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Notícies :: antifeixisme |
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Represion contra el movimiento libertario
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16 gen 2015
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Cuando se trata acerca de los servicios de inteligencia, podría pensarse en personas al servicio de la inteligencia. Pero si se es más atento a la expresión "servicio de inteligencia", podemos entender que se trata de "cosas inteligentes", ya sean casas o simplemente buenos y serviciales agentes del Sistema que solo les interesa que este se fortalezca y consolide. Cualquier posibilidad de transformación o cambio horroriza a estos serviles agentes. Nada menos inteligente que no poner en cuestión todas las cosas. Y aquí, la inteligencia toma un significado ideológico. Para mí la inteligencia siempre es subversiva, de otro modo se trata de la vulgar mentecatez del listillo, que puede recibir homenajes, doctorados y amistades regias; hasta que se descubre que eran pillos de lo más vulgar (recordar a Mario Conde o al futuro general, o quizás procesado, Galindo entre miles de Excrementísimos Srs.). No se puede confundir, aunque ordinariamente se pretenda, inteligencia con servicios programados. Ni un ordenador es inteligente, ni un coche es el movimiento. Las serviciales funciones, contra la inteligencia, son las bases y el fundamento de la "inteligencia" del Estado. Sus armas fundamentales son la guerra psicológica y la confusión. No se trata solo de saber que es lo que pasa, sino de crear situaciones nuevas e impensables que solo puedan comprender sus autores-instigadores.
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Una vez más el sistema pone en marcha sus mecanismos de represión y manipulación mediática. Las élites económicas y políticas de esta “España nuestra” tienen una arraigada tradición casi obsesiva de intentar asustar a la sociedad con el “peligro anarquista”. Para ello, siempre se han valido de mentiras, engaños, montajes y falsas etiquetas. Se están empleando a fondo para convertirnos en el “enemigo público número uno”, ese que amenaza la paz social. Aunque realmente somos una amenaza porque cuestionamos sus privilegios y beneficios como clases social dominante y pretendemos erradicarlos por una cuestión de justicia social.
Si duda, esto es un delito para ellos, y es la verdadera razón para criminalizar, reprimir e intentar aislar las ideas y valores del anarquismo.
Terrorismo organizado e institucional es la Ley Mordaza, la reforma laboral, el paro, los desahucios, la desmantelación y privatización de la sanidad, la educación y servicios públicos en general. Un nuevo intento de justificar la violación de libertades con su recién aprobada ley de seguridad ciudadana y de que miremos hacia otro lado mientras se produce el desfile de políticos corruptos camino a los juzgados.
La criminalización de los movimientos sociales empieza a tener escasa repercusión en una sociedad cansada de la manipulación mediática al servicio de gobiernos y intereses económicos, y empieza a identificar a los verdaderos culpables de la situación.
Basta ya de manipulación mediática.
No a la criminalización de los Movimientos Sociales,
No a la Ley Mordaza. |
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