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Declaración de Juan Sorroche en el juicio por la acción contra la academia de policía
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per Solidaridad |
14 oct 2025
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Declaración de Juan Sorroche en el juicio por la acción contra la academia de policía POLGAI
Respuestas a la fiscalía y a los demás:
He escuchado con mucha atención y en silencio, y he tomado notas a lo largo de este tiempo, en las numerosas audiencias, con innumerables testigos de la fiscalía, a lo largo de más de un año de juicio. Han sido muy variadas y extensas, con una cantidad desmesurada de documentación y declaraciones, con innumerables digresiones e interpretaciones de todo un contexto de lucha política y social, a las que es imposible responder en el plazo de este juicio.
Así pues, dadas las numerosas mistificaciones, quisiera abordar brevemente el contexto social y político en el que se me acusa. Se me acusa también de imponer y encajar roles específicos, tanto políticos como personales, jerarquías e ideologías que muchos y singulares individuos nunca han aceptado.
Construcción sistemáticamente sesgada, con una serie de perfiles inventados, con nombres y apellidos sin justificación. Que quiro desmentir, dadas las acusaciones injuriosas.
Y el mismo método se ha empleado respecto a diversos documentos escritos y diversas declaraciones judiciales firmadas por mí, incluyendo las de otras personas y autores anónimos, todos sistemáticamente fragmentados y completamente separados de su contexto real [el contexto general en el que fueron creados]. Se profundizó en digresiones políticas e históricas, abarcando y fragmentando, sin ninguna justificación sensata, 150 años de historia anarquista. Incluso se incluyeron digresiones filosóficas sobre el anarquismo. Todo este cúmulo de declaraciones, que abarca un larguísimo lapso de contexto histórico, social, político y filosófico, siempre sin pruebas factuales y siempre mistificadas, registradas a lo largo de más de un año de juicio, son meras instrumentalizaciones engañosas, y solo sirven para crear un clima de emergencia y peligro ante el jurado acusarme en cuanto anarquista.
Fiscalías y testigos han llegado al extremo de inventar los roles de tres líderes políticos del anarquismo y, de forma muy dogmática, a incriminarlos, como líderes del movimiento anarquista italiano, incluyendo los nombres y apellidos de estos camaradas anarquistas, uno de los cuales ha fallecido. Pero hasta la fecha, en este juicio, no han sido inculpados ni imputados, y la fiscalía y los testigos no han aportado la menor prueba, solo sus propias palabras. Han intentado continuamente explicarnos esta historia fantasmal y divagante del movimiento anarquista italiano, con estas tres absurdas corrientes diferentes —hipersocial, social y antisocial— y, para cada una de ellas, su propio líder anarquista de poca monta. Construcciones absurdas y completamente inventadas.
Nunca había oído hablar de ellos en mi vida en cuanto anarquista; y el movimiento anarquista italiano, por supuesto, lo frecuento orgullosamente desde hace 25 años.
Estas acusaciones, presentadas de esta manera en el juicio, son meras acusaciones políticas sin pruebas.
Especulaciones políticas construidas y dirigidas desde arriba por el poder judicial, por la Dirección Nacional Antiterrorista. Digo esto por el hecho comprobado de que, siendo completamente falsas, escuchadas en este juicio y reescuchadas y reutilizadas únicamente en varios otros juicios y en entornos procesales utilizados por el poder judicial, bueno, las matemáticas no son una opinión: con estas declaraciones políticas, pretenden condenarme política y ejemplarmente y, al mismo tiempo, atacar todo un contexto de lucha política, histórica y filosófica del movimiento anarquista italiano.
Habría mucho más que decir, porque los fiscales y los testigos quisieron ahondar e introducir en el juicio la larga y compleja historia de las experiencias políticas y revolucionarias de la lucha armada de los años 1970 y 1980 en este país, colocando todo eso en una comparación sesgada y, por decir lo menos, explotadora, para darle al juicio la acostumbrada pincelada folclórica y sensacionalista sobre la lucha armada para impresionar al jurado popular.
Me han acusado en cuanto anarquista, pero la fiscalía me está redefiniendo políticamente a su antojo, inventando e imponiéndome esta especie de imagen difamatoria de "anarquista individualista", que rechazo por completo porque no me representa en absoluto. Tal como la interpretan y la presentan.
Del tipo. Los testigos y la fiscalía dicen que no quiero luchas sociales. Falso. Que no quiero pelear con otros no anarquistas. Esto también es falso. Que digo que los ataques deben absolutamente reivindicarse . Falso.
Que no quiero las revoluciones sociales con los otros oprimidos. Falso. Incluso escuché esta completa tontería de un testigo de la DIGOS ( policia politica. - n.d. t.-): que soy un a-solidario, que en italiano significa —y disculpen si hablo de otro país, pero las palabras y la gramática tienen reglas, su significado propio y, sobre todo, su peso— y significa: no ser solidario con nadie. Una tontería, además de falsa. Pero quizás el testigo desconocía su significado. Lo cierto es que nunca he negado ni ocultado que soy un individualista anarquista. ¡De hecho, estoy muy orgulloso de ello! Pero desde luego no serán los fiscales, los testigos ni sus hipócritas autoridades quienes puedan encasillarme, sobre todo porque cambian constantemente mis conceptos anarquistas a su antojo, en diferentes juicios y a lo largo del tiempo, de forma inconsistente y deliberada, porque sin duda solo sirve para explotarlos y condenarme como enemigo interno, como terrorista.
Videoconferencia y ADN:
Más de un año de juicios se llevaron a cabo íntegramente por videoconferencia, sin que yo pudiera asistir personalmente a la sala, a pesar de mis reiteradas solicitudes. El tribunal denegó todas estas solicitudes, excepto el permiso para asistir, pero con la obligación de ser interrogado, lo que en realidad intentó cohartar la defensa de los acusados.
La cuestión de las videoconferencias y la dinámica de emergencia bajo la cual se aprobaron se inscriben —o, para ser más precisos, se inscribieron— en la infame lógica de diferenciación de circuitos de detención introducida por la perenne dinámica de emergencia estructural del Estado italiano, donde los individuos detenidos y acusados son demonizados y deshumanizados como " notable peligrosidad social".
Este progreso tecnológico revela claramente la subyugación de todos los aspectos de nuestra vida a la autoridad estatal capitalista: nos priva de la posibilidad de impugnar las diversas innovaciones, de una nueva religión que adorar.
Así pues, la super-prueba de ADN, indiscutible e incontrovertible, está, cabe decirlo, enteramente en manos y monopolio del Estado, y ciertamente de sus superfiscales y la policía, quienes realizan los estudios y extraen muestras en la escena del crimen, almacenan todas las diversas pruebas en sus propios archivos y encargan las pruebas y análisis a su propio personal en sus propios laboratorios. Los contraanálisis que realizan las partes son extremadamente limitados y extremadamente costosos, y, admitámoslo, la gran mayoría de los presos ciertamente no pueden permitírselos. Es imposible para la defensa realizar contraanálisis en laboratorios independientes del aparato estatal. Además, la prueba permite una enorme flexibilidad y discreción en la interpretación de los resultados, como lo demuestra el vergonzoso espectáculo y la enorme flexibilidad y discreción de los resultados en el llamado caso Garlasco. Esto se debe a una percepción pública exagerada por el cientificismo de la fe en las pruebas de ADN, que a menudo resurge mágicamente después de décadas, contándonos el cuento de hadas centenario sobre la grandeza del progreso, ciertamente mediante una propaganda constante e implacable de lavado de cerebro y el bombardeo mediático de la nueva fe en tan venerada fiabilidad. Este consumismo mediático espectacular y visual desempeña un papel crucial en la construcción de esta base ideológica. Todo esto confirma una vez más las contradicciones y la suspensión efectiva de todos los derechos fundamentales de su democracia burguesa. Se trata de problemas sistémicos dentro del Estado; no se trata de dos errores disfuncionales ni de dos manzanas podridas, como se dice en estos casos.
Acto de terrorismo con artefactos letales o explosivos, artículo 280 bis del Código Penal:
Finalmente, quisiera aclarar algunas cuestiones sobre el atentado y la imputación de terrorismo prevista en el artículo 280 bis del Código Penal, dado que el fiscal y los testigos, al acusarme específicamente del atentado contra la escuela de policía de POLGAI, estuvieron dispuestos y pudieron profundizar en un contexto social, Y dado que los fiscales y los testigos de este proceso siguen hablando de otro proceso mío por el que fui condenado definitivamente, y del atentado contra la sede de la Lega en Treviso (por estos, quisiera señalar, bajo la acusación de "masacre política", que luego fue retirada por el fiscal), fui condenado a 28 años de prisión en primera instancia, una pena inaudita durante décadas.
Así que también me gustaría analizar el contexto social, político e histórico, así como los detalles, para defenderme de las acusaciones que se me imputan.
La primera pregunta de hacerse aquí es: ¿cuál es la estructura de la Academia de Policía de POLGAI?
La respuesta es: una estructura internacional de entrenamiento científico-militar para técnicas militares
Y entonces, ¿a quién enseñan y en qué se entrenan? En sus instalaciones, como en otros lugares, enseñan técnicas de contraterrorismo y contrainsurgencia a fuerzas policiales de todo el mundo, incluyendo países conocidos en la prensa italiana como Egipto y Libia, así como a la policía israelí y a muchos otros. El contraterrorismo incluye intrínsecamente el entrenamiento en tortura sistemática: un crimen atroz, incluso para sus democracias burguesas, que lo condenan falsamente, intentando torpemente disimularlo.
Haré una breve digresión histórica, ya que los fiscales querían incluir y analizar la lucha armada en Italia en la década de 1970 y el contexto histórico de la época. Por qué no mencionó la tortura practicada por el Estado italiano durante la década de 1980 por el gobierno de Spadolini, en 1981, una coalición de la DC, el PSI, el PSDI, el PRI y el PLI —sin duda elegidos democráticamente—, con decenas de denuncias de casos de tortura e incluso violencia sexual contra multitud de combatientes, y la justificación de que sirvió para detener la lucha armada. Pero ese no es el punto: este breve aparte sobre el contexto histórico pretende mostrar que estas son las técnicas empleadas en complejos científicos, militares e industriales locales e internacionales como la academia de policía de Polgai. Son la máxima expresión del monopolio estatal sobre la violencia y sus técnicas. Este es el contexto.
Contexto que nos arrastra hoy a todos hacia la Tercera Guerra Mundial, cuyo capítulo más emblemático y visible es el genocidio en curso en Gaza. Pero, ¿quiénes son los terroristas, según la fiscalía y el Estado italiano que me acusan? Tengan cuidado, porque en estos tiempos de guerra total, la línea entre los "terroristas" del frente externo y los "terroristas" del frente interno se está difuminando. Para dar un ejemplo concreto: en la misma sección especial de la prisión donde estoy preso, vivo con varios compañeros revolucionarios, como el compañero preso Anan Yaeesh, un partisano palestino. Y aunque la resistencia armada de la que se le acusa es legítima incluso bajo su migaja de derecho internacional, Italia lo mantiene preso aquí. Al igual que algunos de los revolucionarios comunistas encarcelados en la década de 1980, que pasaron más de 40 años en prisión, son los que llevan más tiempo en prisión en toda Europa. Aprovecho esta oportunidad para expresar mi solidaridad a todos.
¿Qué tiene que ver todo esto? Tiene que ver con el hecho de que todos enfrentamos los mismos cargos: "terrorismo". Es el mismo cargo, "terrorismo", que esta fiscalía me imputa por la acción revolucionaria contra la POLGAI.
Pero si queremos hablar de terrorismo, quisiera recordarles que ustedes están sentados y viviendo en una zona, Brescia, donde, en Ghedi, hay una parte mortífera de su imperialismo occidental, activo y cómplice del genocidio del pueblo palestino, y que tiene una base de la OTAN, con bombas nucleares capaces de desintegrar poblaciones enteras, y esto indiscriminadamente, y también capaces de desintegrar toda Brescia.
Entiendo las declaraciones del fiscal y los testigos, no soy tonto: deben reprimirnos, peligrosos terroristas, a quienes estamos tras las líneas de esta guerra total, especialmente durante una fase complicada del capitalismo italiano y europeo. Por supuesto, el frente interno debe mantenerse pacificado con porras y sentencias ejemplares para preservar el orden social. Por eso se reprime cualquier forma de lucha no simbólica, por esto se reprime con la Ley de Seguridad (DDl seguridad), con leyes represivas que imponen penas ejemplares incluso a los presos que luchan en la cárcel, incluso por la sola desobediencia pacífica, y castigando las huelgas de hambre colectivas como revuelta.
Entre otras cosas, además de que en las cárceles italianas hay problemas de agua, como en Terni, algunas no tienen agua en absoluto para lavarse, y mucho menos para beber, como la cárcel de Uta en Cerdeña, donde recientemente tuvo lugar una huelga de hambre; y todas están superpobladas. Por esto también el ataque, con el infame uso por parte del Estado de la ley más grave del sistema jurídico de este país, la asi llamada "masacre política", el artículo 285 del Código Penal. Esta también ha sido extendida a cualquier persona, a pesar de la desproporción entre los hechos, el delito y la pena. Así, por primera vez, el delito de masacre se ha tipificado sin muertos ni heridos en las condenas de los anarquistas Anna Beniamino y Alfredo Cospito, este último encarcelado en virtud del artículo 41 bis. A Alfredo y Anna va toda mi solidaridad. A diferencia de las recientes masacres estatales con 14 prisioneros asesinados y dejados morir en la cárcel durante las revueltas de marzo de 2020, o también el puente Morandi de Génova con 43 muertos y muchos, y muchos otros.
Y dado que los fiscales y los testigos de este proceso siguen hablando de otro proceso mío por el que fui condenado definitivamente, y del atentado contra la sede de la Lega en Treviso (por estos, quisiera recordar, bajo la acusación de "masacre política", que luego fue retirada por el fiscal), he sido condenado en primera instancia a 28 años de prisión, una condena inaudita que no se veia desde hace decadas.
Por otra parte, no está de más recordarlo: es un hecho que la Liga es un partido que forma parte de un gobierno fuertemente racista, misógino y xenófobo, además de ser un partido cómplice declarado del genocidio en Palestina. Entonces, si acaso, respecto a las acusaciones de masacres: el Estado italiano es el único responsable de las masacres, y siempre lo ha sido; y nosotros, anarquistas, es desde 1970, que continuamos y continuaremos a acusar al Estado italiano como el único responsable de la época de las masacres y de la llamada "estrategia de la tensión", comandada por los EE.UU., masacres como la de Piazza Fontana, y, donde estáis vosotros en Brescia, la de la Plaza de la Loggia, y por las cuales el Estado en todos estos años ha hecho todo lo posible para escapar impune. Precisamente por esta razón, quisiera recordar y señalar al tribunal que los numerosos políticos y magistrados de ese periodo que vivieron las masacres de la década de 1970 son los mismos que aún desempeñan un papel destacado, y algunos de ellos gobiernan hoy, en la vida pública italiana. No veo con cuál legitimidad propio vosotros podeis acusarnos de ser asesinos en masa y terroristas.
Vosotros, ciertamente, queréis borrar todo esto. Tanto el pasado como el presente, los altísimos niveles de guerra total, el racismo estatal y nacional-social que habéis propagado y que se respira hoy en Italia y en todo el mundo, y que vosotros, como Estado, desde hace años habéis fomentado en toda la sociedad italiana, haciéndola pasar como algo que está libre de violencia, una simple opinión... Queréis pasar por alto estos problemas fundamentales.
Estas son algunas contextualizaciones sociales, políticas e históricas; en resumen, porque podría extenderme indefinidamente. Claro, vosotros podeis condenarme o no, estoy aquí prisionero, pero no os olvideis nunca que sois vosotros, representantes del Estado, aquellos acusados de terrorismo y asesinato en masa, con historicas responsabilidades.
Y todos estos hechos hablan de las razones sociales de las luchas de siglos de los oprimidos del mundo. Yo soy una pequeña gota, pero simplemente estoy en el lado correcto de la historia.
Independientemente y más alla de aquello que decidais, ¡yo comparto políticamente y me solidarizo con la lucha anarquista revolucionaria contra el capital y el Estado, y me solidarizo con el pueblo palestino oprimido y con la lucha de liberación revolucionaria contra el colonialismo occidental! Es por todas estas razones que este juicio, y cualquier Estado, no me representan, vistas las masacres y genocidios de las clases oprimidas de las que formo parte, y las continuas falsificaciones y manipulaciones de las cuales es responsable el Estado. Hoy, rechazo rotundamente esta farsa estatal, rechazo este tribunal y cualquier veredicto, ya sea de culpabilidad o inocencia. Hoy, declaro que, para mí, este juicio ha terminado y nunca volveréis más a ver mi imagen.
Viva la anarquía.
Juan Sorroche
02/10/2025
-AS2, c.c.Terni –
Fuente
https://ilrovescio.info/2025/10/13/dichiarazione-di-juan-sorroche-al-pro/ |
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