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Notícies :: antifeixisme : corrupció i poder : criminalització i repressió |
mis hijos están en huelga de hambre
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per Yo |
06 abr 2005
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La primavera está explosionando; he oÃdo los primeros cantos de los sapos a su luna, las campas y los frutales empiezan a hacer gala de sus flores, los pájaros llenan de estruendo las primeras horas del dÃa. Pero no puedo poner adjetivos a su vitalidad, ni hacer poesÃa para agradecer a los dioses y a la madre tierra el nacer al nuevo dÃa; mis pensamientos y mis sentimientos los absorben lugares lejanos y extraños, de nombres odiados: Fresnes, Gradignan, donde mis hijos están en huelga de hambre.
También la gente que me rodea está alborotada; amigos, compañeros de militancia, vecinos, en el curro... todo el mundo anda preparando el viaje para esta semana santa. Me incomoda su prisa por marcharse, quiero gritarles que no saben lo que hacen, que cómo es posible que se vayan en estas circunstancias, que no nos dejen solos en esta angustia, ¿es que no saben la situación de mis hijos? Pero qué derecho tengo; tienen sus vacaciones bien ganadas, se merecen disfrutar de unos dÃas de buen ocio y naturaleza; como mucho les puedo pedir que allà donde estén tengan un momento al dÃa para la reflexión y el comentario con las otras gentes sobre por qué mis hijos están en huelga de hambre.
Los polÃticos son los que parece que esta vez no van disfrutar del periodo de relajo; igual hay suerte y, con la influencia del ejemplo de Cristo, la clase polÃtica legal es capaz de ir más allá de sus aburridos e hipócritas discursos demagógicos y se les ilumina alguna pequeña neurona ética para dejar de mirar a la nubes cuando mi dedo acusador les señale como responsables de las consecuencias que para la salud de mis hijos traiga la huelga de hambre. Como no soy creyente apelaré a los seguidores y militantes de los partidos legales para que fuercen la llegada de una primavera polÃtica de buen talante y planes llenos de progresismo y giros de izquierda que contemplen lo más rápidamente posible la solución a la grave situación de los presos polÃticos vascos, paso imprescindible para avanzar en un proceso de superación del conflicto polÃtico que vive nuestro paÃs en los términos actuales.
En estos ocho dÃas que llevan ya mis hijos sin comer es cuando con más claridad percibo la fuerza de quienes poseen el poder de los medios de comunicación y la debilidad de quienes, en este ámbito, prácticamente sólo tenemos el poder de la razón. Envidio a BertÃn Osborne, quién pudiera, como él, salir en el programa del López, un pequeño instante solamente; sólo pedirÃa estar un minuto con la Cuadrilla en “Vaya Semanitaâ€?, o en entrevista con Lapitz, un minuto en el “Teleberriâ€? pagado con los dineros públicos, de todos...; un solo minuto serÃa suficiente para dirigirme al conjunto social y preguntar en alto, sin mirar a nadie en concreto, cómo es posible que después de cinco mil años de historia, de dos mil años de Cristo, de más de dos siglos de libertad-igualdad-fraternidad, de siglo y medio del manifiesto comunista de Marx y Engels, de casi noventa años del triunfo soviético de los valores proleta-rios y treinta años desde la muerte de Franco, cómo es posible, digo, que aceptemos que mis hijos, que setecientos doce hijos e hijas de este pueblo tengan que tomar la grave decisión de hacer una huelga de hambre para exigir que se les respeten los derechos elementales que como personas y como presos polÃticos les corresponden.
Me serÃa suficiente también ese minuto para concretar y recordar que el derecho a no sufrir tratos crueles, el derecho a la salud y a la excarcelación de los presos enfermos, el derecho al correo y a las visitas sin intervenciones ni restricciones y poder vivir sus comunicaciones en euskara, el estar en cárceles cercanas a su entorno familiar y social y el reconocimiento de su estatus de presos polÃticos son reivindicaciones que la sociedad en la que vivimos (la tan nombrada Europa a la que aspiramos, por ejemplo) recoge desde hace mucho tiempo en sus tratados, constituciones y leyes, derechos que a los presos polÃticos vascos no se les reconocen y por los que mis hijos están en huelga de hambre.
Y llamarÃa a esta reflexión más allá de la preocupación y del dolor personal, lo harÃa desde la responsabilidad que como ciudadano me puedo otorgar, para que algún dÃa no tengamos que responder que no sabÃamos qué pasaba, como contestaba el conjunto de la sociedad alemana cuando tras el hundimiento nazi se le preguntaba por el genocidio cometido.
Cuando me vean estos dÃas serio y en mis ojos sientan dureza no se lo tomen a mal, no piensen que es algo personal hacia ustedes, es que mis hijos siguen en huelga de hambre.
Presoen Aldeko Taldeak (PAT) |
![](https://barcelona.indymedia.org/images/licenses/norights.gif) This work is in the public domain |
Re: mis hijos están en huelga de hambre
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per A |
06 abr 2005
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Que duro y sentido discurso. Muchos ánimos.
Abajo los muros |
Re: mis hijos están en huelga de hambre
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per un |
06 abr 2005
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Llibertat preses i presos!
Aupa la lluita dels presxs! |
Re: mis hijos están en huelga de hambre
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per gemma ximollibertat66@hotmail.com |
06 abr 2005
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Muchos animos a todos los presos politicos,familiares y amigos,no los olvidaremos jamas,la lucha contina! |
Re: mis hijos están en huelga de hambre
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per uno |
11 abr 2005
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libertad y educación a todos los presos pero y sobre todo a sus carceleros |
Re: mis hijos están en huelga de hambre
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per yaspi kio@hotmail.com |
26 abr 2005
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QUE TE JODAN!!!!!!!!!!!!!!!!1 |