|
|
Notícies :: amèrica llatina |
Lo que los antropólogos descubren en las fotos del galeón San José
|
|
per Jesús Desgarcía y Colero Correu-e: elpostino ARROBA icloud.com (verificat) |
08 des 2015
|
Es increíble cómo el gobierno colombiano se intenta robar los tesoros de un galeón español hundido en 1708, completando así lo que los piratas ingleses comenzaran en ese entonces. |
|
por Jesús Desgarcía y Colero, descendiente directo y legítimo del Marqués de Medio Pelo y su amante, el reverendo presbítero, Monseñor del Elmezcler y Clerecía
(Para los que nos habéis enterado de este entuerto, por favor, leed primero lo publicado por el mejor redactado, honesto y objetivo diario español ABC en el siguiente enlace: http://www.abc.es/cultura/abci-arqueologos-descubren-fotos-galeon-san-jo=)
Es increíble cómo el gobierno colombiano se intenta robar los tesoros de un galeón español hundido en 1708, completando así lo que los piratas ingleses comenzaran en ese entonces. Para empezar, ¿quién fue sino nosotros, los españoles, los que trajimos a los eslavos africanos y esclavizamos además a los indios para que sacaran todo nuestro oro y plata de tierras americanas? Claro está que millones de ellos murieron en ese empeño, ¿pero os podéis imaginar lo que habría pasado si hubiésemos dejado todo ese oro y plata solo para hacer muñequitos que después serían arrojados a las lagunas en vez de haber hecho con ellos monedas para la honra y el bolsillo de nuestro reino?
Un detallado análisis antropológico de las fotos en blanco y negro suministradas por el gobierno colombiano revela que el robo ya empezó. Mirad no más, que han tenido el atrevimiento de limpiar los cañones, donde claramente se ve el escudo de nuestra majestad donde dice en letras romanas “made in China”.
¡A cañonazo limpio solíamos sacar esos tesoros en nuestros barcos de guerra!, porque, sabed bien, ignorantes tercermundistas, que el comercio en el siglo XVIII no se hacía en barcos mercantes sino en barcos de guerra mercantes, donde además transportábamos completamente gratis y sin visa a los esclavos que traíamos de África. ¿Podéis imaginaros cuánto costó transportar toda esa gente a America y que nunca se nos pagó ni un duro por ello?
Pero, bien, lo que nos atañe ahora es el llamado “Tesoro del San José”. ¡Joder! No se trata de ningún tesoro, se trata de todo el oro y plata que sacamos con el sudor de nuestros esclavos para poder sostener al reino español para que construyera más barcos para que sacara más oro y plata, que de otra manera habría quedado en manos de esos indígenas ignorantes o peor aún, ¡de los ingleses o de los criollos! Porque, hablando de ignorancia, ¿qué sería de vosotros mestizos sudacas si no os hubiéramos traído la religión, la lengua y el salero de la madre patria? Gracias a nosotros, vosotros aprendisteis la diferencia entre un noble y un esclavo, la importancia de la propiedad privada, así fuera de los demás, y dejasteis de adorar ídolos de piedra que os cambiamos por hermosas vírgenes de iglesia, de cachetes rosados, manos sedosas y cabellos de reina de belleza importados de la India.
Pues bien, sudacos sediciosos, ladinos y perezosos como siempre, ahora pretendéis quedaros con las riquezas de nuestro galeón, oídlo bien, ¡nuestro galeón! Entended de una vez por todas que, según la UNESCO, así nuestro galeón transportara oro peruano, extraído a la fuerza por esclavos africanos e indígenas de tierras expropiadas a sus legítimos dueños y que fuera hundido por ingleses en aguas colombianas, TODAVÍA nos sigue perteneciendo. Mirad esas fotos suministradas por el gobierno de Colombia, ¡qué época del oscurantismo!, han tenido el atrevimiento de empezar a excavar sin llamar a los expertos de la Madre España, quienes obviamente sabrían tratar mucho mejor nuestro patrimonio cultural porque lo conocen y lo valoran, ¡para nosotros el oro tiene un valor incalculable! No penséis que lo vamos a fundir, como hicimos con todos esos falsos ídolos de oro que encontramos y salvamos de vuestras tierras, si acaso la mitad de esta fortuna la usaremos para joyería, ventas a museos, exhibiciones mundiales y venta a coleccionistas privados, la otra mitad en verdad, pensándolo mejor, puede fundirse, porque en 11 millones de monedas, muchas deben ser duplicadas. Ni qué hablar de las esmeraldas y otras piedras preciosas que aparezcan allí enterradas. Todas son propiedad de la Corona, porque, ¿entendéis lo que es una Corona? ¡Una cosa que se pone en la cabeza llena de piedras preciosas! Y vosotros, qué pena tener que deciros, carecíais de Corona, fuera de esas cosas de plumas que se ponían vuestros salvajes para disfrazarse de papagayos.
Además, ¿cómo pretendéis buscar un tesoro en ese cementerio sumergido, donde yacen los restos sagrados de 600 marinos españoles, cuyo valor unitario es obviamente superior al valor de los millones de esclavos que murieron extrayendo estos valiosos metales y joyas? ¿En qué mundo vivís vosotros tercermundistas que aún no habéis entendido que la vida de un solo marino español por mas ignorante, ratero y criminal que fuera era superior a la vida de un millón de vuestros perezosos indígenas a quienes tuvimos que esclavizar y matar para que trabajaran para nosotros?
Hoy en día nosotros no os debemos nada. La deuda vuestra para con el imperio español no ha sido cancelada ni con todas las montañas de oro y plata que sacamos de vuestras miserables tierras tras descubriros. Es así que, reclamamos justamente como nuestro el galeón San José, con todos sus tesoros. Las osamentas de los marinos os las podéis guardar como ejemplo de lo que os espera por no ser nobles, bien nacidos, castizos y santos varones como nosotros.
Lo que es más, declaramos como nuestros todos los barcos descubiertos o por descubrir, hundidos o por hundir, que se encuentren en vuestros ríos y mares, y que estén cargados de riquezas que nosotros produjimos con el sudor de nuestros propios esclavos, que tanto trabajo nos costó llevar a vuestras improductivas tierras.
Imagen tercermundista, (según mis colegas en la ABC de España):
Aunque no lo creáis, “un arqueólogo consultado por la ABC, como Alexandre Monteiro, de la Universidad de Lisboa afirmaron (sic) que desconfían (sic) de la puesta en escena del presidente Santos.
«Que un presidente anuncie la identificación de un pecio solo una semana después de descubrirse es para desconfiar, al igual que la aparición de un contratista convenientemente alejado de los focos, que ha puesto seguramente los medios y conocimientos para el hallazgo.
Monteiro cree que la manera de manejar políticamente este proyecto no permite ver a Colombia como un país moderno en ciencia y tecnología sino «tercermundista, y lo digo consciente de la dureza que expresa ese término».
¿Podéis imaginaros? ¿Ese país al que llamamos despectiva y correctamente “tercermundista” que fue explotado por el país más subdesarrollado y oscurantista de Europa, se está atreviendo a jugar con nuestro pecio, que sacándolo, que metiéndolo, que escarbándolo, sin entender que nuestro pecio sirvió para procrear sociedades muertas y muertes sucias, que gracias a nuestro pecio subió el precio del oro en España y así pudimos vivir sin trabajar por décadas hasta que arrasamos en España los campos y en América sus montañas, imaginaos no más a estos “tercermundistas” escarbándonos el pecio, gratificándose con él, montándose en él, cabalgándolo, acariciándolo, hasta llenarse de ese placer malsano y corrupto contra cual nos advirtiera muy bien San Agustín en su tercera carta a los romanos: “Es pecado jugar con el pecio ajeno y peor con el propio, el sexo espiritual tampoco existe”. Y, ahora, ¡a nosotros los honorables dueños de todo lo robado nos pretenden no solamente humillar sino además cortarnos el pecio!
O como mejor lo dijera Javier Noriega, de la empresa malagueña Nerea, «las huellas de la mejor historia que puede España contar, la del descubrimiento de los mares y del mundo en sus galeones, esta siendo rapiñada, destruida y siendo objeto de la especulación y no del estudio histórico hace decenios. Y asi (sic) lo hemos denunciado una y otra vez. Es inadmisible y urge una respuesta contundente y clara desde nuestro país, desde nuestra cultura, desde al ciencia, que deje bien claro el interés de España por investigar, proteger y narrar la historia de esos galeones hundidos, de ese patrimonio cultural subacuático hispánico, que por su importancia es de la humanidad. Hasta el momento, cero galeones, cero excavaciones y cero intenciones sobre nuestros galeones y barcos de época moderna, porque cero ha sido y es todavía el número de la incuria, del olvido y de una dejación que es inadmisible para la ciencia y lo peor de todo, un mensaje y un ejemplo terrible para confrontar con el mundo de los cazatesoros. Los consideramos abandonados, como si les dijésemos con nuestra falta de investigación: hagan ustedes lo que quieran con ellos». [http://www.abc.es/cultura/abci-arqueologos-descubren-fotos-galeon-san-jo=]
Como bien habéis oído, “la mejor historia que puede España contar” es precisamente de cómo fuimos en verdad los primeros cazatesoros y cómo despojamos a todos esos pueblos americanos de montañas de riqueza, tras invadirlos, esclavizarlos, aniquilarlos, y esa historia se encuentra escrita en los galeones hundidos, que por ningún motivo, vuelvo y repito con Javier Noriega, deben ser objeto de rapiña, como si nosotros fuéramos ahora los indios y los esclavos, y los americanos actuales fueran la raza superior, usurpando nuestro sacro derecho a ser superiores a ustedes, miserables y despreciables sudacas que, sentados en montañas de plata y oro, os dedicabais a cultivar la tierra en vez de tener minas a cielo abierto que enriquecieran reyes e imperios de forma mas barata y rápida. ¡Por nuestro derecho al racismo, a la rapiña y al esclavismo, siempre adelante!
Madrid, diciembre 8 de 2015 |
This work is in the public domain |
|
|