita durante tanto tiempo, merece la pena. No espero más. Durante este tiempo, he recibido llamadas de descendientes de vascos dispersos por América.
Desde México, desde Argentina, desde EEUU... Buscan restos de los suyos, señales de que una vez existieron. Lo hacen con una vehemencia que me parte el alma.
¡Cómo no ayudarles! ¿Cuántas noches, desde Buenos Aires, habrá llorado de impotencia ese hijo al que robaron a su padre para fusilarlo contra una tapia en Hernani? ¿O cuántas veces, desde California, habrá suspirado esa mujer, ya anciana, a la que hurtaron la sonrisa de su hermano, secuestrado y arrojado a una sima aún sin localizar? Son los nuestros los que nos faltan, que aún deambulan por los bosques colmados por la niebla. Los nuestros, de verdad. Aunque también hay otros de los nuestros cuya memoria abrasa. Aquellos que hicieron el viaje contrario y llegaron a nuestra tierra para quedar en ella. Para siempre.
Hace unos meses encontré a uno de ellos. Fue detenido en septiembre de 1936. Entre los montes que separan a Gipuzkoa de Navarra. El paraje excepcional. Bosques de hayas, cromlechs silenciosos, piedras ocultas por el musgo y caballos trotando por las laderas de los collados verdes. Fue detenido por esos a quienes seguimos sin dar la espalda. Le encerraron en un caserío a cuyos moradores también habían intimidado. El miliciano compartió sus últimas horas con los niños de ese caserío que sólo hablaban en euskara. Luego fusilado y enterrado a cien metros de aquella cocina en la que se cruzaron aquellas miradas y para que esos niños convivieran con esa pesadilla el resto de sus días. Acabamos de recuperar sus restos. En ese rincón casi sublime. Y sabemos que el joven al que cortaron sus ilusiones era de origen francés, de Burdeos, que tenía una hija de corta edad a la que no vería jamás. Llegó a Euskal Herria y se quedó en nuestra tierra hasta la eternidad. Hemos recuperado sus restos, hemos eliminado unas pocas letras al grueso libro del anonimato. Pero su memoria todavía abrasa. |
Re: El Frente Popular abrió las puertas a Franco
|
per . |
27 des 2003
|
Trotsko, vives en el equívoco. La revolución popular a la que aludes fue cosa de muy pocas personas. Era una quimera, teniendo en cuenta la personalidad crédula para con las certezas reaccionarias de los pueblos de España.
Segundo: mucha gente, partidaria de Moscú, se enteró de quien era Stalin cuando, en 1956, Krutchev condena las políticas imperialistas del dictador desde el Consejo Supremo de los Comisarios del Pueblo. A partir de ése momento, se desvelan las purgas generadas por los Procesos de Moscú, y el papel de Stalin en España, entre otras cosas. El proceso de condena hacia la figura de Stalin, muy popular sin embargo en Rusia, consistió en una maniobra autocrítica muy en boga en aquél parlamento multitudinario.
Muchos del PCE y PSUC de aquélla época se han arrepentido de pasajes históricos relacionados con las obsesiones estalinistas, que tanto tiempo y energía hicieron perder. La pregunta es: ¿en la CNT y en la FAI ha habido autocrítica, para con sus propios asesinatos indiscriminados y maniobras de desunión y falta de cooperación social, en momentos cruciales de la guerra?
Para mi lo que queda es lo que hay. Y lo que hay se cimenta sobre las masacres y las demonizaciones introducidas por el franquismo, que ése sí que mató a saco en este país, y acabó con casi todo apoyo el popular hacia la izquierda, por la vía del miedo y la represión. Los bombardeos aéreos, los fusilamientos, las fosas comunes, las prisiones franquistas....el HORROR. |
del 20-j a la guerra de Irak (mas lo pasado y lo venidero)
|
per villajunior and heredeus |
27 des 2003
|
los viejos textos gozan de plena actualidad gracias, sobre todo, a que han ejercido, sin complejos, los viejos lampedusianos neofranquistas y sus eminencias, esos que trabajan para se le beatifique y pase San Franquito al santoral como el caudillo, que forzado por el Frente Popular, libero a la reserva espiritual de occidente
nada nuevo, viene lejos el litigio sin resolver que ahora agiotistas ignorantes han reavivado...
y es que, tant@ put@ y tant@ chivat@, dan tanto miedo... como el torito del fary |
del 20-j a la guerra de Irak (mas lo pasado y lo venidero)
|
per villajunior and heredeus |
27 des 2003
|
mencion especial, merecen, l@s poltroner@s gestor@s admisnistrativ@s del desconteto, l@s necesari@s vividor@s de la representacion que legitiman el buen hacer y la necesidad de acomodarse, gracias a su buen hacer, al otro buen hacer de los de siempre |
Re: El Frente Popular abrió las puertas a Franco
|
per trotsko |
27 des 2003
|
Si claro, los dirigentes comunistas españoles y los agentes de la Komintern y soviéticos que actuaban en España para asegurar que la revolución fracasara conocieron a Stalin de verlo por la tele 20 años despues... Las conquistas revolucionarias (las colectivizaciones agrarias en Aragón o de la industria en Catalunya) fueron cosa de muy pocas personas y las víctimas de la represión contrarevolucionaria stalinista sobre trotskistas, marxistas revolucionarios del POUM (Nin, te suena ese nombre?) y anarquistas fueron una anécdota, verdad?.
Mi consejo... lee... seguro que tienes una biblioteca pública cerca de casa... léete "La guerra y la revolución en España" de Broué i Témine... un libro que ha salido ahora sobre el grupo "Los amigos de Durruti"... o cualquier otra cosa, pero deja de leer la vida y obra de Carrillo o de la Pasionaria. |
ni NIN ni el POUM eran trostkos
|
per villajunior and heredeus |
27 des 2003
|
Trostky, protegido de los banqueros de EEUU, generalisimo rojo, caballero con la aristocracia militar prusiana y policia extermidador de anarquistas y obreros sovieticos..., tergiversador de la historia para acabar, rodeado de la farandula exquisita, con un pica hielos en su privilegiado cerebro...
¿no seras tu, trostko, otro pio moa kolkuera? |
Re: El Frente Popular abrió las puertas a Franco
|
per trotsko |
27 des 2003
|
lo que no soy seguro es un payaso como tu... vete a tu circo! |
Re: El Frente Popular abrió las puertas a Franco
|
per NoNO |
27 des 2003
|
"El Militante" Escuela de Lideres
|
Re: El Frente Popular abrió las puertas a Franco
|
per trotsko |
27 des 2003
|
Joaquim Maurín
L'anarquisme no és revolucionari
--------------------------------------------------------------------------------
Publicat originalment a «L'Opinió», n. 30, el 8 de setembre del 1928.
--------------------------------------------------------------------------------
Peiró ens exposa en el seu article del número 12 de L'OPINIÓ tota una sèrie de raons en virtut de les quals el moviment obrer català és «incompatible amb el sentit unitari i centralista del socialisme internacional». «Sabent això—continua dient Peiró—hom sap també per què Catalunya és impermeable al socialisme marxista i hom sap també per què l'anarquisme ha tingut i tindrà ací la més forta expressió de vitalitat».
El pes dels arguments de tots els que han intervingut en la discussió ha fet després, però, rebaixar un poc el to exageradament optimista i confiat d'en Peiró respecte les perspectives i l'esdevenidor de l'anarquisme a Catalunya.
En el seu article del número 25 de L'OPINIÓ dos mesos més tard, diu: «Jo no nego la possibilitat que el socialisme assoleixi algun dia la representació genuïna del proletariat català».
Aquesta afirmació demostra clarament que en el transcurs d'algunes setmanes, a causa del debat, sens dubte, el militant anarquista ha evolucionat considerablement en el sentit d'una major comprensió. I és que aquesta classe de discussions ideològiques tenen un cert valor pedagògic. A mesura que la polèmica es va desenvolupant, Peiró és menys intransigent. Reconeix que ésser català no vol pas dir forçosament ésser anarquista.
Si Peiró arriba a la conclusió que la classe obrera catalana pot en bloc deixar d'ésser anarquista—suposant que avui ho sigui—que l'anarquisme no és una condició sine qua non per a l'existència del proletariat català, resta llavors per estudiar els factors determinants de l'extensió i arrelament de les idees àcreates en els nostres medis i saber si les coses es mantindran eternament immutables.
L'anarquisme ha estat per tot arreu el sarampió del moviment obrer. Una espècie de sarampió romàntic. Aquesta és malaltia que només es passa una vegada, generalment quan s'és jove. Ella mateixa immunitza. L'anarquisme desapareix progressivament en la proporció que els obrers, com a classe, arriben a la major edat. Tan sols en queden restes allí on la classe treballadora, per raons a estudiar, com a Espanya, té que avançar molt encara pel camí de la seva evolució ideològica.
Peiró en l'article «Les idees i el sentit revolucionari» fa una confesió que no pot passar per alt. Segons ell és indiscutible que les masses obreres dels grans centres industrials—París, Berlín, Milà, Moscou, etc.—«estan més instruïdes—pot dir-se que entre elles s'hi desconeix l'analfabetisme»—que la classe treballadora de Catalunya. Jo no arribo pas a la conclusió, com podria fer-ho prenent com a base aquesta constatació d'en Peiró que hi ha una relació directa entre l'analfabetisme i l'anarquisme... Jo sols dic que el nostre medi obrer ha de progressar molt encara ideològicament. I no crec pas que sigui vers una direcció anarquista que això es farà.
* * *
Per què l'anarquisme està de baixa per tot el món? Per què la classe obrera que l'ha assajat el rebutja i el substitueix per altres doctrines proletàries més consistents?
El mateix Peiró ens ofereix la resposta en el seu article primer quan diu: «I encara ha fet més l'anarquisme espanyol. Conscient que en les seves mans tenia la força revolucionària del país, en tenir clar esment que les solucions de cap manera podien ésser anarquistes, posà aquella força a la disposició dels sectors esquerrans».
Què és això sinó la confessió plena de la impotència anarquista? De manera que en l'instint en què es diposa de la força revolucionària, aquesta és oferta als partits burgesos d'esquerra!... Mai un anarquista no ha pogut fer una condenació més definitiva, més categòrica, de la seva doctrina. Sincerament es diu que l'anarquisme no és revolucionari. Si, arribada l'hora de la revolució, té de passar els seus exèrcits als cabdills burgesos, és que es declara impotent del tot. «Els anarquistes—diu encara Peiró—amb tot i tenir molts defectes han estat sempre a l'alçària de les circumstàncies». Veritablement!...
Els anarquistes condemnen la política. No volen saber res d'ella. Però un dia cal tirar tota la llenya al foc, es juga l'esdevenidor del moviment obrer, i llavors els anarquistes, antipolítics com són, s'ofereixen en cos i ànima a l'esquerra burgesa. I no pas una vegada solament. Peiró ens ho diu: «Després... quants oferiments generosos i desinteressats han estat fets a les forces esquerranes!» Desinteressats i tot?
Els anarquistes no arriben a comprendre que la política no és més que l'economia concentrada. Doctrinàriament són incapaços de veure els problemes en síntesis. Els arbres no els deixen veure el bosc.
Per ésser revolucionari—i els anarquistes es pensen ésser-ho—no és suficient emprar un vocabulari extremista. Cal provar-ho. On és la revolució feta pels anarquistes? La burgesia ha fet mantes revolucions. La classe obrera dirigida per l'extremisme socialista ha començat també a prendre el poder. L'anarquisme està incapacitat per la seva pròpia doctrina per a fecondar una revolució fonamental. És per això que es veu obligat a convertir-se en un apèndix de l'extrema esquerra burgesa, com Peiró ens ho diu amb franquesa.
No solament el fet rus ha servit de pedra de toc per a aquilotar la fortalesa intrínseca de doctrines propagades entre la classe treballadora. L'exemple d'Itàlia ha estat també d'una transcendència enorme.
Els treballadors italians, en 1920, es varen apoderar de l'economia nacional. Terres, mines, fàbriques, transports, tot es trobava en mans de la classe obrera. El poder polític, però, no va sofrir cap trontoll. L'estat va continuar essent dirigit per la burgesia. L'intent dels obrers va fracassar. Per no haver pres l'aparell polític varen perdre les conquestes fetes en l'ordre econòmic. Tot va tornar als antics propietaris. I aquests van començar a preparar-se per fer pagar la por que havien passat.
En l'experiència italiana, els anarquistes han pogut veure l'assaig de les seves concepcions purament econòmiques. Allí no hi va haver política. I precisament perquè no va existir, el resultat va ésser el que tots sabem.
A més a més, com exemple vivent, d'aquest pretès apartament polític, d'aquest «economisme» pur, hi ha la C. G. T. de França dirigida per Jouhaux. Es vol una organització més reformista, més col·laboració de classes, que aqueixa Confederació sindical?
La C. G. T. de fet és un puntal de l'Estat francès, com els sindicats feixistes ho són de l'Estat italià. Amb la diferència, però, que la primera segueix encara emprant un llenguatge sindicalista, de lluita de classes, reivindicant la Carta d'Amiens i dient-se l'hereva del sindicalisme de Pelloutier. Jouhaux es creu anarquista.
La gran corrent sindicalista fou a França una reacció contra l'oportunisme del Partit socialista—entrada de Millerand al ministeri i socialisme reformista de Jaurès. Els teòrics del sindicalisme, els Sorel, Largardelle, Berth, etc., sortien en defensa del marxisme revolucionari abandonat pels capitostos de la II Internacional.
A casa nostra, un altre dels factors que va contribuir al creixement de l'anarco-sindicalisme fou, igual que a França, una reacció contra la política que la classe obrera havia seguit. Entre nosaltres aqueixa política es deia lerrouxisme. Qui podrà negat que la immensa majoria, per no dir la totalitat dels obrers de Catalunya que no eren socialistes, va anar darrera de les banderes radicals durant algun temps? I el partit radical era un partit burgès. La demagògia lerrouxista va mantenir en l'engany una gran part de la classe treballadora. Però això no podia durar indefinidament. El proletariat sap per intuïció trobar el seu camí, com les aigües busquen llur equilibri. Els obrers desertaren el lerrouxisme.
Naturalment, la reacció immediata fou: «A baix la política!» «Els polítics ens han enganyat!» Els anarquistes trobaren la terra preparada per a llur propaganda. Varen poder sembrar sense dificultat. Hi havia bona saó. La reacció contra el lerrouxisme d'aquí, històricament és el mateix fenomen que el que va tenir lloc a França a començament del segle. Al nostre país anem sempre amb una mica de retard.
La nostra classe obrera ha tingut lleures suficients per assajar àmpliament les excel·lències de l'anarquisme. Jo no estic tan segur com En Peiró. No m'atreviré a dir: «Serà això o allò forçosament». El que sí asseguro és que tard o d'hora—tot depèn de la seva capacitat d'adaptació a les necessitats històriques—el proletariat català constituirà el seu partit de classe, farà la seva política de classe sense haver d'anar a fer «oferiments desinteressats» a la burgesia. L'anarquisme haurà estat un assaig com ho fou el lerrouxisme. Per arribar al cim, per assolir el triomf, cal marxar de vegades a tort i a través, equivocant-se sovint. Si no es porta la brúixola i no es disposa d'una teoria científica per a fer l'exploració, se segueixen camins equivocats. S'esdevenen daltabaixos. Hi ha catàstrofes com la de Nobile al Pol Nord. Sortosament, hi ha vaixells salvadors... No sé per què l'anarquisme català em sembla una espècie d'excursió Nobile...
http://www.marxists.org/catala/maurin/1928/09/08091928.htm |
¿?
|
per villajunior and heredeus |
27 des 2003
|
opinion que trostky tenia de maurin: "traidor" "menchevique", "pequeño burgues", "oportunista"..., "el maurismo es una mezcla de perjuicios pequeño burgueses, de ignorancia, de ciencia provinciana y de politica mezquina"... |
Re: El Frente Popular abrió las puertas a Franco
|
per trotsko |
28 des 2003
|
I que vols dir amb això? L'ànalisi de Maurin sobre l'anarquisme és totalment encertat i pocs anys despres es va demostrar quan els dirigents anarquistes van preferir recolzar el poder burgès abans que permetre la presa del poder per part dels obrers (el primer objectiu de la revolució, o no?)... Error en el que també va caure el POUM (on militava Maurin). Errors que desprès l'estalinisme va aprofitar per carregar-se definitivament la revolució. |
Re: El Frente Popular abrió las puertas a Franco
|
per trotsko |
28 des 2003
|
I que vols dir amb això? L'ànalisi de Maurin sobre l'anarquisme és totalment encertat i pocs anys despres es va demostrar quan els dirigents anarquistes van preferir recolzar el poder burgès abans que permetre la presa del poder per part dels obrers (el primer objectiu de la revolució, o no?)... Error en el que també va caure el POUM (on militava Maurin). Errors que desprès l'estalinisme va aprofitar per carregar-se definitivament la revolució. |
Ja no es poden afegir comentaris en aquest article. Ya no se pueden añadir comentarios a este artículo. Comments can not be added to this article any more
|