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Notícies :: criminalització i repressió : guerra |
Agressió sexual militar
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per stip |
02 jun 2007
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La fiscalía pide nueve años de cárcel por abusos sexuales para un funcionario de la cárcel militar de Alcalá de Henares (Madrid)
Andrés García "custodió" a un buen número de Insumisos en los Cuarteles en esa siniestra cárcel militar |
El PaÃs, Ã?LVARO CORCUERA - Madrid
Andrés GarcÃa, celador mayor en la cárcel militar de Alcalá de Henares, fue juzgado el pasado martes por haber abusado presuntamente de tres internos. Según la acusación, que pide nueve años de cárcel y ocho de inhabilitación, el funcionario se insinuó y tocó los genitales de tres reclusos, entre marzo y mayo de 2004, a cambio de permitirles realizar llamadas telefónicas extraordinarias no autorizadas por la dirección del centro.
"No me acuerdo de los hechos", manifestó Salvador Casado, uno de los tres presos denunciantes. Cristóbal Artiles y Heriberto RodrÃguez, los otros dos reos, sà aportaron un relato, aunque muy poco exhaustivo, de lo sucedido. "Un dÃa me pidió que le tocara el pene y, al siguiente, me ofreció revistas pornográficas para que me tranquilizara", dijo el primero. El otro aseguró que GarcÃa le ordenó tocarle los genitales y que le realizara una felación.
Andrés GarcÃa, como celador del centro, se encargaba, entre muchas tareas, del depósito de los bienes personales de todos los presos. Entre esos objetos se encontraban los teléfonos móviles de los reos. Al parecer, GarcÃa dejaba que los presos accedieran a sus móviles "por motivos humanitarios" de manera excepcional. Nunca, según aseguró, para obtener favores sexuales en el cuarto donde se guardaban esos teléfonos. Una dependencia que, por otra parte, carecÃa de intimidad, según varios testigos. "Heriberto me dijo que su madre estaba muy enferma; al verle tan nervioso accedà a dejarle su móvil", reconoció GarcÃa. No era la primera vez que el acusado tenÃa este tipo de concesiones. Y aunque no estaba permitido por el director de la cárcel, éste relató ayer que conocÃa la práctica puntual del celador y que "miraba para otro lado", puesto que era beneficioso para la estabilidad de la prisión.
La defensa de GarcÃa sostuvo que los tres reclusos urdieron un plan para obtener algún tipo de indemnización. Pedro López, ex interno en Alcalá de Henares, declaró haber escuchado una conversación entre los tres denunciantes y un cuarto preso, apellidado Miravete y con conocimientos de Derecho, en la que "planeaban decir cosas de Andrés para cobrar una paga. Parte de ella se la tenÃan que dar a Miravete". López lo contó a las autoridades de la prisión. E incluso reveló a Casado, Artiles y RodrÃguez que les habÃa denunciado. El último de ellos, cabreado, le propinó un cabezazo al tiempo que le llamaba chivato. Además, otro recluso también declaró en favor del acusado: "Artiles me confesó que buscaba un medio para salir del ejército y que por eso habÃa montado una historia contra el celador, para obtener una compensación económica".
Una decena de compañeros de GarcÃa coincidieron, como testigos, en la profesionalidad del acusado. "Cuando alguien actúa de buen corazón, a veces peca de tonto", dijo un celador. GarcÃa, en su turno de última palabra, sólo acertó a decir, entre sollozos: "Sé que soy inocente. No se me ocurre nada más". |
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