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Notícies :: guerra |
La Franja de Donald. Riviera de Oriente Medio
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per carlos de uraba Correu-e: rebeldeya@yahoo.es |
24 abr 2025
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Donald Trump, un ser dotado de una “inteligencia superior” nos ha revelado cuál es la solución: dizque nada menos y nada más que un resort turístico vacacional de cinco estrellas. Solo a un enfermo mental se le puede ocurrir convertir (profanar) las ruinas de Gaza en la “Riviera de Oriente Medio” |
Donald Trump en su delirium tremens se cree el gran emperador del universo y quiere conquistar marte, cambia los nombres geográficos a su capricho: el golfo de México ahora se llamará golfo de América “Gulf of América” Ese accidente geográfico pertenece al imperio más poderoso de la tierra y los que nombran las cosas pues a ellos les pertenece. El muy lunático desea anexarse Canadá, tomar nuevamente el canal de Panamá e invadir Groenlandia y parar la guerra entre Rusia y Ucrania. Y como si fuera poco también meter sus garras en Oriente Medio y “liberar” la Franja de Gaza del “terrorismo islámico”
Este es el guion de una película de terror con una trama maléfica pues tras la ofensiva genocida sionista ahora entra en acción el superhéroe americano caritativo y compasivo que viene al rescate de una humanidad desvalida.
Donald Trump, un ser dotado de una “inteligencia superior” nos ha revelado cuál es la solución: dizque nada menos y nada más que un resort turístico vacacional de cinco estrellas. Solo a un enfermo mental se le puede ocurrir convertir (profanar) las ruinas de Gaza en la “Riviera de Oriente Medio” un increíble desarrollo turístico e inmobiliario que se presentó en un video generado por inteligencia artificial sobre el futuro de la Franja. En una escena se observa una estatua gigante de oro del primer mandatario, en otro plano Elon Musk disfruta de una apetitosa comida en la playa de Gaza, mientras Netanyahu y Trump toman el sol sobre un camastro en una piscina acompañados por exóticas bailarinas del vientre. Lo más espectacular es que desde el cielo cae un maná bendito de dólares. De antemano un exitoso destino de sol y playa con hoteles, restaurantes, centros comerciales, parques temáticos, puertos deportivos, discotecas o campos de golf.
Los promotores inmobiliarios de la propuesta egipcia y de los países árabes estaban muy emocionados con los planes de Trump que calificaron de “un documento brillante y bien preparado” Pero ellos se oponen a la expulsión de los palestinos de su tierra sino que esas miles de familias sin techo serian realojadas en casas-contenedores con bonitos jardines. Se han convocado a expertos del Banco Mundial y desarrolladores de la industria hotelera de Dubai para lograr los mejores resultados inspirados en las experiencias en la reconstrucción de Hiroshima, Beirut o Berlín o la más reciente planificación arquitectónica del New Cairo (nueva capital administrativa egipcia) En el mes de marzo se aprobó un plan de reconstrucción de 53.000 millones de dólares aportado mayoritariamente por las petromonarquías y la Liga Árabe. La postura de los países árabes es rechazar cualquier desplazamiento, ya sea voluntario o forzado. Insistiendo nuevamente en la utópica solución de dos estados. La Casa Blanca y el Ministerio de Relaciones Exteriores de Israel lo consideran irrealizable.
El gobierno egipcio considera a Hamas un grupo terrorista por ser una rama de la Hermandad Musulmana, sus más acérrimos enemigos. Según los servicios de inteligencia el Mossad y el Shin Bet: “Todos los gazatíes pertenecen a Hamas”
Se quiere borrar el recuerdo y la memoria de este holocausto cometido por el sionismo, borrar esos miles de muertos, de heridos, de desaparecidos. Porque Gaza ya no existe, es un panteón tétrico sembrado de cadáveres donde se respira olor a muerte; hay miles de seres humanos sepultados en una fosa común, enterrados vivos, quemados vivos, volatilizados… Gaza igual a lo que sucedió con muchas ciudades europeas durante la II Guerra Mundial (Dresden, Berlín) el 90 % de las viviendas han sido demolidas y la mayoría de las infraestructuras básicas como las escuelas, hospitales, acueducto, alcantarillado, líneas eléctricas están inutilizadas. Algo muy parecido a la tragedia de la Nakba 1948 cuando miles de palestinos fueron expulsados de sus tierras y sus pueblos completamente borrados del mapa.
Trump dice que Gaza también tiene derecho a la paz y la prosperidad, ya es hora de recobrar el estado de felicidad; volver a sonreír y olvidar tanta amargura y malos tragos. En la nueva Gaza reconstruida y embellecida se instaurará una democracia liberal extirpando el islamismo radical y la influencia de Irán y Hezbollah. No hay que ser tan rencorosos pues les espera un futuro prometedor. Se acabarán las colas y las restricciones de alimentos, agua, medicinas y gozarán de la abundancia gracias a la ayuda de la ONU, las ONG, el FMI o el Banco Mundial, la UE, o el G7. De la noche a la mañana florecerá una nueva primavera. “Los gazatíes no desean volver a su tierra y solo declaran quererlo porque no tienen otro sitio a donde ir” “EE.UU. y los países árabes crearán en Gaza lugares bellísimos. Será un foco de atracción internacional”
Donald “el benefactor” confesó: “Lo importante es que los palestinos vivan en paz y armonía por primera vez en siglos. Nos vamos a ocupar de ellos, vivirán bien sin que sean asesinados” la extrema derecha israelí acoge con entusiasmo el proyecto de la Riviera de Oriente Medio -puesto que su sueño es la limpieza étnica. Parece que Israel tiene la intención de entregar la Franja a Washington como un protectorado. Pero hay un pequeño problema y es que los palestinos no quieren marcharse de su patria aunque sea una zona en demolición. El traslado forzoso de la población sería un crimen contra la humanidad -según el derecho internacional. Netanyahu responde: “si esto no se concreta vamos a perder la paciencia”
Sin piedad la franja ha sido barrida con fuego de artillería, tanques, drones, helicópteros apache, cazas F15 Eagle y F15 última generación. Arrojaron 5.400 bombas MK-84 guiadas por GPS como parte de un arsenal proporcionado por EE.UU. Ahora el gobierno de Trump descongeló el envío de otras 1.800 adicionales para culminar la operación de “Espadas de Hierro”. Es tal la dimensión del holocausto que el número de víctimas mortales seguramente supere las 200.000. En total se han atacado más de 22.000 objetivos con una media de 1.000 bombas diarias. Está comprobado que se utilizaron proyectiles de artillería M825 y M825A1 y obuses M109 de 155 mm. cargados con fósforo blanco remitidos por el Departamento de Defensa de EE.UU. Bombas de 900 kilos capaces de matar o herir personas a más de trescientos metros de distancia. Teniendo en cuenta que la densidad de la población de Gaza es una de las más altas del mundo nos podemos imaginar los crueles “daños colaterales”. El ejército israelí confesó que por “razones humanitarias” intentaron salvaguardar la población civil lanzando bombas y misiles inteligentes. Pero lo cierto es que utilizó a Gaza como un campo de tiro y a los palestinos como sus cobayas. La industria militar imperiosamente debía probar sobre el terreno nuevas armas de destrucción masiva.
Para lograr una mayor eficacia sobre sus objetivos las Fuerzas de Defensa de Israel también dispararon municiones recubiertas con uranio empobrecido por medio de las cuales se obtiene una alta penetración en edificios, búnkeres o los túneles construidos por Hamas y la Yihad Islámica. El uranio empobrecido (el famoso mercurio rojo) tiene efectos que se extienden a largo plazo y por su alta toxicidad causan graves enfermedades como cáncer, dolencias renales, malformaciones congénitas y contaminación del medio ambiente (aire y del agua y la tierra) El alto nivel de uranio enriquecido es indetectable pues no deja productos de fisión.
Para rematar la tarea entraron en acción bulldozer blindados D9R Caterpillar “doobi” (osito de peluche en hebreo) gigantescos monstruos de acero de 62 toneladas capaces de aguantar el impacto de lanzacohetes y equipados con ametralladoras y lanzagranadas. Su misión es despejar las calles y dar paso a la infantería. El “doobi” se especializa en detonar terrenos minados y destruir la infraestructura subterránea de túneles, búnkeres, arsenales armamentísticos o las lanzaderas de cohetes.
En este año medio de guerra genocida la intensidad de bombardeos sobre Gaza solo pueden compararse a los cometidos por EE.UU en Vietnam. Si observamos la extinta ciudad desde el aire parece que hubiera sufrido un terremoto de categoría 8 en la escala Richter. Pero Israel repite que “tiene todo el derecho a defenderse de los terroristas de Hamas” Un argumento que bendice EE.UU y la Unión Europea. Porque el mejor método para allanar el camino hacia la paz es la tierra quemada y que no quede piedra sobre piedra.
La función principal de la Liga Árabe fundada en 1945 era la de impedir la creación de un estado judío y por eso se negaron a una solución pacífica de dos estados como proponían los dirigentes sionistas. Después de la guerra árabe-israelí de 1948 -bajo la mediación de la ONU- se firmó entre Israel y los países árabes derrotados el Armisticio de Rodas trazando la famosa “Línea Verde”. Se decretó un alto el fuego, pero no la paz ni el reconocimiento de Israel. Gaza pasó a manos de Egipto que la administró militarmente bajo la farsa del “Gobierno de Toda Palestina”. A partir de ese momento la Franja se convirtió en un “vertedero humanitario” absorbiendo miles y miles de palestinos que huían de la represión sionista.
En Gaza hoy existen o existían, mejor dicho, 8 campamentos de refugiados Shati, Bureij Deir, el Balah, Jabalia, Jan Yunis, Maghazi, Nuseirat, Rafah –cuya población total según el último censo es de 1.388.455 palestinos. Tras la victoria de Israel en la “Guerra de los Seis Días” en 1967 Gaza fue ocupada por el ejército de Israel. Nuevamente los países árabes se negaron a aceptar la derrota, aunque se vieron obligados a firmar un alto el fuego bajo auspicios de la ONU. Luego en septiembre de 1967, en una cumbre de la Liga Árabe en Jartum, emitieron la declaración de los “tres noes” -no a la paz con Israel, no al reconocimiento del estado de Israel, y no a las negociaciones con Israel.
Después de transformar a Gaza en una escombrera inhabitable el Ministerio de Defensa de Israel ha creado la Oficina de Emigración Voluntaria (Netanyahu adopta el plan Trump) que tiene la finalidad de estimular el destierro masivo a la fuerza o “voluntariamente” de los supervivientes. “Israel es generoso y abre las puertas de par en par a los palestinos interesados en viajar a terceros países” y dar vía libre a la “limpieza étnica”. Un viaje por supuesto con solo boleto de ida. Como se han roto todos los contactos entre las partes en litigio la única alternativa es rendirlos por la fuerza. “Cuando Hamas se sienta acorralado liberarán a los rehenes israelíes cautivos, entregarán las armas y sus comandantes tendrán la opción de partir al exilio” No hay nada que negociar pues el lenguaje de las bombas es el más efectivo. “Hamas es el culpable de esta catástrofe y hay que eliminarlo por completo”.
En los últimos meses se han sucedido una serie de acontecimientos bélicos que han cambiado radicalmente la geopolítica de la zona: el “Eje de Resistencia” está completamente neutralizado; la cúpula de Hezbollah, de Hamas y de la Yihad Islámica eliminada, derrocado Bachar Al Assad en Siria y su capacidad militar anulada, Irán ya no reviste un peligro latente y se pliega a negociar con Donald Trump un acuerdo nuclear, los Hutíes cada día más asediados por EE.UU e Israel son los únicos que mantienen el espíritu combativo pero a 2.200 kilómetros de distancia. Cisjordania ocupada y bajo estado de sitio liquidada militarmente y con un dramático balance de cientos de muertos, heridos y detenidos. La situación es tan caótica y desesperada que ni siquiera han convocado una Intifada en apoyo a sus hermanos de la Franja. Gaza se ha quedado huérfana y solo cuenta con la solidaridad internacional de las asociaciones pro palestinas, las ONG y las redes sociales afines a su causa. Las resoluciones de la ONU son completamente infructuosas e inútiles y solo dan pie a que Israel arrecie en su ofensiva.
Es la hora en la que Israel herede la tierra y extirpe el terrorismo, o sea, expulse a los gazatíes para asegurar la paz y seguridad del “pueblo elegido por Adonai”. La soberanía es la anexión. Los palestinos, según el Ministerio de Defensa en colaboración con la COGAT, deben ser deportados a países que los han reconocido como España, Irlanda o Noruega o a otros territorios en África aún por determinar.
Se ha de cumplir la sentencia bíblica de ojo por ojo diente por diente y expulsar a 2 millones de palestinos como represalia (venganza) por el “espantoso crimen” cometido el 7 de octubre de 2023.
Hamas es una organización islámica que propugna la destrucción total de Israel y por lo tanto debe ser desmantelada y reemplazada por una fuerza militar conjunta de la Liga Árabe. En primer lugar se instaurará un “Comité de Gestión de Gaza” bajo la dirección de la ANP. Sin tener en cuenta la decisión de los gazatíes que se inclina mayoritariamente por Hamas. Por el contrario el gobierno de Israel apuesta ciento por ciento por la “Riviera de Oriente Medio” del “visionario” presidente Donald Trump.
EE.UU quiere hacerse con el control de la franja; comprarla y poseerla (“Gaza is mine”) “Sería un gran error que una vez nosotros la reconstruyamos permitamos la vuelta a los palestinos” “Podemos dársela a otros estados democráticos de Oriente Medio y asegurarnos que el grupo “terrorista Hamas” no vuelva a ella. Los dos millones de gazatíes son una amenaza y tendrían que salir a otros países árabes vecinos, países hermanos que les den asilo providencial para aliviar su sufrimiento y que clementes y misericordiosos los acojan.
Tras la expulsión definitiva de su patria se unirán a otros tantos millones de palestinos exiliados principalmente en Jordania, Siria, Líbano, Egipto, los países del Golfo, América Latina o Norteamérica
La mejor estrategia para rendir a la resistencia palestina es sitiarlos; cortarles el agua, la luz, la alimentación, el combustible y hacinar a sus pobladores en espacios cada vez más reducidos. Mejor dicho, estrangularlos hasta que no puedan respirar más. Cobardemente ninguna potencia quiso intervenir sobre el terreno para parar esta sangrienta carnicería y el resultado lo tenemos a la vista: más de la mitad de las víctimas son niños y niñas, una macabra estadística 14.000 asesinados y 25.000 heridos que refleja el mayor infanticidio de la historia contemporánea. Nos tememos que los dirigentes Israelíes, bajo la protección de Washington, jamás sean juzgados por estos crímenes de guerra. Un monumento a la impunidad sionista.
Carlos de Urabá 2025 |
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