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Notícies :: antifeixisme |
Una denuncia de torturas posibilita la absolución de Alvaro Arri Pascual
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per torturaren aurkako taldea TAT |
17 gen 2007
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El 28 de diciembre la Sección segunda de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional emitió el fallo de absolución de Alvaro Arri Pascual, a quien acusaban de haber participado en el atentado contra un teniente del Ejército español en 1994. Su encausamiento fue a raíz de la detención de Mikel Azurmendi, quien denunció haber sufrido torturas y exculpó dos veces ante el juez a Arri Pascual. La denuncia de torturas ha posibilitado también la absolución de Arri. |
Alvaro Arri Pascual, que se encuentra preso desde su detención en el Estado francés en 1995 y extraditado al Estado español en 2003, fue absuelto por la Sección segunda de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional española el pasado 28 de diciembre, de la imputación de haber participado en el atentado contra el teniente del Ejército español Miguel Peralta Utrera en 1994. Una de las razones argumentadas por la sala para su absolución fue una denuncia de torturas en dependencias de la Guardia Civil, testimonio al que le han otorgado credibilidad, al no aportar la Guardia Civil prueba alguna que desmintiera la denuncia ni haber procedido a una investigación por esas declaraciones.
El 23 de mayo de 1994, mientras acudía a su centro de trabajo en el Regimiento de Transmisiones del Ejército español, explosionó el coche del teniente Miguel Peralta Utrera, que le ocasionó el fallecimiento en el acto. Cuatro años más tarde la Guardia Civil detuvo en Sevilla al preso político vasco Mikel Azurmendi Peñagarikano junto a otros cuatro ciudadanos vascos, acusándoles del atentado.
Tras su paso por dependencias policiales se dictó auto de procesamiento en la misma causa contra Arri Pascual, por aquel entonces preso en el Estado francés. Azurmendi denunció ante el juez haber sido objeto de torturas al igual que los cuatro vascos detenidos junto a él durante su detención. Ante el juez negó taxativamente la implicación de Arri Pascual en los hechos, aduciendo que el nombre de éste se lo dijo la Guardia Civil mientras le estaban torturando.
Rapapolvo a Fungairiño
A su vez, durante la detención de Arri Pascual en 1995, la policía francesa obtuvo unos disquetes en el registro de la casa en la que se encontraba. Según la Guardia Civil, esos disquetes contenían explicaciones y esquemas de la elaboración de artefactos, entre otros, una que hacía referencia, al parecer, al atentado que le costó la vida al teniente Peralta.
Ese mismo año, la Guardia Civil efectuó un registro en un piso de Madrid, en el que al parecer se alojaban varios miembros de ETA, y del que obtuvieron huellas de Arri Pascual de un disquete.
Arri Pascual reconoció en su declaración judicial haber estado alojado en un piso de Madrid durante unos días, y que llevaba diferentes paquetes sin saber su contenido. Así, las pruebas periciales de la Guardia Civil en torno a la huella encontrada en el piso de Madrid no han sido consideradas como tal por la Audiencia Nacional, ya que los peritos del cuerpo armado declararon que sólo cotejaron las huellas, y no sabían de qué lugar exacto fueron extraídos. Además, la defensa denunció la inconstitucionalidad de los registros de los pisos de Madrid, que el Ministerio Fiscal, representado por Eduardo Fungairiño, negó, pero que al no ofrecer prueba alguna de lo contrario recibió la llamada de atención de la sala que ha absuelto a Arri Pascual.
Otro aspecto considerado para la absolución de Arri Pascual fue su declaración en la que negaba los hechos y afirmaba que cuando se produjo la muerte del teniente, se encontraba en México. Afirmación que fue corroborada por los presos políticos vascos Mikel Arrieta y Kepa Legina, que por aquél entonces se encontraban junto a Arri en el país americano.
La Sala lo «estima muy relevante»
En la sentencia de absolución, la segunda sala de lo penal de la Audiencia Nacional «estima muy relevante» que Mikel Azurmendi contradijera su declaración policial ante el juez dos veces, y que su denuncia de torturas no fuera objeto de investigación alguna, «ni han sido sometidas a contradicción». -
10 Ene 2005 - |
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