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Puebladas en los suburbios de Paris y Buenos Aires
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per Yo |
04 nov 2005
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Casi al mismo tiempo que en Paris en Buenos Aires la multitud enfurecida por el maltrato quemo una estacion de ferrocarril. |
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Asunto: Incendios en los conurbanos de Paris y Buenos Aires
La periferia del norte de París ha sufrido esta madrugada la séptima
noche consecutiva de violencia, con incendios, asaltos a edificios
públicos e incluso disparos contra la policía. La ola de violencia,
que surgió en tras la muerte de dos jóvenes a manos de la policia, ha
abierto el debate en Francia sobre la relación entre marginación y
delincuencia en algunas zonas de París.
Los disturbios más graves han sido los de Aulnay-sous-bois, , donde
unos 40 jóvenes consiguió entrar en una comisaría cerrada,
desvalijarla y destrozar el mobiliario. También han sido pasto de las
llamas un concesionario y una guardería.
Muy cerca, en Bobigny, decenas de jóvenes entraron por la fuerza en un
centro comercial, agredieron a varios vendedores cuando cerraban las
tiendas y destrozaron escaparates, antes de incendiar un coche delante
de la prefectura.
En otros pueblos del departamento, como Tremblay, Livry-Garan o
Sevran, también hubo duros enfrentamientos entre grupos de
encapuchados y la Policía. En Anthony, se lanzaron dos cócteles
molotov contra una comisaría y ardieron varios coches.
En los departamentos de Seine-et-Marne y Vald'Oise, otros dos de los
cinco que rodean la capital, se prendió fuego a varios vehículos.
La ola de violencia en la periferia parisiense, que la noche del
martes se extendió a otras poblaciones, dejando un saldo de 250
vehículos calcinados, ha desencadenado una crisis en el seno del
Gobierno de Dominique de Villepin. Principal perjudicado: Nicolas
Sarkozy, ministro del Interior, presidente del partido gubernamental y
principal enemigo político del primer ministro, en cuya consigna de
"tolerancia cero" parece estar el origen de esta guerra. Ambos
anularon ayer sus compromisos para intentar detener la espiral de una
rebelión en la periferia de las grandes ciudades.
Pero mientras en Clichy el escenario era el de un barrio en pie de
guerra, los episodios del martes se parecían más a escaramuzas de
grupos guerrilleros poco numerosos, que evitaban el enfrentamiento con
las fuerzas antidisturbios (CRS), pero que las provocaban incendiando
automóviles y contenedores de basura. La policía, que ayer explicaba
que se enfrenta a "pequeñas bandas móviles" de jóvenes que se
comunican por teléfono móvil y les "acosan y provocan", practicó 34
detenciones.
El presidente, Jacques Chirac, habló ayer por primera vez desde que
estalló la violencia el pasado jueves, cuando murieron electrocutados
dos adolescentes al esconderse dentro de un transformador perseguidos
por la policía. Chirac pidió calma y que se aplique la ley "en un
espíritu de diálogo y respeto" y el portavoz del Gobierno,
Jean-Francois Copé, advirtió de que "la ausencia de diálogo y la
escalada de la falta de respeto pueden llevar a una situación
peligrosa". Presidiendo el Consejo de Ministros, Chirac pidió a
Villepin que elabore antes de final de año un plan especial para
favorecer la igualdad de oportunidades.
Sarkozy se mantuvo ayer silencioso, a excepción de una entrevista en
el diario Le Parisien en la que defendía su actuación y también el
lenguaje despectivo e incriminatorio que ha utilizado estos días y
que, al menos en Clichy, provocó la ira de los vecinos, que se
sintieron insultados al ser calificados de "canallas" y "delincuentes"
de forma generalizada. "Ha llegado la hora de que la clase política
hable con las mismas palabras que usan los franceses", se refería a
los franceses "bienpensantes" que van a la iglesia todos los domingos,
hacen sus porquerias en sus amplios salones privados y solo se las
cuentan a su confesor.
Críticas internas
Pero desde su propio Gobierno le llovían críticas. El ministro de
Igualdad de Oportunidades, Azouz Begag, calificaba de "semántica
guerrera" las formas de Sarkozy. La mayor humillación que ha tenido
que padecer el ambicioso ministro del Interior, sin embargo, tuvo
lugar la tarde del martes, cuando acompañó a Villepin mientras el
primer ministro recibía a los familiares de los dos adolescentes
asesinados en Clichy-sous-Bois. La semana pasada, Sarkozy había
anunciado que los recibiría en su ministerio, pero el hermano de uno
de los chicos rechazó la invitación tildándole de "incompetente".
Tanto la izquierda como una buena parte de los comentaristas políticos
recuerdan que fue Sarkozy quien en 2003 desmanteló el modelo de
policía de proximidad que había puesto en marcha el Gobierno
socialista de Lionel Jospin. En clara sintonía con la campaña sobre la
inseguridad ciudadana que tan buen resultado le había dado en las
elecciones presidenciales de 2002, Sarkozy, entonces ministro del
Interior, sustituyó este modelo, que pretendía ganarse la confianza de
los habitantes de los barrios problemáticos, por una política de
"tolerancia cero", confiada a las CRS. "La policía no está para
organizar torneos deportivos sino para detener a los delincuentes.
Ustedes no son trabajadores sociales", dijo Sarkozy en aquella ocasión.
Ésta fue una de las críticas que más se oyó de la oposición de
izquierdas ayer por la tarde en la Asamblea Nacional, en la sesión de
control del Gobierno. Mientras Sarkozy aguantaba el chaparrón, su
mejor enemigo, Villepin, le defendía sin mucha convicción.
Zonas oscuras al margen de la ley
El problema de las ciudades dormitorio de la periferia parisiense, así
como de las otras grandes ciudades francesas no es nuevo. La polémica
sobre la penetración del islamismo radical y la presencia de bandas de
delincuentes que controlan la prostitución y el tráfico de drogas
esconden otros problemas más profundos que raramente salen a la luz:
la poligamia, la ablación de clítoris, los matrimonios forzados...que
son producto evidente de la discriminacion y el racismo.pues el estado
y la sociedad bienpensante los abandona en manos de la mafias mas
extremistas y fanaticas.
En realidad esconden zonas oscuras a las que no llega la sociedad bien
pensante, ni los derechos humanos, ni siquiera los principios básicos
de la ley. Todo esto lo reconoció ayer el primer ministro, Dominique
de Villepin, ante la Asamblea Nacional.
Las posibles soluciones las aplican sólo las autoridades locales que,
por lo general, carecen de medios. Por eso, desde estos barrios, el
discurso de De Villepin, ayer tras el Consejo de Ministros y en la
Asamblea Nacional, no tiene credibilidad, y menos las promesas de que
de la elaboración de un plan para promover la igualdad de
oportunidades vayan a obtener una mejora de sus condiciones de vida,
ni tampoco de una movilización en la lucha contra cualquier tipo de
delincuencia y la inseguridad en general, como propuso Villepin.
"Los más débiles son las principales víctimas de la violencia", dijo.
"Los niños no se atreven a salir de casa, las madres no pueden ir a
trabajar y los comerciantes son agredidos", añadió. "Esto no es
tolerable. Nada justifica estas violencias. Nada justifica estas
degradaciones".
Solo las explica un estado mafioso que necesita de las pequeñas mafias
de los suburbios como mano de obre barata para sus operaciones
politicas. |
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Re: Puebladas en los suburbios de Paris y Buenos Aires
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per XXL |
04 nov 2005
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ultimanent a França deunido els alderulls ja que primer a Perpinyà i després els pobles del voltant de Paris.
Deunido però ja va be per pressionar aquesta merda de govern que hi ha.
Insurrecció!!!! |