Imprès des de Indymedia Barcelona : https://barcelona.indymedia.org/
Independent Media Center
Anàlisi :: guerra
Terrorismo nuclear de Ucrania, consecuencias radioactivas para Uruguay.
07 oct 2025
Crecen los ataques contra centrales nucleares, las consecuencias radioactivas serán planetarias.
TERRORISMO NUCLEAR: SE ATACAN IMPUNEMENTE LAS CENTRALES NUCLEARES RUSAS. ¿QUE CONSECUENCIS TENDRIA PARA URUGUAY UNA EXLOSION NUCLEAR?
Muy grave: el 6 de octubre de 2025, Rusia denunció un ataque con drones por parte de Ucrania contra la central nuclear de Novovorónezh, ubicada a unos 500 kilómetros al sur de Moscú. Un dron ucraniano impactó una torre de enfriamiento, pero no causó daños operativos ni fuga radiactiva según Rosenergoatom, la empresa estatal que opera las centrales nucleares rusas, pues dicen el dron fue interceptado antes de causar daños significativos, evitando una catástrofe nuclear. Aunque no se registraron daños en el reactor ni hubo fuga radiactiva, el hecho de que una instalación nuclear haya sido blanco de un ataque genera alarma internacional por los riesgos que implica.
No es la primera vez que centrales nucleares rusas son criminalmente atacadas por el gobierno nazi de Ucrania. No se piensa en las catastróficas consecuencias radioactivas para el resto del mundo, el régimen de Kiev piensa que, si tienen que desaparecer por el empuje victorioso del ejercito ruso, mejor llevarse con ellos al resto del mundo a su tumba.
Los esfuerzos desesperados de Kiev se centran en trtar de involucrar a la OTAN en una guerra directa con Rusia. Aunque el mundo desaparezca con el fuego nuclear.
El Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) confirmó un ataque con dron ucraniano contra instalaciones de esta planta, pero como es habitual en esta organización muy pro-EEUU, nunca descubre o identifica quien lanzo en ataque, como si los rusos se bombardearan a si mismos…
El ataque frustrado contra la central nuclear de Novovorónezh sería el cuarto incidente de este tipo atribuido a Ucrania:
(Las centrales nucleares de Zaporozhie, Kursk y Smolensk, sufrieron anteriormente, múltiples ataques) y hoy el daño fue exitoso según muestra la imagen.
El ataque fue efectuado por un simple dron, si Trump aprobara el envió a Ucrania de misiles crucero Tomahawk de hasta 2.500 Km de alcance, según el Instituto para Estudio de la Guerra (ISW) Ucrania podría atacar hasta 2 mil instalaciones militares y nucleares estratégicas rusas, incluidos centrales nucleares y bases con armas nucleares, lo que significaría una escalada que viole las líneas rojas de la seguridad existencial de Rusia, desencadenando un conflicto nuclear.
Este tipo de ataque terrorista nuclear ucraniano puede tener consecuencias radiactivas planetarias devastadoras y está estrictamente prohibido por el derecho internacional humanitario.
Es un flagrante crimen de guerra, ¿Por qué se consideran crímenes de guerra? Las centrales nucleares están protegidas por el Protocolo I de los Convenios de Ginebra, que prohíbe ataques contra instalaciones que contienen fuerzas peligrosas —como represas, plantas eléctricas y nucleares— si pueden liberar sustancias que causen daños graves a la población civil. Incluso si el ataque no provoca una fuga radiactiva, el intento en sí puede ser considerado una violación grave.
Recordemos que después de la explosión del reactor de Chernóbil, una enorme nube radiactiva fue impulsada a gran altitud, la explosión lanzó partículas a más de 1.5 km de altura, que luego se dispersaron.
Las condiciones meteorológicas (lluvia, viento) determinaron dónde se depositaron los radionúclidos.
Las corrientes atmosféricas la transportaron por Europa, y cruzó el Atlántico hacia América del Norte, donde se registraron trazas de radionúclidos como yodo-131 y cesio-137 en estaciones de monitoreo ambiental, en la costa este, también en Canadá, donde se detectaron niveles bajos en la atmósfera y en la lluvia.
La radiación de Chernóbil afectó significativamente las tierras de Suecia y Noruega, a pesar de estar a más de 1,000 km del lugar del accidente. Las condiciones meteorológicas —especialmente la lluvia— arrastraron partículas radiactivas hacia el norte de Europa, provocando consecuencias ambientales y económicas que aún se sienten. Los expertos detallan que, aunque los niveles han disminuido con el tiempo, el cesio-137 aún persiste en el suelo, especialmente en áreas montañosas y boscosas. Las autoridades continúan monitoreando la radiación en productos silvestres y en zonas de pastoreo.
¿Como afecto a Suecia? Los datos de fuentes públicas, explican que, que así fue el impacto:
La contaminación del suelo: Grandes áreas del centro y norte de Suecia recibieron depósitos de cesio-137, un isótopo radiactivo con una vida media de 30 años.
Ganadería y agricultura: La carne de reno, alce y jabalí fue especialmente afectada. Los animales consumían líquenes contaminados, lo que elevó los niveles de radiación en su carne.
Restricciones alimentarias: Se impusieron límites estrictos para la comercialización de productos silvestres. Algunas regiones aún requieren controles antes de vender carne de caza.
Impacto en comunidades indígenas: Los sami, (lapones) que dependen de la cría de renos, sufrieron pérdidas económicas y culturales por la contaminación.
En Noruega: Zonas afectadas: El sur y centro de Noruega recibieron lluvias radiactivas que contaminaron bosques, pastizales y fuentes de agua.

Industria alimentaria: Al igual que en Suecia, se detectaron altos niveles de cesio-137 en carne de reno, hongos, bayas y peces de agua dulce.
Medidas de mitigación: Se administraron suplementos de potasio a los renos para reducir la absorción de cesio, y se establecieron protocolos de monitoreo que siguen activos en algunas zonas.
Se afirma que, la contaminación radiactiva del suelo tiene efectos profundos y duraderos sobre la agricultura y la alimentación del ganado. Cuando radionúclidos como cesio-137, estroncio-90 o yodo-131 se depositan en el suelo, pueden entrar en la cadena alimentaria de varias formas: Impacto en cultivos
Absorción por raíces: Las plantas absorben radionúclidos del suelo como si fueran nutrientes. El cesio-137, por ejemplo, se comporta químicamente como el potasio.
Contaminación de hojas y frutos: Si la lluvia radiactiva cae directamente sobre cultivos, puede depositarse en la superficie de hojas, frutas y granos.
Reducción de productividad: Aunque no siempre visible, la radiación puede afectar el crecimiento celular, reduciendo el rendimiento de los cultivos.
Restricciones de consumo: En zonas contaminadas, se prohíbe o limita la venta de productos agrícolas. En Noruega y Suecia, aún se monitorean hongos, bayas y cereales silvestres.
Impacto en el ganado:
Contaminación del forraje: El pasto y los líquenes que consumen los animales pueden contener radionúclidos, especialmente en zonas montañosas o boscosas.
Bioacumulación: Los radionúclidos se acumulan en los tejidos del animal, especialmente en órganos como el hígado y los músculos.
Controles sanitarios: En Escandinavia, se siguen haciendo pruebas de radiación en carne de reno, alce y jabalí antes de permitir su comercialización.
Suplementos para reducir absorción: Se administran compuestos como el ferrocianuro de potasio para bloquear la absorción de cesio en el intestino del animal.
¿Y cuánto dura el problema?
El cesio-137 tiene una vida media de 30 años, lo que significa que puede permanecer activo en el suelo por más de un siglo.
Las zonas más afectadas requieren monitoreo constante, y en algunos casos, remediación del suelo mediante técnicas como el reemplazo de la capa superficial o el uso de cultivos que absorban radionúclidos.
La contaminación radiactiva no solo afecta la salud humana, sino también la economía rural, la cultura alimentaria y la biodiversidad.
Fuentes destacadas:
El Debate – Extensas zonas agrícolas de Chernóbil volverían a ser seguras Este artículo resume un estudio de la Universidad de Portsmouth y el Instituto Ucraniano de Radiología Agrícola sobre cómo evaluar la seguridad de tierras agrícolas contaminadas. https://www.eldebate.com/ciencia/20250430/extensas-zonas-agricolas-chern
Noticias Ambientales – Chernóbil: miles de hectáreas pueden volver a ser cultivadas Detalla cómo se monitorean suelos y cultivos en zonas afectadas por radiación, incluyendo protocolos para papa, cereales y maíz. https://noticiasambientales.com/medio-ambiente/chernobil-un-estudio-reve/
Todo El Campo – Décadas después del desastre nuclear, Chernóbil vuelve a tener tierras aptas para el agro Explica cómo los niveles de radiación han disminuido y qué medidas se toman para garantizar la seguridad de los trabajadores agrícolas. https://todoelcampo.com.uy/2025/05/decadas-despues-del-desastre-nuclear-/
Estas fuentes se basan en estudios científicos publicados en la Journal of Environmental Radioactivity, y reflejan cómo se monitorean y gestionan los riesgos en zonas afectadas por radiación, tanto en Ucrania como en países como Noruega y Suecia.
En Noruega, aún existen zonas bajo vigilancia por contaminación radiactiva derivada del desastre de Chernóbil, especialmente en regiones del centro y norte del país. Aquí se detalla cómo se gestiona esta vigilancia:
Zonas bajo monitoreo en Noruega
Trøndelag, Nordland y Troms: Estas regiones montañosas y boscosas recibieron lluvias radiactivas en mayo de 1986, que depositaron cesio-137 en el suelo.
Áreas de pastoreo de renos: Las tierras utilizadas por comunidades sami para la cría de renos siguen siendo monitoreadas, ya que los líquenes que consumen los animales acumulan cesio.
Lagos y ríos: Algunos cuerpos de agua dulce en zonas contaminadas aún presentan niveles elevados de radionúclidos, afectando la pesca local.
Cómo se realiza el monitoreo
Pruebas de carne silvestre: La carne de reno, alce y jabalí debe pasar controles de radiación antes de ser vendida. Se mide especialmente el cesio-137.
Monitoreo de hongos y bayas: Algunas especies de hongos, como el boletus, absorben grandes cantidades de cesio. Se recomienda evitar su recolección en zonas de alto riesgo.
Mapas de radiación: Las autoridades noruegas han desarrollado mapas detallados que indican los niveles de contaminación por región, actualizados periódicamente.
Medidas de protección
Suplementos para el ganado: Se administran compuestos que bloquean la absorción de cesio en el intestino de los animales.
Restricciones de comercialización: En zonas con niveles elevados, se prohíbe o limita la venta de productos silvestres.
Educación comunitaria: Las comunidades locales reciben información sobre cómo recolectar alimentos de forma segura y dónde consultar niveles de radiación.
Fuentes: Organismos oficiales de monitoreo en Noruega
DSA – Direktoratet for strålevern og atomsikkerhet (Autoridad Noruega de Protección Radiológica y Seguridad Nuclear) Es el ente principal encargado de monitorear la radiación ambiental, alimentos, agua y productos silvestres.
Publica informes periódicos sobre niveles de cesio-137 en carne de reno, hongos, peces y bayas. Sitio oficial: www.dsa.no
Mattilsynet – Autoridad Noruega de Seguridad Alimentaria.
Supervisa la seguridad de los alimentos, incluyendo productos silvestres en zonas contaminadas. Colabora con DSA para establecer límites legales de radiación en productos comercializados.
Sitio oficial: www.mattilsynet.no
Instituto Noruego de Investigación Veterinaria (NVI) Realiza estudios sobre bioacumulación de radionúclidos en animales de caza y ganado.
Desarrolla métodos para reducir la absorción de cesio en renos, como suplementos de potasio.
Fuentes científicas y académicas relevantes
Journal of Environmental Radioactivity Publica estudios sobre la persistencia de cesio-137 en suelos escandinavos y su impacto en la cadena alimentaria.
Norwegian Radiation Protection Authority Reports Informes técnicos sobre niveles de radiación en distintas regiones del país, disponibles en inglés y noruego.
Proyectos europeos como EURAD y NERIS Noruega participa en redes europeas de preparación y respuesta ante emergencias radiológicas.
Ejemplo de prueba de radiación en carne de reno
Muestreo: Se toma una muestra de carne del animal, generalmente del músculo o hígado.
Medición: Se utiliza un espectrómetro gamma para detectar la presencia de radionúclidos como el cesio-137.
Resultado: Si la concentración supera los 600 Bq/kg (becquereles por kilogramo), se prohíbe su comercialización. En algunos casos, se permite el consumo privado con advertencias.
Registro: Los resultados se ingresan en una base de datos nacional gestionada por la Autoridad Noruega de Protección Radiológica (DSA).
Mapas de radiación en Noruega:
La DSA publica mapas interactivos que muestran:
Zonas con niveles elevados de cesio-137 en el suelo.
Áreas de pastoreo de renos bajo vigilancia.
Regiones donde se requiere monitoreo de hongos, bayas y peces.
Estos mapas se actualizan regularmente y están disponibles en www.dsa.no , donde también puedes consultar informes técnicos y recomendaciones para recolectores y cazadores.

Esta es la cuarta central nuclear rusa que ataca Ucrania, (Zaporozhie, Kursk y Smolensk anteriormente)
Así es, y ese patrón está generando una creciente preocupación internacional. Según reportes recientes, el ataque frustrado contra la central nuclear de Novovorónezh sería el cuarto incidente de este tipo atribuido a Ucrania:

Estos ataques, aunque no han provocado desastres nucleares, elevan el riesgo de una catástrofe y tensan aún más el conflicto. ¿Te gustaría que exploremos cómo responde el OIEA ante estos incidentes o qué medidas de seguridad se activan en las centrales nucleares en zonas de guerra?

¿Qué hizo a Chernóbil tan catastrófico?
Tipo de reactor: Chernóbil usaba un reactor RBMK, con diseño soviético, que tenía fallas estructurales graves, como la ausencia de contención primaria. Esto permitió que la explosión liberara enormes cantidades de material radiactivo directamente al ambiente.

Consecuencias: Se liberaron más de 5.2 millones de terabecquereles de radiación. Miles de muertes, evacuaciones masivas, y una zona de exclusión que aún persiste.

¿Qué pasaría en Novovorónezh?
Diseño moderno: Los reactores VVER de Novovorónezh tienen sistemas de contención mucho más robustos que los de Chernóbil. Están diseñados para resistir impactos externos y evitar fugas radiactivas incluso en caso de accidente grave. Protocolos de emergencia: Rusia, como cualquier país con energía nuclear, tiene protocolos automáticos de apagado, aislamiento y enfriamiento en caso de amenaza.
¿Y las consecuencias?
Humanas: Miles de personas en riesgo inmediato, evacuaciones masivas, y efectos a largo plazo en la salud pública.
Ambientales: Contaminación de aire, agua y suelo, afectando ecosistemas enteros.
Geopolíticas: Un ataque que cause tal desastre sería considerado un crimen de guerra de altísima gravedad, con consecuencias diplomáticas y legales severas.

Una explosión directa de un reactor nuclear VVER por un misil de crucero tipo Tomahawk sería una catástrofe sin precedentes, pero estimar con precisión cuántos terabecquereles (TBq) de radiación se liberarían depende de múltiples factores técnicos. Aun así, podemos hacer una comparación aproximada basada en eventos anteriores:

📊 Comparación con Chernóbil y Fukushima
Evento     Tipo de reactor     Radiación liberada estimada     Comentario
Chernóbil (1986)     RBMK     ~5.2 millones TBq     Sin contención, explosión directa del núcleo
Fukushima (2011)     VVER similar     ~940,000 TBq     Múltiples fallos, pero con contención parcial
Hipotético ataque a VVER     VVER moderno     Entre 1 y 3 millones TBq (estimado)     Si el misil destruyera el reactor y la contención
🔬 Factores que influyen en la liberación
Inventario radiactivo: Un reactor VVER típico contiene cientos de toneladas de combustible nuclear, con isótopos como cesio-137, yodo-131, estroncio-90 y plutonio-239.

Contención: A diferencia de Chernóbil, los reactores VVER tienen estructuras de contención de hormigón diseñadas para resistir impactos. Pero un misil Tomahawk podría penetrarla si impacta directamente.
Estado del reactor: Si el reactor está en operación plena, la liberación sería mucho mayor que si estuviera apagado o en mantenimiento.
Consecuencias:
Zona de exclusión: Decenas de miles de km² contaminados por mucho tiempo.
Evacuaciones: Millones de personas en riesgo inmediato.
Contaminación atmosférica: La nube radiactiva podría alcanzar varios países, dependiendo del viento.
En resumen, una explosión directa de un reactor VVER por un misil podría liberar más de 1 millón de TBq, acercándose al nivel de Chernóbil si la contención es destruida. Sería considerado un crimen de guerra y una amenaza global.
La radiación liberada por el desastre de Chernóbil en 1986 se extendió por gran parte del hemisferio norte, convirtiéndose en el peor accidente nuclear de la historia en términos de contaminación ambiental.
¿Qué se liberó?
Se estima que se liberaron más de 5.2 millones de terabecquereles (TBq) de material radiactivo.
El cesio-137, con una vida media de 30 años, fue uno de los principales contaminantes y aún persiste en suelos europeos.
El yodo-131, con vida media de 8 días, causó los mayores efectos inmediatos en la salud, especialmente en la tiroides.
¿Cómo se dispersó?
La explosión lanzó partículas a más de 1.5 km de altura.

Las condiciones meteorológicas (lluvia, viento) determinaron dónde se depositaron los radionúclidos.

En Suecia, por ejemplo, se detectó radiación antes de que la URSS admitiera el accidente, lo que llevó a la alerta internacional.
En resumen, la radiación de Chernóbil se extendió por más de 40 países, afectando gravemente a millones de personas y dejando una huella ambiental que aún persiste.

Aunque en niveles mas bajos, la radiación de Chernóbil sí llegó a Estados Unidos.

¿Cómo ocurrió? Después de la explosión del reactor el 26 de abril de 1986, una enorme nube radiactiva fue impulsada a gran altitud. Las corrientes atmosféricas la transportaron por Europa y, eventualmente, cruzó el Atlántico hacia América del Norte.
¿Dónde se detectó? En Estados Unidos, se registraron trazas de radionúclidos como yodo-131 y cesio-137 en estaciones de monitoreo ambiental, especialmente en la costa este.
En Canadá, también se detectaron niveles bajos en la atmósfera y en la lluvia.

Importancia del dato Este hecho demuestra que la contaminación nuclear puede tener alcance global, incluso si el epicentro está a miles de kilómetros. Es por eso que los ataques a centrales nucleares —como los que mencionaste antes— generan tanta alarma internacional.
Como afecto la radiación las tierras de Suecia y Noruega
La radiación de Chernóbil afectó significativamente las tierras de Suecia y Noruega, a pesar de estar a más de 1,000 km del lugar del accidente. Las condiciones meteorológicas —especialmente la lluvia— arrastraron partículas radiactivas hacia el norte de Europa, provocando consecuencias ambientales y económicas que aún se sienten.
Suecia:
Contaminación del suelo: Grandes áreas del centro y norte de Suecia recibieron depósitos de cesio-137, un isótopo radiactivo con una vida media de 30 años.
Ganadería y agricultura: La carne de reno, alce y jabalí fue especialmente afectada. Los animales consumían líquenes contaminados, lo que elevó los niveles de radiación en su carne.
Restricciones alimentarias: Se impusieron límites estrictos para la comercialización de productos silvestres. Algunas regiones aún requieren controles antes de vender carne de caza.
Impacto en comunidades indígenas: Los sami, que dependen de la cría de renos, sufrieron pérdidas económicas y culturales por la contaminación.

Noruega, Zonas afectadas: El sur y centro de Noruega recibieron lluvias radiactivas que contaminaron bosques, pastizales y fuentes de agua.
Industria alimentaria: Al igual que en Suecia, se detectaron altos niveles de cesio-137 en carne de reno, hongos, bayas y peces de agua dulce.
Medidas de mitigación: Se administraron suplementos de potasio a los renos para reducir la absorción de cesio, y se establecieron protocolos de monitoreo que siguen activos en algunas zonas.
¿Y hoy? Aunque los niveles han disminuido con el tiempo, el cesio-137 aún persiste en el suelo, especialmente en áreas montañosas y boscosas. Las autoridades continúan monitoreando la radiación en productos silvestres y en zonas de pastoreo.
La lección de Chernóbil para Escandinavia fue clara: la distancia no protege contra la radiación, y los efectos pueden durar décadas. ¿Te interesaría saber cómo se mide la radiación en alimentos hoy o qué zonas siguen bajo vigilancia?
La contaminación radiactiva de suelos como afecta el cultivo y la alimentación del ganado?
La contaminación radiactiva del suelo tiene efectos profundos y duraderos sobre la agricultura y la alimentación del ganado. Cuando radionúclidos como cesio-137, estroncio-90 o yodo-131 se depositan en el suelo, pueden entrar en la cadena alimentaria de varias formas:
Impacto en cultivos
Absorción por raíces: Las plantas absorben radionúclidos del suelo como si fueran nutrientes. El cesio-137, por ejemplo, se comporta químicamente como el potasio.
Contaminación de hojas y frutos: Si la lluvia radiactiva cae directamente sobre cultivos, puede depositarse en la superficie de hojas, frutas y granos.
Reducción de productividad: Aunque no siempre visible, la radiación puede afectar el crecimiento celular, reduciendo el rendimiento de los cultivos.

Restricciones de consumo: En zonas contaminadas, se prohíbe o limita la venta de productos agrícolas. En Noruega y Suecia, aún se monitorean hongos, bayas y cereales silvestres.
Impacto en el ganado
Contaminación del forraje: El pasto y los líquenes que consumen los animales pueden contener radionúclidos, especialmente en zonas montañosas o boscosas.
Bioacumulación: Los radionúclidos se acumulan en los tejidos del animal, especialmente en órganos como el hígado y los músculos.
Controles sanitarios: En Escandinavia, se siguen haciendo pruebas de radiación en carne de reno, alce y jabalí antes de permitir su comercialización.
Suplementos para reducir absorción: Se administran compuestos como el ferrocianuro de potasio para bloquear la absorción de cesio en el intestino del animal.
¿Y cuánto dura el problema?
El cesio-137 tiene una vida media de 30 años, lo que significa que puede permanecer activo en el suelo por más de un siglo.
Las zonas más afectadas requieren monitoreo constante, y en algunos casos, remediación del suelo mediante técnicas como el reemplazo de la capa superficial o el uso de cultivos que absorban radionúclidos.

La contaminación radiactiva no solo afecta la salud humana, sino también la economía rural, la cultura alimentaria y la biodiversidad.
Cómo se monitorea y controla la radiación en los alimentos y tierras afectadas en países como Noruega y Suecia, incluso hoy:
Monitoreo de alimentos silvestres:
Carnes de caza: La carne de reno, alce y jabalí sigue siendo analizada antes de su comercialización. Se mide especialmente el cesio-137, que puede acumularse en los músculos.
Hongos y bayas: Algunas especies de hongos, como el boletus y el níscalo, absorben grandes cantidades de cesio. Las autoridades recomiendan evitar su consumo en zonas contaminadas o realizar pruebas antes de venderlos.
Pescado de agua dulce: En lagos contaminados, se monitorean especies como la trucha y el lucio, que pueden acumular radionúclidos.
Control de tierras agrícolas
Mapeo de zonas contaminadas: Se han creado mapas detallados que indican los niveles de radiación en el suelo. Esto permite saber qué áreas requieren vigilancia o restricciones.
Cultivos de absorción controlada: Se promueve el uso de cultivos que absorben menos cesio, como el trigo, en lugar de cultivos más sensibles como el centeno o la avena.

Remediación del suelo: En algunos casos, se ha reemplazado la capa superficial del suelo o se han aplicado fertilizantes ricos en potasio para bloquear la absorción de cesio por las plantas.
Protocolos de seguridad alimentaria:
Límites legales: La Unión Europea establece límites máximos de radiación en alimentos. Por ejemplo, el límite para cesio-137 en carne es de 600 Bq/kg.
Etiquetado y trazabilidad: Los productos silvestres deben indicar su origen y pasar controles antes de ser vendidos.
Educación pública: Las autoridades informan a los ciudadanos sobre qué productos evitar, cómo recolectar de forma segura y dónde consultar niveles de radiación.
Aunque han pasado casi 40 años desde Chernóbil, el legado radiactivo sigue presente en la naturaleza escandinava. Gracias al monitoreo constante, el riesgo está controlado, pero no eliminado. Si quieres, puedo mostrarte ejemplos de zonas específicas en Noruega que aún están bajo vigilancia o cómo se realiza una prueba de radiación en carne de caza.
Fuentes destacadas:
El Debate – Extensas zonas agrícolas de Chernóbil volverían a ser seguras Este artículo resume un estudio de la Universidad de Portsmouth y el Instituto Ucraniano de Radiología Agrícola sobre cómo evaluar la seguridad de tierras agrícolas contaminadas.
Noticias Ambientales – Chernóbil: miles de hectáreas pueden volver a ser cultivadas Detalla cómo se monitorean suelos y cultivos en zonas afectadas por radiación, incluyendo protocolos para papa, cereales y maíz.
Todo El Campo – Décadas después del desastre nuclear, Chernóbil vuelve a tener tierras aptas para el agro Explica cómo los niveles de radiación han disminuido y qué medidas se toman para garantizar la seguridad de los trabajadores agrícolas.
Estas fuentes se basan en estudios científicos publicados en la Journal of Environmental Radioactivity, y reflejan cómo se monitorean y gestionan los riesgos en zonas afectadas por radiación, tanto en Ucrania como en países como Noruega y Suecia.
En Noruega, aún existen zonas bajo vigilancia por contaminación radiactiva derivada del desastre de Chernóbil, especialmente en regiones del centro y norte del país. Aquí te detallo cómo se gestiona esta vigilancia:
Zonas bajo monitoreo en Noruega
Trøndelag, Nordland y Troms: Estas regiones montañosas y boscosas recibieron lluvias radiactivas en mayo de 1986, que depositaron cesio-137 en el suelo.
Áreas de pastoreo de renos: Las tierras utilizadas por comunidades sami para la cría de renos siguen siendo monitoreadas, ya que los líquenes que consumen los animales acumulan cesio.
Lagos y ríos: Algunos cuerpos de agua dulce en zonas contaminadas aún presentan niveles elevados de radionúclidos, afectando la pesca local.
Cómo se realiza el monitoreo:
Pruebas de carne silvestre: La carne de reno, alce y jabalí debe pasar controles de radiación antes de ser vendida. Se mide especialmente el cesio-137.
Monitoreo de hongos y bayas: Algunas especies de hongos, como el boletus, absorben grandes cantidades de cesio. Se recomienda evitar su recolección en zonas de alto riesgo.
Mapas de radiación: Las autoridades noruegas han desarrollado mapas detallados que indican los niveles de contaminación por región, actualizados periódicamente.
Medidas de protección:
Suplementos para el ganado: Se administran compuestos que bloquean la absorción de cesio en el intestino de los animales.
Restricciones de comercialización: En zonas con niveles elevados, se prohíbe o limita la venta de productos silvestres.
Educación comunitaria: Las comunidades locales reciben información sobre cómo recolectar alimentos de forma segura y dónde consultar niveles de radiación.

Aunque los niveles han disminuido con el tiempo, el cesio-137 tiene una vida media de 30 años, por lo que algunas áreas seguirán bajo vigilancia hasta bien entrado el siglo XXI.
En Noruega, el monitoreo y la protección contra la radiación ambiental —especialmente desde el desastre de Chernóbil— están gestionados por organismos especializados que operan con protocolos rigurosos. Aquí te presento las principales fuentes oficiales y científicas que supervisan esta labor:
Organismos oficiales de monitoreo en Noruega
DSA – Direktoratet for strålevern og atomsikkerhet (Autoridad Noruega de Protección Radiológica y Seguridad Nuclear)
Es el ente principal encargado de monitorear la radiación ambiental, alimentos, agua y productos silvestres.
Publica informes periódicos sobre niveles de cesio-137 en carne de reno, hongos, peces y bayas.
Sitio oficial: www.dsa.no
Mattilsynet – Autoridad Noruega de Seguridad Alimentaria
Supervisa la seguridad de los alimentos, incluyendo productos silvestres en zonas contaminadas.
Colabora con DSA para establecer límites legales de radiación en productos comercializados.

Sitio oficial: www.mattilsynet.no
Instituto Noruego de Investigación Veterinaria (NVI)
Realiza estudios sobre bioacumulación de radionúclidos en animales de caza y ganado.
Desarrolla métodos para reducir la absorción de cesio en renos, como suplementos de potasio.
Fuentes científicas y académicas relevantes
Journal of Environmental Radioactivity Publica estudios sobre la persistencia de cesio-137 en suelos escandinavos y su impacto en la cadena alimentaria.

Norwegian Radiation Protection Authority Reports Informes técnicos sobre niveles de radiación en distintas regiones del país, disponibles en inglés y noruego.
Proyectos europeos como EURAD y NERIS Noruega participa en redes europeas de preparación y respuesta ante emergencias radiológicas.
Medidas de protección activas:
Monitoreo obligatorio de carne de reno en zonas afectadas antes de su venta.
Restricciones temporales en la recolección de hongos y bayas en áreas con alta concentración de cesio.
Educación comunitaria para recolectores, cazadores y ganaderos sobre prácticas seguras.

Un ejemplo de cómo se realiza el monitoreo de radiación en alimentos silvestres y tierras en Noruega, especialmente en zonas afectadas por el legado de Chernóbil:
Ejemplo de prueba de radiación en carne de reno:
Muestreo: Se toma una muestra de carne del animal, generalmente del músculo o hígado.
Medición: Se utiliza un espectrómetro gamma para detectar la presencia de radionúclidos como el cesio-137.
Resultado: Si la concentración supera los 600 Bq/kg (becquereles por kilogramo), se prohíbe su comercialización. En algunos casos, se permite el consumo privado con advertencias.
Registro: Los resultados se ingresan en una base de datos nacional gestionada por la Autoridad Noruega de Protección Radiológica (DSA).
Mapas de radiación en Noruega
La DSA publica mapas interactivos que muestran:
Zonas con niveles elevados de cesio-137 en el suelo.
Áreas de pastoreo de renos bajo vigilancia.
Regiones donde se requiere monitoreo de hongos, bayas y peces.
Estos mapas se actualizan regularmente y están disponibles en www.dsa.no, donde también puedes consultar informes técnicos y recomendaciones para recolectores y cazadores.
¿Qué puedes hacer si vives o visitas una zona afectada?
Consultar los mapas antes de recolectar alimentos silvestres.
Llevar muestras a centros de análisis si tienes dudas.
Seguir las recomendaciones de Mattilsynet (Autoridad de Seguridad Alimentaria) sobre consumo seguro.

Una catástrofe nuclear —ya sea por accidente en una central o por conflicto armado con armas nucleares en Medio Oriente— tendrá efectos globales, incluso en países tan alejados como Uruguay. Aunque la distancia geográfica ofrece cierta protección, la atmósfera no tiene fronteras, y la contaminación radiactiva puede viajar miles de kilómetros dependiendo de varios factores.
¿Cómo podría llegar la radiación a Uruguay? Corrientes atmosféricas: Los radionúclidos liberados (como cesio-137, yodo-131, estroncio-90) pueden ser transportados por el viento a gran altitud. Si las condiciones meteorológicas lo permiten, partículas radiactivas podrían alcanzar América del Sur en días o semanas.
Lluvia radiactiva: Si esas partículas se mezclan con sistemas de lluvia, podrían depositarse en el suelo uruguayo, especialmente en zonas agrícolas y ganaderas.
Contaminación oceánica: Los radionúclidos podrían ingresar a corrientes marinas que eventualmente podrían afectar la pesca o el ciclo del agua.
Impacto en agricultura y ganadería
Contaminación del suelo: Los radionúclidos pueden ser absorbidos por cultivos como trigo, maíz, soja y pasturas. Esto afecta tanto la producción como la seguridad alimentaria.
Bioacumulación en animales: El ganado que consume pasto contaminado puede acumular cesio-137 en sus tejidos, afectando la carne y la leche.
Restricciones comerciales: Uruguay podría enfrentar controles internacionales sobre exportaciones agropecuarias si se detectan niveles elevados de radiación.
En un mundo interconectado, ningún país, ni siquiera Uruguay, está aislado de los efectos de una catástrofe nuclear.
En Uruguay, la gestión de emergencias radiológicas y nucleares está coordinada por varios organismos, pero el ente específicamente responsable de este tipo de situaciones es: Autoridad Reguladora Radiológica Nacional (ARRN)
Rol: Es el organismo técnico encargado de regular, controlar y fiscalizar el uso de materiales radiactivos en Uruguay.
Funciones en emergencias:
Coordina la respuesta ante incidentes radiológicos o nucleares.
Supervisa la seguridad en instalaciones médicas, industriales y de investigación que usan radiación.
Colabora con organismos internacionales como el OIEA (Organismo Internacional de Energía Atómica) en protocolos de emergencia.
Sistema Nacional de Emergencias (SINAE)
Aunque su enfoque es más amplio (inundaciones, incendios, eventos climáticos), el SINAE también participa en la coordinación interinstitucional en caso de emergencias radiológicas.
Actúa como centro de comando en situaciones de riesgo nacional, incluyendo amenazas químicas, biológicas o nucleares.
Apoyo técnico y científico
Laboratorio Tecnológico del Uruguay (LATU): Tiene capacidad para realizar mediciones de radiación en alimentos, agua y materiales.
Universidad de la República (Udelar): A través de sus facultades de Química y Agronomía, colabora en estudios de impacto ambiental y salud pública.
Cooperación internacional
Uruguay forma parte de redes regionales de respuesta ante emergencias radiológicas, como el Red de Cooperación Técnica del OIEA para América Latina y el Caribe, lo que permite recibir asistencia técnica y alertas tempranas en caso de eventos globales.
En Uruguay, ante una emergencia radiológica o nuclear —como lluvia radiactiva proveniente de otro país o un incidente interno con materiales radiactivos— se activa un protocolo nacional que involucra varios niveles de respuesta. Conviene aclarar, que todas estas medidas no impedirán la contaminación radioactiva de Uruguay, solo tomarán medidas de reducción de daños, o explicación de las consecuencias nefastas que llevara esta catástrofe. Así que el mejor remedio es la prevención, si no somos activos, hoy, en la lucha por la paz nuclear, seremos radiactivos, mañana.
Detección o alerta internacional
La Autoridad Reguladora Radiológica Nacional (ARRN) recibe alertas del OIEA (Organismo Internacional de Energía Atómica) o de redes regionales si se detecta una amenaza radiológica global.
También puede recibir reportes de estaciones de monitoreo locales (aire, agua, suelo) si se detectan niveles anormales de radiación.
2. Evaluación técnica
La ARRN evalúa el tipo de radiación, su intensidad, y la posible trayectoria atmosférica.
Si hay riesgo para la población o el ambiente, se informa al Sistema Nacional de Emergencias (SINAE).
3. Activación del SINAE El SINAE convoca al Centro Coordinador de Emergencias Departamentales (CECOED) en las zonas potencialmente afectadas.
Se establece un comité de crisis con representantes de salud, defensa, medio ambiente, agricultura y seguridad alimentaria.
4. Medidas inmediatas
Monitoreo ambiental intensivo: aire, agua potable, alimentos, suelos.
Restricciones preventivas: evitar consumo de productos silvestres, cerrar fuentes de agua si es necesario.
Información pública: se emiten comunicados oficiales para orientar a la población sobre cuidados, zonas seguras y medidas de protección.
5. Cooperación internacional
Uruguay puede solicitar asistencia técnica al OIEA, OPS, FAO o países vecinos para mediciones, descontaminación o logística.
¿Qué se activa en el terreno?
Equipos móviles de medición de radiación.
Laboratorios como el LATU analizan muestras de agua, leche, carne y vegetales.
Se aplican protocolos de descontaminación en ganado, cultivos y fuentes de agua si es necesario.
Explicamos de nuevo: medir cuan radioactivos nos volvemos, no nos sana, cura ni devuelve la salud. Solo la prevención nos salvara.
Vamos a simular cómo podría desarrollarse una lluvia radiactiva sobre Uruguay en caso de una catástrofe nuclear en otro continente o una guerra nuclear limitada en Medio Oriente. Esta simulación es hipotética, pero basada en principios científicos reales.
Etapa 1: Liberación de radionúclidos
Supongamos que ocurre una explosión nuclear en Medio Oriente. Se liberan grandes cantidades de cesio-137, estroncio-90, yodo-131 y otros isótopos radiactivos a la atmósfera.
La nube radiactiva asciende a más de 10 km de altura.
Las partículas se incorporan a las corrientes de chorro (jet stream), que pueden transportarlas a miles de kilómetros en pocos días.
Etapa 2: Trayectoria hacia América del Sur
Dependiendo de la meteorología global, la nube puede cruzar el Atlántico y llegar al Cono Sur en 7 a 14 días.
Si coincide con un frente lluvioso sobre Uruguay, las partículas se depositan en forma de lluvia radiactiva.
Etapa 3: Impacto en Uruguay
Suelos agrícolas El cesio-137 se fija en la capa superficial del suelo, especialmente en zonas arcillosas.
Cultivos como trigo, maíz, soja y pasturas pueden absorberlo, afectando la cadena alimentaria.
Ganadería:
El ganado que consume pasto contaminado acumula cesio en músculos y leche.
Se requerirían controles estrictos antes de comercializar productos animales.
Aguas dulces
Ríos como el Santa Lucía, el Uruguay y el Negro recibirían depósitos radiactivos.
Las represas y embalses que abastecen agua potable tendrían que ser monitoreadas y posiblemente cerradas temporal o definitivamente.
¿Cuánto duraría la contaminación?
Yodo-131: desaparece en semanas.
Cesio-137 y estroncio-90: pueden permanecer activos en el suelo por 30 a 50 años, requiriendo vigilancia constante.
Las zonas más afectadas podrían necesitar remediación del suelo o cambio de uso agrícola.
Impacto en la salud de los uruguayos
Si la radiación llegara a niveles significativos, los efectos podrían incluir:
A corto plazo (días a semanas)
Irritación de piel y mucosas si hay exposición directa.
Aumento de riesgo de cáncer de tiroides por yodo-131, especialmente en niños.
Contaminación de agua potable y alimentos frescos.
A mediano plazo (meses a años)
Bioacumulación en carne, leche y vegetales : exposición crónica.
Aumento de riesgo de leucemia, cáncer de huesos y trastornos reproductivos por cesio-137 y estroncio-90.
Restricciones alimentarias y económicas en zonas rurales.
A largo plazo (décadas) Persistencia de radionúclidos en el suelo → vigilancia constante.
Posible aumento de enfermedades degenerativas en generaciones expuestas.
Impacto psicológico y social por pérdida de confianza en el entorno natural.

Hasta el momento imaginamos las consecuencias de una sola explosión nuclear (o de una planta de energía nuclear). Ahora imaginemos algo realista: una guerra nuclear limitada en Medio Oriente, con varias explosiones nucleares.
Con 100 explosiones nucleares en Medio Oriente sería un evento de escala planetaria, con consecuencias mucho más graves y duraderas que una sola detonación. En ese escenario, Uruguay no estaría exento, aunque esté geográficamente alejado, seria devastador. Vamos a desglosar lo que podría ocurrir:
Simulación de impacto global: 100 bombas nucleares
Etapa 1: Liberación masiva de radionúclidos;
Cada bomba nuclear puede liberar millones de terabecquereles de radiación.
100 detonaciones podrían liberar más radiación que Chernóbil y Fukushima combinados, multiplicado por decenas.
Se formarían nubes radiactivas gigantes, que alcanzarían la estratósfera y se dispersarían por todo el hemisferio norte y del sur.
Etapa 2: Dispersión atmosférica:
Las partículas radiactivas serían transportadas por corrientes de chorro y sistemas meteorológicos.
En cuestión de días y semanas, llegarían a Sudamérica, incluyendo Uruguay, especialmente si coinciden con frentes lluviosos.
Impacto en Uruguay:
Suelos agrícolas:
Cesio-137 y estroncio-90 podrían depositarse en suelos de cultivo.
Afectaría la producción de trigo, soja, maíz, arroz y pasturas.
Se requeriría monitoreo constante y restricciones de exportación.
Ganadería
El ganado que consuma pasto contaminado acumularía radionúclidos en carne y leche.
Podría haber prohibiciones temporales de comercialización y necesidad de suplementos bloqueadores de cesio.
Aguas dulces:
Ríos como el Santa Lucía y el Río Uruguay podrían recibir depósitos radiactivos, haciendo imposible su consumición.
Las represas y embalses tendrían que ser monitoreados y posiblemente cerrados.
El agua potable requeriría filtración especializada y análisis constantes, tarea casi imposible en la práctica
Impacto en la salud pública
Exposición crónica a bajos niveles de radiación: aumento de cánceres, enfermedades tiroideas, problemas reproductivos.
Contaminación alimentaria: riesgo para niños, embarazadas y poblaciones rurales.
Efecto climático: “Invierno nuclear”
Estudios como los de la Universidad de Rutgers y el Comité Internacional de la Cruz Roja indican que 100 bombas podrían generar una capa de humo y hollín que bloquearía la luz solar por mucho tiempo.
Esto causaría enfriamiento global, reducción de lluvias y colapso de la producción agrícola mundial.
Uruguay enfrentaría catastróficas y prolongadas sequias, pérdida total de cosechas y crisis alimentaria.
¿Qué es el “invierno nuclear”?
Es un fenómeno climático provocado por el humo y hollín de múltiples explosiones nucleares que ascienden a la estratósfera y bloquean la luz solar durante meses o años.
¿Cómo se calcula?
Modelos climáticos globales como los del Centro Nacional de Investigación Atmosférica (NCAR) y la Universidad de Rutgers simulan:
Cantidad de hollín liberado (estimado: 5 millones de toneladas por 100 bombas).
Reducción de luz solar (hasta 70% en algunas regiones).
Descenso de temperatura (hasta 2–5 °C en promedio global).
Disminución de lluvias (sequías prolongadas).
Estos modelos se basan en datos de erupciones volcánicas, incendios forestales masivos y pruebas nucleares pasadas.
¿Cómo afectaría a Uruguay?
Menos luz solar: menor fotosíntesis; caída de rendimiento agrícola.
Enfriamiento regional: heladas fuera de temporada, pérdida de cultivos sensibles.
Sequías: estrés hídrico en ganadería y agricultura.
Contaminación atmosférica: afectación respiratoria en humanos y animales.
¿Qué alimentos serían más seguros?
Más resistentes a la radiación y al frío:
Tubérculos: papa, boniato, zanahoria (crecen bajo tierra, menos expuestos).
Legumbres secas: lentejas, porotos, garbanzos (almacenables y nutritivos).
Cereales de ciclo corto: cebada, avena (resisten temperaturas bajas).
Alimentos enlatados o almacenados: no expuestos directamente a la radiación.
¿Qué puede hacer Uruguay?
Fomentar cultivos resistentes y almacenables.
Crear reservas estratégicas de alimentos no perecederos.
Desarrollar protocolos de descontaminación agrícola.
Y, lo fundamental, incidir en la política internacional a favor de la distención y la paz nuclear mundial. Esto quiere decir: tomar distancia de la política de confrontación militar que llevan EEUU y la OTAN, saliendo de su esfera satelital, y alinearnos con los países que integran el nuevo mundo multipolar, con Rusia, China, India etc. La mejor forma de combatir un holocausto nuclear universal, es prevenirlo.
Sebastian Bestard Molina
Analista político-militar enfocado en las armas estratégicas.

This work is in the public domain
Sindicato Sindicat