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El Gran Circo del PP
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per Damián López López Correu-e: bonitodia@gmail.com (no verificat!) |
23 gen 2007
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Cuando el ser humano es capaz de intentar sacar partido polÃtico de un atentado terrorista sólo nos queda decir “pasen y vean nuestro gran circoâ€?. |
Cuando todos creÃamos que en el mundo del espectáculo todo estaba visto, salta a la palestra de la actualidad un grupo de “personajillosâ€? muy conocidos por todos, pero con un espectáculo jamás imaginado por nadie.
En esta ocasión su circo se desenvuelve bajo la frágil carpa de la manipulación sustentada esta por los injustos mástiles de la mentira, la intransigencia y la hipocresÃa. En los carteles que anuncian el nuevo espectáculo de esta temporada un tema que a todos nos toca la vena sensible y que más sentimientos despierta en lo más profundo de nuestro ser. Un sentimiento conocido por todos pero vilmente manipulado como nadie antes habÃa osado utilizar, justificando sus ansias de éxito bajo el amparo de una manipulación nunca antes alcanzada.
Cuando el ser humano es capaz de intentar sacar partido polÃtico de un atentado terrorista sólo nos queda decir “pasen y vean nuestro gran circoâ€?.
Siguiendo el ejemplo del Circo del Sol, en este gran circo no hay animales, ni tigres ni leones; aunque tenemos a Zaplana y Acebes, capaces de destrozar de un zarpazo cualquier inicitiativa que tenga como objetivo final algo positivo para este paÃs. Intentando apaciguar a estas fieras tenemos al valiente domador Gallardón, aunque a veces más que amansar sólo consigue avivar los viejos conflictos internos de este maquiavélico circo.
También tenemos a un personaje capaz de dejarnos a todos atónitos, no por ser el “artista� más viejo del mundo, sino por la cantidad de necedades que es capaz de decir cada vez que abre la boca.
Evidentemente también tenemos un predicador empeñado en predicar en “arenas� de desierto, pues sigue obstinado en llevar el espectáculo del circo al sur de una tierra de trabajadores.
Pasen y vean a la persona más ingenua de este mundo, capaz de creerse lo que ella misma dice, y todo lo que los demás personajillos de este circo dicen. Evidentemente, no podÃa llamarse de otra manera, Esperanza (y ojala que nunca pierda esa esperanza, porque quien sabe, tal vez algún dÃa en este circo alguien diga una verdad, aunque sólo sea por equivocación).
Como en todo circo tenemos un personaje que con sus monólogos es capaz de hacernos reÃr a todos, pues a el le importa un pimiento todo. Y como no podÃa ser de otra forma, como protagonista de este circo tenemos un gran showman. Un personaje polifacético, que empezó de tÃtere de un señor bajito con bigote, pasó a ser lanzador de puñales, cargados de mentira, incoherencia e injusticia, que lanza sin cesar contra la ruleta del sistema democrático. Y ha acabado convertido en hombre bala, y al ritmo que va nadie duda de que un dÃa acabara estrellado contra la propia carpa de manipulación que cubre este peculiar circo. |
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