Jucio a Jarrai, Haika y Segi. La prisión preventiva ¿Una medida excepcional?

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Anàlisi :: criminalització i repressió
Jucio a Jarrai, Haika y Segi. La prisión preventiva ¿Una medida excepcional?
per Jose Manuel Hernández Correu-e: caes ARROBA nodo50.org (no verificat!)	13 mar 2005
Sobre el uso de la prisión preventiva como castigo ejemplarizante en el proceso judicial contra organizaciones juveniles de la izquierda independentista vasca.
La sesiÃ³n del viernes 4 de marzo fue distinta y comenzÃ³ antes que otros dÃas. Cuando entrÃ© a la sala acompaÃ±ado por el Observador del Gobierno vasco, vimos cÃ³mo en el espacio blindado se estaba produciendo un espectÃ¡culo de una intensidad emocional mÃ¡s que elevada. Los procesados que aÃºn permanecÃan presos estaban abrazados unos y unas con otros y otras, en una especie de comuniÃ³n colectiva de afectividad, cariÃ±o e ideas compartidas. Los abrazos y caricias se fueron convirtiendo en despedidas afectuosas y varias de las personas procesadas y presas de la pecera fueron saliendo de la misma y tras abrazar y saludar a los procesados libres, que estÃ¡n situados en el centro de la sala, se sentaron a su lado. Las seis personas que acababan de abandonar la â��peceraâ�? miraban para atrÃ¡s con insistencia, y sus ojos alegres por haber dejado de ser presos preventivos buscaban con avidez, una y otra vez, los ojos de sus seres queridos entre las personas que estaban en los bancos del pÃºblico de la sala. No estaban allÃ. Estaban aÃºn en los penosos trÃ¡mites de entrar al tribunal y llegar a la sala. En el dÃa de hoy mÃ¡s que la burocracia habitual parecÃa un castigo. Al rato, los familiares y amigos fueron entrando y comprobaron lo sucedido. Los ojos de las personas situadas en los banquillos de los acusados ya sÃ encontraban a los ojos que buscaban. Las emociones y sentimientos se mostraban de manera pÃºblica. Imposible no ver las lÃ¡grimas de alegrÃa que resbalaban por la cara de alguna de las personas sentadas a nuestro lado. Los cristales blindados de la sala no impedÃan circular el vigoroso caudal de comunicaciÃ³n y esperanza que mostraban esos rostros. Seis personas, tres chicas y tres chicos, muy jÃ³venes todos ellos, siguen procesadas pero han abandonado su situaciÃ³n de presos preventivos, cuatro aÃ±os despuÃ©s de haber sido detenidos. La privaciÃ³n de libertad debe ser considerada como una pena o medida a la que hay que acudir como Ãºltimo recurso, de manera que se deberÃa aplicar sÃ³lo cuando otra pena o medida se muestre manifiestamente inadecuada en atenciÃ³n a la gravedad del delito, siendo la instituciÃ³n de la prisiÃ³n provisional, una medida excepcional de acuerdo con la norma que la regula y la doctrina jurisprudencial. La ley de Enjuiciamiento Criminal, en sus artÃculos 502 y siguientes, regula esta instituciÃ³n que ha de tener dos rasgos bÃ¡sicos, la excepcionalidad de su aplicaciÃ³n y la proporcionalidad. La excepcionalidad deriva de que en el ordenamiento jurÃdico espaÃ±ol la regla general ha de ser la libertad del imputado o acusado y que la privaciÃ³n de libertad ha de ser la excepciÃ³n. El principio de la proporcionalidad en los casos de prisiÃ³n provisional, significa que las normas legales restrictivas de derechos fundamentales, en cuanto que restrictivas de los derechos a la libertad y a la presunciÃ³n de inocencia, deben tener un contenido tal que la limitaciÃ³n de los derechos fundamentales sea proporcionada a los fines que con ella se pretenda obtener. Desde Euskal Herria Watch, ComisiÃ³n Internacional de Juristas contra la CriminalizaciÃ³n de Ideas en Euskal Herria, querÃamos denunciar que en este proceso la utilizaciÃ³n de la prisiÃ³n preventiva ha tenido un carÃ¡cter sistemÃ¡tico y discrecional, por lo que se aleja de los rasgos constitucionales que deben presidir la misma, la excepcionalidad y la proporcionalidad de su utilizaciÃ³n, buscando con ese uso abusivo un efecto ejemplarizante. El hecho de que el juicio haya comenzado casi al lÃmite de los cuatro aÃ±os de prisiÃ³n preventiva de varios de los procesados asÃ lo demuestra. En el presente caso el Fiscal habÃa solicitado que se prorrogara la prisiÃ³n provisional 126 dÃas, pero el Tribunal ha decidido dictar Auto de libertad para las seis personas que habÃan cumplido el lÃmite legal de los cuatro aÃ±os, no estimando la actuaciÃ³n dilatoria de las defensas que se argÃ¼Ãa por la FiscalÃa y la AVT que se adhiriÃ³ a la peticiÃ³n. Esta decisiÃ³n ha contado con el voto particular contrario de uno de los Magistrados, Carlos Ollero. Hay que recordar que este Magistrado, ponente del sumario, fue sancionado, con otros dos Magistrados, tras la puesta en libertad y posterior fuga del narcotraficante Carlos Ruiz SantamarÃa. A nuestro juicio, la peticiÃ³n de las defensas de las personas procesadas aÃºn en prisiÃ³n, de que sean puestos en libertad, tiene una fundamentaciÃ³n jurÃdica claramente constitucional y vendrÃa avalada porque los hechos que se estÃ¡n enjuiciando son de marcado carÃ¡cter polÃtico y por el propio desarrollo de la vista. El juicio continÃºa. AÃºn quedan muchos testigos. Desde la observaciÃ³n que venimos realizando, comprobamos que continÃºa el relato de las actividades polÃticas que realizaban las organizaciones juveniles Jarrai, Haika y Segi. Los Ãºltimos dÃas por parte de responsables polÃticos de otras organizaciones juveniles del PaÃs Vasco. Se constata la participaciÃ³n de los militantes de las organizaciones juveniles antes mencionadas en las diversas campaÃ±as sociales y polÃticas que se articulaban en el Ã¡mbito vasco, en compaÃ±Ãa de otras organizaciones, cada una con su forma de ver el estado de las cosas, con su autonomÃa de funcionamiento, en definitiva con su ideologÃa. Con sus identidades y sus diferencias, reflejo de la necesaria y deseable pluralidad. Desde luego, a nuestro juicio, este proceso contra 42 jÃ³venes, acusados de formar parte de las organizaciones juveniles antes citadas, es, a la vista de lo escuchado en la planta sÃ³tano 1 de la Audiencia Nacional, un autÃ©ntico cursillo de formaciÃ³n sobre la realidad polÃtica del PaÃs Vasco en los Ãºltimos aÃ±os, vista desde diferentes expresiones polÃticas que existen en este Ã¡mbito y que representan a un sector importante del pueblo vasco. No hay por otro lado ningÃºn elemento racional de criminalidad en lo hasta ahora visto Â¿Cabe esperar que el Ministerio PÃºblico modifique su acusaciÃ³n y retire las peticiones de condena, o bien, las modifique de manera sustancial, a la vista del desarrollo del juicio? Dentro de pocas fechas lo sabremos. JosÃ© Manuel HernÃ¡ndez de la Fuente, abogado y miembro de la ComisiÃ³n Internacional de Juristas contra la CriminalizaciÃ³n de Ideas en Euskadi, Madrid.
Mira també: http://www.nodo50.org/caes
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