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Resolución de la CGT francesa sobre el tratado constitucional
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per (penjat per Antoni Ferret |
10 feb 2005
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Aprobada por fuerte mayoría |
COMBATIR LA EUROPA LIBERAL Y ACTUAR POR UNA EUROPA SOCIAL
Europa y el mundo que queremos.
Con el desarrollo de la mundialización, los asalariados se encuentran hoy enfrentados a las lógicas de maximización de los beneficios, de búsqueda de mÃnimos en lo social, medioambiental y cultural. Hay que centrar urgentemente el proyecto europeo sobre prioridades sociales, de pleno empleo, con obligaciones sociales y públicas, la paz, que permitan abrir una vÃa de manera duradera a un verdadero co-desarrollo entre los pueblos europeos. No es hora de competir entre asalariados sino de la “europeizaciónâ€? y de la mundialización del progreso social.
Europa debe afirmarse como un potente medio de regulación y de reorientación de la mundialización hacia un desarrollo duradero y con derechos fundamentales para todos, en todo el mundo. Los bienes públicos universales y los servicios públicos han de ser accesibles sin discriminación del dinero, situados fuera del mercado y administrados democráticamente.
Luchas unitarias indispensables en Europa.
En Europa se desarrollan luchas de gran amplitud. Luchas en torno a las jubilaciones, la seguridad social, la protección social, el empleo, los salarios, la duración de la jornada laboral, la no discriminación, la igualdad hombre-mujer, las condiciones de indemnización del paro... Pero también, la definición y el papel correspondiente a los servicios públicos en Europa, los derechos económicos y sociales de los asalariados en los procesos de reestructuración, la concesión y el control de los fondos públicos...
A partir de ahora, Europa forma parte del cotidiano de cada uno, a la misma escala que la mundialización. Para esto es necesario que cada vez más asalariados se apropien de estos retos. Si en ciertos grupos multinacionales, en algunas regiones, en algunas profesiones, los asalariados han empezado a hacerse oÃr, al movimiento sindical le cuesta construir la correlación de fuerzas necesarias para invertir la tendencia. Son indispensables luchas unitarias más fuertes para lograr garantÃas sociales comunes y conquistarlas.
Los retos del Tratado constitucional
En su 47º Congreso, en 2003, la CGT declaraba: “Europa no necesita sólo del mercado, sino una construcción basada en reglas sociales, culturales y medioambientales fundamentales, por consiguiente, con más solidaridad, con más cohesión. La ampliación a 25 paÃses [impone] obtener compromisos reales en este campo, asà como la necesidad de integrar la Carta de Derechos Fundamentales, los servicios de interés general y el principio del respeto de la diversidad cultural en los nuevos tratados...â€?. El texto de la segunda resolución del congreso seguÃa asÃ: “Es necesario poner en marcha un verdadero derecho sindical transnacional que garantice la autonomÃa y la independencia de las organizaciones sindicales, la negociación y el recurso a la acción colectiva (el derecho de huelga)...â€?.
Las exigencias sindicales y las luchas sociales han permitido inscribir en la parte II del Tratado, los derechos fundamentales, individuales y colectivos, contenidos en la Carta proclamada en la Cumbre de Niza en diciembre de 2000. Algunos se convierten, de hecho, en obligatorios.
Las implicaciones del “todo para el mercado� y la reafirmación del lugar central dado a la competencia siguen siendo preeminentes por consiguiente potencialmente devastadoras para los derechos sociales y los servicios públicos, para el empleo y la cohesión económica y social del conjunto de Europa.
En su parte I, el Tratado refuerza las competencias de los parlamentos europeo y nacionales, sobre todo desarrollando la “co-decisión y el control de los actos legislativos europeosâ€?. Se introduce un poder limitado de iniciativa legislativa popular, también el derecho de un paÃs a dejar la Unión. Con la ampliación a 25 paÃses, estas reformas parecen insuficientes cuando muchas de nuestras reivindicaciones todavÃa no se tienen en cuenta: derechos sindicales transnacionales, definición de los servicios de interés general...
Algunos objetivos y valores, como “el pleno empleo, el progreso social, la lucha contra la exclusión y todas las formas de discriminación, la promoción de la justicia y de la protección social�, se afirman pero se contradicen con las orientaciones económicas desarrolladas en la parte III. El Tratado se inscribe, en los planos económico y monetario, en la confirmación de las opciones liberales de los tratados anteriores y en particular en la orientación indicada por un Pacto de estabilidad que sujete el crecimiento y el empleo.
Como vemos, los retos son considerables.
Varios otros proyectos europeos necesitan fuertes movilizaciones.
Paralelamente a lo que será el Tratado constitucional, decenas de otros textos, directivas o reglamentos, prescripciones o recursos, los cuales la mayorÃa son desconocidos por parte de los asalariados, están actualmente en discusión y podrÃan ponerse en marcha. Algunos de estos textos, muy peligrosos y que siguen punto por punto una lógica de desreglamentación, como el proyecto de directiva sobre los servicios en el mercado interno (directiva Bolkestein) o el proyecto de revisión de la directiva sobre “tiempo de trabajoâ€? ven su estudio acelerado. Otros, más positivos, como la revisión de la directiva sobre los comités de empresa europeos, se quedan “en los cajonesâ€?. Otros como una posible directiva sobre los servicios de interés general, se ven enterrados por la Comisión europea... En cualquier caso, una de las responsabilidades del movimiento social y de nuestra organización sindical en particular es de ser capaz de ayudar a los asalariados a actuar sobre cada uno de estos textos.
De momento, tras la jornada interprofesional unitaria de acciones del 5 de febrero en Francia, vamos a tener la ocasión en Bruselas el 19 de marzo, con vistas a la cumbre europea de Jefes de Estado y de gobiernos, de hacer oÃr la voz de los asalariados de Europa por “un empleo y un buen empleoâ€?, contra la directiva sobre los servicios en el mercado interno y la revisión prevista de la directiva sobre el tiempo de trabajo, por los derechos sociales efectivos, base de la Europa que queremos construir. La CGT llama al conjunto de los asalariados del sector público y privado a contribuir al éxito de esta manifestación.
El referéndum en Francia
Los debates con los militantes lo han confirmado: la CGT se pronuncia contra la construcción europea actual marcada por una supeditación de los derechos sociales a las lógicas de la rentabilidad y de la competencia cuyas principales dimensiones se vuelven a encontrar en el proyecto de tratado constitucional. El CCN se pronuncia por el rechazo a este Tratado constitucional. Se compromete a seguir y a desarrollar los debates iniciados. La CGT ha exigido la organización de un referéndum sobre el Tratado constitucional y llama a todos los asalariados a que participen.
Asà mismo, la CGT no se detiene con esta propuesta. Tiene la responsabilidad de combatir la construcción liberal de Europa dirigida desde el tratado de Roma. Puede apoyarse sobre ciertos aspectos nuevos introducidos en el proyecto de tratado a menudo gracias a las luchas sindicales y contribuir a construir una Europa ampliada, abierta, basada en la expresión democrática de cada pueblo en sus opciones económicas y sociales.
Más allá del resultado del voto de los ciudadanos de Francia y de Europa y cualesquiera que sean las opciones de cada uno, habrá una necesidad absoluta de unir en asamblea a los asalariados sobre acciones reivindicativas a escala europea. La CGT seguirá informando, compartiendo la importancia de estos retos en la vida de todos los dÃas, teniendo cada uno libertad, en tanto que ciudadano, de su opinión definitiva y de su sufragio.
Montreuil, 3 de febrero de 2005
Texto adoptado el 3-02-05 en el CCN.
A favor: 81, en contra: 18, y 17 abstenciones. |
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