Imprès des de Indymedia Barcelona : https://barcelona.indymedia.org/
Independent Media Center
Notícies :: criminalització i repressió
Saludos desde la clandestinidad
13 gen 2025
Saludos desde la clandestinidad
por Martin (Burkhard Garweg)
20 diciembre 2024

A la familia, amigues, compañeres, aliades, residentes del “Wagenplatz” 1. A todes les que tienen interés en mi/nuestra perspectiva.

Legal, ilegal, me da igual. El 26 de febrero de este año, Daniela Klette fue detenida en Berlín. Periodistas que se ofrecieron voluntariamente como policías auxiliares y que contribuyeron a complementar al Estado, que actúa cada vez más autoritariamente, con una unión estatal y social de cazadores de recompensas y denunciantes. Habían rastreado imágenes de Daniela en internet utilizando tecnología de IA. El mérito histórico de estes denunciantes periodistas de podcast habrá sido, haber proporcionado, en el momento adecuado, la prueba de la supuesta necesidad del control biométrico mediante reconocimiento facial en el camino hacia el Estado de control totalitario.

Manipulación de la opinión pública

La posterior persecución policial contra Volker Staub y contra mí ha estado, desde entonces, marcada por mentiras y difamaciones. La policía y los medios de comunicación burgueses dicen que somos criminales violentos, o sea, terroristas que no dudarían en matar por dinero. La casa en la que vivía Daniela, al igual que las casas contiguas, fue evacuada de manera mediática debido a la presencia de supuestos explosivos peligrosos. Se iniciaron medidas de movilización de la población para la participación en la búsqueda policial y en las operaciones de guerra psicológica. Ahora se sabe que la granada y el lanzacohetes encontrados eran imitaciones. La policía debe haberlo sabido desde el principio. Toda esta operación, que duró varios días, fue una maniobra de engaño y manipulación de la opinión pública.

La continua propaganda sobre nuestra violencia y peligrosidad, los marciales registros de casas y “Wagenplatz”, los vehículos blindados y los policías con armas automáticas como si hubiera estallado una guerra, los controles y las detenciones, son con las imágenes creadas intencionadamente, nada más que la afirmación de la necesidad de la militarización policial y una puesta en escena para movilizar a la población en la búsqueda policial.

Sobre todo, lo que buscan con la creación de esta imagen de criminales violentos es despolitizar y denunciar la historia de la oposición radical: esa historia del intento histórico de contribuir a la liberación de las relaciones violentas del capitalismo, que surgió de la resistencia del movimiento del 68 y estuvo vinculada a las luchas revolucionarias y anticoloniales en todo el mundo.

Hace 26 años, la parte del proyecto de guerrilla urbana que fue la RAF, terminó. Sin embargo, para nosotres, que fuimos perseguides como militantes de la RAF, la vida en la clandestinidad no terminó. La imagen que se intenta crear de nosotres describe una banda de saqueadores violentos, peligrosa para la población en general y dispuesta a matar solo por dinero. Sin embargo, para nosotres es inconcebible ejercer violencia contra personas, que podría matarlas o herirlas físicamente, por dinero. Es de lamentar cualquier traumatización de los empleados en ventanilla de las oficinas bancarias o de los empleados en los vehículos blindados que transportan efectivo. No hay ninguna razón para confiar en nada de lo que diga el aparato policial o judicial, porque están guiados por la intención de deslegitimar la oposición radical y de crear un clima en el que la violencia y la represión estatal parezcan justificadas.

"La violencia es el fundamento de la sociedad burguesa: en la miseria de su sistema penitenciario, en los guetos por debajo de la vida cotidiana burguesa, en la militarización del 'orden público', en su relación de explotación" (Peter Brückner 1976)

La violencia estatal afecta a muches: a les pobres, a les explotades, a les marginades. Se dirige contra aquelles que protestan o contra aquelles que se oponen a esta normalidad y no la aceptan como algo natural. Son aquelles que protestan contra el genocidio en Gaza y contra el gobierno alemán que suministra las armas para ello, y que están expuestes a un conglomerado autoritario y violento de porrazos policiales, detenciones, amenazas judiciales, amenazas de deportación, pérdida del empleo y vigilancia de los servicios secretos, o cuyas manifestaciones directamente se prohíben. Son aquelles que, a raíz de lo anterior, ocupan universidades y son aporreades por la policía. Les que quieren hablar en eventos sobre Palestina y reciben una prohibición de entrada al país por ello, o artistas, escritores y científicos de todo el mundo, cuyas exposiciones, conferencias o eventos son cancelados porque tienen la "opinión equivocada". Son les activistas judíes que son marcades como antisemitas porque no sostienen “la razón de Estado alemana”2 y, por ello, son tratades con esta forma de antisemitismo de los que están en el poder.

Son aquelles que, de forma organizada, cortaron carreteras pegándose a ellas para manifestarse contra la destrucción de toda vida en este planeta por parte del capitalismo y por ello son declarades terroristas o condenades a prisión. Son aquelles que son echades de sus pueblos porque las empresas energéticas quieren obtener beneficios con los combustibles fósiles allí presentes. Son aquelles que resisten a este expolio capitalista y a la destrucción del clima que este conlleva. Les que se enfrentan a las excavadoras de las corporaciones y, por ello, son objeto de violencia policial. Son aquellas millones de personas que, como consecuencia de todo ello, hoy en día son obligades a huir en el sur global, porque el sistema capitalista impone las ganancias de las corporaciones con porras de policía en las metrópolis. Como resultado, regiones enteras del mundo son devastadas y se vuelven inhabitables.

Son aquelles que se han dado cuenta de que el Estado aprovechó la pandemia de COVID-19 para avanzar en la formación de un Estado autoritario, y por ello son denunciades. Son aquelles que luchan en las organizaciones antifas contra el fascismo y los nazis y que, por ello, son amenazades por la policía y la justicia, se encuentran en la clandestinidad o son encerrades en prisiones. Son les compañeres que se organizan contra la opresión de les kurdes que se enfrentan al ISIS (esa locura que surge de las guerras de los estados occidentales) y que luchan por la liberación de las estructuras patriarcales y por el confederalismo democrático en Kurdistán, y que por ello son perseguides por la justicia alemana como miembros del PKK y encarcelades durante años.

Son aquellos de quienes se dice que, como K.O.M.I.T.E.E., se han enfrentado al militarismo y al régimen de deportación racista y que, por ello, han sido perseguidos por la justicia y obligados a vivir en el exilio durante casi 30 años. Son aquelles que en los últimos años han sido desalojades en Berlín: Syndikat, Liebig 34, Meuterei, Potse-Drugstore, Köpi Wagenplatz. Terror policial y expulsión para el beneficio económico de inversores criminales y contra la utopía de la vida colectiva y solidaria. Son aquelles que ya no pueden pagar el alquiler de su vivienda y por eso son desahuciades por la policía.

Son aquelles que tienen que vivir en tiendas de campaña o bajo puentes en medio de la riqueza y que, por ello, son expulsades cada día. Son aquelles que, en tiempos en los que las masas ya no pueden permitirse pagar el alquiler, saben que tienen todo el derecho moral del mundo para apropiarse de casas mediante la ocupación y que no aceptan la ley de la propiedad en manos de unos pocos, y que por ello, pueden acabar atrapades en la maquinaria policial y judicial. Son las masas en relaciones laborales precarias. Les que tienen que vender su fuerza de trabajo a precio bajo. Les que son exprimides de la mañana a la noche y cuyo salario finalmente apenas alcanza para vivir.

Son aquelles que son encarcelades o aquelles que son encerrades en psiquiátricos de forma involuntaria, en régimen de aislamiento, a pesar de que el aislamiento es considerado tortura blanca3 a nivel internacional. Son aquelles que son amenazades diariamente por el racismo de la policía alemana o el caso de Oury Jalloh, quien, por ser negro, fue quemado vivo en la comisaría de Dessau, atado de manos y pies y sin la más mínima posibilidad de moverse. Es el joven Mouhamed Dramé que, habiendo migrado y encontrándose en una situación psicológica límite, murió acribillado por una ráfaga de ametralladora de la policía de Dortmund, sin que él hubiese supuesto ningún peligro, ni por un segundo, para sus asesinos. Es el adolescente Halim Dener, de 16 años, que fue asesinado de un tiro en la espalda por un policía porque había pegado un cartel del movimiento de liberación kurdo. Son aquelles que fueron asesinades por el NSU4 porque provenían de familias migrantes. El NSU fue un grupo que durante años actuó con total impunidad y sin persecución por parte del Estado, y que se ha demostrado que estaban actuando en colaboración con los servicios secretos alemanes.

Son aquelles que son forzades a migrar debido a guerras, a la destrucción del clima y a la pobreza, y los miles que se ahogan en el Mediterráneo. Aquelles que son rechazades en la frontera alemana y en las de la UE o que terminan en CIES. Son las miles de personas en la antigua Yugoslavia cuyas vidas fueron apagadas por los bombarderos de la OTAN, sostenidos y bajo la orden del gobierno alemán que corrompió y mal utilizó la frase "Nunca más Auschwitz" aplicándola como grito de guerra. Son las 141 personas que fueron asesinadas a sangre fría en Afganistán con bombas de la OTAN, por orden del soldado del ejército alemán, Klein, quien dio la orden a pesar de haber sido informado previamente por militares estadounidenses de que las 141 personas eran civiles, y que, por ello, fue ascendido a general por el gobierno alemán.

Son decenas de miles o más, que ya no pueden aguantar todo esto, que se refugian en la adicción a las drogas duras o directamente prefieren terminar con su vida por su propia mano. Son todes aquelles que se oponen a la guerra, que se oponen a la fascistización y militarización de la normalidad capitalista. Les que simplemente no quieren aceptar todo esto. Les que se defienden. Les que no se resignan, sino que luchan por un mundo libre de toda dominación, sin un arriba y un abajo, y sin la violencia policial y militar, que protege el arriba del abajo.

Son innumerables quienes aprendieron de mala manera sobre las verdaderas relaciones de poder en el sistema capitalista.
Sin embargo, son esos apologistas del capitalismo quienes tienen un interés común en que no haya una alternativa al capitalismo. Son esos quienes disfrutan especialmente hablando sobre la supuesta violencia de aquelles que se rebelan en cualquier parte del mundo, cuya tristeza y rabia se convierte en resistencia colectiva. Sin embargo, sobre su violencia (la violencia estructural y brutal del sistema capitalista) casi nunca hablan.

Es esta violencia de la que se debería hablar.

Violencia estructural del capitalismo – autodefensa revolucionaria – liberación

Como parte de la izquierda revolucionaria, estábamos – y digo: estamos – convencides de que un sistema basado en la violencia no tiene legitimidad, y que la superación emancipadora de este sistema puede ser alcanzada. Detestamos cualquier forma de relación de violencia y anhelamos un mundo cuya base no sea la violencia, la muerte y la miseria. En un momento dado emprendimos el camino para contribuir a poner fin a la violencia del capitalismo, al dominio del hombre sobre el hombre, a la explotación, al militarismo y a la guerra, y para transformar esa realidad social en otra. Fuimos parte de todes aquelles que, a lo largo de la historia de las luchas por la emancipación humana, la libertad y la autodeterminación, se rebelaron.

Partíamos de la premisa: Quien plantea la cuestión de una sociedad sin violencia, que no esté entregada al beneficio de unos pocos, a la división de las personas en blancas y negras, en pobres y ricas o en hombres y mujeres, inevitablemente tendrá que enfrentarse en algún momento con la cuestión de la violencia estructural del sistema, el movimiento revolucionario de oposición y la autodefensa revolucionaria.

El comportamiento marcial del aparato de seguridad del Estado contra nosotres en el contexto de la crisis.

El comportamiento marcial contra nosotres se lleva a cabo en un contexto en el que hay un desarrollo a nivel de sociedad, donde se vuelve de nuevo actual la cuestión de la alternativa sistémica anticapitalista. Por lo tanto, se debe desacreditar cualquier planteamiento y cualquier relato de oposición radical al sistema capitalista e imperialista. El sistema capitalista ha entrado en una crisis amplia y polifacética. Sus posibilidades de crecimiento, que son existencialmente necesarias para el capitalismo, están llegando cada vez más a sus límites. Las consecuencias son y serán considerablemente mayores: pobreza, despidos masivos en las empresas y recortes en los programas del Estado del bienestar.

La crisis no la pagan los diez mil de arriba, sino los que están abajo: les ancianes, cuya pensión no alcanza para vivir; les que dependen de las prestaciones sociales estatales, para quienes el aumento de los precios de los alimentos se convierte en un problema existencial; les que ya no podrán permitirse su vivienda; les que necesitan aún más trabajos precarios para poder sobrevivir; les desempleades, a les cuales se les intenta disciplinar con cada endurecimiento del sistema de ayudas sociales; les yonkis, les jóvenes (sobre todo de los barrios más pobres) o les afectades por la violencia y muches otres, cuyos espacios, donde recibían apoyo o podían reunirse, están siendo cerrados.

Los políticos y la policía hablan con gusto de los clanes migrantes, como si fueran el principal problema de la sociedad. Sin embargo, nunca hablan de los clanes de los Hohenzollern o de los Quants5, aunque estos, con su inmensa riqueza y la distribución de esta, representan la locura del capitalismo y son corresponsables de esta locura. A nivel mundial, las 85 personas más ricas poseen tanto patrimonio como el conjunto de las 3,5 mil millones de personas más pobres.

Miedo, presión y disciplinamiento para la obediencia – la justicia institucional burguesa

En el contexto de la reacción autoritaria del Estado ante la crisis, la justicia condena cada vez a más personas y los pobres pueden acabar con facilidad en la cárcel porque supuesta o realmente quieren llevarse un poco del pastel. Son condenades judicialmente aquelles que supuesta o realmente reciben unos euros "injustificados" del sistema de ayudas sociales o aquelles que, según el parecer de los que están en el poder, gritan consignas "incorrectas" en las manifestaciones. A los ricos y a los que sustentan el poder, como los capitalistas, multimillonarios y políticos involucrados en el escándalo de Cum-Ex6, que han defraudado millones, no les condenan.

El Estado marcado por la crisis autoritario prioriza tanto la militarización hacia adentro, armando a la policía y a los servicios de inteligencia, como también la militarización hacia afuera. Eso significa que el dinero fluye en enormes cantidades hacia la policía, el ejército, la industria armamentista y las guerras. En cambio, cada vez llega menos a les afectades por la pobreza o cualquier necesidad – un gigantesco proceso de redistribución de abajo hacia arriba. La gestión de la crisis por parte de los que están en el poder tiene como objetivo revitalizar la "Volksgemeinschaft" y "apretar el cinturón" de las masas. Así lo llaman cuando hablan de empobrecimiento y erosión social, como consecuencias de su política de dominio, y de reducir el derecho de asilo hasta que casi se vuelva inexistente o cuando solo quede el derecho de vivir en la metrópoli para aquelles que son valorizables por parte del capital.

Bastaron dos apuñalamientos – el de Solingen y el de Mannheim – para justificar un amplio armamento policial, controles fronterizos, más avances en el proceso de abolición del derecho de asilo, como también deportaciones masivas. 360 feminicidios en el año 2023, en cambio, no indujeron a los que están en el poder a tomar medidas. La población musulmana y las personas refugiadas constituyen hoy en día el deseado concepto de enemigo común, creado desde arriba, con el que se puede construir una "Volksgemeinschaft"7. Con la afirmación de que elles son la causa de los problemas, los que están en el poder dividen y canalizan el descontento de amplios sectores de la población y ocultan que ellos mismos y el capitalismo son la causa de los problemas fundamentales.

Con el concepto de enemigos comunes se puede justificar una política autoritaria y represiva y lograr un amplio consenso al respecto. Esto funciona especialmente bien en tiempos de ausencia de una izquierda socialrevolucionaria y anticapitalista relevante. La concordia entre la derecha neofascista y todo el espectro burgués es evidente.

Los grandes problemas de la humanidad: la destrucción de las condiciones ecológicas de vida, el nacionalismo, la guerra y la pobreza, no podrán ser resueltos objetivamente por el capitalismo. El antifascismo ha de ser anticapitalista, o es inútil.

El auge de la derecha radical en toda Europa es la expresión de la crisis del capitalismo, la cual perdura y va en aumento. Los partidos de derechas, que en cada vez más países de la UE son integrados en las élites gobernantes (Italia, Países Bajos, Austria, Francia y a nivel de la UE), reúnen detrás de soluciones ilusorias, que no cuestionan el capitalismo, a una parte de les excluides o a aquelles que temen el descenso social. Las élites europeas y los partidos de derechas desde hace tiempo ofrecen la misma solución a la crisis: un Estado autoritario contra les desobedientes, el desmantelamiento del Estado del bienestar, un rearme masivo y el aumento de la capacidad de poder llevar a cabo guerras, la militarización de la policía y la ampliación de sus poderes, así como el control sobre la sociedad por parte de la policía y los servicios secretos, el nacionalismo, les inmigrantes como chivos expiatorios de la crisis y las deportaciones masivas.

En esto también están de acuerdo en Alemania todos los partidos de la derecha neofascista y del llamado centro (desde la AFD hasta Die Grünen)8. Es una ilusión esperar que el racismo y la idea de la “Volksgemeinschaft alemana" de la derecha neofascista puedan ser confrontadas de una manera que tenga sentido mediante el racismo y las mismas ideas de “Volksgemeinschaft” que también sostiene el Estado burgués. Desde hace tiempo, las ideas de la AFD y de otros partidos europeos de derechas también son compartidas por los que están en el poder y marcan su camino hacia el futuro.

Los grandes problemas de la humanidad (la destrucción de las condiciones ecológicas de vida, la guerra y la pobreza) no podrán ser resueltos objetivamente por el capitalismo. La amplia crisis actual es el catalizador de todo esto y empuja al mundo hacia el posible abismo militar, nuclear y climático. La solución solo puede encontrarse en una organización de la humanidad liberada de la necesidad de crecimiento, inherente al capitalismo, y, por lo tanto, ha de ser anticapitalista y libre de dominación. La radicalización del Estado y de la sociedad, que surge de la crisis, solo puede ser enfrentada, desde esta perspectiva, mediante la búsqueda de caminos hacia una alternativa al sistema. La cuestión social, la resistencia contra la guerra y la militarización tanto interna como externa, la resistencia contra la destrucción ecológica del planeta por el capitalismo, así como la organización del internacionalismo solidario, necesariamente marcan conjuntamente este camino.

En la lucha de Occidente contra la amenaza de perder su hegemonía mundial, los que están en el poder apuestan por la militarización y planean una guerra que podría alcanzar la dimensión de una Tercera Guerra Mundial.

Hemos llegado a la era del Estado cada vez más autoritario. Una situación indudablemente amenazante. Pero también indica un mayor grado de inestabilidad del capitalismo. En su avaricia por la plusvalía, necesita las posibilidades de acumulación, que se hacen cada vez más difíciles de crear. Él se tambalea de crisis en crisis. Es la era de las guerras, las convulsiones sociales y la reorientación reaccionaria de volver a centrarse en el “Volk”9y la nación. Pero también indica que los que están en el poder podrían estar perdiendo el control de las cosas. Y surge la pregunta: ¿Qué hacer? ¿Se desarrollarán en el futuro luchas de clases que cuestionen y combatan en procesos colectivos las relaciones de explotación y opresión? Las preguntas sobre cómo se puede lograr una transformación social son existenciales y más actuales que nunca en la era de las erosiones sociales y económicas, la creciente reconfiguración militar del poder y la destrucción ecológica irreversible del planeta.

Se cierra el círculo.

Los conceptos revolucionarios históricos no pudieron indicar las respuestas para superar el capitalismo. No obstante, bajo distintas condiciones, nos enfrentamos fundamentalmente a las mismas preguntas.

El Estado apuesta por la división
Clandestinidad, solidaridad y "terroristas"

En las décadas de clandestinidad nos hemos encontrado con muchas personas. Amiges, aliades, vecines, mis compañeres del “”Wagenplatz” y muches más. Viví muchos años con personas que no sabían la mochila que cargaba. Como persona en clandestinidad, no es posible hablar de mi propia clandestinidad. Por favor, perdonadlo.

Con el final de este tiempo compartido, llegó la represión para elles. Registros de “Wagenplatz” y casas: simulaciones de guerra locales, algo que nunca quise, pero que al fin y al cabo no estaba en mis manos. A las luchas revolucionarias y emancipatorias les sigue la represión, y así será hasta que la lucha por la emancipación venza la injusticia. Somos parte de la historia de las rebeliones mundiales, que existen desde que hay dominación y esclaves. Les que existen desde que el patriarcado, el capitalismo y el colonialismo son la plaga de la humanidad. Visto así, la responsabilidad de la represión recae en los que están en el poder y en nadie más. La represión es un instrumento de dominación. Desde mi punto de vista (y este también sería nuestro punto de vista) solo hay una respuesta a eso: la solidaridad.

¡Uníos contra la represión actual contra Daniela!

¡Cread otra narrativa! ¡Solidarizaros!

Somos como éramos y somos como muches nos conocieron durante el largo periodo de clandestinidad. Debates sobre relaciones de violencia (violencia patriarcal, pobreza y racismo) encontraron, como muchas otras cosas, eco en encuentros y amistades con personas durante este tiempo y forman parte de mi vida y de nuestra vida. Mucho de lo que hicimos junto con otres en las décadas de nuestra clandestinidad y los caminos que recorrimos junto con otres, hablan de la búsqueda de una realidad solidaria y emancipadora más allá de las relaciones de violencia capitalista. Los vínculos con otres durante este tiempo es el espejo de nuestra realidad, de cómo y quiénes somos.

Según la historiografía de los que están en el poder, la resistencia radical contra el sistema capitalista es: criminalidad, violencia y terror. La finalidad de la imagen creada es reemplazar la realidad y ocultar que la violencia estructural del sistema es la que constituye el gran problema de la humanidad. Con la imagen creada del "terrorista" se busca despolitizar la historia de la resistencia contra las relaciones de poder capitalistas, se busca dividir, se busca encubrir el hecho de que la violencia estatal y las relaciones de poder del sistema capitalista son, en realidad, solamente terror para muchas personas en el mundo.

"¡Paz a las chozas! ¡Guerra a los palacios!" (Georg Büchner – 1834)

Ser retratado como "terrorista" puede sucederle a cualquiera que pase de la protesta a la resistencia. Así lo cuentan las innumerables historias de las rebeliones y la resistencia: Klaus Störtebecker, Thomas Müntzer, Georg Büchner; el socialrevolucionario, anarquista e insurgente contra el reaccionario Imperio Alemán, ejecutado en 1885, August Reinsdorf; el comunista consejista, crítico del KPD (Partido Comunista Alemán), activista del Socorro Rojo, autor que desarrolló el primer concepto de guerrilla urbana y militante de las insurrecciones del movimiento obrero de los años 20, Karl Plättner, Olga Benario, Georg Elser, Phoolan Devi, Durruti, Che Guevara, Angela Davis, Ulrike Meinhof, Sigurd Debus, Patrice Lumumba, Nelson Mandela, Assata Shakur, Sakine Cansiz, Mumia Abu Jamal. Ya sean les integrantes de la Comuna de París o les jacobines negres (aquelles que fueron esclavizades por el colonialismo europeo y que desde 1791 en lo que hoy es Haití consiguieron la liberación luchando en la revolución anticolonial); ya sean les partisanes que lucharon en muchos países de Europa contra el fascismo nazi o les miembres de la CNT (anarquistas en el Estado español que lo hicieron contra la dictadura militar); ya sea la lucha revolucionaria de Black Panthers, el Movimiento del 2 de Junio, la Rote Zora o la resistencia del ANC (Congreso Nacional Africano) contra el apartheid, todes elles fueron considerades "terroristas" en la propaganda de los que están en el poder.

El terror no tiene nada que ver con nosotres, sino más bien con los que están en el poder y el sistema capitalista.

El término terror no tiene nada que ver con la contraviolencia revolucionaria de los movimientos emancipatorios históricos, la cual es autodefensa revolucionaria, que se dirige exclusiva y específicamente contra los que están en el poder. La palabra terror hace referencia a la violencia indiscriminada para imponer o asegurar el dominio. El término “terrorista” en la sociedad burguesa adquiriría contenido real si, por ejemplo, se aplicara como autoinculpación y descripción de quienes están en el poder y entonces se convertiría en un término significativo en lugar de una frase manipuladora. El término "terrorista" hoy día es principalmente un instrumento de dominación. Explotación, represión, régimen Frontex, justicia institucional burguesa y sistema penitenciario; Hambre, guerras, golpes de Estado y dictaduras militares bajo la dirección de los centros del poder capitalista y con la responsabilidad histórica de cada gobierno alemán: los millones de muertos ya no se pueden contar; el terror no tiene nada que ver con nosotres, sino mas bien con ellos y su sistema.

La solidaridad no tiene fronteras

En una situación de debilidad, ha significado mucho para nosotres y nos ha dado fuerza: la manifestación de solidaridad en marzo en Berlín por la libertad de Daniela y la solidaridad con nosotros, los que estamos en la clandestinidad, y contra los registros de los “Wagenplatz” y casas, contra la caza de brujas y todo el terror estatal; las concentraciones de solidaridad enfrente de la cárcel de Vechta, las pintadas y manifestaciones de solidaridad en varios países de Europa.

Durante más de tres décadas, pudimos organizarnos colectivamente al margen de los caminos determinados por la sociedad burguesa, que no tenía otra cosa planeada para nosotres más que ser encarcelades o asesinades a disparos. Pudimos encontrar formas de vivir, donde a pesar de todos los altibajos se palpaba una realidad social diferente a la normalidad capitalista de la alienación, individualización y explotación. Eso ya no nos lo puede quitar nadie. Seguirá formando parte de la historiografía desde abajo.

Solidaridad entre nosotres, con aquelles que ayer, hoy o mañana se rebelaron, se rebelan o se rebelarán contra este sistema.

Daniela, encerrada en la celda de la prisión día tras día. Y eso, aunque la abismal realidad de las condiciones de esta sociedad muestra que puede que tengan de su lado algunas de sus leyes, pero no tienen la legitimidad. Los intentos históricos de innumerables personas a lo largo de muchos siglos de superar esas condiciones (contra la violencia de aquellos que quieren que todo siga tal y como está, que afirman que la emancipación y la liberación humana son injustas y, que convierten la injusticia en justicia) fueron y son completamente legítimos.

La justicia del Estado sucesor del nazismo, que casi nunca condenó a los nazis del régimen nacionalsocialista, planea hoy una farsa judicial contra Daniela que durará años, en los que se le juzgará en nombre de la historia de la oposición radical y se le encarcelará durante muchos años. El Estado apuesta por la disuasión y no solo apunta a Daniela, sino a todes aquelles que no se someten, que no aceptan que la humanidad no tenga alternativa al capitalismo, el cual lleva intrínseca la destrucción del planeta. Una farsa que afecta a todes les que, independientemente de su historia o su punto de vista, no aceptan que el capitalismo sea la última palabra de la historia.

¡Solidarizaros!

Hacer posible lo imposible, como dijo Che Guevara, tiene hoy un sentido existencial para la humanidad: reaprender a pensar en la alternativa sistémica mediante procesos colectivos y, con una perspectiva conjunta e internacional, luchar contra los abismos de la era de “transición histórica”; derribar la lógica de los que están en el poder, interiorizada por nosotres y presente en todas las relaciones, de que no hay alternativa al capitalismo ("there is no alternative") . La ventana de oportunidad histórica de romper con esta era (debido a las erosiones sistémicas y sociales del capitalismo) actualmente se está abriendo cada vez más. En el cada vez más agudo recrudecimiento de las relaciones sociales y económicas, acecha una nueva era de barbarie. Únicamente las luchas de un movimiento socialrevolucionario podrían ofrecer una alternativa a esto.

"Socialismo o barbarie", como pronosticó Rosa Luxemburgo en 1919 y con ello predijo acertadamente la realidad histórica: después de la Primera Guerra Mundial y la crisis económica mundial del momento, se abrió la ventana de oportunidad histórica del capitalismo en proceso de erosión y de la revolución. Le siguió de 1918 a 1923 el intento del movimiento obrero, de les feministas revolucionarias, de les anarquistas y de les comunistas en Alemania de llevar a cabo la revolución socialista. Al mismo tiempo, una gran parte de la humanidad se levantó en insurrecciones en 5 continentes. En Alemania el intento del movimiento obrero insurgente de superar el capitalismo fracasó. Habría sido la única posibilidad de evitar la era de barbarie que vino a continuación. El intento de revolución socialista fue aplastado y se mantuvo el capitalismo, que en Alemania tomó la forma del fascismo nacionalsocialista y desembocó en la Segunda Guerra Mundial y en Auschwitz.

Con la profunda crisis actual del capitalismo y los cambios de época a nivel mundial, podría surgir nuevamente, con una tendencia clara y una velocidad creciente, el momento histórico del "o uno o el otro", del "socialismo o la barbarie". La fijación que hay con partidos burgueses-fascistoides-capitalistas no podrá impedir el desarrollo del Estado marcado por la crisis alemán y de la UE hacia un creciente autoritarismo y hacia la guerra. No hay nada que salvar. Solo una abolición del capitalismo, luchada en un proceso de transformación desde abajo, podrá poner fin a este desarrollo.

Hoy, la alternativa socialrevolucionaria a la creciente fascistización del sistema capitalista, a la pobreza que se extiende también en la metrópoli, a la inminente guerra global y a la destrucción ecológica del planeta, sería un socialismo que aprende de los errores históricos y que, por tanto, ofrecería la posibilidad de construir una sociedad liberada: un mundo de colectividad, liberado del patriarcado, la explotación, el dominio y la nación, así como la supervivencia de la naturaleza.

Este mundo no podrá ser alcanzado sin un movimiento, combativo, creativo y diverso que esté presente en la creciente crisis y en las luchas sociales del futuro que aumentan rápidamente. Esto significaría la reconstrucción de la capacidad de acción de una izquierda anticapitalista, socialrevolucionaria e internacionalista que actúe más allá de su propio plato. El final del sueño de la Bella Durmiente: Es hora, es el momento, de moverse.

¡Solidaridad con Daniela!

¡Solidaridad con les compañeres en el exilio, todes les que están en clandestinidad y les preses de las luchas antifascistas, de la resistencia, de les compañeres kurdes y turques, del movimiento contra el cambio climático y de todas las demás luchas emancipatorias del mundo!

La exigencia de la liberación inmediata de Daniela es justificada.

Martin

(Burkhard Garweg)



1. Wagenplatz: son asentamientos formados principalmente por vehículos, remolques, casetas de obra móviles, etc.. Son lugares de cultura alternativa y surgieron de la escena okupa a mediados de los 80.

2. Razón de Estado: es un concepto de la ciencia política empleado como una justificación que también le eximiría de respetar los límites de la ética: la razón de Estado estima lícito un mal menor si con ello se evita un mal mayor; y entiende como bien mayor el proteger la propia continuidad del Estado.
En Alemania es considerada razón de Estado “la lucha contra el antisemitismo”, mediante, entre otras medidas, apoyando y armando al Estado de Israel.

3. Tortura blanca: es un tipo de tortura psicológica que incluye extrema privación sensorial y aislamiento. La realización de este tipo de tortura moderna hace que el detenido pierda la identidad personal a través de largos períodos de aislamiento.

4. NSU (Clandestinidad Nacionalsocialista): fue una organización armada fascista alemana activa desde la clandestinidad entre 1998 y 2011. Asesinaron a disparos a nueve trabajadores migrantes y cometieron varios atentados con explosivos. El alcance de la colaboración de los servicios de inteligencia alemanes con el NSU y el encubrimiento de su actividad, no está del todo claro, ni lo estará nunca, porque los ficheros referentes al caso fueron destruidos por parte de los servicios de inteligencia.

5. clanes de los Hohenzollern o de los Quants: clanes familiares ultraricos alemanes.

6. escándalo de Cum-Ex: trama de fraude fiscal destapado en 2017 que implicaba a una red de bancos, corredores de bolsa y abogados que se habian hecho con miles de millones del tesoro público europeo a través de defraudar y especular con los impuestos sobre dividendos.

7. Volksgemeinschaft: Volk, völkisch, Volksgemeinschaft son palabras de difícil traducción que tienen connotaciones de “folclórico”, “populista”,“nación”,“tribu” y “raza”, asociadas al movimiento Völkisch, un movimiento etnonacionalista alemán activo desde finales del siglo XIX. Están construidos sobre la idea de “sangre y tierra” y en la idea de comunidades unidas que crecen de forma natural, como la mencionada Volksgemeinschaft.

8. la AFD y Die Grünen: partidos políticos alemanes. El primero (Alternativa Para Alemania) es de extrema derecha y el segundo (Los Verdes) supuestamente es ecologista de izquierdas.

9. Volk: Volk, völkisch, Volksgemeinschaft son palabras de difícil traducción que tienen connotaciones de “folclórico”, “populista”,“nación”,“tribu” y “raza”, asociadas al movimiento Völkisch, un movimiento etnonacionalista alemán activo desde finales del siglo XIX. Están construidos sobre la idea de “sangre y tierra” y en la idea de comunidades unidas que crecen de forma natural, como la mencionada Volksgemeinschaft.



traducido de https://kontrapolis.info/14657/
Mira també:
https://kontrapolis.info/14657/

This work is in the public domain
Sindicato Sindicat