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Son como el chicle, todo el mundo los mastica pero nadie los traga
03 mai 2016
Patética arrogancia en la función publica.
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Son como el chicle, todo el mundo los mastica pero nadie los traga.

Casi 10 años después, la prepotencia que sale desde el palacio de Carondelet, específicamente del presidente Rafael Correa, se ha multiplicado y trasmitido su voz no solo con los asambleístas, ministros, gobernadores, es más preocupante la arrogancia de una gran mayoría de viceministros, subsecretarios, directores, coordinadores, gerentes PHD, que hacen de la atención al público un circo saturado de petulancia.

Es innegable el cansancio y desgaste del presidente Correa. Es incuestionable la mediocridad, sectarismo y oportunismo de la gente de su gobierno compañero en todos los niveles así tengan razón y fundamentos técnicos ya a pocos convencen, porque, el hastió del pueblo con esta gente es comparable con el ejemplo de un chicle, todos los mastican pero nadie los traga.    

Funcionarios y todos los que tengan que ver con Alianza País, sus palabras y gestión ya no convencen a nadie y ellos se saben torpes por no reconocer el valor del pueblo que piensa diferente e integrarlos. Torpes por aferrarse al mando que nada tiene que ver con una lealtad, toda esta actitud es torpe porque no es positivo para un gobierno desgastado y quebrado que debe enfrentar cualquier cantidad de urgencias.

Conversando con un director de turismo, dos subsecretarias, la una del Instituto de Patrimonio, sus cerebros se quedaron en el PHD; soy PHD es su recital y su evolución mental, como ellos debe haber muchísimos más cuya petulancia no les permite reflexionar que, por esa actitud desgastaron al gobierno.

En el MIDUVI, en la recepción 5 guardias de seguridad, dos de ellos tipo Rambos, había más guardias que usuarios realizando alguna diligencia, lo mismo en el Semplades pero aquí debo reconocer la buena atención de los funcionarios una vez se ingresa, de todas maneras es una patética cultura gubernamental proyectada a la confrontación, a la división que a un acercamiento pueblo – gobierno fuera del que se ve en las sabatinas.

Los asesores te exigen una cita, si quieres hablar con un ministro es más fácil dialogar con Dios en persona, se nota, se percibe que buscan esconder que trabajan mucho para ofrecer pocos resultados como es el caso de la Secretaria del Buen Vivir, el personal de esta secretaria psicológicamente se les nota golpeados por las acusaciones de la sociedad civil y de otros funcionarios de otras carteras de no hacer nada para el pueblo. Que se puede esperar si están liderados por un tipo que tampoco ofreció nada en la cartera de turismo. Son una carga para el despacho presidencial.

En el ministerio de Cultura, esperando el llamado de una de las asesoras coinciden talmente apareció la ministra que salía del edificio, fui testigo de su arrogancia y petulancia con dos de sus guardaespaldas y una asistente, todos dirigieron su mirada de ego superior hacia donde me encontraba; en vez de saludar u ofrecer algún gesto de hospitalidad, amabilidad, al contrario uno de los guardaespaldas me quedo viendo con cara de pocos amigos retirando el saco hacia atrás para que vea su pistola, el otro se dio vuelta y me enfrento en silencio con su mirada hasta que salió otra guardaespaldas con radio, me imagino, buscando a la asistente de la ministra. Toda una payasada de calle porque sale una señora que ahora es ministra…y de cultura.

Me pregunto ¿Quién atentaría contra una pendejada de esas, para que, con qué propósito?

¡Qué pobreza mental compañero Correa! Usted no quiere darse cuenta hasta qué punto irradio su prepotencia y petulancia que hoy le pasa factura a su popularidad y a su credibilidad.
Prepotencia que afectan derechos del pueblo de ser atendidos con respeto, consideración, amabilidad y eficacia ¿Qué significa tanto despliegue de seguridad que provoca risa?
Hoy, cualquier fulana o fulano con algún título gubernamental realiza un despliegue demencial de seguridad que es patético, ridículo para la sociedad porque se visualiza la falta de horizonte y alternativas políticas (fuera de la represión) de su gobierno Sr. Presidente Correa.

Sus colaboradores, una inmensa mayoría de ellos, usted mismo Sr. Presidente, no entienden que los derechos del pueblo marcan los límites de la política; esta desmedida arrogancia estorba a la ética revolucionaria y a la moral participativa porque es un freno a una verdadera práctica democrática porque los derechos del pueblo están atrapados en una estúpida red de micro poderes que complican más allá de lo debido la gestión del gobierno.

Es torpe la actitud de los funcionarios porque usted compañero Correa, proclama cada vez que puede que los fundamentos de su gobierno son la participación y los derechos del pueblo.

Poco transparente e hipotético el servicio que su gobierno brinda al pueblo en nombre de otro supuesto interés nacional porque está sujeto a las decisiones de esos micro poderes, influencia política que se le fue de sus manos compañero Correa; es posible que los análisis de estos mandos medios hacia abajo “alivien” el trabajo de sus jefecitos, pero, el pueblo pasa a ser porcentajes, números, para los informes que les llegan a los ministros y de estos a usted, y en esos informes dicen que atienden al pueblo atribuyéndose el derecho de las personas.

Su prepotencia Sr. Presidente Correa y sus petulantes PHD (pañales higiénicos descentralizado) han creado poderes independientes del poder central que está matando la desconcentración y el buen servicio público que intenta el Semplades, proyecto que se encuentra en fase piloto, pero, la cultura petulante de la mayoría de funcionarios que todavía cagan en pañales PHD, la tienen agonizando.

Sr. Presidente ¿usted todavía tiene poder? Le pregunto porque a estos micro poderes les importa un pepino el pueblo en el sentido moral de la expresión. A esta gente en los ministerios, secretarias, no entienden que la soberanía de un Estado esta armada por los derechos fundamentales de las personas y sus libertades.

Pero, como este gobierno ya se va, los derechos y libertades de la población ya no cuentan, esta actitud de los funcionarios arrogante, deshumanizada, egoísta e ineficaz, nos hace apreciar que tipo de formación recibieron estos PHD en el exterior. Formados para seguir sosteniendo el consumismo y la desigualdad dentro de un neoliberalismo con muchas caras que mantienen al sistema capitalista en toda la tierra.

¿Por qué tanta permisividad con esos micro poderes compañero Correa? ¿Por qué durante 10 años reciclo a sus ministros a pesar de su mediocridad como Fernando Cordero, Doris Solís, Betty Tola, Duarte, Patiño y el resto que cercan su personalidad desde un primer anillo de tonta influencia sectarista.

Lo que se ve en esos ministerios es una constante de malos hábitos gerenciales e hipócrita servicio al público que unas sillas en una bonita sala más una sonrisa no pueden remediar la insolencia, indolencia, sectarismo y arrogancia que exacerban los ánimos de la población. Esos vicios son transportados por cada ministro que deambula de un lado para otro de la estructura pública.

La falta de una ideología revolucionaria o al menos social les hace presumir que los derechos de las personas nacen de las leyes, a esta discrecionalidad se acostumbraron los casi 500.000 empleados públicos especialmente los indolentes PHD, para quienes el humanismo y el respeto a la experiencia les resbala en su ego superior.

Esta patética ideología de sus subalternos Sr. Presidente Correa, es estúpidamente retrograda, según la historia tiene su origen en las monarquías y en la aristocracia que administraron la independencia lograda por el Libertador Bolívar, ahí, nace la confusión de sus ministros, asambleístas y demás funcionarios respecto al concepto de soberanía vinculado con la idea de poder confrontativo y represivo contra las necesidades e intereses del pueblo.

La soberanía de cada persona es superior a las leyes y al Estado, hay que respetarlas para convivir en armonía Sr. Presidente Correa. Claro, para usted haga lo que haga ya es tarde compañero Correa, me da tristeza decirlo y mucha más pena no mencionar la palabra revolución prostituida por su gobierno compañero.
Estos magísteres, PHD, en sus pañales prostituyeron la palabra revolución al mencionarla sin respeto y sin conocimiento; bajo esa actitud juegan asignando y restando derechos fundamentales de la población, afectan la dignidad de las personas y les restan libertades con su complicidad Sr. Presidente.

Con el tiempo, esta práctica le resto no solo popularidad sino credibilidad a su gestión Sr. Correa.

Raúl Crespo.

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