(El siguiente texto fue suprimido de Venezuela Indymedia entre el dÃa 15 y el dÃa 16/04/07 cuando fue colgado como “publicación libreâ€? en ese portal).-
REFLEXIONES SOBRE LA LUCHA DE LOS PUBLOS
Hoy, segunda semana de abril del 2007, si revisamos los distintos periódicos en papel y en lÃnea, vemos que sólo en Sudamérica, esta semana, hay más de 200 luchas y reclamos reivindicativos, y de ellos por lo menos han derivado 37 muertes.
También seguramente hay otras muchas luchas más, que la indiferencia las convierte en inviables para nosotros. Somos muchos grupos y organizaciones sensibles a que sucedan estas cosas, divididos por “ideas distintasâ€? sobre un mismo objetivo, terminar con el abuso de gobiernos y empresas, “aunque para algunos pueda ser el combustible que le da vÃa a su proyecto revolucionarioâ€?.
Debemos hacer un seria reflexión del estado de las luchas de pueblos y de la necesidad de recuperar fuerzas, porque las humanidad necesita por lo menos disminuir el poder del Capitalismo Multinacional, que desde las sombras condiciona la vida social del mundo, tras sus nefastos intereses.
Necesitamos una izquierda con capacidad de gestión polÃtica a nivel mundial, que sea un freno efectivo al arrollador avance de un capitalino sofisticado y que puede arreglarse, para ser oscuro a los miles de problemas que hay en nuestras sociedades por su acción.
En el nivel de lucha en que estamos, poner por delante ideologismos y planteos detallados de formas “polÃticas y sociales idealesâ€? que afecten a la organización popular es desmovilizador y muy malo para la construcción de una alternativa popular, con capacidad de enfrenar a un enemigo poderoso.
No significa que renunciemos a nuestras ideas particulares de cómo será el futuro, entendiendo que es ingenuo pesar que se ajustará a modelos teóricos por más deseos que tengamos.
La historia ha demostrado que si bien podemos sugerir tendencias, éstas solo se plasman si tiene un desarrollo sobre lo pueblos.
Los que miran con realismo la lucha buscan entender por qué algunos planteos funcionan y otros no.
Dar luz a la lucha demanda amplitud y tolerancia a las ideas de los otros y sobre todo, una auténtica confrontación de ideas sobre escenarios reales de hoy, de nuestro tiempo y espacio.
Por esto la construcción de un espacio amplio de discusión de las izquierda es una prioridad de la lucha, donde en primer término tenemos que construir cuál es el escenario real de la lucha, cuáles son sus elementos, qué caracterÃsticas tienen y cómo funcionan.
Desde la Primera Internacional, de Londres, de 1864, nunca fue más importante hacer un revisión de las lucha de los pueblos para conseguir los medios y oportunidades para poder vivir dignamente de acuerdo a la época.
En 1864, Marx pudo persuadir a los intelectuales de la época, de que los obreros (“proletariosâ€?) tenÃan capacidad estratégica para derrotar al capitalismo, asà que la reunión la definió como “la organización polÃtica del proletariado del mundoâ€?, apoyado por una buena parte de la izquierda de las época, formada por Socialistas, Anarquistas, sindicalistas y algunos grupos obreros.
También es conocido que hubo falta de acuerdos en las definiciones estratégicas de las luchas; produciéndose enfrentamientos, entre Marx y Bakunin, que hizo que se retiraran de la reunión los Anarquistas y una parte del sector de trabajadores.
Hoy a muchos años de distancia, tenemos un capitalismo fortalecido, que implementa su sistema con relativa poca oposición, ante una izquierda impotente y sin capacidad para crear una resistencia importante.
La izquierda en el mundo ha perdido relevancia; y los dos mayores logros de la revoluciones de concepción Marxista se pasaron al Capitalino o están en camino de hacerlo.
El sistema capitalista ha conseguido amplitud y mantiene una relativa intransigencia formal, que hace que se autodenomine como el sistema universal para la convivencia social de los pueblos del mundo.
Hoy el sistema capitalista convive armónicamente y comparte negocios con los sistemas socialistas y comunistas del mundo.
Uno de los más importantes compradores de la deuda de los Estados Unidos, Capitalista, es China Comunista. Parte importante de la deuda U.S.A. son los Bonos del Tesoro que hoy son más de un trillón de Dólares, comprados mayoritariamente por China y Japón.
El sistema ha implementado una visión Multinacional de los Negocios, que fue irresistible para comunistas y Socialistas.
El Sistema permite que la “elitesâ€? de cualquier sistema polÃtico que sea, puedan conservar sus privilegios dentro de esta visión multinacional de la economÃa propuesta por los Capitalistas.
Hoy los capitalistas sólo tienen alguna dificultad para “comprarâ€? la orientación de los sistemas polÃticos con bases religiosas, como los musulmanes: que representan sólo alguna incomodidad.
Pero por debajo de su sofisticación y aparente bienestar, existen millones de personas desesperadas por vivir dignamente, que tiene que pelear sin esperanza, su supervivencia DIA a DIA, y la desocupación se ha apoderado de todos los rincones del mundo.
En un sistema social donde el trabajar es el único medio de vida de la gente, la desocupación es pena de una Muerte lenta.
Parte importante de la estructura del Capitalismo, son la llamadas Crisis CÃclicas, mediante las cuales, los reflujos financieros se reacomodan.
No podrán tener solución en la economÃa Mundial mientras exista una elite, apoyado en el concepto de “esfuerzo personalâ€?, que les permite hacer acumulaciones obscenas de Dinero.
El dinero es una forma de representar la riqueza, fruto de la producción económica, y sigue siendo un avance muy importante, para el comercio mundial, sin embargo es objeto de manipulaciones que hace que algunos bienes tengan exagerado valor y otros no.
Se dice que el sistema Capitalistas es justo, porque es el mercado el que define lo precios y esto es una gran mentira; porque hoy las tendencia de los mercados son orientadas, sobre todo por los medios masivos de comunicación y la estructura de la orientación que tiene educación mundial.
Como podemos ver el Capitalismo ha trabajado, ideológicamente, polÃticamente y socialmente. La oposición que tiene es muy débil y está fraccionada y la base teórica de las luchas es poco actualizada.
La izquierda en otros tiempos, fue siempre un freno a los que pretendÃan, centralizar la polÃtica y la economÃa en las elites.
Sin embargo hoy la izquierda, está dividida y sin una orientación compatible con la dimensión que ha tomado la lucha.
Quizás se apoya demasiado en la estrategia Marxista, que hoy podemos decir, respetando algunos logros importantes que tuvo y la veneración de algún sector importante del campo popular, ya es obsoleta para defender los intereses de la gente
Hablamos de la estrategia marxista, porque muchos Anarquistas, y de otros sectores anti-capitalistas, explÃcita o implÃcitamente usamos sus elementos teóricos, como la lucha de clases, los obreros como motor de la lucha revolucionaria, el comunismo, etc.
Que puede ser correcto o no pero debe revisarse.
En esencia la estrategia Marxista para obtener un sistema justo para los pueblos, que sufrió infinidad de ajustes tácticos, se poya en que la clase trabajadora tiene capacidad estratégica para derrotar al capitalismo.
Su teorÃa explica que es el trabajo el que produce la riqueza y que el capitalista que administra la producción, roba la plusvalÃa (parte de riqueza que pertenece al trabajador por ser el productor material de la riqueza).
Marx decÃa que cuando el trabajador se dé cuenta o tome consciencia del robo que le están haciendo, se convertirá en revolucionario y derrocará el sistema polÃtico de los capitalistas, y lo cambiará por la dictadura del proletariado que instaurara el estado Comunista.
DecÃa que una vez que suceda esto, estarÃa resuelta la contradicción fundamental de la historia que es la que existe entre el “capital y el trabajoâ€?, y los pueblos podrÃan gozar de bienestar con justicia.
Esto jamás sucedió y ni en la más ortodoxa de las revoluciones socialistas, jamás dejaron de existir elites muy bien recompensadas por el sistema y una gran mayorÃa viviendo al margen de las posibilidades económicas del paÃs.
Tampoco podemos decir que es posible esa gran huelga revolucionaria que pondrá a los capitalistas de rodillas. Si analizamos las luchas, vemos que los enfrentamientos son entre trabajadores y empresarios; y no es explÃcitamente entre trabajadores y capitalistas, porque no en todas las empresas los patrones son Capitalistas.
En los paÃses socialistas donde hay muchas empresas del estado, existen y han existido grandes huelgas y otras formas de luchas.
En un sistema donde la desocupación es creciente, la conciencia de la gente que necesita de su trabajo para vivir, puede luchar por mejoras, pero de ahà a considerar que esto se puede trasformar en un movimiento revolucionario es “fantasear� sobre el estado de compromiso que pueden asumir los pueblos.
La práctica de intentar convertir luchas reivindicativas en luchas polÃticas por el socialismo y anti-imperialista muy pocas veces, aun en épocas de efervescencia de las luchas populares, ha conseguido sus objetivos.
No estamos diciendo que las luchas reivindicativas no sirvan, son importantes para su fines y hay que hacerlas, lo que no funciona es lo de convertirlas en polÃticas, en la dirección de cambiar el sistema, porque para la gente no es claro pelear por el Socialismo y contra el imperialismo.
Algo no funciona, los objetivos no son correctos porque no representa aspiraciones reales de la gente y esto es asÃ, sobre todo porque hay un trabajo muy profundo del capitalismo sobre este tema que lo ha convertido en irrelevante y difÃcilmente con los medios que usa el campo popular pueda revertir esta idea
La izquierda ha tomado muchos matices en un amplio campo de la polÃtica mundial, que van desde los que admiten una convivencia con el sistema y desde ahà mediante pequeñas transformaciones vÃa la polÃtica trasformar el sistema, hasta los que dicen que lo verdaderamente revolucionario es tomar el poder polÃtico y desde ahà por decretos impulsar un nuevo orden social.
SI analizamos las propuestas extremas, podemos encontrar un factor común que es el uso de la vÃa polÃtica, que solo puede resolver y organizar a la gente por decretos o leyes, usando el aparato del estado para imponerlas, una forma que pasa por alto el verdadero sentir de la gente y que crea privilegios a los que gobiernan y su entorno.
Realmente es esto lo que las mayorÃas marginadas por los capitalistas desean.
Si queremos hacer una interpretación de las necesidades de las grandes mayorÃas marginadas del sistema, tenemos que admitir que parte importante de la gente no es intelectual y viven y se educan con los principios capitalistas.
China hizo una gran revolución cultural que costó millones de muertos y mucha gente maltratada y hoy camina inexorablemente a hacia el capitalismo.
Algunos dirÃan, rescatando las alternativa revolucionarÃa radicales, que esto paso por las desviaciones de lo dictado por la “teorÃa revolucionariaâ€? diseñada hace mas de 100 años bajo otras condicione sociales.
Las teorÃas que no puede aplicarse es parte de la contra revolución porque desalientan y dividen el campo popular.
El problema es considerar la lucha de clases el único medio de analizar una realidad que la desborda por todos los lados y produce soluciones fantasiosas, que sobre todo opera al margen de la realidad de los pueblos.
Si ponemos los pies sobre la tierra y queremos producir transformaciones que libere a los pueblos de las “dictadura capitalistas�, debemos entender las estructura que las soportan.
No podemos hacer una abstracción de la forma que ha tomado la economÃa mundial, que hoy está bajo una filosofÃa Multinacional, que convierte a los estados en “proveedores de serviciosâ€?.
Y esto les da limitaciones a los gobiernos para que puedan hacer la polÃtica de los pueblos.
De ninguna forma queremos decir que debe abandonarse las lucha polÃtica. Hoy, el bienestar y la posibilidades de mejoras de vida de la gente, tiene que ver directamente con los ingresos que tiene los estados y de la forma de distribuir internamente estos benéficos.
El manejarse con propuestas que no puedan ser entendidas por lo pueblos, es ponerse la margen de estos y divide sus fuerzas.
Hoy la izquierda y sobre todo la auto llamada revolucionaria, se apoya en un pasado diferente, ignorando que el capitalismo ha avanzado y sigue avanzado ideológicamente, polÃticamente y socialmente.
Los escenarios de lucha han cambiado mucho y esto demanda revisar con todo el realismo una posible estrategia.
No podemos ser parte de la escalera que usa el capitalismo para convalidar sus propuestas, ni usar propuestas sin viabilidad práctica, que algunos grupos siguen para su autosatisfacción; y que a pesar de poder tener buenas intenciones sólo crean divisiones y confusiones en la auténtica lucha de los pueblos.
Si el objetivo de las luchas es resolver los maltratos históricos que desde su filosofÃa de vida hace el capitalismo a los pueblos, tenemos que considerar como fundamental el estado de comprensión que tienen las mayorÃas de estas luchas, para que sea transparente.
La base que necesita el campo popular para revisar lo que es realmente revolucionario o no, sólo lo pueden hacerse desde una discusión amplia, lo que demanda a los que se sienten revolucionarios buscar puntos de encuentros de la izquierda.
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