ENTREVISTA CON ETA
«Ibarretxe integra
ingredientes de la solución; no acierta en la
ecuación»
·entrevista con eta | reproduccion
integra
de la entrevista realizada por el periodista portugues rui pereira,
cuya emision en el canal sic fue suspendida
La noticia saltó el 4 de octubre: justo la víspera, unas
horas antes de
que se emitiesen cuatro minutos de una entrevista realizada por Rui
Pereira a dos portavoces de ETA, responsables de la cadena de
televisión privada SIC llamaron al periodista portugués
para
comunicarle que su difusión se suspendía. El canal
aludió a «cuestiones
deontológicas», pero fuentes diplomáticas citadas
por Europa Press
apuntaron a la intervención de las autoridades españolas.
«Lo que más
me ha sorprendido es el efecto de legitimación que ha tenido el
acto
censorio de SIC en otros medios, que, ante el ofrecimiento que les
realicé, también rehusaron emitirla»,
manifestó ayer a GARA el propio
Pereira.
No
obstante, la oferta ha recibido respuesta afirmativa en otros medios.
El diario luso "24 horas" publicaba la entrevista ayer.
«Además de una
llamada en portada, le ha dedicado dos páginas en la
sección de
Internacional, donde también recogen la historia del conflicto y
la
valoración acerca de la situación en el País Vasco
por parte de un ex
ministro de Interior portugués», explicó el autor,
que indicó que
también será publicada en una revista suiza y se
dará cuenta de la
misma en una cadena de radios italiana.
Esta es la reproducción
íntegra de la entrevista a los dos portavoces de ETA:
¿Consideran que lo dicho el 26 de setiembre en la
Cámara de Gasteiz resulta algo nuevo en la coyuntura
política vasca, o más bien lo entienden como algo
meramente táctico y hasta retórico a pesar de que el
lehendakari Ibarretxe reclama lo que parecen ser reivindicaciones
antiguas de ETA, como el derecho de autodeterminación o la
consulta popular?
¡Claro que es algo nuevo! Estamos asistiendo a un momento
político muy
importante para nuestro pueblo. Estamos asistiendo a la
defunción del
Estatuto de la Moncloa. Ahora es el momento de entrarle con
valentía a
la resolución del conflicto y a la recuperación de los
derechos de
Euskal Herria. Lamentablemente, Ibarretxe no está demostrando la
talla
de estadista que la situación requiere. Ahora es el momento de
consolidar los cimientos de la Euskal Herria del mañana. Ha
llegado el
momento de asentar un proceso de autodeterminación que, a su
vez, sea
capaz de resolver todos los puntos del conflicto sin dejar para otras
generaciones semillas de nuevos conflictos o heridas mal cerradas.
El llamado Plan Ibarretxe, que ahora se presenta como una reforma
estatutaria, ahonda en una senda ya recorrida sin salida que plantea
repetir un ciclo de guerra y dependencia por medio de un plan que es
parcial, excluyente y cerrado en su concepción.
ETA intentó con su iniciativa política
del 98 hacer lo que consideraba ser una síntesis de su
planteamiento, la Alternativa Democrática, con la voluntad de
construcción nacional que ha estado en la base del Acuerdo de
Lizarra. Se malogró. Ahora viene el plan del lehendakari.
¿En qué medida uno es consecuencia del otro?
¿Consideran posible retomar ahora ese proceso de
síntesis, entre Alternativa Democrática/Lizarra-Garazi y
el actual Plan Ibarretxe?
El proceso político abierto en el 98 sigue vivo. Aquel
año las
coordenadas políticas cambiaron radicalmente, y todos los
cambios,
propuestas y avances que se están dando, incluso la
contraofensiva
fascista del Estado español, hay que interpretarlos a partir de
ese
punto de inflexión. Desde ese punto de vista podemos decir que
el Plan
Ibarretxe, entre otras cosas, es en sí mismo la contrapropuesta
a la
propuesta que ETA les hizo a PNV y EA en el verano del 99. Para que
haya avance tanto en el proceso de construcción nacional como
en el de resolución del conflicto, toda propuesta que pretenda
ser
positiva en la actual situación polí- tica ha de ser
abierta e
incluyente. La clave para superar el conflicto es el respeto de los
derechos de Euskal Herria en toda Euskal Herria.
En el Partido Nacionalista Vasco, partido que sostiene
al lehendakari, se esgrime lo que suele llamarse el «realismo
político». Es decir, «más de golpe no es
posible». Así, las propuestas de ETA para la
resolución del llamado conflicto vasco serían
«irrealistas». Para ustedes, las propuestas de Ibarretxe
son demasiado «posibilistas». ¿Cómo se sale
del «impasse» político entre las corrientes
nacionalistas vascas?
A nuestro entender, hoy en día, pudiendo abordar la
resolución del
conflicto en términos democráticos y de justicia, dejar a
sabiendas el
conflicto abierto a las generaciones venideras es lo criminal. Ese tipo
de realismo es el típico de los gestores de derechas, que con
las
soluciones de hoy preparan los conflictos del mañana.
¿Cómo se sale
del impasse? Pues como en todo el mundo, hablando, dialogando y
acordando. La mano de ETA está cerrada en un puño para
luchar contra
los que oprimen a este pueblo, pero la mano de ETA sigue tendida para
el diálogo y el acuerdo.
Desde Madrid se ha comentado que el Plan Ibarretxe
sería de alguna forma una herencia de ETA, y que el documento
habrá sido precedido de algún entendimiento entre
abertzales, incluyendo a ETA. ¿Ha habido contactos,
negociación, algún tipo de acuerdo envolviendo a la
izquierda independentista y al nacionalismo institucional en este
proceso?
Tenemos que desmentir con rotundidad esos rumores. Los cauces de
contacto existentes entre ETA y el PNV no han sido utilizados en los
últimos tiempos. Los intentos de establecer contacto no han
cuajado. Es
cierto que Ibarretxe ha incluido en su plan-contrapropuesta idearios
que la izquierda abertzale siempre ha reivindicado, pero no son
patrimonio de la izquierda abertzale, sino claves para la
superación
del conflicto: básicamente, Euskal Herria en su totalidad
y el derecho de autodeterminación ejercitado en una consulta
popular.
El Plan Ibarretxe integra muchos de los ingredientes de la
solución al
conflicto, pero no acierta en la ecuación correcta. Y es porque
le
falta la voluntad y la determinación de hacerlo.
Una consulta popular, según el mismo lehendakari,
implica una situación de ausencia de violencia, lo que de
inmediato hace pensar en una tregua de ETA. ¿Qué
significado atribuyen a la expresión «ausencia de
violencia»? ¿Y cómo enfocan la posibilidad de una
tregua que facilite el camino a la iniciativa de Ibarretxe y, en
definitiva, a dicha consulta popular?
Ausencia de violencia es un estado que añoramos especialmente
los luchadores vascos. Ausencia de violencia sería poder vivir
en libertad en nuestro propio pueblo, siendo nosotros mismos sin estar
obligados a empuñar las armas para defender nuestros derechos.
El objetivo de nuestra lucha es que el pueblo vasco pueda expresarse
libremente y que lo que decida sea respetado por los estados
francés y español y la comunidad internacional en su
conjunto. Para un proceso de ese tipo Euskadi Ta Askatasuna manifiesta
que tiene una disposición de diálogo y voluntad de
acuerdo total. Una tregua unilateral de ETA no sería ausencia de
violencia. Eso ya ha sucedido otras veces y la violencia de los estados
ha seguido. El PNV dice que es la violencia de ETA la que impide al
pueblo vasco expresarse libre y democráticamente, cuando es todo
lo contrario: es porque los estados cercenan violentamente todos los
derechos de nuestro pueblo por lo que utiliza ETA la lucha armada. -
Rui PEREIRA
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