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México, 2 de julio, 2006_parte 1
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per alberto schneider Correu-e: alschneidermx@yahoo.com.mx (no verificat!) |
05 set 2006
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Primera parte de una crónica del proceso electoral mexicano, calificado como fraudulento.Se presenta un breve antecedente político y el desarrollo de las campañas. |
México, 2 de julio, 2006
Parte I
El 6 de julio de 1988 el gobierno federal, encabezado por Miguel de la Madrid y en cuyas manos estaba la operación de los procesos electorales, impone a Carlos Salinas de Gortari (PRI), luego de la “caÃdaâ€? del sistema de cómputo electoral. Manuel J. Clouthier , recién incorporado al Partido Acción Nacional (PAN; digamos de derecha) y lanzado rápidamente como su abanderado por la Presidencia del paÃs, reconoce como ganador a Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, candidato del Frente Democrático Nacional (FDN, de izquierda), al levantarle la mano y sellar con él un acuerdo para desconocer al presidente electo de manera espuria.
Con la “oportunaâ€? muerte accidental de Clouthier, la facción panista procede a pactar con el presidente electo. El PAN reconoce el triunfo de Salinas y éste le abre puertas del poder priÃsta. Se negocian gobiernos estatales, parlamentos, municipios y cargos en la estructura del Poder Ejecutivo Federal. Se enfilan en un proyecto económico común, la consolidación de la democracia de mercado globalizada, mientras actúan contra el Frente mediante recursos económicos y polÃticos y una represión selectiva que dejó cerca de 500 muertos. El Frente darÃa paso al Partido de la Revolución Democrática (PRD).
La administración de Salinas acelera la instrumentación de las polÃticas económicas que se “consensarÃanâ€? en Washington en 1990. A la par, y como necesidad polÃtica, se construyó un aparato de regulación del sistema de partidos y de organización de los procesos electorales que diera cauce a los costos sociales que dicho proyecto anunciaba. Se diseñó un complejo marco legal, se creó el Instituto Federal Electoral (IFE)y muchos nuevos partidos, y se construyó el discurso ideológico que hizo de la democracia un eufemismo del paraÃso.
Lo que se llamarÃa más tarde la normalidad democrática está fundada, no obstante la ironÃa, en la premisa planteada por Diego Fernández de Cevallos, cabeza de la cúpula panista, cuando su partido aprobó en la Cámara de Diputados la quema de las boletas electorales: “legitimar con hechosâ€? al gobierno. Gobierno que terminó con un levantamiento indÃgena armado, una cauda de asesinatos polÃticos, entre ellos el del candidato del partido oficial y un Tratado de Libre Comercio de América del Norte que comprometió radicalmente el desarrollo del paÃs y fracturó estructuras básicas del entramado social, sobre todo en el campo y en sindicatos.
El siguiente y último gobierno del Partido Revolucionario Institucional(PRI), encabezado por Ernesto Zedillo Ponce de León, comienza con una crisis devaluatoria, conocida como el “error de diciembreâ€?, que obliga al Presidente a garantizar con los ingresos petroleros del paÃs el rescate que le ofrece la administración Clinton y a contraer nuevos compromisos con el BM y el FMI. Comienza la desnacionalización del sistema financiero y se acelera, vÃa mecanismos administrativos, la cesión de derechos sobre recursos energéticos, entre otros sectores. Paralelamente, se llevan a cabo nuevas reformas polÃticas que “ciudadanizanâ€? el IFE y se crean nuevas instituciones, como el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación y las elecciones transcurren con "normalidad".
Una de las particularidades determinantes que puede definir el centro del poder de esta coalición de cúpulas polÃtico-económicas en el gobierno es que se estructuró, por un lado, en torno a un proyecto cuyo eje fue el control del sistema financiero, la formación de capitales de dimensión transnacional, acreditados en monopolios económicos de sectores estratégicos –comunicaciones, transportes, industria extractiva, energÃa, etc. Por otro, garantizó el control de instituciones centrales en materia de polÃtica económica, p.e. el Banco de México, y de regulación financiera como la Comisión Nacional Bancaria y de Valores .
El Instituto Federal Electoral se consolidó como el exponente de la normalidad democrática al conducir, sin mayores sobresaltos, los procesos electorales de los siguientes diez años. El Consejo General, máximo órgano de decisión del Instituto, integrado por nueve ciudadanos –propuestos por los tres principales partidos polÃticos con registro nacional– concluye su primer ciclo con un alto reconocimiento por su actuación. Electoralmente el PAN y el PRD avanzan tanto en el Congreso como en estados y municipios, mientras que el PRI reduce sostenidamente su cuota de poder en casi todos los ámbitos, aunque en algunos estados se fortalece.
Otra vuelta de tuerca
La coalición gobernante se ha reconfigurado de varias maneras y en circunstancias determinadas a lo largo de estos años. Por ejemplo, el triunfo de Vicente Fox Quezada en el año 2000, que cierra el ciclo del poder priÃsta pero mantiene prácticamente la misma estructura burocrática, sobre todo en áreas estratégicas de la definición y control de las polÃticas económicas, abrió la puerta directa al poder del Estado a grupos que no habÃan estado directamente involucrados en la toma de decisiones desde hace mucho tiempo –la ultraderecha confesional, junto con cúpulas empresariales y sectores de acción local o regional del norte y centro del paÃs, principalmente.
En paralelo, desde 1997, el PRD domina polÃticamente en el Distrito Federal, tanto el gobierno como el congreso local. La confrontación entre el gobierno federal y el de la Ciudad de México se incrementa conforme transcurre el sexenio de Fox. El Consejo General del IFE se renueva sin la participación del PRD mediante un acuerdo entre el PRI y el PAN. Cobra fuerza e influencia polÃtica la lideresa del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, el mayor de América Latina, Elba Esther Gordillo, quien desde la SecretarÃa general del PRI logra imponer en la presidencia de este Consejo a Luis Carlos Ugalde, junto con otros cuatro consejeros. El restante es nombrado por el PAN.
Este personaje es clave en el proceso electoral de 2006 y en su resultado, por lo que nos detendremos en ella. La descomposición interna del PRI se agudiza después de un cuestionado proceso interno por la renovación de su dirigencia nacional. Roberto Madrazo Pintado, como Presidente, y Elba Esther Gordillo, como Secretaria general, se hacen del control del partido. Sin embargo, a partir de diferencias surgidas de compromisos legislativos con el gobierno, que fueron incumplidos por Madrazo y que culminaron en la destitución de aquélla de la Coordinación parlamentaria de PRI en la Cámara de Diputados, Gordillo opera en alianza con el gobierno federal, gobiernos estatales y la estructura decisoria y operativa del IFE. Siendo Secretaria General del PRI crea un nuevo partido, el Partido Nueva Alianza(PANAL), reconocido rápidamente por el Instituto, y con él opera la desarticulación de los apoyos internos al presidente y luego candidato del PRI a la Presidencia de la República, Roberto Madrazo. Mientras, con recursos federales y la oferta de posiciones polÃticas en todos los órdenes, fortalece el control de la estructura sindical corporativizada.
El sexenio de Vicente Fox transcurre entre la frivolidad, la ineptitud y la negligencia, que contribuyeron a dilapidar el llamado “bono democráticoâ€? que Fox obtuvo al vencer electoralmente al PRI y a acrecentar la confrontación con el gobierno del DF, encabezado por Andrés Manuel López Obrador (LO), quien gana dÃa a dÃa mayor presencia y peso polÃtico no sólo en la Ciudad de México sino en el paÃs entero.
En 2004, el aparato polÃtico, jurÃdico, económico y mediático controlado por la coalición de gobierno inicia el proceso para evitar que LO sea postulado candidato a la Presidencia de la República. Mediante el expediente de un litigio particular –la supuesta no suspensión de las obras de apertura de una calle para comunicar a un hospital privado–, el gobierno federal inicia y gana un proceso polÃtico en el Congreso para quitarle la inmunidad procesal que el cargo de Jefe de Gobierno le confiere a LO, el llamado desafuero, e iniciarle proceso judicial, que le quitarÃa sus derechos polÃticos y la posibilidad de ser candidato.
La movilización polÃtica del PRD y de amplios sectores sociales, la presión de los mercados internacionales y del gobierno estadounidense obligaron al Ejecutivo Federal a suspender el proceso. López Obrador no fue sujeto a juicio penal aunque sà retirado del cargo de Jefe de Gobierno del DF. Todo el proceso lo catapulta polÃticamente y es, efectivamente, nombrado candidato del PRD.
Mientras en el ámbito polÃtico el gobierno federal va de tumbo en tumbo, en términos económicos prosigue la marcha de la privatización de sectores estratégicos. Todo el sistema financiero –excepto un banco– queda en manos de corporaciones extranjeras; los llamados Contratos de Servicios Múltiples en Pemex, por ejemplo, cobran nuevo impulso para abrir el sector petrolero a empresas privadas; los medios de comunicación, que existen bajo el régimen de concesión, reciben prebendas y canonjÃas, cuya cereza del pastel son las reformas a la “Ley Televisaâ€? .
Mientras tanto, todos los indicadores económicos y de desarrollo social y “humanoâ€? se desploman. El desempleo abierto alcanza niveles nunca antes vistos, los indicadores de salud, educación, acceso a servicios públicos –agua, drenaje, electrificación– sitúan a millones de mexicanos en niveles equivalentes a paÃses como Haità o Somalia. Más de 500 mil personas intentan cruzar cada año a los Estados Unidos. Al mismo tiempo logramos tener al tercer hombre más rico del mundo.
La elección ejemplar
En este contexto, se inicia el proceso electoral para renovar el Poder Ejecutivo Federal, el Congreso en su conjunto y algunos gobiernos estatales y municipales. Las “precampañas�, procesos internos de selección de candidatos en los principales partidos, sin regulación alguna, se caracterizaron por un gasto desorbitado de recursos en propaganda mediática, particularmente por parte del PRI y del PAN, que coincidieron con un ataque frontal contra López Obrador. Es decir, en la búsqueda de los apoyos internos, los partidos mayoritarios se confrontaron con el candidato del PRD, más que con sus propios correligionarios.
Al cabo de estos procesos, el PAN postula a Felipe Calderón (FC) y el PRI, en la llamada Coalición por México con el Partido Verde Ecologista de México (PVEM), a Roberto Madrazo. Participan en la contienda los partidos sin definición polÃtica clara PANAL y Alternativa Socialdemócrata y Campesina (PASC), asà como la Coalición por el Bien de Todos, integrada por el PRD, el Partido del Trabajo (PT) y Partido Convergencia, que postula a Andrés Manuel López Obrador (LO).
La confrontación se agudiza. El PAN, el gobierno federal y las cúpulas empresariales lanzan una campaña polÃtica y mediática cifrada en la propalación de “ideas fuerzaâ€? que caracterizan a López Obrador como un peligro para México. Se infunde temor y desesperanza entre la población con amenazas directas de que perderán sus bienes, y se desvirtúa el árbitro electoral, que no sólo no actúa para impedir ilegalidades en la contienda, sino que las comete él mismo.
El Ejecutivo federal y sus dependencias utilizaron cuantiosos recursos para desacreditar a LO. Algunos ejemplos: la oficina del secretario de la Función Pública, contralor del Ejecutivo, envió ilegalmente 7 millones de correos electrónicos en contra de LO; la oficina del Presidente gastó en tres meses 1,700 millones de pesos en mensajes mediáticos; la esposa del Presidente manejó fideicomisos dentro y fuera del paÃs, cuyos recursos recayeron en instituciones de asistencia privada y organizaciones “de caridadâ€?, de cuyas cuentas hay completa oscuridad, aunque haya nuevos bancos asociados a ellas, y que operaron como agencias de la campaña de desinformación polÃtica del PAN.
El Consejo Coordinador Empresarial (CCE), la cúpula de cúpulas empresariales del paÃs, pagó 200 millones de pesos en spots propagandÃsticos –lo cual es delito electoral– en el último mes de campaña, lo mismo que grandes consorcios industriales y de la comunicación, asà como jerarquÃas eclesiásticas. En la programación “familarâ€? televisiva fueron y siguen siendo patrón de conducta los señalamientos y las frases alusivas en contra de López Obrador y el peligro que representa.
Está documentada la intromisión, mediante herramientas informáticas, de familiares del candidato panista, en el uso ilegal de instrumentos oficiales como el padrón electoral y los padrones de beneficiarios de los programas de atención a la pobreza como Oportunidades, asà como del Sistema de Administración Tributaria, para el diseño, soporte y operación de las estrategias de campaña del PAN.
La actividad polÃtica de la cúpula magisterial –Elba Esther Gordillo– y su estructura nacional en favor de este partido fue abierta y permanente. No se puede soslayar que su influencia abarca al presidente del Consejo General del IFE y el Partido Nueva Alianza, instituciones académicas como el ITAM –desde cuyas aulas y oficinas se escriben cientos de páginas de análisis periodÃstico–, asà como a algunos gobernadores priistas, presidentes municipales y congresistas de tres o más partidos. El control de la estructura operativa del IFE también está bajo su égida: el Secretario Ejecutivo de Organización Electoral del IFE proviene de las filas de ese sindicato. El SNTE ha participado históricamente en la realización material de los procesos electorales. Tres dÃas antes de la elección, el presidente Fox le entregó a la señora Gordillo, 900 millones de pesos como apoyo a actividades magisteriales.
Sin embargo, la integración de las mesas de casilla sigue siendo un misterio, pero hay testimonios y documentales de irregularidades generalizadas tanto en los sorteos de selección de ciudadanos como en la capacitación y acreditación. El mismo dÃa de los comicios fueron sustituidos miles de ciudadanos sin que a la fecha haya explicación plausible ni información precisa que permita evaluar esa parte central del proceso. Hay datos que apuntan a que sólo en el 40% de los casos las mesas se integraron con ciudadanos que cumplieron debidamente todo el proceso.
Para cerrar la pinza de la construcción polÃtica de percepciones y convicciones, elemento central de las campañas electorales centradas en los medios, las principales empresas encuestadoras participaron partidariamente. Un año antes del inicio formal de las campañas electorales, en los sondeos y encuestas públicas, LO se encontraba en niveles de preferencia que llegaron al 70%. Conforme avanzó el proceso y las campañas mediáticas conjuntas, la diferencia entre LO y FC se fue reduciendo pero no disminuyó a menos de 8%. Dos dÃas después de que se aprobó la “Ley Televisaâ€?, impulsada por el duopolio televisivo, la empresa GEA-ISSA publica una encuesta en la que sitúa a los punteros en empate. Consulta Mitofsky, contratada por Televisa, le da ventaja de dos puntos a Calderón. La explicación de la abrupta caÃda de LO: decirle "chachalaca" al presidente Fox. A partir de aquÃ, se condensó la percepción y la convicción generalizada de que ésta era, efectivamente, una contienda muy cerrada.
Alberto Schneider
Ateneo Los dÃas Terrenales |
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