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Anàlisi :: globalització neoliberal
Libertad de expresión y derecho a acceso a la información cercenados.
27 oct 2025
EEUU ha impuesto a sus países satélites de America Latina, la prohibición de ver medios alternativos como RT y Sputnik, que dan la otra narrativa de occidente.
LIBERTAD DE EXPRESION Y DEL DERECHO AL ACCESO A LA INFORMACION CERCENADOS.
En Sudamérica, los medios rusos RT y Sputnik siguen teniendo presencia activa en varios países, especialmente a través de redes sociales, canales de Telegram y en la TV abierta. locales. Esto garantiza la libertad de acceso a la información, y una visión distinta a la hegemónica de ultraderecha comandad por EEUU, los más media occidentales, incluidos todos los principales medios de información de Uruguay, ya sea televisivos, radiales o de prensa escrita.
En Uruguay solo se escucha una campana. La narrativa de derecha en la óptica nacional e internacional.
En Uruguay RT fue bloqueado en televisión abierta en octubre de 2022. El canal estatal TNU (Televisión Nacional de Uruguay) retiró la señal de RT de su grilla, lo que generó una reacción diplomática por parte de Rusia y el público en general. La embajada rusa expresó su desacuerdo, calificando la medida como censura, mientras que el gobierno uruguayo argumentó que se trataba de una decisión editorial.
RT está bloqueado tanto en televisión como en internet. Desde 2022, el canal estatal TNU retiró la señal de RT de su programación, y posteriormente el gobierno uruguayo habilitó a la URSEC (Unidad Reguladora de Servicios de Comunicaciones) a bloquear sitios web y direcciones IP que transmitieran señales de televisión sin autorización del gobierno de turno.
El sitio web de RT y sus transmisiones en línea están inaccesibles desde Uruguay.
Plataformas como YouTube también han bloqueado canales de RT en español, lo que limita aún más su alcance.
El decreto que habilita estos bloqueos fue parte de una política más amplia para controlar señales extranjeras no autorizadas por la narrativa ideológica derechista y pro-EEUU uruguaya.
¿Dónde informarse pues? La censura y el impedimento a la libre expresión y al derecho de informarse, le he denunciado: https://barcelona.indymedia.org/newswire/display/534627
Hasta el momento, no hay evidencia pública de que el gobierno de Yamandú Orsi haya bloqueado RT en Uruguay durante su mandato iniciado en marzo de 2025.Pero el bloqueo sigue vigente, como una forma más del continuismo de la política exterior de Lacalle Pou.
El bloqueo de RT en televisión abierta e internet fue una medida tomada en 2022 bajo el gobierno anterior, liderado por Luis Lacalle Pou, como parte de una política de control sobre señales extranjeras no autorizadas por la narrativa oficial gobernante.
Hasta octubre de 2025, no se ha revertido oficialmente el bloqueo a RT, pero tampoco se ha anunciado una nueva política específica sobre medios internacionales. Se acepta el statu quo y lo que se decide y ordena desde el Norte. La alineación de la política exterior uruguaya parece ser totalmente fiel y obsecuente con la embajada de EEUU.
Sí, hay evidencia de que Estados Unidos ejerce presión diplomática e informativa sobre América Latina para limitar la influencia de medios rusos como RT y Sputnik. Aunque esta presión no siempre se traduce en bloqueos oficiales, forma parte de una estrategia más amplia para contrarrestar lo que Washington considera “operaciones de influencia” del Kremlin. (léase: una versión distinta a la que da EEUU).
Informes oficiales: El Congreso de EE.UU. y el Instituto para la Paz de EE.UU. han publicado estudios que reconocen el éxito de RT y Sputnik en América Latina, señalando que sus narrativas buscan contrarrestar “el orden liberal occidental” (el orden del Tío Sam) https://globalter.com/un-informe-del-congreso-de-eeuu-reconoce-el-exito-/
Alertas diplomáticas: Funcionarios estadounidenses han advertido que Rusia utiliza sus medios para “desinformar y sembrar desconfianza en gobiernos democráticos de la región” (Ver el órgano de la CIA: https://www.vozdeamerica.com/a/estados-unidos-alerta-sobre-influencia-ru
Narrativas compartidas: RT y Sputnik promueven relatos que desacreditan a Occidente, como la idea de que EE.UU. es agresor en Ucrania o que impone su voluntad en América Latina (vaya calumnia jeje, no es que solo “imponga su voluntad”, sino que países satélites sátrapas y lacayos obsecuentes de la política exterior de EEUU, “se doblegan voluntariamente” a EEUU, y se conforman alegremente de ser parte de su Patio Trasero). (Ver aquí otro órgano de la CIA: https://tdcenter.org/es/2023/10/19/propaganda-rusa-la-ultima-invasion-en/
Presión indirecta, ¿o directa?: Aunque no siempre hay órdenes explícitas, EE.UU. (no se declaran públicamente) influye en decisiones editoriales y regulatorias de gobiernos aliados, (léase: satélites) como ocurrió en Uruguay, donde RT fue bloqueado en televisión e internet desde 2022.
¿Por qué América Latina es clave?
La región tiene alta penetración digital y una historia de tensiones con EE.UU., lo que hace que las narrativas rusas encuentren terreno fértil en la gente que sedea informarse de verdad, libremente, y no a través de la versión pro-EEUU y pro-occidental. La gente quiere escuchar la otra campana, que no escucha a través de ningún medio de difusión, o de desinformación uruguayo.
Presión diplomática indirecta: Aunque no siempre hay órdenes explícitas, EE.UU. utiliza su influencia, presión, política y económica para alentar u obligar a gobiernos aliados (serviles) a limitar el acceso o la colaboración con medios rusos. Esto puede incluir:
Recomendaciones en reuniones bilaterales.
Condicionamientos en acuerdos comerciales o de seguridad.
Apoyo a medios locales que promuevan narrativas alineadas con Washington.
El financiamiento a todos estos órganos alineados con la narrativa de EEUU ha sido casi absoluto, a través, por ejemplo, de la USAIA, que ha financiado también a organizaciones y medios de comunicación de masas con apariencia de “izquierda”.
Casos concretos: Uruguay: El bloqueo de RT en 2022 coincidió con un alineamiento más estrecho con EE.UU. en temas de seguridad y comercio. Alineamiento que se continua con el actual gobierno de Orsi.
¿Qué impacto tiene esto? Libertad de prensa: Analistas advierten que estas presiones limitan gravemente el pluralismo informativo si los gobiernos bloquean medios sin procesos transparentes y por solo asuntos ideológicos.
Muchos países que han resistido la presión de EE.UU, países realmente soberanos, en que se respeta la libertad de expresión y el derecho sagrado a poder informarse. Estos gobiernos comparten una visión crítica del orden occidental liderado por el imperialismo de EE.UU.
En ellos, RT y Sputnik se transmite por cable y plataformas digitales sin restricciones, por TV abierta, es decir, son accesibles en línea y se reproducen en medios oficiales. Y han denunciado públicamente presiones “intimidatorias” de EE.UU. para cortar vínculos con Rusia.
RT (Russia Today) y Sputnik, medios estatales rusos, ofrecen una “visión alternativa” o “contranarrativa” frente a los medios occidentales, especialmente en temas geopolíticos ideológicos y económicos, narrativas que cuestionan la legitimidad de sus acciones internacionales, especialmente en zonas donde EEUU busca mantener su férrea influencia.
Narrativa que un uruguayo nunca encontrara en los medios de desinformación colectiva oficiales uruguayos. Ni siquiera en muchos que se presentan como “de izquierda”
En América Latina, RT en español ha cubierto temas como:
Intervenciones militares de EE.UU. en el extranjero-
Sanciones económicas y sus efectos en poblaciones civiles.
Críticas al modelo neoliberal y sus consecuencias sociales.
Apoyo a la soberanía nacional frente a presiones externas.
Información veraz sobre asuntos de política internacional.
Sus contenidos suelen contradecir la narrativa oficial de EE.UU. y sus aliados, mostrar la otra cara de la información, esa parte oculta a la población latinoamericana. En otra época, esa narrativa la difundía Radio Moscú.
El uruguayo necesita no solo alimentarse de la “verdad oficial” de los medios existentes, sino tener la otra versión de los hechos, ver la otra cara de la moneda, lo importante es que los ciudadanos tengan acceso a diversas fuentes y puedan formar su propio juicio.
Estados Unidos busca imponer su narrativa en América Latina para preservar su influencia geopolítica, económica y cultural, y ha presionado para limitar u prohibir medios como RT y Sputnik que ofrecen visiones contrarias a sus intereses. Estos promueven una narrativa multipolar que cuestiona el liderazgo occidental y de EEUU.
Control informativo: Al dominar medios globales como CNN, The New York Times y agencias como Reuters, etc, EE.UU. proyecta su visión del mundo como la “oficial” o “legítima”, la única narrativa verdadera. El Uruguay todos los medios de información de masas son solo eco o subsidiarias dependientes de esos medios de EEUU.
EE.UU. en su propaganda hegemónica, etiqueta a estos medios como “propagandísticos”, (porque piensan distinto) lo que justifica su censura en nombre de la “seguridad informativa”.
Estados Unidos no solo busca proteger sus intereses, sino también controlar el relato global, imponerlo. En ese contexto, RT representa una amenaza narrativa, no porque mienta, sino porque cuestiona el monopolio informativo occidental.
Todos los medios de comunicación en Uruguay dependen en parte o en todo, de contenidos, líneas editoriales o servicios informativos de grandes agencias occidentales como Reuters, AFP, EFE y AP, etc.
¿Cómo se vinculan los medios uruguayos con agencias occidentales?
Agencias internacionales como fuente primaria: Medios uruguayos como El País, La Diaria, Subrayado o Teledoce suelen utilizar cables y notas de agencias como Reuters, AFP, EFE y Associated Press (AP) para cubrir noticias internacionales, especialmente en política, economía y conflictos globales.
Dependencia estructural: Uruguay no cuenta con grandes agencias de noticias propias con alcance global, por lo que la cobertura internacional se terceriza siempre a estas fuentes occidentales.

Enfoque editorial alineado: Aunque los medios uruguayos tienen líneas editoriales diversas, la narrativa internacional suele reflejar la visión de estas agencias, que en todo coinciden con los intereses geopolíticos de EE.UU. y Europa occidental.
En resumen, los medios uruguayos están editorial y estructuralmente subordinados a las grandes agencias occidentales en lo que respecta a la cobertura internacional. Esto plantea desafíos para la diversidad informativa y la soberanía comunicacional.
¿Qué consecuencias tiene esto?
Homogeneización del discurso: La repetición de enfoques similares sobre temas como Rusia, China, Venezuela o Palestina puede limitar la pluralidad informativa.
Falta de voces alternativas: Al depender en yodo de agencias occidentales, se reduce la presencia de perspectivas del Sur Global o de medios como RT, Telesur o Xinhua. Y, además, de pensar independiente, con propia cabeza.
Percepción de parcialidad: La sociedad uruguaya percibe que los medios locales no cuestionan suficientemente las narrativas dominantes y reproducen sin filtro, como un fiel eco, las versiones de Washington o Bruselas.
La pirámide informativa uruguaya está dominada por un pequeño grupo de conglomerados mediáticos que concentran poder económico y editorial, lo que favorece una visión alineada con los intereses del gran capital y, en muchos casos, con una ideología conservadora o de derecha/ultradercha.
Estructura de la pirámide informativa en Uruguay.
Según investigaciones de la Facultad de Información y Comunicación (FIC) de la Universidad de la República y estudios como En Pocas Manos: (fic.edu.uy)
La pirámide informativa: alta concentración de propiedad: Un puñado de grupos empresariales controla los principales canales de televisión, radios y diarios. Esto incluye:
Grupo Cardoso (Canal 10, El Observador)
Grupo Fontaina – De Feo (Canal 4)
Grupo Scheck (El País, Teledoce)
Vínculos con sectores empresariales: Estos grupos tienen intereses en otros rubros como agroindustria, banca, publicidad y tecnología, lo que condiciona la línea editorial.
Dependencia de agencias occidentales: La cobertura internacional se basa en Reuters, AFP, EFE y AP, lo que refuerza una visión prooccidental y promercado.
¿Cómo se reproduce la ideología dominante?
Selección de temas: Se priorizan noticias que refuerzan el modelo neoliberal, la inversión extranjera y la estabilidad institucional, mientras se minimizan conflictos sociales, voces disidentes o críticas al sistema.
Enfoque editorial: La mayoría de los medios uruguayos adoptan una narrativa que favorece la “gobernabilidad” y el “orden”, asociando demandas populares con “radicalismo” “intransigencia del Pit-CNT” o “desestabilización”.
Legislación favorable: En 2024, el gobierno de Luis Lacalle Pou aprobó una nueva ley de medios que facilita la concentración mediática y limita la regulación de contenidos, lo que fue criticado por organismos internacionales como la CIDH https://www.nodal.am/2024/05/uruguay-nueva-ley-de-medios-concentracion-m/
Consecuencias:
Falta de pluralismo informativo: La ciudadanía, como en la cueva de Platón, recibe solo imágenes manipuladas, una visión parcial de la realidad, filtrada por intereses económicos y políticos.
Debilitamiento de la soberanía comunicacional: Al depender de agencias extranjeras y grupos empresariales, se pierde autonomía narrativa.
Desconfianza en los medios: Sectores críticos perciben que los medios no representan sus intereses ni sus luchas, sino son reflejo exclusivo de los intereses del gran capital, la derecha nacional y el imperialismo.
El gobierno de Yamandú Orsi ha tomado algunas medidas respecto a la ley de medios: en abril de 2025, suspendió el decreto reglamentario de la Ley de Servicios de Difusión de Contenido Audiovisual, conocida como ley de medios, que había sido aprobado por Luis Lacalle Pou en febrero, argumentando que debía revisarse por posibles inconsistencias legales. El sindicato SUTEL y el PIT-CNT han respaldado la suspensión de la reglamentación anterior, denunciando que fue “redactada por y para los grandes medios” https://www.pitcnt.uy/novedades/ley-de-medios-fue-redactada-por-y-para-l
¿Por qué no la derogó completamente?
El gobierno del Frente Amplio adoptó una postura revisionista y cautelosa, miedosa, buscando evitar conflictos legales o institucionales.
Orsi ha priorizado estabilidad y diálogo, por lo que se espera que cualquier reforma se haga mediante consulta y consenso, para las Calendas Griegas, y no “por imposición”. Como en todas las leyes y decretos realizados por el anterior gobierno, el de Orsi es contrario a derogarlos, y prefiere legalizarlos haciéndoles cambios cosméticos.
¿Qué implica esta suspensión? Que todo sigue como esta, la ley sigue vigente, pero no se aplica su reglamentación, lo que deja en pausa aspectos operativos como licencias, sanciones y condiciones técnicas.
En resumen, Orsi no ha ignorado la ley de medios: la ha puesto en revisión, en suspensión transitoria.
¿Qué cambios se barajan para el futuro?
Aunque aún no hay un proyecto de ley integral presentado al Parlamento, se dice, se discuten propuestas en ámbitos técnicos y sociales que incluyen:
Limitar la concentración mediática: establecer topes más estrictos a la cantidad de licencias que puede tener un mismo grupo.
Fortalecer medios comunitarios y públicos: garantizar acceso a frecuencias, financiamiento y visibilidad.
Regular la publicidad oficial: evitar su uso como herramienta de presión política o premio económico.
Promover la pluralidad informativa: asegurar la presencia de voces diversas, incluyendo medios alternativos y no alineados con el poder económico.
Actualizar el marco digital: incorporar plataformas de streaming, redes sociales y servicios OTT en la regulación.
Los principales actores que impulsan propuestas concretas para una nueva Ley de Medios en Uruguay son el Frente Amplio, organizaciones sociales como el PIT-CNT y SUTEL, académicos de la Universidad de la República, y colectivos como Observacom y CLAE.
PIT-CNT: La central sindical ha denunciado que la ley anterior fue redactada “por y para los grandes medios” y exige una normativa que garantice la democratización de la comunicación.
SUTEL (Sindicato de Telecomunicaciones): Ha sido activo en la defensa de una ley que proteja el acceso equitativo a frecuencias y promueva medios públicos y comunitarios.
Académicos y colectivos especializados:
Universidad de la República (FIC): La Facultad de Información y Comunicación ha producido estudios como En Pocas Manos, que evidencian la concentración mediática y proponen reformas estructurales.
Observacom: Observatorio Latinoamericano de Regulación de Medios y Convergencia, que asesora sobre buenas prácticas en legislación audiovisual.
CLAE (Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico): Ha publicado análisis sobre retrocesos en derechos comunicacionales y la necesidad de una ley que garantice soberanía informativa https://estrategia.la/2025/07/16/uruguay-y-ley-de-medios-revisar-retroce/
¿Qué proponen?
Limitar la concentración de licencias por grupo empresarial.
Fortalecer medios comunitarios y públicos con acceso a financiamiento y frecuencias.
Regular la publicidad oficial para evitar su uso como herramienta política.
Incluir plataformas digitales en la regulación audiovisual.
No hay indicios de que la nueva ley de medios en Uruguay incluya una disposición específica para garantizar el acceso a todos los medios extranjeros, como RT o Sputnik. Sin embargo, el gobierno de Orsi ha expresado su intención de fortalecer la libertad de expresión y el pluralismo informativo, lo que podría abrir espacio para voces diversas, incluyendo medios no occidentales.
Aunque no menciona explícitamente a medios extranjeros, el espíritu de la reforma apunta a garantizar un ecosistema más plural y menos concentrado.
En resumen, aunque no hay garantías explícitas para medios como RT, una ley orientada al pluralismo podría facilitar su presencia si se respeta la libertad de acceso a fuentes diversas. Todo dependerá de cómo se redacte el futuro proyecto y de la presión política y diplomática que pueda influir en su aplicación.
Si no se permite la otra visión de la política internacional, por mas ley de medios que haya, seguiremos bajo la egida de la desinformación de los medios dependientes de EEUU. Seguiremos solo viendo una parte de la “verdad” y la otra permanecerá oculta y prohibida. Una suerte de obscurantismo medieval informativo versión siglo XXI.
Sebastian Bestard Molina
Periodista de investigación.

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