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Notícies :: criminalització i repressió |
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„la solidaridad hace que el sol brille“ daniela klette
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per aa |
21 mar 2025
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El 26 de febrero de 2024, Daniela Klette fue detenida en su piso en Kreuzberg (barrio de Berlín) y desde entonces se encuentra en prisión preventiva en el centro penitenciario de Vechta.
Se le imputan diversas acciones de expropiación, pero también el exitoso atentado explosivo contra la prisión de Weiterstadt en 1993, llevada a cabo por la Fracción del Ejército Rojo (RAF).
El juicio contra Daniela por las expropiaciones comienza el próximo martes, 25 de marzo de 2025 en la sala 94 del Tribunal Superior del Estado federal de Baja Sajonia, localizado en Celle (Schlossplatz, número 2).
Las fechas de los juicios para el mes de abril son las siguientes; 1 de abril (martes), 15 de abril (martes), 16 de abril (miércoles) y 29 de abril (martes). Todas se llevarán a cabo en el mismo lugar y comenzarán a las 9 de la mañana. Hay manifestación convocada en la puerta. En principio, a partir del 28 de mayo, el proceso continuará en Verden. A partir de mayo, las fechas y el lugar todavía se desconocen. En Celle solo pueden asistir 10 espectadores. ¡La prensa tiene 28 asientos!
El juicio se centrará en las acciones de obtención de fondos, con una duración probable de 1 año. El proceso será llevado a cabo por el Tribunal Regional de Verden, y la acusación ha sido presentada por la Fiscalía de Verden.
Según los deseos de la Fiscalía Federal, durante el trayecto al tribunal, Daniela deberá permanecer siempre encadenada de manos y pies, y permanecerá rodeada por fuerzas especiales con ametralladoras en cada ocasión.
Actualización de su situación
Durante las primeras semanas de detención, Daniela estuvo en aislamiento en la prisión de Vechta, sin ningún contacto con otros prisioneros. Delante de la ventana de su celda había una persiana metálica, de modo que no tenía luz solar ni natural en su celda. Su rato de patio era muy temprano y en solitario.
Actualmente, ese tiempo durante la semana es de 4 horas semanales, pero debido a la falta de personal, a menudo son solo 3. Durante este tiempo no puede ir sola al baño. Durante medio año Daniela no pudo hacer deporte, ahora ha vuelto a empezar. Las condiciones de detención de Daniela sólo se han relajado después de las acciones de solidaridad públicas en Alemania y en el extranjero.
Hay cuatro personas, dos ex-prisioneros de la RAF, Günter Sonnenberg y Karl-Heinz Dellwo, así como otras dos personas, entre ellas Ariane, que tienen prohibido recibir visitas. Contra 5 compañeras (entre ellas Günter, Fritz y Ariane), que se han negado a declarar durante las citaciones de testigos, se han impuesto multas administrativas. En el caso de Ariane, la multa se ha vuelto firme. Ahora tiene en marzo otra citación por parte de la BKA. Está claro que esta vez tampoco hará declaraciones, por lo que ahora podría enfrentarse a hasta 6 meses de prisión preventiva.
A través de las prohibiciones de visita y las citaciones, se disuade a las personas de ponerse en contacto con Daniela. Se supone que debe ser aislada y el intercambio de cartas con les compañeres dura hasta 12 semanas. Algunas cartas son confiscadas. Se supone que debe ser aislada de las discusiones.
El aislamiento tiene como objetivo la destrucción del ser humano, de su propia identidad.
¡La solidaridad es un arma! ¡Libertad para Daniela!
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La siguiente traducción es de un texto de Daniela Klette que fue escrito para su lectura en la Conferencia Rosa-Luxemburg celebrada en Berlín el día 11 de enero de este año.
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Querides participantes de la Conferencia Rosa Luxemburg – querides compañeres,
Os saludo hoy desde la prisión de Vechta. Fui arrestada hace casi un año, después de décadas viviendo en clandestinidad.
Ante mí se encuentra un proceso judicial que durará varios años, en el que se me acusa de haber participado en acciones armadas de expropiación. Además, la justicia está montando otro juicio en mi contra, en el que se me acusa de haber participado como militante en acciones de guerrilla urbana contra el capitalismo y el imperialismo.
Tenía 17 años cuando la lucha de liberación vietnamita derrotó al imperialismo liderado por Estados Unidos. La increíble victoria se logró junto con la solidaridad mundial, a pesar del napalm, a pesar de la enorme maquinaria militar que se oponía al movimiento de liberación, y a pesar de las masacres a la población vietnamita que los militares estadounidenses, con la ayuda y complicidad de Occidente, encabezados por Alemania, habían perpetrado.
Tenía 16 años cuando me enteré de que mataron a una persona en prisión que luchaba mediante una huelga de hambre contra la tortura del aislamiento. Era Holger Meins, quien se había levantado contra dichas condiciones y fue asesinado en prisión mediante una malnutrición intencionada, durante la alimentación forzada por parte del Estado, y la negación de asistencia médica.
En muchos países era una época de intentos de liberación y luchas anticoloniales: por ejemplo, las Panteras Negras contra la opresión racial y por la revolución en los EE. UU., la lucha contra el apartheid en Sudáfrica o el FSLN en Nicaragua contra la dictadura. Comencé a entender lo que la humanidad puede esperar del capitalismo y el imperialismo. Sí, me veía como parte de los movimientos mundiales que luchaban por la liberación de la explotación y la opresión, contra el capitalismo y el patriarcado, y contra la guerra y el militarismo.
La justicia está ahora deliberando sobre mi culpabilidad en un sentido jurídico. Para mí no se trata de una cuestión de culpa, sino de lo que millones de personas movieron y mueven: ¿Cómo superamos las condiciones que globalmente generan guerra, desplazamiento, explotación, opresión patriarcal y racista, pobreza y completa destrucción ecológica?
Los poderosos se preparan para la gran guerra en la lucha por mantener su poder. La sociedad está marcada por la creciente pobreza, la militarización y un desarrollo que tiende hacia la derecha. El capitalismo se dirige hacia el colapso ecológico: El estado del mundo actual muestra de manera evidente que la cuestión de superar estas condiciones estaba justificada y hoy sigue siendo necesaria. Estas preguntas son preguntas para todes nosotres, y solo podremos responderlas de manera colectiva y con la organización de grandes movimientos. Me gustaría estar con vosotres para trabajar juntes en estas cuestiones, pero la represión y la voluntad estatal de juzgar la historia de la fundamental oposición no lo permiten.
Nadie que sea parte de la izquierda emancipadora y revolucionaria es encarcelada simplemente por sus supuestas o reales acciones. Todes estamos en la cárcel debido a la voluntad del Estado de deslegitimar la historia de las luchas revolucionarias y para disuadir las luchas del futuro, mediante la miseria de pasar años y años en prisiones. Esto me afecta tanto como a Mumia Abu-Jamal y Leonard Peltier en los EE. UU., a les anarquistes encarcelades en Grecia – Marianna, Dimitri, Nikos, Dimitra – y a muches otres prisioneres polítiques en todo el mundo.
En este sentido, el proceso judicial en mi contra es un proceso contra una oposición emancipadora, de izquierda radical y anticapitalista.
Me haría ilusión que aquelles que puedan vengan a mi juicio, que está a punto de empezar, también como una expresión de que no es solo un juicio contra mí sino que, a otro nivel, es un juicio contra todes les que se enfrentan a la cuestión de superar el capitalismo. ¡Me haría ilusión cualquier muestra de solidaridad!
¡Os deseo mucho éxito y, sí, también espero que os divirtáis mucho en la conferencia Rosa-Luxemburg de este año!
Saludos solidarios, combativos y de corazón a todes vosotres.
D. K. |
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