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PODEMOS, el lacayo de los ricos
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per pablemos |
21 mai 2015
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potemos |
I
El título de este artículo no pretende ser sensacionalista, menos aún irrespetuoso. Está tomado de las declaraciones de uno de los jefes del aquel partido, que atribuye a sus enemigos ser “lacayos de los ricos”, aserción que vela lo obvio, que Podemos es eso exactamente…
¿Quién y por qué han creado a Podemos? Uno de los más importantes diarios españoles sostiene que éste avanza “desde la calle hacia el poder”, lo que es inexacto, pues su punto de partida han sido los grandes medios de comunicación, controlados por el capital financiero, las multinacionales y el Estado. Éstos son el origen de Podemos, no “la calle”. Desde luego, no es decisión de “la calle” que el diario más inteligente de la derecha dedique, una semana antes de las elecciones del 24-M, una larguísima entrevista a Pablo Iglesias, realizada por su director, algo nunca antes visto por su extensión y untuosidad hacia el Nuevo Caudillo de España. Tampoco forma parte de “la calle” Berlusconi, cuyas televisiones han aupado a Podemos.
Hubo un tiempo en que los jefes de Podemos eran un ínfimo componente de la vetusta izquierda estalinista (fascista de izquierda) dentro del gueto político, que vegetaban aferrados a una revista con pocos lectores, “Contrapoder”, financiada con el dinero del capitalismo de Estado de Venezuela y del islamofascismo iraní. “Alguien”, al concluir que el statu quo español necesitaba una gran operación estratégica de Estado que renovase la oferta partidista para realizar determinadas metas políticas y económicas, se fijó en ellos y determinó lanzarles al estrellato, igual que se hace con un refresco estomagante, un cantante infumable, un artista “trasgresor” o un intelectual “inconformista”. Es mera mercadotecnia: se invierte dinero en un producto y se cosechan los resultados[1].
Más demostrativo aún es el caso de su jefe, el Caudillo IV de España (tras Franco, Felipe González y Belén Esteban), pues la “ciencia mercadotécnica” ha convertido a un sujeto inculto, mediocre y casposo en un estadista supuestamente fabuloso y carismático, ante el que se prosternan masas de gentes con poca sal en la mollera, adscritas al mantra “más-más-más/dame-dame-dame di-ne-ro”. Por ejemplo, el pasado 31 de enero, fecha que debe quedar para ser estudiada dentro de lo que algunos antropólogos describen como necesidad del ser humano de adorar ídolos, arrodillarse ante tiranos, vitorear al “amado líder” y practicar el servilismo. Se comprende: los seres nada, colmados de autoodio y deseosos de ser dominados y engañados, necesitan un nuevo instrumento que satisfaga su masoquismo, complejos de inferioridad y auto-destructividad.
Pero, ¿quién y por qué ha creado a Podemos? Considerando los cientos de millones que ya han invertido los poderes fácticos en él, tenemos que estar seguros de que la cosa es muy seria. Nunca tendremos acceso a los datos clave en esta cuestión, pues ni éstos ni ninguno de los realmente importantes son ni serán puestos jamás a disposición de “la gente”, pero por algunas referencias estamos en condiciones de reconstruir a grandes rasgos lo acontecido.
Muy probablemente, Podemos es una creación de los servicios de análisis e intervención estratégica del ministerio de Defensa, trabajando en colaboración con el CNI. Una intervención muy similar efectuó el ejército en 1973-1977 para relanzar al PSOE, logrando hacer de un partido agonizante, que apenas nada había hecho contra el franquismo, en la primera fuerza política. Es criatura política, además, de la banca, en particular del Banco de Santander, que tiene situados a hombres de su confianza dentro de la oligarquía de Podemos. En tercer lugar, está siendo lanzado por los núcleos de dirección de la gran patronal española. Ha cooperado, asimismo, la embajada de EEUU. De ese modo, lo que era un grupúsculo marginal aferrado al chavismo y al fascismo islámico se ha hecho una fuerza política al parecer arrolladora electoralmente, aunque con una base organizada débil, pues es un partido de votantes y no de militantes, o sea una formación postmoderna.
¿Por qué ellos y no algún otro de los cientos de candidatos, grupos y grupitos, aspirantes a ser subsidiados por los amos del dinero y por el Estado? Para lo que las elites del poder requieren, a saber, implantar en lo que llaman España el modelo chino de producción, lo que será una nueva revolución industrial, necesitaban una fuerza de izquierda, ítem más, en sus orígenes de extrema izquierda. Dicho de otro modo, les es imprescindible una formación “anticapitalista” para relanzar el proceso de acumulación e instaurar formas bastante agresivas de capitalismo, como es de sentido común. En segundo lugar, porque dada la proclividad de los jefes de Podemos, de casi todos ellos y ellas, a entregarse por dinero al mejor postor, pueden tener la seguridad de que su marioneta política les va a ser del todo dócil.
También, porque lo anómalo de la historia del país, donde la guerra civil y el franquismo siguen siendo asunto de actualidad, aconsejaba acudir a una fuerza de izquierda, pero a una nueva, dado el anquilosamiento, desprestigio y marginalidad irremediables del PCE-IU. Finalmente, la mentalidad estalinista de los jerarcas de Podemos ha pesado mucho en la elección, pues de lo que se trata es de constituir un movimiento populista hiper-jerarquizado cada vez más volteado hacia la derecha, hasta llegar a ser extrema derecha renovada y actualizada.
El lado relativamente negativo, para el poder, del partido-montaje es precisamente la codicia infinita de sus jefes, la mayoría de ellos y ellas metidos ya en asuntos turbios de dinero[2]. Otra es la insustancialidad, arrogancia, mediocridad e ignorancia de tales mandamases, que se limitan a repetir consignas rancias y panfletos pasados de moda, todos ellos referidos a dinero, dado que en su cabeza no parece caber ninguna otra idea o categoría. Está, además, su debilidad organizativa. En cuanto lugar, su tendencia a las querellas internas, que se agudizará una vez que quede en claro que no sacarán tantos votos como esperan, lo que significa que no habrá puestos gubernamentales o estatales ni dinero para toda la masa de arribistas de izquierda que conforman Podemos. Además, la situación en Venezuela se deteriora deprisa, y un alzamiento popular contra el chavismo sería un severo golpe a aquél. Pero quienes lo promueven desde el Estado lo conciben como una formación de “usar y tirar”, buena para un tiempo y luego a sustituir por otro invento político de los todopoderosos planificadores y estrategas de las instituciones claves del poder.
El asunto Podemos demuestra, también, que las clases pudientes y mandantes ya no logran encontrar personal político de calidad, debido a la general desintegración de la vida social y de la valía de la persona que ellas mismas han originado.
De algo no hay duda, de que lo que unifica al partido-montaje es el dinero, y el medro en tanto que procedimiento para conseguir más dinero. Ese es su monodiscurso, el del dinero. Además, sus jefes y cuadros son sin ideología, al proceder de una larga sucesión de derrotas políticas decisivas, desde la URSS a Cuba, Bolivia y, sobre todo, Venezuela, de manera que no creen en nada… salvo en el dinero[3]. Su repudio de la moralidad así como su incultura, zoologismo y zafiedad, que les hace despreciar los bienes y valores espirituales, harán de ellos sujetos entregados a podredumbres, corruptelas y componendas mil, así como a las atrocidades perpetradas en loor de la razón de Estado.
Podemos, en tanto que dirigentes, cuadros, afiliados (militantes no tiene) y votantes está unificado por la envidia hacia la gran burguesía, a la que desea imitar en el consumo, el lujo y el goce. Por eso su meta es hacerse burguesía de Estado.
Quienes otorgan al dinero una centralidad absoluta no pueden ser honrados, pues es inevitable que dediquen sus vidas a obtener lo que para ellos es el sumo bien, el dinero. Ni la derecha, que idolatra el dinero pero no suele decirlo, ni la izquierda, que lo reverencia y sí lo dice, pueden ser decentes. La integridad proviene de tener valores, metas trascendentes e ideales, de dotarse de formación moral y preferir los bienes inmateriales (la libertad, la virtud, la verdad, el conocimiento, la convivencia, el amor, la belleza, el bien ético, la revolución…) a los materiales. Eso no existe en Podemos.
[1] La operación Podemos se comprende, al estar implícitamente descrita en él, desde el libro de Raúl Eguizábal, “Las industrias de la conciencia. Una historia social de la publicidad en España (1975-2009)”, que no sólo se ocupa de la mercadotecnia comercial sino también de la política.
[2] De ellos el caso más esclarecedor es el de Manuela Carmena, candidata por Madrid. Ésta no sólo hace declaraciones entusiastas sobre la Sección Femenina falangista-franquista (asunto común a casi todo el feminismo) sino que al ser pillada en flagrante corrupción legal e inmoralidad obvia replica con las peores mañas de la clase política. Todo indica que la neo-casta podemita es peor que la vieja casta, y que el partido de Pablo Iglesias será, junto con el PSOE, PP, CiU, el Movimiento Nacional franquista, los prebostes del Trienio Liberal, o Constitucional, (1820-1823) y el equipo del duque de Lerma (valido de Felipe III), la formación más sucia e inmoral de nuestra historia. Por lo demás, la proclividad de sus jefas y jefes a mirar con simpatía a los fascismos, especialmente al iraní pero también al franquismo en varias de sus realizaciones, es uno de los datos más inquietantes de aquél, dado que el populismo (que su jefe ya no oculta) es una de las bases ideológicas de todos los fascismos, laicos y religiosos.
[3] Un caso con muchas similitudes con Podemos es el del Partido de los Trabajadores del Brasil, llegado al gobierno en 2004 bajo la dirección de J.I. Lula da Silva y hoy timoneado por Dilma Rousseff. Ha cumplido a medias los objetivos que le marcó el Estado y la gran burguesía, elevar a ese país al rango de gran potencia, y ahora vegeta aferrado a la represión, la corrupción, el estancamiento económico y el descrédito popular. Con este caso el prestigio de la izquierda a escala planetaria se ha erosionado aún más, al mostrar que en determinadas condiciones es la opción política favorita del capital.
II
Como se ha dicho, Podemos se encamina hacia el universo de la derecha a paso de carga. Veamos algunas de las manifestaciones de esto. Comenzó prometiendo la renta básica y el impago de la deuda pero cuando llegó la campaña electoral eliminó tales reivindicaciones. Y lo hizo a su manera, chulesca y autoritaria, sin dar explicaciones, lo que entraña una notable falta de ética, además de manifestar el desprecio con que la dirección considera a las “asambleas” de base. Se estrenó exhibiendo un republicanismo acalorado… hasta caer de rodillas delante del rey, lo que ha llevado a algún periodista a tildar a su jefe de “bufón de la corte”, similar al célebre Calabazas, el bufón de Felipe IV magistralmente pintado por Velázquez. De prometer, al principio, el reino de Jauja del hiper-consumo más ecocida, irreal y deshumanizador ha pasado a ofertar en su programa una raquítica tanda de “medidas sociales” en nada importante diferentes de las que propone la derecha, las cuales cumplirá, advierte, “en la medida de lo posible”, o sea, muy poco o nada.
La subida de impuestos es la clave de su propuesta. Pero eso ya lo ha hecho el PP desde 2011. La apostilla de que lo logrado irá a “gasto social” es a la vez perversa y mendaz. Lo primero porque busca corromper a las masas comprándolas con dinero para que admitan el capitalismo y el régimen salarial. Mendaz porque no será así, pues la ya decidida -en las alturas- reorientación general de la economía, con reindustrialización e implantación del modelo chino (trabajo incesante con salarios escasos, sin apenas derechos laborales y con las prestaciones, aunque no las cotizaciones, del Estado de bienestar bastante recortadas), exige que casi todo lo recaudado vaya a subsidiar a la gran burguesía industrial y financiera. En esto Podemos miente[1] a sus votantes.
Mientras promete demagógicamente ampliar el sistema de pensiones para la tercera edad cargando, pretendidamente, al gran capital con impuestos crecidos, se rodea de conocidos matarifes que, invocando el “derecho a una muerte digna”, aliviarán la carga financiera de la Seguridad Social (esto es, del Estado), probablemente, “ayudando” a pasar a mejor vida a una parte de los 9 millones de pensionistas en cuanto que Podemos mande. A la vez que en Cataluña dice defender “el derecho a decidir” en Málaga vitorea “la unidad de España” y se declara “patriota”, tanto y tan fervorosamente que llama a sus oponentes “traidores a la patria”, en un arranque de intransigencia españolista que, esto también, le unifica con la extrema derecha[2].
Lo mismo indica su costumbre de vitorear en sus mítines a la policía y guardia civil, así como al ejército, en lo que se manifiestan sus verdaderas raíces, ocultadas al gran público y, al mismo tiempo, indica que es su deseo impulsar el crecimiento del Estado policial y la militarización de la sociedad. Pero, si va a gastar una buena parte de los ingresos fiscales en más policías (por tanto, también en mas jueces y más cárceles) y en más aparato militar, ¿de dónde van a salir los fondos para las “políticas sociales”, que es la carnaza con que pesca votos?
Hasta ahora era la extrema derecha, los grupos fascistas, y con menos brío la derecha, quienes enaltecían y loaban a la policía y guardia civil. Desde ahora lo hace también Podemos… y pronto lo efectuará enarbolando la bandera monárquica.
La “normalización” de la imagen popular del ejército es una de las tareas que sus creadores, en primer lugar el ministerio del Interior y el CNI, han asignado a Podemos. Aquél sigue siendo para muchos el causante principal de la guerra civil, la organización esencial del Estado que primero hizo una matanza terrorífica y luego mantuvo el fascismo 40 años. Identifican, acertadamente, al ejército con el fascismo. En las actuales condiciones eso debe ser cambiado. La UE, en tanto que potencia mundial en rápida decadencia, necesita hacer acto de presencia en el foro mundial también como fuerza militar. En consecuencia, los diversos países de la Unión Europea urden en secreto planes de rearme y militarización. Ahí es donde llega Podemos con su patriotismo chabacano y servil, y con sus lisonjas específicamente criptofascistas al aparato policial y militar.
Podemos es el rearme, la militarización, los gastos inflados en materia de “defensa”, la guerra imperialista. Es, asimismo, la ampliación del Estado policial.
Otro rasgo del partido-montaje es su fobia al pensamiento y la sabiduría, hasta el punto que se ha calificado al programa y estilo Podemos de “vida sin cultura”. En efecto, si todo se reduce a, supuestamente, extraer dinero de los ricos para dárselo a “los pobres” en forma de limosna y soborno, a fin de que sus estómagos estén correctamente atiborrados, ¿para qué sirve la cultura? Y si el ser humano se agota en su fisiología ¡a la porra todo lo demás! Dicho de otro modo, Podemos es la última emergencia de la España negra, ignorante y pancista, que se recrea en su brutalidad, que se propone sobre-oprimir al pueblo manteniéndole en la ignorancia. Dirigido por profesores neo-analfabetos, Podemos es la negación del conocimiento y el saber, de la cultura y el arte[3].
A comienzos de marzo de 2015 dos de los jefes de Podemos mantuvieron un encuentro con empresarios en el que comunicaron a aquéllos su intención de “ligar los salarios a la productividad”, aserción rotundamente pro-capitalista que fue escuchada con satisfacción por los asistentes. Lo que ni siquiera se atreven a exponer en público los sindicatos amarillos, UGT y CCOO, lo defiende Podemos. Con tal formulación este partido incluso ha dejado de estar en la izquierda para hacerse una formación de la derecha. Esto conecta con lo que está haciendo desde el gobierno de Grecia su partido hermano, Syriza, aupado allí por la banca y el Estado alemán para cumplir lo principal de sus exigencias mientras hace frases demagógicas y protesta verbalmente, actuar necesario para que la operación se efectúe a plena satisfacción del imperialismo germano.
La distinción que hace Pablo Iglesias entre “ricos responsables” y otros adinerados supuestamente irresponsables, además de ignorar la naturaleza real del capitalismo, lleva al meollo de la cuestión. Podemos quiere un capitalismo que sea eficaz y con su habitual arrogancia desea dar lecciones a los capitalistas, como si los problemas vinieran de la tosquedad mental de la burguesía y no de su naturaleza de burguesía. Los plutócratas “responsables” están ya haciendo una nueva revolución industrial, que más pronto que tarde se manifestará durísima para los trabajadores.
Quienes todavía creen en la condición “anticapitalista”, aunque sea en lo pequeño o mínimo, de Podemos, es porque no leen los enjundiosos textos que a su favor publica de cuando en cuando la más influyente prensa económica de EEUU, que es la mente pensante del gran capitalismo globalizado. Aquélla está complacida con su programa y línea política, sobre todo Financial Times y New York Times. Todo está atado y bien atado en esta materia, con Jesús Montero, hombre del banco de Santander, en la dirección de Podemos[4].
Como discípulo del chavismo (aunque cada vez menos entusiasta, visto el asombroso fracaso económico y social de aquél) Podemos se dice, o decía, “antiimperialista”, “antiyanki”. Esto no impide que Iglesias se encuentre de vez en cuando con el embajador estadounidense en Madrid, sin informar de lo con él tratado. ¿Están al corriente las supuestas “asambleas de base” de dicho partido de esta cuestión?, ¿se debate en ellas los contenidos llevados por Iglesias a tales encuentros? La injerencia de la embajada de EEUU en la política española, mantenida desde los tiempos del franquismo, hace suponer que esté desempeñando una función de primera importancia en la constitución programática del populismo podemita.
Podemos toca la tecla de la “liberación de la mujer” a cargo del Estado y del capital, clamando contra “la violencia de género” tal como es definida por el ministerio de Igualdad, hoy dirigido por el PP. Al mismo tiempo preconiza como modelo social el de la socialdemocracia nórdica, donde la violencia contra las mujeres es mucho más elevada que entre nosotros. Su propuesta es, de facto, introducir los cambios sociales necesarios para que las agresiones a las féminas se multipliquen por tres o por cuatro, asunto consustancial con el modelo de capitalismo socialdemócrata propio del norte de Europa. A la vez, va de la mano con el islamofascismo iraní, extremadamente patriarcal, que hace de Irán un lugar terrible para las mujeres.
[1] La falta de moralidad y respeto por el pueblo de Iglesias se pone de manifiesto en el modo como defiende el Estado de bienestar. Según él, éste fue el resultado del afán, el deseo y el esfuerzo “de nuestros abuelos y padres”. En realidad lo instaura el franquismo en 1963 para sobre-dominar a las clases trabajadoras vencidas en la guerra civil, destruyendo los sistemas de ayuda mutua y cooperación existentes en su seno, y para extraer de aquéllas una masa monetaria mayor con el fin de robustecer el poder financiero del Estado. Es más, los ministros falangistas de Franco instauraron el Estado de bienestar imitando solapadamente el modelo nazi alemán, que es el hoy vigente. En mi libro “El giro estatolátrico” se explica. Una vez más Podemos se sitúa del lado del fascismo.
[2] El espíritu camaleónico y maquiavélico del jefe podemita es colosal. Tómese, por ejemplo, el libro “Conversación con Pablo Iglesias”, de Jacobo Rivero, editado hace 10 meses, y compárese con lo que ahora expone: las diferencias son muy notables. Estamos, por tanto, ante un político igual o peor que los de la casta, capaz de sostener y negar, de decir y desdecir lo que sea para logar poder.
[3] El intelectual del partido es Juan Carlos Monedero, con varios libros publicados. Todos ellos, como les suele suceder a los profesores-funcionarios, son el mismo libro, o quizá sea más exacto decir en este caso, el mismo panfleto, o texto sin rigor ni nivel, de un politicismo enfermizo además. Uno de ellos, “Curso urgente de política para gente decente”, es de chocante titulo, máxime viniendo de quien no es capaz de justificar una cuenta bancaria con cerca de medio millón de euros. Por lo demás, la gente de verdad decente se sirve de la moralidad y de los valores, y sobre todo de repudiar al dinero en el discurso, en la convicción y en la práctica, justamente lo que no hace. Nadie que otorgue al dinero la centralidad agobiante y obsesiva que le dan los jefes de Podemos puede ser honrado, ni como intelectual ni como profesor ni como político ni como persona. La supuesta salida de Monedero de Podemos es una artimaña, pues consiste en estar él dentro estando fuera para mantener dentro a los que desear irse fuera al constatar su verdadera naturaleza, derechista, policiaca, monetizada (esto es hiper-capitalista), anticultural, monárquica y militarista, por tanto, varias veces reaccionaria.
[4] Una seña de identidad de la izquierda, trabada en una peleilla de guiñol con lo que llama, sin comprenderlo, “neoliberalismo”, es pedir más y más regulación de la empresa multinacional, en particular de la gran banca, por el Estado. En mayo de 2015 un selecto grupo de 20 banqueros de diversos países han suscrito un documento por el que solicitan una mayor intervención de los entes estatales en la actividad financiera privada, para evitar una nueva crisis. No les son suficientes las más de 60.000 páginas de normas y legislación regulatorias sobre economía que la UE ha promulgado desde 2008… Esto prueba que los banqueros y la izquierda arguyen y desean lo mismo.
(Continuará) |
Mira també:
http://esfuerzoyservicio.blogspot.com.es/2015/05/podemos-el-lacayo-de-los-ricos-1.html http://esfuerzoyservicio.blogspot.com.es/2015/05/podemos-el-lacayo-de-los-ricos-2.html |
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Comentaris
Re: PODEMOS, el lacayo de los ricos
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per Internacionalista |
22 mai 2015
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Aquesta anàlisi sembla bastant plausible i apunta grans veritats. Podemos és un partit promocionat en grans empreses capitalistes de televisió i amb un excéssiu personalisme, que atorga un gran poder, de fet, al lider "salvador" en el que es dipositen les esperances de canvi. Cosa que contribueix a la desmobilització i juga en contra de l'auto-organitzió popular i la creació de la consciència social necessària per a l'alliberament. En definitiva, una eina útil més per a l'opressió. |
Re: PODEMOS, el lacayo de los ricos
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per ak47ci |
23 mai 2015
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Jo pensava que el Rodrigo Mora donava suport al Pablo Iglesias, amb tot el tema de la revolució integral i del consellisme... hay que crear círculos integrales! |
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