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Notícies :: amèrica llatina |
Democracia española o latinoamericana?
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per Por Ricardo Daher Correu-e: ricardher@hotmail.com |
24 nov 2007
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Las crÃticas al rey de España, Juan Carlos, y al presidente del gobierno español, José LuÃs RodrÃguez Zapatero, han despertado fuertes reacciones en muchos ciudadanos españoles que consideran que en su paÃs se vive una verdadera democracia, de la que, sostienen, debemos aprender los latinoamericanos.
Tenemos que coincidir en que las democracias latinoamericanas no son ejemplares y que en muchos paÃses se está buscando un modelo propio de mayor participación ciudadana. Algo que las democracias europeas, entre ellas la española, no se atreven siquiera a considerar. La participación ciudadana se limita a votar partidos o candidatos cada cierto tiempo.
Algunos han estimado que tanto el rey, como Zapatero defendieron la democracia, uno al mandar a callar al presidente Chávez –también interrumpiendo al orador de turno- y el otro a defender a su antecesor en el gobierno. Según esta posición, calificar al ex presidente José MarÃa Aznar de fascista es un desconocimiento de la democracia en España, ya que el mandatario fue electo por lo españoles.
RodrÃguez Zapatero, expresó en una reunión con socialistas en Argentina, que defendió a Aznar porque era un “compatriotaâ€?. En ese discurso, que recogió la prensa argentina, no habló de la democracia, sino que reinvindicó la nacionalidad de Aznar para su defensa.
La forma en que fue electo Aznar no fue cuestionada por Chávez ni por otros mandatarios latinoamericanos. Lo que se criticó fue la posición polÃtica de Aznar en varios temas y su postura ideológica. Criticar a un presidente por sus posiciones polÃticas e ideológicas entra en el marco de lo permitido por las democracias europeas. El partido del actual presidente del gobierno español ha calificado a Aznar y su partido, de mentir y confabular con la investigación del atentado terrorista del 11 de marzo.
¿Significa eso que los españoles si pueden criticar severamente a Aznar y que esa posibilidad, les está vedada a otros ciudadanos? ¿No cabrÃa en una discusión democrática rebatir que Aznar no es un fascista en lugar de descalificar a quien lo califica?.
El ex presidente español ha hecho mucho mérito, y lo continúa haciendo, para ser considerado fascista. El que haya participado en elecciones democráticas no implica que ideológicamente no sea fascista.
Calificarlo de esa manera no implica desconocer la democracia española, aunque quizás los españoles deberÃan reconocer que no tienen un modelo perfecto, que tiene muchas limitaciones, y que todos los dÃas surgen elementos que deberÃan preocupar por sus limitaciones.
El mismo dÃa de la polémica, por ejemplo, un juez multó a dos caricaturistas que se habÃan burlado del gobierno a través del prÃncipe de Asturias. Pocas semanas antes, la justicia inició juicio a jóvenes republicanos que quemaron fotos del rey.
En la misma semana del incidente real, un grupo neonazi asesinó a un joven de 16 años que protestaba por la marcha de esos fascistas. Ante la exigencia de que el gobierno prohibiera la marcha de estos grupos responsables de ataques racistas, el vocero del PSOE dijo que en democracia todos podÃan manifestarse.
Una posición que no sostiene cuando se trata de organizaciones vascas independentistas. Creo que si estos episodios hubieran ocurridos en Venezuela, por ejemplo, la descalificación al gobierno hubiera sido unánime en la prensa internacional.
El modelo español lo resuelven los españoles, pero por favor no intenten vendernos ese modelo. América rompió los lazos con la monarquÃa hace casi 200 años.
Como latinoamericano tampoco comprendo que una democracia pueda ser “perfectaâ€? cuando se sostiene una monarquÃa. La sólo existencia de un monarca implica que se admite que no todos los ciudadanos son iguales ante la ley.
Aunque tenga un cargo decorativo, recibe manutención del Estado –pagado con el impuesto de todos los ciudadanos-, se le adjudica la representación del paÃs y del Estado cuando muchos de sus ciudadanos no están de acuerdo con su figura, y ni siquiera pueden decidir si se mantiene o no, en una consulta popular. Además extiende ese cargo y la representación del paÃs por herencia. Es decir, al pueblo se le impone quien lo representa.
Criticar el modelo democrático español, y de otras naciones europeas, no implica sostener que las democracias latinoamericanas son mejores o perfectas.
El presidente español, en la discusión polÃtica que sostenÃa con los lÃderes latinoamericanos, antes de que el rey mandara a callar a Chávez, decÃa que América no tenÃa que atribuir sus problemas a factores externos, y que Europa habÃa contribuido incluso al desarrollo conceptual de la democracia.
Zapatero olvidó mencionar que tanto el desarrollo económico de Europa, la acumulación de capital que permitió la instauración del capitalismo en el continente, y por ende del desarrollo de las ideas polÃticas, se basó en la explotación de América después de la conquista. Y que esa deuda nunca se pagó y ni siquiera se ha reconocido.
Y si se repasa la historia de América en los últimos años, se verá que la intervención extranjera ha determinado el desarrollo polÃtico y económico de la región. No mencionaremos las intervenciones militares extranjeras directas de la primera mitad del siglo anterior. Un esquemático repaso incluirÃa invasiones norteamericanas en HaitÃ, Nicaragua, Panamá, Cuba. Y en la segunda mitad del siglo pasado, intervenciones militares en Guatemala (1954), República Dominicana (1965), Cuba de nuevo (1959), Chile (1973), Nicaragua (1979), Granada (1983), Panamá (1989), Haità otra vez (2004), y su intervención al fomentar golpes de Estado militares en prácticamente todos los paÃses latinoamericanos. Una cadena de sucesos e intervenciones que llega hasta nuestro dÃas.
España podrÃa decir que poco ha tenido que ver con esas situaciones, pero las empresas españolas si que han sabido aprovecharse de la situación, en algunos casos, como Argentina, mediante presiones y chantajes como se ha demostrado en el proceso de privatizaciones emprendidas por el ex presidente Carlos Menem en los 90.
Y en este caso, Aznar, Rodrigo Rato y el rey Juan Carlos jugaron un importante papel, según se demuestra en el libro �Los nuevos conquistadores� de Daniel Guillermo Cecchini y Jorge Zicolillo (publicado 2002 por Siglo Veintiuno de Argentina Editores).
Según estiman analistas económicos, las mayores empresas españolas obtienen entre 30-50% de sus ingresos operativos en América Latina, y en sólo 9 años, entre 1992 y el 2001, transfirieron a sus casas matrices beneficios superiores a los 19 mil millones de dólares.
En cuento al modelo de democracia latinoamericano se puede concluir que aún no existe un modelo propio, salvo el cubano. Hasta ahora los paÃses de la región han insistido en los modelos y estructuras copiadas de Europa, y asà nos ha ido!.
Cuando en anteriores ocasiones los pueblos han buscado modelos alternativos, por ejemplo en la etapa del populismo desarrollista de los años 40 y 50, la intervención extranjera directa o indirecta, con la promoción de golpes de Estado, terminó con esos experimentos.
Ahora en varios paÃses se busca desarrollar modelos de participación popular, descentralización y basados en las comunidades. Es un camino que recién empieza y tendrá muchas idas y venidas, y que ya está siendo cuestionado por las potencias extranjeras, Estados Unidos en primer lugar, pero también Europa. Esas nuevas experiencias de democracia participativa se están desarrollando en Cuba, Venezuela, Bolivia, Ecuador, y un grado menor, también hay experiencias en Brasil, Uruguay, Nicaragua, y Argentina, a través de los movimientos sociales.
Los demócratas europeos, en lugar de sumarse a la histeria antichavista –y que extienden por osmosis a los gobiernos populares o populistas como los descalifica Aznar- deberÃan apoyar esas experiencias de participación ciudadana, y colaborar en convertir las democracias representativas en participativas. |
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Comentaris
Re: Democracia española o latinoamericana?
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per Redado |
24 nov 2007
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Por favor, antes de leer el artículo, lean por favor la siguiente frase:
"En cuento al modelo de democracia latinoamericano se puede concluir que aún no existe un modelo propio, salvo el cubano"
Que es adonde realmente quería llegar el autor.
Y si el regimen agoniza, igual es que se necesita un poco de mano dura socialista. ya sabemos que tiene el tacto de la seda y la dureza del acero. |
Re: Democracia española o latinoamericana?
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per Redado-facha-pesado-pelmazo |
25 nov 2007
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Histérico antichavista, vete a la Cope y déjanos en paz,collons! |
Re: Democracia española o latinoamericana?
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per redado for president |
26 nov 2007
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endavant pasident!
clar que si, maleits sudacas, no cal ni llegir la resta del text, ja saps que als teus seguidors ens agrada mes l'accio que la lectura
apa cid campeador, endavant! |
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