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San Antonio, de la madera al barro
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per Raùl Crespo Correu-e: rcpuma061@yahoo.com |
31 jul 2018
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Critica situaciòn econòmica y cultural de San Antonio |
San Antonio, de la madera al barro.
En este artículo no quiero mencionar ni las fechas políticas de su creación ni otros temas históricos ni a gestores como Daniel Reyes, Gilberto Almeida, Víctor Maderos, pioneros y máximos referentes del arte quiteño en madera que impulsaron en San Antonio la escultura y pintura por estar suficientemente registrados, más bien expreso lo que a mi entender les afecta tanto como la dolarización que es la desunión del pueblo.
San Antonio pario gente ilustre como Monseñor Leónidas Proaño, para mí solo “Leónidas” el Obispo de los indígenas y de los pobres, a mediados de los años 80, antes de su muerte, me dijo “algún día iras a San Antonio y registraras lo que creas conveniente para su reflexión”. Al lado de Leónidas Proaño, amigo de toda la vida deseo mencionar en destaque especial a otra persona que conocí brevemente pero que me impacto por su decencia, trabajo, familia de luchadores y de bien, honradez, sencillez, ética y un gran tallador y escultor como el Sr. Alfonso Cisneros, que en paz descanse. Es un honor haberlos conocido.
San Antonio, una parroquia rural de Ibarra capital de la provincia de Imbabura en Ecuador, tiene facetas y personalidades de escultores y talladores que hicieron historia en todo el mundo con sus obras moldeadas en madera, este arte hizo famoso a este pueblo en varios sitios de Europa y América Latina por largo tiempo, hoy, es una sociedad con gestos amables y semblantes sombríos, familias diversas y volubles, sus tonos son impredecibles por la triste situación económica-cultural que vive San. Antonio.
Los habitantes de San Antonio son buenas personas, gente increíble para los visitantes pero entre ustedes reina la desunión. Los tiempos que los visitantes llegaban a comprar o por turismo en número suficiente para sostener el negocio y la cultura termino, o cambian la historia o la realidad termina por matarlos.
En estos momentos los talladores y escultores cambiaron la madera por el barro que se desmorona y no solo porque ya no tienen la grandeza ni el compromiso que antes tuvieron.
Despojados de su grandeza y jubilados del transitorio prestigio están reducidos a ser manipuladores de su propio destino, otros se disfrazan de héroes y otros están convertidos en charlatanes de feria embelesando a ingenuos e ignorantes, es el resultado fácil para un pueblo que fabrica pretextos y toda suerte de disparates en vez de seguir luchando por la escultura y la música que hicieron grande a San Antonio.
Los viejos escultores y talladores creían esculpir en madera pero fue una mentira transformada en verdad porque la realidad es, que las nuevas generaciones viven en el barro de esa tradición que ya mismo deja de ser cultura porque los maestros solo miraron el éxito personal, se justificaron pensando que podían hacer cambios desde adentro sin modificar su conducta y no fue así porque la envidia que sostiene la desunión es una tradición heredada por las nuevas generaciones de escultores y talladores.
La realidad de la dolarización es hoy un pretexto, empujo más el egoísmo, la desidia y la indiferencia por el prójimo, es parte de la pobreza mental, los tiempos actuales ya no resisten esas prácticas porque lo que importa ahora no son los viejos escultores, y no se mal entienda lo que escribo porque también soy viejo, unos ya se fueron otros están por irse, a ellos se les agradece su arte y convicción, la nueva fuerza son los jóvenes pese a la evidencia de sus tonterías que practican, de la incertidumbre que los agobia y de los caprichos infantiles que son la marca de esta etapa de su vida pero son el futuro de San Antonio, y allí está la razón de este articulo y la explicación de la vigencia de sus abuelos y padres para ver si la cultura en madera continua o muere.
Pocos son los jóvenes que decidieron seguir con el arte, en ustedes esta la responsabilidad de recuperar la tradición de San Antonio y sostenerla en los tiempos o si deciden ser los ídolos de barro que solo emboban sensibilidades momentáneas sin espíritu crítico que hoy se requiere para darle valor agregado a sus esculturas con la música, danza para proyectar el regreso del turista porque el turismo comprendido como una industria es lo único que salvara a San Antonio.
La autocrítica se impone para que la habilidad de este pueblo no muera. Hasta ahora solo he visto imágenes sin consumir y discursos sin verdad porque están muriendo en vida y lo más triste es, que a pocos les importa.
En estos momentos San Antonio tiene un pueblo sometido y acomodándose a las circunstancias de los nuevos mercados y cultura que afectan enormemente a los talladores, artistas y escultores anclados en el pasado; son los rostros más visibles de esta tragedia económica y moral que afecta su historia. Esta sociedad vive entre sobresaltos y silencios porque se acostumbraron a ganar dinero cada cual por su lado sin proyectar la sobrevivencia de este bellísimo arte, situación que afecta a la nueva generación de escultores.
En esta falta de perspectivas mucho tiene que ver la escasa preparación académica de los viejos escultores faltos de proyección y estrategias para acomodar la historia a los nuevos tiempos y si bien esto es explicable, deja serias dudas la sabiduría del pueblo incapaz de trasmitir ese conocimiento a las masas incapaces de resolver con la política los problemas del negocio y la cultura.
San Antonio ha colocado concejales, gobernadores, asambleístas, vocales, pero ninguno sugiere una buena propuesta política peor comercial para enrumbar a la población con su tradición capaz de influir positivamente.
Gentes que no encarnan la voluntad de unos sentimientos igualitarios y de una fuerza moral que empuje la crisis a una solución porque el pueblo no es una realidad política concreta, ni siquiera cuando eligen dignidades ya que el concepto de voluntad popular es una ficción política.
Ni los políticos ni los escultores, talladores, artistas y menos el pueblo han establecido un objetivo aceptado por todos que dictamine 3 o 5 elementos indispensables para hacer frente a la crisis. Solo escucho que la dolarización es la culpable y por supuesto que afecto al comercio y la dinámica cultural del pueblo y desde esa época han estado enfrentados a un dramático dilema: conservar la pureza de su arte a pesar de las escasas ventas, del olvido gubernamental y de los fracasos políticos o buscar nuevos rumbos aprovechando la riqueza de sus fiestas religiosas, de los nuevos escultores que emplean moto sierra para sus esculturas y de los artistas absolutamente desperdiciados para el turismo.
La nueva generación de escultores con moto sierra, muy criticados por los escultores tradicionales tienen en Marcelo Chuquin, ganador de un concurso en Rusia, a otro de su máximo exponente. Menciono a Marcelo por su sencillez, decencia y porque en su obra “amor de una madre” de tres metros de altura tallado en madera y en 5 días gano para Ecuador y para San Antonio, el último premio fuera del país “mi inspiración mi padre” Don Luis Marcelino Chuquin para quien la silla de ruedas nunca fue un impedimento para la superación personal y de su familia es, otro ejemplo espectacular de superación en San Antonio.
No deben seguir con el lamento de la dolarización, de esto hace 18 años entonces ¿cuál es la solución para mejorar la economía y que no se pierda la cultura? ¿Dónde está la inversión y la capacitación del arte para traer nueva tecnología y donde el establecimiento de fuentes de financiamiento?
Veo una sociedad que no quiere entender que es necesario superar pésimas costumbres como el cinismo, oportunismo, en realidad un poco de todo que acrecienta el resentimiento porque el cínico defiende sus intereses, ellos tienen la película clara y no hacen nada por cambiar la desunión sabiendo que la mayoría de las familias que vivían de los talleres ya no tienen el beneficio del trabajo de los viejos tiempos.
Hacen poco o nada para adaptarse a las nuevas reglas de los mercados y esto, incluso, no se logra solo con dinero y ganas sino con una capacidad de adaptación individual y colectiva para enfrentar nuevos comportamientos dejando malos hábitos como el egoísmo, desunión y envidia, estas conductas deben ser superadas para dejar atrás los lamentos y la venta de una que otra escultura con lastima.
Por su trabajo constante trabajo, dedicación y enorme esfuerzo, gente que se cae cien veces pero se levantan ciento una vez destaco al tallador Marco López, al escultor Don Gabriel García y a su hijo Hernán García por seguir con el arte, a Don Alcides Montesdeoca, Alfonso Yépez, todos rondando los 80 y más años se resisten a que su vocación muera.
Por su constante lucha por su familia y el pueblo destaco también a Doña Gloria Reyes López, al Sr. Ricardo (Richard) Villalba por su humanismo lo más destacado de sus cualidades además familiar de Leónidas Proaño, al Abogado Santiago Garrido, no por su posición política sino por quemar etapas de su vida y ayudar al resto de gente que necesita de su guía y al Sr. Lester Torres que no es del pueblo pero que respeta y desea que vuelvan tiempos mejores para la población.
En todos ellos veo reflejado a las familias que luchan todos los días por sobrevivir a la crisis, me disculpo por no mencionarlos.
Raúl Crespo. |
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