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Notícies :: antifeixisme |
Racó dels cretins
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per la haine |
25 oct 2017
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Decía Chesterton que para ser lo suficientemente listo como para hacerse rico, hay que ser lo suficientemente tonto como para creer que vale la pena. |
En un artículo reciente (El rincón de los cretinos, https://lahaine.org/fI98), hablo del mural que el Museo de la Revolución de La Habana dedica a Batista, Bush, Reagan y otros destacados enemigos de Cuba, dándoles las gracias por haber mostrado al mundo, con su brutalidad y su torpeza, el verdadero rostro del imperialismo y de algunas supuestas democracias.
En la misma línea, en el Museu de la República de Catalunya, de próxima creación, debería haber un Racó dels Cretins dedicado a quienes, con sus tropelías y sus estupideces, han contribuido a la toma de conciencia de propios y extraños, allanando así el camino de la independencia.
Tendrá que ser un mural muy alto, para que quepan Felipe y Albiol; pero para no desaprovechar el espacio vertical, Soraya y Aznar podrían ir una encima del otro (ya dijo Newton que había podido ver más lejos que los demás porque se había subido a hombros de gigantes). Y habrá una zona especial dedicada a los portavoces de las distintas mafias políticas, con Méndez y Casado cogidos de la mano.
Impagable la alusión de Casado a Companys para despejar las dudas que aún pudieran albergar algunos sobre la miseria moral del partido en el Gobierno, e igualmente impagable la respuesta de Méndez a Guardiola para poner en evidencia su miseria intelectual. Los exabruptos de Casado se comentan solos, pero la doble estupidez de Méndez merece un nota bene (o dos): dice que Guardiola debería hablar de fútbol y no de política, porque es como si él, Méndez, hablara de física, materia de la que reconoce no tener ni idea. Ahora bien, ¿es admisible que un ministro de Educación y Cultura no tenga ni idea, como él mismo admite con alegre impudicia, de una de las ramas más importantes del saber humano y una de las materias básicas de nuestro sistema educativo? Y por otra parte, ¿está diciendo Méndez que solo los políticos pueden hablar de política porque los demás no tienen ni idea? Porque, en tal caso, ¿qué sentido tienen las elecciones? O dicho de otro modo, ¿qué valor tienen los votos de los millones de personas que no pueden hablar de política porque, al no ser políticos de oficio y beneficio,según Méndez no tienen ni idea? Gracias, barón de Claret, por enseñar su doble plumero de aristócrata disfrazado de demócrata y de ignorante supino con cartera de ministro de Educación y Cultura.
Pero los lugares de honor del mural los ocuparán, obviamente, Rajoy, Sánchez y Rivera, acompañados, a modo de orla, por la jauría policial que atropelló a la población indefensa el 1 de octubre: miles -tal vez millones- de demócratas adormecidos despertaron gracias a ellos y vieron en el camino de la independencia la única salida para abandonar la España de la corrupción y del terrorismo de Estado.
Decía Chesterton que para ser lo suficientemente listo como para hacerse rico, hay que ser lo suficientemente tonto como para creer que vale la pena. Y puesto que los políticos de oficio y beneficio representan la forma más vil de hacerse rico, ello significa que nos gobiernan los más listos y viles de entre los tontos. Y no hay nada tan peligroso como un tonto vil que se pasa de listo. Pero, afortunadamente, los políticos de oficio y beneficio, además de viles listontos, son exhibicionistas, y su propio narcisismo extremo, rayano en la psicopatía, los traiciona. Si fueran más sutiles, más discretos, más comedidos, nos lo pondrían mucho más difícil; pero les puede la arrogancia, la sensación de impunidad, la embriaguez del poder mal adquirido y peor digerido, y hasta los más ingenuos acaban dándose cuenta de su estupidez y su vileza.
Gràcies, cretins. |
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