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La sociedad de la supervivencia.
per albert Correu-e: burnface99@gmail.com (no verificat!)	12 feb 2024
La sociedad de la supervivencia implica formas de vida nihilistas y hedonistas que refuerzan constantemente el Yo. La supremacía del Sistema de dominación es convertir al individuo en una proyección de la propaganda y desfigurarlo hasta atomizarlo de manera que pueda ser absorbido por la masa al no reconocerse como persona autónoma que reflexiona sobre el mundo en el que vive.
El auto-engaño surge de la necesidad de sobrevivir. La supervivencia conlleva la mentira sistemática sin la cual no se podría "vivir". La vida plena es la utopía que el hombre todavía no ha podido realizar en toda su dimensión. Si de lo que se trata es de sobrevivir el Sistema de dominación proporciona los medios para hacerlo -aunque puedan llegar a ser escasos-, sin embargo vivir es un entelequia en la sociedad del control de manera que la libertad o la democracia son utopías que todavía deben ser realizadas por el hombre moderno. La sociedad de la supervivencia oculta formas de vida degradantes y desespiritualizadas, sin la ética ni la moral suficiente el hombre moderno tiene que sobrevivir en un mundo cada vez más competitivo y alienante, a la par que corrupto la existencia va perdiendo sentido a medida que el hombre sucumbe ante un Sistema de dominación cada vez más totalitario que no entiende en su totalidad o ignora en buena parte cómo funciona. La desfragmentación social y la atomización individual culminan en una masa enajenada que sólo puede sobrevivir obedeciendo y cumpliendo las directrices y las normas que el Sistema les dicta. La degradación social de la masa es proporcional y consustancial al grado de corrupción que impera en aquel y su modo de vida planificado y determinado de principio -nacimiento- a fin -muerte- por una élite de poder que sólo ansia el control y el dominio absoluto de la sociedad. La sociedad de la supervivencia se circunscribe en una visión materialista de la existencia que relega no ya en un segundo plano como podía suceder en épocas pasadas sino prácticamente del todo la cosmovisión espiritual del ser humano y el Universo que lo rodea. El desprendimiento del espíritu del hombre moderno coincide con el triunfo de la voluntad de poder y las nocividades que conlleva este pensamiento en la sociedad con el auge de la codicia, la servidumbre, la corrupción, el odio y otros disvalores que el materialismo como religión procesa. En la sociedad de la supervivencia donde la competitividad, la deslealtad y la corrupción implican formas de violencia toleradas la bondad no tiene cabida o está directamente mal vista lo que significa que el triunfo de la maldad se erige como el fundamento de la vida comunitaria.
Mira també: https://matapuces.blogspot.com/
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