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Anàlisi :: amèrica llatina |
Ecuador, el dolar nos esta matando
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per Raúl Crespo Correu-e: rcpuma061@yahoo.com |
16 gen 2019
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Serias dificultades para sostener la dolarización |
Ecuador, dos décadas dolarizados.
La dolarización nació con muchos defectos: el feriado bancario decretado en marzo de 1999, el congelamiento de los depósitos por un año a cuentas superiores a los dos millones de sucres fue demasiado para el pueblo que murió de infartos y para los que salieron del país buscando un mejor futuro.
La banca corrupta primero sedujo a la población pagando intereses hasta del 100% para captar más dinero porque se estaba prestando dinero creando compañías fantasmas vinculadas a los bancos que no podían devolver los créditos por la crisis productiva. Nada detenía la devaluación del sucre, el salvataje a la banca por parte del gobierno costo miles de millones de dólares; en el año 2000 el ex presidente Jamil Mahuad decreto la dolarización para Ecuador.
Para entonces Ecuador ya estaba parcialmente dolarizado, los arriendos, prestamos, cuentas, compras se realizaban en dólares en gran parte del país. Los primeros días se negociaba el dólar a 20.000 sucres pero ese valor no estaba relacionado con el volumen de sucres que circulaban y con los dólares disponibles para la conversión.
A fines de 1999 los dólares en el Banco Central llegaban a 871 millones pero los sucres emitidos desde la creación del Banco Central sumaban 31 billones y solo había 871 millones de dólares para convertir al sucre en dólares, se necesitaban 400 millones de dólares más y no los teníamos. La conversión se realizó a 25.000 sucres por dólar ¿Cómo se llegó a los 25.000 sucres? Es un misterio incluso político.
La dolarización es controversial no solo por ser una moneda que absorbe más del 60% del comercio mundial lo que la hace la moneda más fuerte del mundo por lo tanto muy cercana a la globalización que busca la reducción de soberanías y todo lo que esto implica para la autonomía de los Estados. Para América Latina no es conveniente por la ingobernabilidad de la región por su cíclica política de derecha a izquierda y viceversa que evita una estabilización económica y productiva.
Al ser una moneda rígida no permite devaluar y esto es una desventaja que no es temporal es permanente para Ecuador porque tiene muy poca competitividad, además, el déficit comercial es alarmante, seguimos importando bienes y servicios, a esto hay que agregarle el déficit de cuentas corrientes traducida en que la deuda publica financia el déficit fiscal porque no podemos imprimir billetes de dólar. El dólar no permite contar con soberanía financiera y esto es muy grave para un país subdesarrollado con escasa productividad.
El dólar es una moneda de intromisión por ser técnicamente una decisión artificial y autoritaria que amarra la capacidad de maniobra de un país al eliminar la gestión cambiaria y monetaria contradiciendo leyes de los mercados. Se renuncia al control monetario por parte de un Estado subdesarrollado para subordinarse al control de una nación enormemente poderosa por su arsenal y por su manipulación económica-política.
El cambio rígido es una camisa de fuerzas porque se obliga a abandonar mecanismos fundamentales de una política económica. En esas circunstancias llego el FMI para “ayudar”.
Con esas ayudas sugeridas se crearon fondos de ahorro en el 2002 para enfrentar futuros shocks; el fondo del ahorro petrolero fue el primero en crearse, le siguió la inversión energética y la reactivación productiva hasta el año 2008; en ese año Rafael Correa, un tonto ex presidente y economista los elimino aduciendo que era dinero improductivo, 3.200 millones fueron a parar al presupuesto del Estado, además, elimino la autonomía del Banco Central para que se convierta en la caja chica del gobierno como ya lo era el IESS (instituto ecuatoriano de seguridad social) En la actualidad las dos instituciones se encuentran quebradas.
Nunca se atrajeron dólares para fortalecer la dolarización, entre el 2002 y el 2017 Ecuador recibió algo menos de 700 millones de dólares mientras Colombia y Perú recibían entre 6 y 7.000 millones de dólares en promedio por año.
Colombianos y peruanos son nuestros vecinos de frontera. Por esos años el segundo boom petrolero incentivo la inversión pública y la estabilidad económica y política ayudo a la inversión privada y los emprendimientos fluyeron.
Pero, tras 19 años dolarizados con la caída del precio del petróleo a fines del 2014 (Ecuador es dependiente del petróleo) el gobierno de Correa tomo medidas urgentes para evitar la salida de dólares, coloco salvaguardias y aranceles a las materias primas que utiliza la industria, encareciendo los costos de producción.
Otra medida, el impuesto del 5% a la salida de capitales. Pasados los 3.000 dólares hay que pagar un impuesto del 5% para poderlos sacar del país, este impuesto es una traba para la renegociación de los contratos petroleros con China realizados en el gobierno de Correa, además freno la inversión extranjera. Sin embargo, de no haberse tomado esta medida los dólares habrían fugado hacia afuera a la menor señal de crisis.
Muchos manifiestan que la dolarización esta firme, no estoy de acuerdo con esta afirmación irresponsable y politiquera, es todo lo contrario; el lavado de dinero ayuda mucho al circulante en los comercios y ayuda a la banca del país lo que permite una falsa sensación de equilibrio.
Desde el año 2002 han salido más dólares de los que ingresaron, lo dice el déficit fiscal de casi 10.000 millones de dólares que el país requiere cada año. Si la masa monetaria se sitúa en 50.000 millones de dólares, de ninguna manera ayuda a sostener la dolarización cuando la moneda fraccionaria, la que mandamos a acuñar en Perú y Chile y que solo sirve al interior del país se sitúa entre los 15.000 y 20.000 millones de dólares en moneda de 5,10, 25 y 50 ctvs.
Sobrevivir solo con deuda publica, unos 70.000 millones de dólares, es una deuda impagable para el país, de ninguna manera dice que la dolarización este firme, tampoco, si las reservas internacionales en el Banco Central a diciembre del 2018 cubrían el 49% de la banca privada y pública; afirma que el sistema financiero está en serio peligro para sostener al dólar como moneda nacional.
Todos los meses nos faltan entre 600 y 700 millones de dólares para cubrir gastos corrientes confirman que estamos en recesión; podemos seguir con el dólar creciendo al 1% del PIB pero sosteniendo un gravísimo desempleo, escasa producción industrial y manufacturera, una agricultura abandonada a su suerte, comercio semiparalizado y un turismo alejado por el costo del dólar.
Si a esto le llamamos dolarización nos dice que el campo de acción en el que se mueve el gobierno para resolver las cuentas fiscales es cada vez más estrecho. La dolarización para los ecuatorianos es traumática cada mes; hay que realizar malabares para pagar los salarios, si a esta angustia el gobierno lo llama dolarización, está claro que el sistema monetario del país se encuentra en un estado precario de convalecencia.
Cada año el estado necesita más dólares solo para pagar intereses y amortización de deuda porque la deuda es la única fuente para que ingresen dólares al país, la pregunta es ¿hasta cuándo?
La agencia FITZH bajo la perspectiva de calificación crediticia para Ecuador, de estable a negativa, por las necesidades de financiamiento 2019-2020. La calificación de riesgo mide la capacidad del país para pagar sus obligaciones. No hay visibilidad de la magnitud del financiamiento chino para Ecuador.
El año pasado la calificadora Moodys, reviso a la baja la calificación de créditos de Ecuador de estable a negativa, saben que el país no tiene dinero, saben que las deudas nos están matando, saben que el petróleo no ayuda igual que los sectores productivos motivo por el cual no hay competitividad, además, el gobierno duda, actitud que complica más las cosas.
Raúl Crespo. |
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