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Anàlisi :: altres temes |
LA PARTICIPACIÓN en los tiempos de búsqueda (3º parte)
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per Beate Taufer Correu-e: urubeate@yahoo.com (no verificat!) |
21 abr 2008
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Un análisis critico sobre la metodologÃa de la “Planificación Participativa y Gestión Asociada PPGA de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales FLACSOâ€?, escrito en varios capÃtulos. El texto cuenta con una serie de archivos en anexo, dando prueba de lo expresado en estas lÃneas. Los archivos serán transmitidos por mail al ser solicitados. Dirección: urubeate ARROBA yahoo.com, o intersocial2002 ARROBA hotmail.com |
En el primer capÃtulo de nuestro análisis habÃamos desarrollado la hipótesis de la comercialización de los productos de las ciencias sociales (en este caso la metodologÃa de la Planificación Participativa y Gestión Asociada PPGA de la FLACSO) y sus consecuencias negativas. Nos referimos a los mecanismos de mercado inherentes a la autorÃa privada. Advertimos también del potencial competitivo y excluyente que se hace visible en la práctica de su implantación. Es lo que suele aflorar cuando hay sistemas rÃgidos que luchan por su expansión, en este caso es la lucha por la expansión de la metodologÃa.
En el segundo capÃtulo nos preguntábamos si las metodologÃas desarrolladas en el proyecto participativo de la FLACSO ya son parte del conjunto de pautas polÃticas a cumplir por los gobiernos a la hora de solicitar créditos de los grandes bancos e instituciones supranacionales de desarrollo, en el marco de su actual filosofÃa polÃtica-económica de GOOD GOVERNANCE (“Buen Gobierno, buena gobernabilidadâ€?)
AquÃ, en el tercer capÃtulo de nuestro análisis acerca de la metodologÃa de la PPGA / FLACSO y de sus prácticas, queremos destacar un fenómeno que se presentó (en nuestra experiencia) repetidamente aunque en diferentes formas: nos referimos al descuido de la ética cientÃfica. Quiere decir en cuánto al derecho a la plena información y autodeterminación de la persona frente a investigaciones y experimentos de la academia. Entendemos por ética cientÃfica que el ser humano debe tener la posición del sujeto y no del objeto en el caso de ser enfrentado con acciones cientÃficas. La ética cientÃfica se refiere tanto a las metas de investigación como a los procedimientos. En el marco de los procedimientos rige la norma de que ningún ser humano puede ser usado para - o ser involucrado en – investigaciones, prácticas o experimentos cientÃficos sin su propio consentimiento. Que debe ser informado con anterioridad sobre el proyecto y quienes son sus ejecutores, y sobre las consecuencias para su salud fÃsica y psicológica, para su contexto social, ambiental, polÃtico etc. A partir de tal información, cada individuo tiene el derecho de tomar una decisión consciente. Si acuerda su participación, se convierte en contraparte del cientÃfico, a veces incluso dando su consentimiento por escrito. También tiene el derecho a negarse. Este riesgo debe ser asumido como uno de los tantos factores condicionantes del trabajo cientÃfico.
Un proyecto cientÃfico, que pretende la preparación técnica de ciudadanos en pro de una mayor capacidad de informar sobre sus demandas sociales, deberÃa poner un estricto énfasis en la información acerca del proyecto mismo y de sus técnicos promotores. Un proyecto que pretende instalar en la sociedad mejores sistemas de regulación de conflictos, de negociación de controversias, incluso a nivel gubernamental, debe incluir a las propias controversias y conflictos que pueda generar en la sociedad al presentarse ante ella, como temas a tratar con su metodologÃa.
Traducido a los procedimientos a seguir, al introducir una metodologÃa como la PPGA / FLACSO, se hace imprescindible realizar instancias de amplia información, para fomentar (no condicionar) las decisiones conscientes de todos los integrantes a favor o en contra de la metodologÃa antes de introducirla en un grupo o un movimiento social, o en una administración pública. Deben identificarse los promotores del proyecto como técnicos especÃficos, explicando su currÃculo profesional relacionado con el tema, y sus compromisos vigentes con ello. Deben aclarar su intención de usar las actividades vecinales como insumo cientÃfico (por ejemplo como “estudio de casoâ€?). Habrá que aclarar también el como inciden los estudios de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales FLACSO en la filosofÃa polÃtica de GOOD GOVERNANCE que hoy es parte de la doctrina de los grandes bancos e instituciones transnacionales de desarrollo (BID, Banco Mundial, FMI, PNUD etc.), y que algunos argumentos centrales de la metodologÃa PPGA / FLACSO coinciden con ella (mencionamos el “Neo-institucionalismoâ€?). A partir de allà los ciudadanos tienen el libre derecho a decidir si quieren asociarse - o no - con este proyecto.
A partir de nuestras experiencias en un grupo social-ambiental del Cerro de Montevideo, Uruguay, tenemos que advertir que tales requisitos necesarios no se ponen en práctica. Nos consta además que los mismos problemas suceden en otros grupos y movimientos sociales, donde en consecuencia se producen también conflictos internos.
Nuestras preguntas acerca de los problemas arriba indicados encontraron alguna respuesta en la literatura misma, en cuanto a pautas definidas para el procedimiento de implantación de la metodologÃa, reflejándose en ellas nuestra experiencia.
Citamos a: Héctor Atilio Poggiese – FLACSO- PPGA
enviado por el Lic. José Luis Dell´Ordine; Panel:�Gestión local del desarrollo: planificación y alianzas estratégicas�…
“…a) Los grupos promotores: El grupo inicial deberá contar entre sus componentes aquellos que aseguren la conducción metodológica y cualquiera sea su conformación original en cuanto a diversidad, hacia el final de la etapa preparatoria su conformación deberá combinar decisores, técnicos y comunitarios, gubernamentales y no gubernamentales, diversas disciplinas y sectores.
b) La preparación de los escenarios. El proceso de planificación presupone desplegar una etapa preparatoria, que informe, sensibilice y agregue actores al sistema de formulación del plan, capacite. Es un tramo de entrenamiento metodológico y acostumbramiento a los métodos y técnicas de trabajo y participación y sobre todo, a la prueba y legitimación de las reglas a las que se sujetarán…�
Entre las diversas pautas acá nombradas hay un concepto de acostumbramiento, casi insignificante, pero que suele caracterizar las actuaciones en la práctica. Refleja un concepto de relacionamiento del técnico con la población, que expresa jerarquÃas intelectuales, en vez de crear condiciones igualitarias. El acostumbramiento no es lo mismo que una sensibilización o concientización. Sucede cuando los promotores ingresan en reuniones, y con un mÃnimo de explicaciones comienzan sin vacilar con la metodologÃa como forma de “trabajar mejorâ€? - obligando a los asombrados participantes de concederles su tiempo y sus motivos de concurrencia. A partir de allà los concurrentes forman automáticamente parte del proyecto FLACSO, la actividad queda registrada y las listas de participantes sirven como presunta prueba de adhesión al sistema….
Cuando hablamos de una actuación “encubierta� nos referimos por ejemplo a la siguiente experiencia:
En Mayo del 2006 ingresa un experto de la técnica participativa PPGA / FLACSO en nuestro grupo ambiental-social. Algunos lo conocÃamos como compañero porqué ya habÃa participado en otros contextos sociales (Grupos de la Intersocial del Cerro), siempre bajo la identidad de “militante socialâ€?, sin revelar su identidad de técnico académico relacionado con las Ciencias Sociales. ( I ) Nos habÃamos acostumbrado a su presencia. Ingresó a nuestro grupo con un propósito definido sin presentarlo abiertamente: implantar allà la metodologÃa de la Planificación Participativa y Gestión Asociada PPGA / FLACSO y convertirlo en un “grupo promotorâ€? de dicha metodologÃa (Véase Hector A.Poggiese: Desarrollo local y Planificación intersectorial, participativa y estratégica.â€? Capitulo 7). A la vez estaba proyectando la “propagación públicaâ€? de su sistema, usando para ello dicho grupo de movimiento social y su tema popular. A partir de allà las actividades del grupo tenÃan que adaptarse a una definida cronologÃa de pasos a dar, respondiendo aparentemente a las pautas técnicas indicadas en el texto de Héctor A. Poggiese arriba citado. A la vez debÃan subordinarse y postergarse otras iniciativas grupales (que hubieron causado un efecto social y ambiental a corto plazo). Al producirse el conflicto interno por tales imposiciones, una parte del grupo se abre. Entre otro comienza a estudiar la trayectoria profesional del técnico, todo en internet, encontrando la siguiente información:
(I ) El experto es promotor y formador de la metodologÃa PPGA. Formó parte del cuerpo de investigadores y docentes en la FLACSO Buenos Aires (en la WEB). Pertenece a la RED de FORMADORES del sistema PPGA. Posee un largo CurrÃculo de actividades en el marco de programas de desarrollo financiadas por instituciones internacionales y nacionales argentinos. Entre 1999 y 2003 es consultor de proyectos acordados entre el Gobierno Argentino y el PNUD Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, financiado por el Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento (BIRF). Formaba parte del cuerpo de investigadores asociados de la Facultad de Ciencias Humanas / Instituto de Desarrollo Regional y Local / de la Universidad Católica en Montevideo.
Frente a los vecinos de la zona, incluso en presencia de autoridades municipales y de la prensa, se presenta sin embargo como “simple vecinoâ€?. ¿Será que este tipo de conducta responde a definiciones asumidas en las Ciencias Sociales? Aparte de las situaciones arriba indicadas se produjeron una serie de contradicciones entre el espÃritu participativo de la PPGA y la práctica de la misma. No sabemos si por falta de capacitación del instructor o del grupo promotor, o por los conceptos casi ideológicos de dicha metodologÃa. Observamos una resistencia en aplicar la propia metodologÃa en casos conflictivos que no se ajustan a sus intereses, como modo de silenciarlos. Registramos problemas en la conducción de los procesos de discusión, como la falta de imparcialidad y de tolerancia frente a opiniones de disenso. Cualquier iniciativa, cualquier propuesta debÃa subordinarse bajo su techo metodológico. Asimismo las iniciativas elaboradas sin aplicación de su metodologÃa fueron rechazadas, otras practicas participativas (a través de proyectos laborales, acciones artÃsticas, cursos pedagógicos, etc.) no son reconocidos como tales por la misma razón; lo mismo sucedió con aportes elaborados en forma individual admitiendo solo el “pensar juntosâ€? en sesiones grupales, que dificultan el profundizar; también son rechazadas “otrasâ€? formas de organizarse (como las asociaciones civiles) que no sean conforme a la metodologÃa.
El grupo promotor de la PPGA desarrolla a menudo una decidida actuación de hegemonÃa y competencia con otros actores sociales, usando incluso el descredito; finalmente busca una intermediación privilegiada con las autoridades públicas y su respaldo exclusivo. No vamos a profundizar en la descripción de los hechos en detalle, ya que priorizamos – como sentido de la denuncia - la búsqueda de otros caminos. (No obstante ofrecemos al interesado lector los archivos disponibles por mail).
Deseamos que las experiencias vividas y en parte sufridas, mas los grandes esfuerzos – no profesionales - que hicimos, para llegar a un nivel de reflexión teórica, sirvan para generar cambios. Que sirvan para revisar el proyecto de la metodologÃa PPGA de la FLACSO, su expansión hacia los más diversos movimientos sociales de Latinoamérica, pero también hacia las instituciones públicas y privadas. Los vecinos de dichos movimientos no suelen tener instrumentos teóricos a mano para defenderse contra la usurpación “cientÃficaâ€? de sus esfuerzos y motivos. Antes de todo hay que respetar su autonomÃa.
Reivindicamos el derecho a la plena información y autodeterminación frente a investigaciones y experimentos de la academia cientÃfica con la población en el área social;
rechazamos la usurpación de nuestros movimientos o iniciativas vecinales por técnicos de las ciencias sociales; reivindicamos la libertad de pensar, redactar o expresar aportes a la causa en forma individual o colectiva; reivindicamos la libertad creativa de buscar caminos y soluciones que se comprometen en primer lugar con la causa misma, con el tema, y en segundo lugar con las metodologÃas – y no al revés; reivindicamos la pluralidad de modelos y formas de participación según las necesidades especÃficas de cada tema, cada populación, cada lugar; NO a la PRIVATIZACIÓN del conocimiento general. |
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