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¿ Elecciones: Y mañana que? : El Estupor, por Oscar Portela
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per Oscar Portela Correu-e: portelao@hotmail.com (no verificat!) Telèfon: 0378315516913 Adreça: Jujuy 1224. Ctes. Argentina |
16 ago 2007
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Conflictos institucionales Argentinos frente a las proximas elecciones nacionales. OP |
Argentina ante los conflictos del futuro acto elecionario por Oscar Portela
¿ELECCIONES Y MAÑANA QUE?
EL ESTUPOR.
dedicado al Dr. Vicente Molina
Por Oscar Portela
La perplejidad en Aristóteles
“Las aporÃas y la ignorancia, perplejidad y admiración que ellas implican o suscitan originan el afán de huir de la ignorancia, de salir de la perplejidad, de hallar la salida -por medio del saber: originan el afán de éste, el afán de sabidurÃa en generalâ€?. - José Gaos
La perplejidad en Heidegger -
“El hombre mira atónito lo que pueda venir con la explosión de la bomba atómica; no ve lo que hace largo tiempo ha llegado y ciertamente ya ha sucedido, lo que expele la bomba atómica y su explosión únicamente como su última eyección -por no hablar de la bomba de hidrógeno, cuya deflagración inicial podrÃa, teniendo en cuenta sus máximas posibilidades, extinguir toda vida terráquea. ¿Qué espera esa angustia llena de perplejidad, si lo decisivo ha ocurrido ya?â€?
La perplejidad en Wittgestein - "Para Wittgenstein las cuestiones filosóficas comienzan con la perplejidad. Con la perplejidad, por ejemplo, ante la palabra “tiempoâ€?, ante su gramática, ante lo que podrÃa llamarse contradicciones aparentes en esta gramática. Dicha perplejidad se expresa a través de preguntas desorientadoras. Preguntas que son “una manifestación de falta de claridad, de desagrado mentalâ€? y que Wittgenstein, siguiendo a Hertz, compara a la pregunta “¿por qué?â€? “Tal como suelen hacerla los niñosâ€?. También esta es una expresión de desagrado mental y no demanda necesariamente ni una causa ni una razónâ€? - La perplejidad ante la gramática de la palabra “tiempoâ€? lleva a San AgustÃn a formular una pregunta desorientadora: “¿Cómo es posible que se pueda medir el tiempo? Pues el pasado no puede ser medido, por estar pasado; y el, futuro no puede medirse por que no ha llegado todavÃa. Y el presente no puede medirse por que no tiene extensiónâ€?. -
La perplejidad para Jorge Semprun “No hay reflexión teórica digna de este nombre, en efecto, que no arranque del asombro, de la duda. De la perplejidad, en fin de cuentas. Un pensamiento afincado en la certeza absoluta de sus propios postulados o puntos de partida no serÃa tal, en verdad. Sólo serÃa discurso monolÃtico, dogmático monólogo. Diciéndolo con palabras de Javier Muguerza, uno de los filósofos españoles más interesantes y rigurosos de nuestros dÃas: «La perplejidad no es tan sólo un signo de los tiempos que vivimos, sino también, y en cualquier tiempo, un acicate insustituible de la reflexión filosófica. Por eso Ortega, para quien “la vida es permanente encrucijada y constante perplejidad“, solÃa decir que “el más certero tÃtulo de un libro de filosofÃa es el que lleva la obra de Maimónides“. La filosofÃa es siempre, por lo tanto, una GuÃa de Perplejos. Y con harta frecuencia le pe-dimos que “nos saque deâ€? la perplejidadâ€?. -
La perplejidad para Kierkegaard
“Para Kierkegaard, la fe es un salto y, por tanto, un riesgo donde la plena inseguridad humana se transforma en la plena seguridad de lo divino. Este salto no puede ser menguado por la razón. El objeto de la fe es la paradoja, es la absoluta sumisión a la más completa perplejidad. Solamente la fe nos permite alcanzar a Dios sin negar su infinita diferencia y su infinita trascendencia�.
Rodrigo Figueroa Weitzman -
“La vida es siempre perplejidad, decÃa Ortega. Vivir es carecer de brújula y de reloj. Es no saber dónde está uno, qué significa lo que hay al lado, ignorar lo que viene después, desconocer el rumbo que debe uno tomar ante las disyuntivas que se abrenâ€?.
Jesús Silva-Herzog Márquez -
La perplejidad para Gegory Bateson “Con estas preguntas irracionales y a menudo absurdas creaba a propósito perplejidad, pero muchos estudiantes y autores seguÃan admirándole precisamente por eso. Cuando uno de sus asistentes de clase una vez se atrevió a romper este silencio artificial lo insultó diciendo: “¡Usted es un mono! Justamente ahora tenÃa un silencio suculento en el horno y usted tenÃa que meter sus babuchas gordas!â€?(13) SabÃa vender sus construcciones confusas como auténticas genialidadesâ€?
Michael. M. Weber -
EL MAÑANA QUE PASO -
Oscar Portela
Cada paso, cada acto de gobierno, cada escándalo – ni el de fe ni el de razón - , inducen a las cabezas pensantes a la “perplejidad�. Es verdad que entre la perplejidad y el asombro estén iimbricadas intricadas combinaciones.
Pero resulta posible que la misma “perplejidad nos conduzca al asombro y ésta al saber�.
En realidad el estado de “perplejidadâ€? en que está sumida la humanidad y en especial el pueblo Argentino ante su destino no aseguran un camino seguro para salir del laberinto de la ignorancia. Es el desafÃo de Teseo.
En el fondo del laberinto construido por Dedalus espera el Minotauro. Solo una rigurosa “anatreptikaâ€? - desmantelamiento – tal como la describe JoaquÃn Meabe nos permitirÃa salir del solitario laberinto y sus trampas.
Un obispo y sus dudas
El obispo de de Londres Georges Berkeley afirmó: “ser es percibirâ€?. Pero solo Dios lo percibe todo. No obstante con cierto grado de angustia porque el “substancialismoâ€? se desvanecÃa ante sus ojos, tomo una aguja y se pincho en el brazo.
El dolor lo torno – si no al yo – de inmediato a lo que creÃa era percibirse a si mismo y dejar atrás todo principio fÃsico de "incertidumbre".
Más aún hoy – aunque los “fotonesâ€? sean perceptibles por los adelantos técnicos de hoy, el principio de los “indiscerniblesâ€? se mantiene sólido. ¿Quien podrÃa contestar cual es el origen de la antimateria?
YO CONFIESO -
Sentirme hoy mas que nunca hundido en la perplejidad que me produce ser y estar siendo aun en un paÃs llamado Argentina. La perplejidad me conduce al sometimiento que el oscurecimiento de todo produce en los que solo perciben ya las “formasâ€? y no los contenidos.
Me remito ahora al discurso de la “filosofaâ€? Kristina Kirchner en el acto de lanzamiento de su candidatura a la primera magistratura del paÃs cuando afirma: “Debemos “despejarâ€? toda perplejidad de nuestros horizontesâ€?.
No alcanza el menguado razonamiento mÃo a comprender esta proposición ante el “estado de quiebre institucional, jurÃdico, y económico en el que deriva el estado Argentino, a saber oscurecido el llamado a un Estado- Representativo del cual se vaciaron los contenidos que hacen a una representación “ - y real percepción (percetio) , de lo que es - .
¿ExistirÃan dudas razonables para pensar que las revoluciones Democráticas no fueron realizadas con el apoyo mayoritario del pueblo?. ¿Absolutamente no.
Desde la decapitación de Carlos I de Inglaterra a la de Luis XVI, pasó el poder a manos del pueblo?
Dirá la Historia que Oliverio Cromwell dio paso a la restauración de la MonarquÃa Francesa y la Noche de Varennes a la Coronación de Napoléon I como Emperador de Francia.
Y si embargo son y constituyen las bases de lo que denominamos “democracias modernas�. Hitler, Stalin, Musolini, gobernaron con el apoyo mayoritario de su pueblo y con seguridad, para ellos, aunque el termino “democracia� haya sido solo el camino que por el que transitaron, a instaurar los peores totalitarismos del siglo pasado.
ARGENTINA HOY
La palabra pueblo a salido de quicio como también la muy cara a la palabra democracia “opinión pública�:
cito: “¿Que es hoy la opinión publica?â€?: Jacques Derrida: “¿Hoy? La silueta de un fantasma. La obsesión de la consciencia democrática. El fantasma tiene derechos y poderes. Pero ¿como ajustar exigencias contradictorias? ¿Por que debe precaverse la democracia parlamentaria de aquello que, sin embargo, se parece a la fuente de su legitimidad? …… Por lo que se refiere al ritmo, al médium y en primer lugar a la historia de la opinión pública, se trata de la cuestión del dÃa….â€?…. ( fin de la cita).
¿Pero quienes producen opinión pública a escala de medios acústicos y audiovisuales, lo hacen realmente o la “opinión públicaâ€? ha caÃdo y se ha tornado solo fantasmatica?: el estupor ante la afirmación de la señora de Kirchner no cede, y se profundiza en la medida cuantificable de un “hoy,â€? que ya es pasado.
Nada queda en la República como canales de participación o protagonismo ciudadanos que no sean los “inarticulados� frentismos que se atienen a la observancia del hoy.
Y el hoy esta crucificado por la “incertidumbre de los Ãndices inflacionariosâ€?, la censura de algunos hacedores de “opinión publicaâ€?, en perversos mecanismos de corrupción estructuralmente solidificadas, en la “deconstrucciónâ€? de todas las pautas de conducta que hacen a una comunidad organizada, al desprecio del espÃritu de las leyes, atadas a la cotización en bolsa de las bancas de una simulación de Congreso y Cámaras Provinciales.
Pero la “opinión publicaâ€? está ausente y asà lo quiere “hoyâ€? el “stablismenthâ€? polÃtico y económico Argentino, que difiere para la ausencia de futuro, una democracia transparente y representativa.
Los partidos polÃticos nacionales no han encontrado otra “formulaâ€? mas consistente, que intervenir sus comités provinciales en un intento desesperado por defender los “frentismosâ€? a través de los cuales se intenta salvar – no lo queda de ideologÃa -, sino porciúnculas de poder en la conformación del futuro Congreso de la República.
Ninguna señal hacia aquellos que son electores de “sombrasâ€?, a poco tiempo de que se defina, el destino de una nación que habÃa nacido destinada a la grandeza,y hoy agoniza en el exilio.
Nadie sabe – “la opinión publica fantasmatica� que la herramienta del voto puede tanto un camino hacia la total desintegración de un Estado, como a la salvación de un sociedad culturalmente integrada.
Empero el “estupor� debe ser dejado a un lado.
MARGENES DEL RIO PARANA (Corrientes)
Basta leer las declaraciones del Presidente del ex partido Liberal Sitjá y Balbastro, para advertir hasta que punto la decadencia recorre y usurpa el ámbito de todas las conciencias polÃticas provinciales.
“Microestragegiasâ€? para salvar lo que “restaâ€? de la decadencia del “dÃaâ€?. Y por el otro costado de esta implacable deriva, la señora de Mathó sin “estuporâ€? ni “asombroâ€? alguno, se prepara para contemplar como la República de sus mayores poco a poco se convierte en el paradigma, de aquello que debe hacernos caer en el “estuporâ€? mas profundo, por que éste y solo éste, será el camino que conduzca a otra verdadera dirigencia, a inducir al soberano bajo la persuasión de razonamientos fundados hacia las fuentes nutricias, que hicieron grande nuestra patria.
Mientras tanto la confusión, - el “que va a hacer este dÃa?â€? : (Paul Valery)- y la frÃa indiferencia de aquellos no incluidos en éstas luchas intestinas, pueden conducirnos al caos. Del caos a la anarquÃa existen cortos pasos. Y del abismo. ¿Como presumir de que modos podrÃamos salir de el? *
Oscar Portela Corrientes 2007-08-15
Argentina |
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