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Reflexiones sobre el acto "Latin Kings/Latin Queens: Moviment Social o Banda Criminal?" en el Ateneu Popular de l'Eixample
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per http://alma-apatrida.blogspot.com/ |
12 mar 2011
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Este es un artículo de reflexión sobre una charla que se realizó en el Ateneu de l'Eixample, de polémico título, hará cosa de un año (siento colagarla ahora ya que entiendo que puede estar un poco descontextualizada después de tanto tiempo pero aún así me pareció interesante). Recuerdo que cuando se colgó esta noticia en Indymedia Barcelona (*)...
Provocó una serie de histéricas reacciones la mar de curiosas fundamentadas a mi parecer en las consiguientes generalizaciones de personas que hayan podido tener algun problema con gente identificada con esta contracultura (de las cuáles no me excluyo) sin saber abstraerse de la visceralidad que lleva a generalizar cualquier experiencia negativa que alguien pueda vivir a fenomenos que son complejos y, por lo tanto, de compleja aprehensión.
Por otra parte, también debo decir que el otro extremo no estuvo, por ocasiones exento en la charla pues una parte del público se mostró, a mi parecer, en extremo idealista sobre las posibilidades digamos "revolucionarias" de estos colectivos entre los cúales no excluyo, por momentos, al mismo conferenciante aún reconociendo humildemente que si bién su conocimiento es mayor también parecía mayormente contextualizado al caso de Estados Unidos.
Bueno, nada más, aqui dejo este texto de uno que asistió para quien quiera leerlo. |
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El pasado viernes 11 de Junio de 2010 tuvo lugar una conferencia en el centro social barcelonés “Ateneu Popular de L’Eixample” con el sugerente título “Latin Kings, Latin Queens: ¿Movimiento Social o Banda Criminal?” a cargo del criminólogo estadounidense David Brotherton y organizada por los colectivos “teléfon roig: biblioteca creativa y popular” (proyecto de biblioteca/editorial) y “endavant” (organización de la extrema izquierda independentista catalana). He dicho sugerente porque dicho título sugiere la posibilidad de un cambio de paradigma analítico significativo para enfocar este fenómeno social que en los últimos años ha recibido una atención mediática importante no, a veces, exenta de distorsiones estigmatizadoras. David Brotherton parte de la idea de que los “Latin Kings/Queen” son en realidad un movimiento social de carácter transnacional por lo que encajarían en un nuevo activismo transfronterizo, caracterizado por procesos de reterritorialización que producen una ruptura del Estado-nación como marco referencial fundamental.
En este sentido, el conferenciante habló de cómo los Reyes y las Reinas Latinas se hacen globales pero que hunden sus raíces en la epidemia social neoyorkina del crack en la década de los 80 donde emergieron “bandas” (en el lenguaje mediático) que se autodefinían como “Naciones” con las siguientes características que las diferenciaban de otros agregados barriales juveniles anteriores: un lenguaje más politizado, mayor conciencia comunitaria, mayor organización, mayor participación femenina, rechazo del territorialismo y lucha contra la segregación del “Gulag América” (como lo define Brotherton). Según David Brotherton aunque la tasa de homicidios anuales en la ciudad era alta, unos 1500, no había una causalidad significativa de este fenómeno pues en Nueva York no existía propiamente una guerra entre pandillas a diferencia de Chicago o L.A. Estas “Naciones” se organizaron en reglas paramilitares para recuperar las esquinas a los narcotraficantes, lo que parece contradecir ligeramente la idea de “rechazo al territorialismo” antes planteada pero que creo que hay que entender como un proceso de reterritorialización, es decir, de otorgar nuevos significados más fluidos a significantes territoriales fijos (como señala la geógrafa británica Doreen Massey de superar “oposiciones esencialistas” entre el “espacio”, más general y fluido, y el “lugar”, como algo más particular y fijo).
También fue interesante la apreciación de Brotherton de que se trataba de recuperar un “orden social” en el que habían sido socializados los padres de estos chicos pero que ellos con el derrumbe del Estado Keynesiano no habían vivido aún siendo educados, a través de la familia, en sus valores comunitarios, que ellos intentan reconfigurar a una situación nueva y diferente. David Brotherton se sitúa dentro de la “criminología cultural” y hace una crítica de su corriente contraria la “criminología positiva o ortodoxa” que define estas agrupaciones de la siguiente manera: a) jóvenes que son percibidos por otros como una agrupación distinta dentro de su vecindario b) se reconocen a sí mismos como un grupo significativo, casi invariablemente con un nombre de grupo c) han estado involucrados en un número suficiente de incidentes delictivos como para provocar una respuesta negativa en los residentes del vecindario y/o las agencias del orden.
El conferenciante rechaza absolutamente esta definición y propone otra “se trata de un grupo formado de manera espontánea en sus orígenes y después integrado por medio del conflicto, el resultado es el desarrollo de una estructura interna desorganizada pero con un espíritu de corporación, moral solidaria, conciencia de grupo y apego a un territorio local” lo cual los acercaría a las nuevas formas de organización de los movimientos sociales en red. Otro ejemplo de un origen fuertemente politizado de estas agrupaciones lo dio Brotherton en la génesis de la “Nación Ñeta” pues fue fundada por Carlos Torres, miembro del Partido Socialista Nacional Puertorriqueño, de hecho el saludo Ñeta (dos dedos cruzados en un movimiento en círculo) significa “el fuerte protege al débil” y “parte del pueblo” así como los dedos inmediatamente inferiores simbolizan a los “insectos” (colaboradores de los “carceleros”). Se trataba de una organización de reclusos para la autodefensa de los funcionarios de prisiones. Por otra parte, “King Blad”, un emigrante cubano en Estados Unidos (“balsero”), es el fundador de la “Todopoderosa Nación de los Reyes y Reinas Latinos”.
Vamos a exponer las principales ideas de la “criminología cultural” expuestas por el conferenciante cuyas analogías con ciertas teorías de los movimientos sociales son evidentes: a) la adrenalina (contra el dogma del racionalismo, una criminología de las emociones), b) la “ciudad suave” (los barrios periféricos como espacios lejos del control social dominante en la ciudad de los arquitectos, los funcionarios y los planificadores urbanos), c) las políticas de la resistencia (la liberación cognitiva, la nación imaginada, símbolos que reflejan el poder asimétrico, la lucha contra el neocolonialismo) , d) el “conocimiento peligroso” (la “organización secreta”, la historia de los olvidados, los actos vengativos del Estado, las narrativas de los excluidos, el rechazo a los académicos). Está claro que este giro analítico guarda estrechas coincidencias con el pensamiento postcolonial por lo cual hay una crítica al paradigma estricto del racionalismo cartesiano que esconde las emociones subjetivas y las narrativas periféricas de afrodescendientes, mestizos, indígenas etc., que estas agrupaciones recuperan y adaptan a sus contextos actuales.
Finalmente David Brotherton hace referencia a la implementación de las Políticas Públicas respecto a las “Naciones” en distintos contextos: el 14 de setiembre de 2006 se legalizaron en Catalunya integrándose en la Federación de Entidades Latinoamericanos, en Génova el 21 de setiembre de 2006 son legalizados por el Ministro de Solidaridad Social Romano Prodi y en Santo Domingo (Rep. Dominicana) colaboran en campañas públicas contra el Sida y el Dengue en los barrios de Guachupita y Cristo Rey. Brotherton señaló que el Estado colabora con ellos pues la población local los recibe con mayor simpatía al existir una fuerte alienación civil respecto al Estado ejemplarizada en el rechazo a la implementación de políticas públicas con funcionarios.
Conclusiones: ¿Son realmente los “Latin Kings/Queens” o otras “Naciones” movimientos sociales?
A lo largo de la exposición de Brotherton se defendió genéricamente el carácter de movimiento social de estas agrupaciones aunque se dejó claro que el fenómeno reviste cierta complejidad y grados de politización (el criminólogo estadounidense también ha trabajado con grupos mexicanos a los que no vio un trasfondo de crítica social ni política). Su exposición fue orientada a mostrar los orígenes de denuncia social de estas agrupaciones así como la identificación de ciertos problemas sociales por éstos (narcotráfico, funcionarios de prisiones, políticos corruptos etc.), también señaló (ante la pregunta de un asistente sobre el autoritarismo, machismo etc. que revisten estos grupos) que no vivimos en una realidad ideal y que debemos lidiar con estas contradicciones (así señaló cierto proceso de empoderamiento intraorganizativo de las “Latin Queens” con la elaboración de un manifiesto propio etc.). ¿Qué se puede decir desde la teoría de los movimientos sociales? Tradicionalmente se han definido como agrupaciones de individuos que tienen una afinidad sociopolítica y cuyo objetivo es el cambio social poniendo el énfasis en su organización informal, su carácter espontáneo o cíclico y el hecho de que prioricen ciertas demandas demandas que se convierten en aglutinadoras del descontento, dependiendo del enfoque utilizado.
Uno de los que más influyó en los teóricos latinoamericanos fue el de los Nuevos Movimientos Sociales (NMS) caracterizado por: a) la construcción de un modelo teórico centrado en la cultura b) la negación del marxismo como campo teórico capaz de explicar la acción colectiva de la sociedad contemporánea c) el surgimiento de un nuevo sujeto colectivo difuso, no-jerarquizado, contrario a las discriminaciones de acceso a los bienes de una modernidad nociva, a la cual opone una acción volcada en valores solidarios comunitarios d) una centralidad y redefinición de la política, entendida como parte de la vida y las prácticas sociales, lo que supone una pluralidad de tendencias, ideas y valores y e) el análisis de los movimientos sociales fundamentalmente desde el prisma de las acciones colectivas y de la identidad colectiva creada en el proceso.
Así, se puede señalar como el enfoque de David Brotherton de la “criminología cultural” se acerca bastante al punto a) así como señala las carencias del marxismo al enfatizar los procesos de atribución identitaria de forma similar al punto c), igualmente hizo referencias a la lucha por el sentido comunitario de las “Naciones” en Nueva York. Las temáticas referentes a la reapropiación de los espacios comunitarios en la ciudad (“ciudad suave”), la recuperación de narrativas silenciadas (“conocimiento peligroso”) o las contradicciones y posibilidades que supone la colaboración con las administraciones públicas han sido ampliamente discutidos entre los estudiosos de los movimientos sociales latinoamericanos, estableciendo nexos analíticos con los planteamientos de Brotherton aunque desde otra disciplina.. Con este fin vamos a intentar aplicar algunos puntos del esquema de Antonio Rivas , estudioso de los mm.ss desde la perspectiva de los “procesos de enmarcamiento” deudora de Goffman y que prioriza los aspectos culturales, a dichas expresiones más politizadas señaladas por Brotherton.
Rivas divide su análisis en las “dimensiones del enmarcamiento” y las “estrategias de enmarcamiento”. La primera de las dimensiones consistiría en “indicar una cuestión de debate público” (en este sentido hemos visto la denuncia de los problemas de narcotráfico, los abusos en las cárceles, la epidemia del Sida o del Dengue etc.) cuyas estrategias análogas serian la “asignación de eslóganes” o la “concreción en la experiencia cotidiana” (Brotherton mostró en este sentido expresiones artísticas utilizadas como propaganda para cumplir esta función). La segunda de las dimensiones seria la “atribución causal” (las mafias del narcotráfico, la injusticia social y política del estatuto colonial de Puerto Rico, la desinformación y el desinterés gubernamental) con las estrategias análogas de “personalización de los actores responsables” (nombres de narcotraficantes, el gobierno de Estados Unidos etc.) y su “consideración de agentes no legítimos de la comunicación (sobre este punto tenemos las declaraciones de King Torre, fundador de los Latin Kings en Nueva York, deslegitimando a los políticos ante la comunidad).
La tercera dimensión seria el “enmarcamiento de los objetivos” (recuperar nuestras calles/barrios, la independencia y el socialismo en Puerto Rico, un barrio libre de epidemias) con las estrategias análogas de “concretarlos mostrando los beneficios para los afectados” (un barrio para la gente, mayor justicia social e independencia política, mayor bienestar y salud) y “cargarlos de valor relacionándolos con valores más altos” (como el hecho de citar a la constitución estadounidense). La cuarta y última seria la “autolegitimación de los movimientos sociales” (somos la voz de los jóvenes de la comunidad, la vanguardia del pueblo puertorriqueño o los benefactores del barrio etc.) con las estrategias análogas de “mostrar que representa valores colectivos universales” (justicia social, no discriminación etc.) o el “reclutamiento de instituciones y personas dignas de confianza” (en este sentido, a parte de las administraciones públicas, el mismo Brotherton que colabora con ellos como académico representa una de sus fuentes de legitimidad). Así creo que se puede afirmar que ciertas expresiones de las “Naciones” con avanzados procesos de politización pueden ser considerados movimientos sociales como afirma Brotherton.
Alma apátrida |
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