|
Comenta l'article |
Envia per correu-e aquest* Article
|
|
Notícies :: amèrica llatina |
|
Tecnopolítica de la recuperación: bifurcarse para resistir
|
|
per reenvia Red Latina sin fronteras
Correu-e: enred_sinfronteras ARROBA riseup.net (verificat) |
27 mai 2025
|
|
Tecnopolítica de la recuperación: bifurcarse para resistir |
|
Tecnopolítica de la recuperación: bifurcarse para resistir
Por Alana Moraes , Henrique Parra , Leonardo Foletto y Pedro Ekman, en BaixaCultura
outraspalavras.net/
26/05/2025
¿Ha fracasado la idea de Internet como territorio libre y democrático? ¿Sólo quedan horizontes catastróficos? ¿Cómo encontrar rutas alternativas, alejadas de los monopolios y de una economía política narcisista? El ensayo-manifiesto llama a la lucha por nuevas formas de autonomía.
Republicamos aquí el ensayo-manifiesto elaborado desde el GT de Experimentaciones Tecnopolíticas, de la Coalición por los Derechos en Internet (1) .
El texto, elaborado en el ámbito de las acciones del GT -que se desarrollan desde 2023 y pueden consultarse aquí (2)- fue escrito por Alana Moraes, Henrique Parra, Leonardo Foletto y Pedro Ekman. Resume algunos de los debates y seminarios realizados en las discusiones y reuniones del grupo como el Laboratorio de Experimentación en Tecnopolítica (3) , en diciembre de 2023, la “Tecnopolítica de la Reanudación” (4), en CryptoRave 2024, y las prácticas de imaginar y hacer mundos (5) , en noviembre de 2024. El GT sigue activo y en 2025/1 tendrá una mesa en CrypoRave (6) , a las 10 am del 17/5, con el mismo nombre que este texto y la propuesta de discutir y plantear acciones e ideas también provocadas a partir de este ensayo-manifiesto.
La máquina está en nosotros
Nuestro laboratorio de experimentación tecnopolítica parte de un diagnóstico aterrador mientras busca encontrar caminos contra la parálisis actual: reconocer los bloqueos y capturas que gobiernan nuestro tiempo y nuestra imaginación sin rendirnos, mapear a los enemigos sin renunciar a lo que nos hace capaces de actuar y lo que nos ata. ¿Y qué nos une? ¿Qué formas de vida estamos dispuestos a crear y defender?
Mckenzie Wark llama “teoría baja” a la práctica de hacer teoría junto a un movimiento, un colectivo, un estudio compartido, una pequeña conspiración. Es la teoría baja la que nos mueve hasta aquí.
Hace veinticinco años, los debates sobre las tecnologías digitales (al menos aquellos en los que estábamos involucrados la mayoría de nosotros) parecían apuntar, finalmente, a una posibilidad de liberar la vida de los circuitos de producción y circulación del valor del capital; liberación de conocimientos y tecnologías en relación con los regímenes propietarios; liberación de la acción política más allá de las fronteras nacionales y de las instituciones de representación.
Hoy en día, la situación difícilmente puede escapar a un análisis catastrófico. No sólo se frustró nuestro sueño de liberación, sino que la reorganización de los regímenes de poder y del capital se alimentó de nuestra vitalidad, transformando las nociones de “libertad”, “conocimiento abierto”, “libre circulación de la información”, “democratización de la comunicación”, “inteligencia colectiva”, “participación política” en activos para la expansión y el fortalecimiento de los sistemas de dominación.
Lo peor es que el éxito del tecnoautoritarismo y del capitalismo tecnoinformativo nos hace desconfiar de nosotros mismos. ¿Fuimos demasiado ingenuos? ¿Hemos dado más de lo que debíamos en nuestra apuesta por Internet como territorio libre? ¿Subestimamos a los enemigos y sus armas de captura? ¿Cómo podemos retomar, entonces, un horizonte de transformación radical ahora que la expansión de la digitalización de la vida y de las tecnologías de la información se imponen como mediación ubicua entre nuestras prácticas y discursos, nuestras relaciones y nuestros pensamientos, nuestro deseo, sensibilidad e imaginación, nuestra memoria y la producción de futuros? ¿Y cuál es la memoria o experiencia compartida que nos une cuando la vida se convierte en exceso informativo?
Uno de los aforismos del “Manifiesto Hacker” de McKenzie Wark decía: “Los hackers utilizan sus conocimientos y perspicacia para mantener su autonomía”. Ésta todavía nos parece una formulación provocadora. En lugar de avanzar hacia una “soberanía digital” pensada en términos de la geopolítica de los Estados-nación y sus proyectos de poder y control, preferimos preguntarnos: ¿qué arreglos sociotécnicos pueden sustentar las autonomías? Por cierto: ¿qué es la autonomía? Entre otras cosas, pensamos en formas de vida que emergen en los intersticios de los circuitos de valor y saqueo del tecnocapital, territorios de interdependencia multiespecie cuyas formas técnicas están orientadas a la vida, a la diversidad, al tiempo del cultivo lento, a la reciprocidad y a las formas activas de dispersión del poder y de las formas de control. Un territorio no necesita ser un espacio físico con fronteras bien definidas; Puede establecerse a partir de relaciones que vinculan prácticas y pertenencia, complicidad y disenso.
La gramática del extractivismo constituye la economía tecnopolítica civilizatoria en el presente global y reúne modos permanentes de saqueo y gestión autoritaria para convertir y administrar territorios vivos en zonas sacrificables. Las llamadas innovaciones tecnocientíficas recientes, ligadas a la expansión de tecnologías digitales como los modelos de inteligencia artificial, por ejemplo, presentan un nuevo ciclo de creciente demanda de energía eléctrica y de extracción de los llamados metales raros. Si bien podemos defender una tecnología de “bajo impacto”, nos parece importante volver a preguntas más fundamentales como, por ejemplo, ¿qué tipo de producción de conocimiento nos interesa? ¿Qué entendemos por eficiencia? ¿Cuáles son los bienes comunes que estamos dispuestos a cultivar y defender?
Nos parece que en nombre de la “transición energética” o de los nuevos conflictos militaristas, se renueva el espíritu de la ideología tecnopolítica de la Guerra Fría, en la que la idea de “avance tecnológico”, escalabilidad, automatización y eficiencia empiezan a dictar las reglas, de manera más decisiva, en la geopolítica global y en la legitimación de las formas políticas coloniales de dominación.
En este escenario, los esfuerzos por regular el capitalismo tecnoinformativo parecen allanar el camino para el saqueo y el control civilizatorio en lugar de producir formas de resistencia y garantizar derechos.
Por un lado, la capacidad exponencial de vigilancia, encarcelamiento y exterminio ha permitido a los Estados y sus estructuras militares incrementar los genocidios al tiempo que los convierten en acontecimientos cotidianos narrados en nuestras barras de desplazamiento. Por otro lado, la digitalización de nuestras vidas y las dinámicas de vigilancia y control se extendieron por todo el tejido social en una epidemia practicada no sólo por el Estado, sino también en familias, amigos-seguidores, vecinos o empresas.
¿Cómo pueden nuestras imaginaciones colectivas y prácticas de transformación reconectarse con el deseo insurgente? Si lo que constituye una máquina es, ante todo, su concatenación de acciones, quizá nuestro poder no radique en la adopción de una forma supuestamente liberadora o técnica más justa, sino en la fuerza que conecta nuestro deseo de liberación con nuestras capacidades de experimentar, ya en el presente, con otras formas de vida.
Escapemos del régimen de visibilidad y de la economía política narcisista; Rechacemos el espacio de los monopolios corporativos como nueva esfera pública, abandonemos la máquina de captura y extracción para crear y alimentar nuestra propia economía de apoyo mutuo y defensa de los Bienes Comunes. Crear y sostener mundos bajo otras racionalidades, normatividades y visiones de mundo, mientras saboteamos los engranajes de la aplanadora colonial para reducir la eficiencia del sistema dominante, desinvirtiendo y debilitando sus infraestructuras técnicas, económicas y jurídicas. Romper con los criterios de eficiencia técnica capitalista y vivir bajo los criterios de suficiencia terrana. La lucha colectiva en el campo tecnopolítico digital puede ser aquí y ahora una lucha cosmopolítica, anticapitalista y contracolonial.
Enlaces:
(1) https://direitosnarede.org.br/
(2) https://exlab.direitosnarede.org.br/
(3) https://exlab.direitosnarede.org.br/?p=49
(4) https://exlab.direitosnarede.org.br/?p=56
(5) https://exlab.direitosnarede.org.br/?p=124
(6) https://cpa.cryptorave.org/cryptorave-2025/talk/FKJFFU/
fuente: https://outraspalavras.net/tecnologiaemdisputa/tecnopoliticas-de-retomad/
reenviado por enred_sinfronteras ARROBA riseup.net
https://mastodon.bida.im/@RedLatinasinfronteras
https://redlatinasinfronteras.wordpress.com/2025/05/27/tecnopolitica-de-/
también editado y en difusión desde
https://publicar.argentina.indymedia.org/?p=20733 |
Mira també:
https://publicar.argentina.indymedia.org/?p=20733
|
This work is in the public domain |
La facilitat d'afegir comentaris als articles publicats té com a finalitat el permetre:
