>>> Los soldados españoles en Irak lucirán la cruz del apóstol Santiago en plena zona shií

"¡Deus vult!" La multitud enfervorizada prorrumpió en ese grito ("¡Dios lo quiere!") cuando el papa Urbano II lanzó en Clermont la primera cruzada contra los infieles del Islam. Cuenta la historia que el obispo Adhemar de la Puy se ofreció como primer voluntario, a lo que el Sumo Pontífice tomó una cruz de tela roja y se la dio para que la cosiera en su vestimenta como símbolo de la misión.
Hoy, 908 años después de aquel episodio histórico, el ministro de Defensa español, Federico Trillo, ha elegido también una cruz roja --la de Santiago-- como emblema de sus huestes que parten a tierras de Mahoma para participar en la reconstrucción de Irak, según informó ayer El Mundo.
El escudo, exponente del arte kitsch-militar, muestra la cruz del apóstol matamoros entre las dos columnas de Hércules, en cuyos capiteles refulgen las coronas regia e imperial de España. Arriba resaltan en oro las letras I y F, siglas de Iraq Freedom (Libertad para Irak, en inglés). Por las columnas serpentea una cinta con el lema Plus Ultra, evocativo de la grandeza imperial de los Reyes Católicos, que el Gobierno eligió como nombre para la brigada en Irak.

La elección

Por lo visto, los estrategas de Defensa no pudieron elegir mejor escudo para unas tropas que no sólo van a un país musulmán, sino que estarán destinadas en una zona de fuerte presencia integrista shií. Trillo alegó ayer que la cruz está desde tiempo inmemorial en el escudo del Ejército de Tierra español y agregó: "Ni la cruz ni la media luna (símbolo del Islam) deben ser motivo de exclusión". Sobre el resto del emblema y las susceptibilidades que puede despertar, dijo: "Huelgan los comentarios".
La elección del escudo se produce en momentos en que José María Aznar quiere "sacar a España del rincón de la historia", imponer la religión como asignatura o remarcar la herencia cristiana en la Constitución europea. La oposición ha criticado unas actitudes que ve contradictorias con la modernidad y el laicismo. Aznar defiende que España debe estar "entre los grandes" y alega que el cristianismo es un "hecho cultural" europeo que debe ser subrayado.