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Anàlisi :: sense clasificar |
El Sahara Occidental y la Defensa de España
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per Carlos Ruiz Miguel |
29 oct 2004
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El núcleo de estas reflexiones lo constituye, aparentemente, el Sahara Occidental. Sin embargo, es la preocupación por España lo que late en el corazón de este trabajo. |
EL SAHARA OCCIDENTAL Y ESPAÑA
Prologo
Carlos Ruiz Miguel
El núcleo de las reflexiones de este libro lo constituye, aparentemente, el Sahara Occidental. Sin embargo, es la preocupación por España lo que late en el corazón de este trabajo. Ocurre que, a mi modesto entender, los procesos de conquista, colonización y, sobre todo, descolonización del Sahara Occidental han tenido y tienen una repercusión trascendental para España.
Esta obra es, ciertamente, multidisciplinar y abarca la Historia, el Derecho y la PolÃtica. Pero es ésta última el núcleo de la misma. Mi punto de partida es el concepto de lo polÃtico tal y como fue formulado (descubierto) por Carl Schmitt, a saber, la contraposición existencial amigo-enemigo. Por su posición geopolÃtica y por razones históricas y culturales (lucha entre la civilización occidental y la islámica) España está abocada a un Drang nach Süden, por parafrasear a los alemanes. Ese empuje hacia el sur nos lleva a enfrentarnos a unas gentes diferentes (por la religión, la lengua, el Derecho, etc.) lo cual conduce a una lucha de civilizaciones (Gumplowicz, Toynbee) o contraposición amigo-enemigo (Schmitt). La toma de conciencia polÃtica española (esto es, la percepción de este fenómeno) coincide con los perÃodos de mayor vitalidad nacional. Sin embargo, el olvido polÃtico (o, en otras palabras, la inconsciencia respecto a aquella contraposición) suele ir parejo con la decadencia polÃtica de la Nación española.
El proceso fatal de descolonización del Sahara Occidental no sólo supuso lo que con justicia se ha llamado una traición al pueblo saharaui (de la que no cabe responsabilizar a la Nación española, sino a algunos elementos dirigentes del Estado español) cuyas consecuencias aún hoy perviven; sino que, además, resultó ser un auténtico suicidio polÃtico para España.
Este suicidio polÃtico tiene dos vertientes Ãntimamente concatenadas: una exterior y otra interior. De un lado, en lugar de prevenirnos frente a Marruecos, nuestro enemigo concreto, geopolÃtico, histórico y cultural, le fortalecimos polÃtica y económicamente. Es como si el reo le diese al verdugo la soga con la que va a ser colgado. Pero de otro lado, también existe una vertiente interior. Como consecuencia de lo anterior, las energÃas polÃticas españolas ya no podÃan con-fluir frente al enemigo externo y se liberaron en un marco exclusivamente interno. Asà adquirieron un auge extraordinario los movimientos disgregadores y separatistas. Los pueblos españoles, al quedar privados de un enemigo común que los unificara (lo que no deja de ser un proyecto común, en el sentido en que hablaba Ortega), han iniciado una decadente lucha entre ellos de la que todos están siendo perjudicados.
El estudio de la polÃtica africana española desde la segunda mitad del siglo XX es un análisis de la decadencia nacional cuyo inicio puede datarse en 1956. La noción de decadencia que aquà se utiliza no es de carácter ideológico, subjetivo o valorativo. Antes bien, para aplicar ese concepto nos basamos en un hecho objetivo tal y como lo ha propuesto Julien Freund: la pérdida de territorio. Es precisamente esta pérdida el único elemento objetivo e indiscutible para poder calificar una etapa polÃtica como decadente. Y lo cierto es que tras los graves hechos de 1898 la Nación española no se postró, sino que acreció sus territorios en un proceso que concluye en 1936, poco antes del inicio de nuestra guerra civil. Sin embargo, desde 1956 se desenvolverá nuestro proceso de decadencia a través de diversos hitos: 1956 (independencia del protectorado norte de Marruecos), 1958 (cesión de Villa Bens, también llamado protectorado sur de Marruecos), 1968 (independencia de Guinea Ecuatorial), 1969 (entrega de Ifni) y 1975 (entrega del Sahara). El último hito es la entrega del Sahara y precisamente la considerable entidad polÃtica, económica y geográfica de ese hecho le da también un carácter simbólico.
Lo dicho hasta ahora permitirá entender el enfoque que doy al tratamiento de la cuestión del Sahara Occidental. Hay numerosos trabajos sobre el particular, algunos excelentes, pero, aun estando escritos por españoles, gravitan sobre el Sahara. En este libro, sin embargo, cambia el centro de gravedad. Lo que me preocupa es España y en función de ello trato del Sahara Occidental. El propósito perseguido es que el lector tome una conciencia polÃtica. ConfÃo en que las limitaciones y deficiencias de esta obra y de su autor no sean obstáculo para la obtención de ese resultado.
Prologo de (Libro publicado por la editorial Dykinson, Madrid, 1995)
Carlos Ruiz Miguel, Catedrático de Derecho Constitucional de la Universidad de Santiago de Compostela
http://tomdsm.multimania.com/analyses.html
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Selección de Citas textuales.
Todas extraÃdas de EL SAHARA OCCIDENTAL Y ESPAÑA: HISTORIA, POLÃ?TICA Y DERECHO. ANÃ?LISIS CRÃ?TICO DE LA POLÃ?TICA EXTERIOR ESPAÑOLA, de
Carlos Ruiz Miguel (Sólo hemos añadido los epÃgrafes)
1. Marruecos es España
*No puede, en consecuencia, extrañar que la Reconquista no sólo se dirigiera a recuperar la PenÃnsula, sino también la provincia hispánica de la Tingitania. (...) De un lado, Sancho IV de Castilla, va a estar empapado en la idea de la Reconquista de toda Hispania (y, por tanto, también de la Tingitana), en cuanto hijo de Alfonso X el Sabio, gran reivindicador de esta herencia gótica, como se ha visto.
*En la praxis jurÃdica medieval las guerras de religión sólo se autorizaban para la recuperación de Tierra Santa y para la Reconquista de territorios otrora cristianos. (..) Como ha demostrado Baeza la documentación refleja cómo Ceuta y el norte de Ã?frica eran tierra de Reconquista. Isabel la Católica en su testamento insistió en proseguir la Reconquista de Ã?frica.
2º. La “Reconquista� vuelve a la acción.
*La victoriosa guerra llevada a cabo por O´Donnell parecÃa significar un verdadero punto de inflexión en el que España iba por fin a expandirse en su área natural. El Tratado de Tetuán de 26 de abril de 1860 , sin embargo, produjo cierto desencanto al suponer la devolución de numerosas tierras conquistadas a los marroquÃes por las presiones británicas
*La Guerra de 1860 contra Marruecos fue vista aún por los obispos españoles con un carácter de Reconquista, como una Cruzada y una ocasión de evangelizar a los infieles. También el pueblo, consideraba asà a la guerra. Una de las primeras medidas adoptadas por los españoles tras tomar Tetuán fue transformar la mezquita principal en templo católico, poniéndolo bajo la advocación de Nuestra Señora de las Victorias. Sin embargo, la paz firmada con el derrotado Marruecos produjo un gran desencanto, pues incluso se devolvió parte de las tierras conquistadas y se renunció en cierta medida al objetivo evangelizador, al menos como objetivo estatal.
3. Razones para la anexión de Ifni
*El territorio de Santa Cruz se hallaba dominado por el jeque Hebib Beiruk, independiente del Sultán. Al jeque le interesaba el establecimiento de España concertado con él por cuanto supondrÃa un reconocimiento de su independencia y soberanÃa. Sin embargo, España, por un inexplicable afán de mantener una polÃtica amistosa con Marruecos (que persistÃa en su hostilidad con España) no quiso, en varias ocasiones, articular esa posibilidad que suponÃa un desmembramiento del Imperio del Sultán , a pesar de que el establecimiento español en la zona, fuese cual fuese el emplazamiento exacto de Santa Cruz, nos hubiera permitido dominar toda la costa hasta el Senegal
4. Fundamentos del colonialismo español
*Las acciones decisivas para retomar la Tingitania, para la ocupación del Sahara Occidental, de la región de Villa Bens (también llamada Cabo Juby o Tarfaya) y del Ifni van a recibir su impulso definitivo con la pérdida del Imperio americano y asiático español. Estas operaciones marcan una fugaz lÃnea de recuperación internacional que sin embargo no se mantuvo con el pulso requerido. Esa tenue lÃnea de recuperación se quebrará ya en pleno franquismo en 1956, fecha en la que comienza el desmembramiento del modesto imperio africano de España. Fracasa asà la consolidación de uno de los aspectos de la última formulación serena y sólida de la polÃtica exterior española que es la de Vázquez de Mella. El antiguo estudiante en la Facultad de Santiago enunció (yo dirÃa, descubrió) los tres aspectos axiales de nuestra polÃtica exterior: dominio de las dos orillas del Estrecho, federación con Portugal y unión con los Estados hispanoamericanos (llamados "los tres ideales de España" o "los tres dogmas nacionales"). El dominio del Estrecho exigÃa inexcusablemente la incorporación a España del Norte de Ã?frica .
5. “Fallos�
*España no utilizó una carta pacÃfica en la colonización que podrÃa haber tenido largo alcance, a pesar de que se hicieron proyectos muy interesantes en ese sentido. Para proceder a esa colonización ni siquiera era necesario estimular desplazamientos masivos a los territorios africanos de población española, pues bastaba con las siguientes medidas: primero, estabilizar a la muy numerosa que ya existÃa en el norte de Ã?frica (incluida, por supuesto, Argelia); segundo, canalizar la emigración existente desde tierras levantinas (sobre todo hacia el norte de Marruecos); y, tercero, canalizar hacia el Sahara la emigración canaria que se dirigÃa a América
6. Opciones coloniales en el Sahara
*En 1958 se produce un hecho de enorme importancia. Se puso fin, no expresamente, al Ã?frica Occidental Española (AOE). y al status colonial del Sahara, al erigir a éste y a Ifni en provincias españolas. España tuvo dos opciones: o "fabricar" un Estado filial que, por razones de supervivencia, estarÃa estrechamente ligado a España o "provincializar", esto es, españolizar, el Sahara. Quizás la primera hubiese sido más inteligente para un largo plazo. En todo caso se adoptó la segunda, medida ésta que hubiese sido plausible de haberse mantenido con tenacidad y coherencia, cosa que no se hizo.
*desde que en 1963 la delegación española afirmó que aplicarÃa el principio de autodeterminación, podÃa en cualquier momento haber puesto en marcha la autodeterminación del Sahara, y ello antes de que se hubiese creado el Frente POLISARIO.
*Se desoyeron varios informes que preconizaban una descolonización inteligente. En primer lugar, Fernando Morán, a la sazón subdirector general de Ã?frica, con gran visión polÃtica, defendió la puesta en marcha de la autodeterminación (en 1971) o simplemente la concesión de la independencia previa firma de unos acuerdos de cooperación (en 1972) convirtiendo al Sahara, hasta ahora objeto inerte de reivindicaciones e intereses contrapuestos, en pieza clave, de la mano de España, del equilibrio regional.(...)
7. Cuando el POLISARIO se equivocaba (según Ruiz Miguel).
*se gritó ¡Fuera España! a la par que se escupÃa a los españoles, todo ello en el momento en que España estaba defendiendo la causa saharaui ante el Tribunal Internacional de Justicia. Meses después, con ocasión de las ejecuciones de terroristas del FRAP y de la ETA en octubre de 1975, en vÃsperas de la Marcha Verde y cuando España estaba dispuesta a defender la independencia saharaui, el POLISARIO atacó al Gobierno español por estos hechos. En definitiva, polÃticamente, el POLISARIO, de un lado, desestabilizó la posición española sin darse cuenta de que estaba tirando piedras sobre su propio tejado; pero además, de otro lado, sus coqueteos polÃticos con grupos de extrema izquierda les granjearon la reticencia de los Estados Unidos y de la OTAN, algo que el astuto Hassán II, supo aprovechar eficazmente.
8. España y el Rif, o colonia o neocolonia.
*Abd-El-Krim, antiguo profesor de lengua bereber , luchaba por un Rif independiente (la Dawla Jumhuriya Rifiya, nación republicana del Rif o Estado Independiente del Rif), no por un Marruecos independiente
*La presencia española en el Rif parecÃa destinada a perdurar. Sin embargo, la concesión por Francia, unilateralmente, de la independencia del Marruecos bajo su protectorado, pilló por sorpresa a la diplomacia española que no supo reaccionar. Como resultado de la sorpresa, apenas un mes después, España, de forma precipitada, otorga la zona norte del Protectorado marroquà al sultán Mohamed V.
*AsÃ, en 1958 los rifeños, que no se consideraban (ni se consideran) marroquÃes, se levantaran en armas (con más ánimo que armamento, a decir verdad) contra Rabat. Su pretensión era dejar de pertenecer a Marruecos y reclamaban o bien un Estado rifeño propio o la unión con España. El propio Cordero se asombra de comprobar cómo "con el tiempo España vio que los xenófobos rifeños devenÃan furibundos españolistas, poco entusiastas de una independencia manejada por los arabizados de Tetuán y menos por los de Rabat" . Por eso mismo, pidieron ayuda al Ejército español que mantenÃa aún guarniciones en el Norte de Marruecos. Sin embargo, España con gran indignación de los insurgentes y nula gratitud de los represores denegó su ayuda a los rifeños
*Una acción inteligente de España hubiera debido utilizar estos sucesos para conseguir diversos objetivos. El primero serÃa retrasar y aun negar la devolución de la zona sur del Protectorado, de gran importancia estratégica y económico-pesquera. El segundo serÃa bien integrar el Rif en España o bien apoyar un Estado independiente distinto de Marruecos que servirÃa de amortiguador frente a las pretensiones de éste sobre Melilla. En tercer lugar, y dado que desde el 25 de febrero de 1958 Marruecos proclamó solemnemente su pretensión de apropiarse del Sahara español, lo que constituÃa un acto claro y expreso de hostilidad hacia España, la desestabilización en el Rif suponÃa un arma de inapreciable valor para debilitar la posición marroquà en sus ataques contra los intereses españoles (Sahara, etc) , algo de lo que parece que se ha dado cuenta, tarde, el Gobierno español. En cuarto lugar, este arma tenÃa también una importantÃsima virtualidad de cara a la recuperación de la integridad territorial de Ifni (que, como vimos, no se logró tras la guerra de 1957). En definitiva, un nuevo error, gravÃsimo, de la polÃtica exterior española.
*En este sentido, esa polÃtica debiera encaminarse, de un lado, hacia el apoyo absoluto (financiero, militar, diplomático) de la causa saharaui y, de otro, promoviendo un partido independista rifeño-bereber en el norte de Marruecos que pueda ser más tarde apoyado por España, asà como emisoras y publicaciones en el idioma bereber.
9. Fundamentos estratégicos: España y Marruecos
*El tradicional enemigo de España, Marruecos, era un paÃs dividido, débil y de escasa entidad territorial. Sin embargo, ha sido España, su potencial vÃctima quien ha trabajado denodadamente por unificarlo, fortalecerlo y engrandecerlo.
*En el norte de �frica, es claro que nuestro enemigo era (es) Marruecos, nuestro amigo era (¿es?) el pueblo saharaui, y el enemigo de nuestro enemigo era (es, mientras los islamistas no lleguen al poder) Argelia. Pero la cesión del Sahara no sólo ha fortalecido a nuestro enemigo, sino que además ha debilitado a nuestro amigo (saharauis) y al enemigo de nuestro enemigo (Argelia).
*PodrÃa pensarse que Marruecos estarÃa satisfecho con España, una vez que ésta concedió la independencia de la zona norte del Protectorado (1956), reconoció de facto la ocupación marroquà de casi todo el Ifni (1957-1958), obtuvo la zona sur del Protectorado (1958), consiguió el apoyo de España frente a la rebelión de los rifeños y de los erguibat (1958) y, por si fuera poco, no fue atacada directamente por España pese a su directa implicación en la agresión a Ifni y al Sahara en 1957. Pero todas estas cesiones del Estado de una Nación que se definÃa como "una, grande y libre" a un Estado harapiento no hicieron sino aumentar la ambición de éste.
*Marruecos ya no se contentaba con el dominio de facto de casi todo el Ifni, sino que exigÃa la humillación española: querÃa que España de iure reconociera el dominio marroquà y sin renunciar a nada a cambio
10. España, Marruecos, Francia, Sahara, EEUU y el neocolonialismo
*El apoyo de Francia podrÃa haberse intentado persuadiéndola de lo negativo a largo plazo que puede ser para sus intereses que exista una potencia autóctona de tipo medio, como Marruecos, que pueda desasirse de su tutela y aun neutralizar su influjo en otros paÃses de la zona (Magreb, Mauritania, Senegal, etc.
*En segundo lugar, el interés para España (¡!) de un Marruecos fuerte y prooccidental (cuando a España le interesa un Marruecos débil y a ser posible antioccidental para que la ayuda de EE.UU. se vierta en España y no en Marruecos).
*La diplomacia española podrÃa haber jugado contra Hassán utilizando su misma combinación de cartas. Es decir, que serÃa más "rentable" para EE.UU. el apoyo a España (que podrÃa incluso con el POLISARIO crear un Estado saharaui controlado longa manu desde Madrid), que el apoyo a un rey debilitado como Hassán, con riesgo de ser derrocado de forma violenta. Es más, España, con una victoria en el Sahara hubiera contribuido al derrocamiento de Hassán y su sustitución por un militar afecto a los EE.UU.
*La entrega del Sáhara supuso una frustración desde ambas perspectivas. En primer lugar, se privó a los españoles de enfrentarse (lo que es algo distinto que hacer la guerra: pudo haber enfrentamiento sin haber llegado a la guerra, y la Marcha Verde es un ejemplo elocuente) con su enemigo secular, cultural y geopolÃtico. Al desaparecer el enemigo común desaparece uno de los elementos de cohesión interna. Pero también, en segundo lugar, se frustró una gran empresa colectiva cual era la de haber procurado el nacimiento, consolidación y desarrollo de un nuevo Estado que hubiera, necesariamente, mantenido unos importantes lazos filiales con España.
*la penosa entrega del Sahara ha supuesto un aumento de la influencia francesa en el Magreb a costa de España. España podrÃa haber jugado un importantÃsimo papel en la zona. De una parte, mantenÃa crecientes y muy importantes relaciones con Argelia (contrato del gas), paÃs que, por contra, se hallaba bastante distanciado de ParÃs. De otra parte, en un Sahara independiente, es indudable el peso que hubiera tenido Madrid
11. Las colonias de Ceuta y Melilla
*Todo lo dicho en relación con las Islas Afortunadas puede reproducirse en relación con los territorios españoles del Norte de �frica (Ceuta, Melilla, Peñón de Vélez, islas Alhucemas e islas Chafarinas).
*En primer lugar, la existencia de un Sahara independiente y aliado de España en el sur de Marruecos o la presencia de un conflicto bélico o diplomático en el sur de Marruecos son elementos que contribuirÃan a concentrar la atención de este paÃs en ese problema meridional dejando de lado una posible polÃtica de agresión bélica o diplomática en su parte septentrional (Ceuta y Melilla).
12.. EconomÃa
*Si se consolidara el dominio marroquÃ, la explotación plena y pacÃfica de los fosfatos del Sahara convertirÃa a Marruecos en poseedor de las tres cuartas partes de las reservas mundiales de fosfatos, lo que de facto le situarÃa en una posición de monopolio peligrosÃsima ante la eventualidad de que Hassán, si asà conviene a su permanencia en el trono, dé un giro antioccidental y proislamista, o de que, ante la corrupción del régimen hassaniano, los islamistas se hagan con el poder. Es mucho más prudente que las reservas de un mineral tan estratégico como los fosfatos estén en varias manos y no sólo en unas.
*En primer lugar, Argelia está abandonando el socialismo y abrazando el capitalismo (si los integristas no lo impiden). Ello supone que también se podrÃan hacer negocios con Argelia y, por ende, con su protegido, el POLISARIO. Es más, el apoyo de la posición argelina y saharaui serÃa la vÃa para que los EE.UU. iniciara una penetración ideológico-económico en un espacio no hollado por ellos hasta ahora. En unas circunstancias en que la RASD asumirÃa la economÃa de mercado serÃa peligroso dejar en manos de un Marruecos demasiado listo y poco fiable el monopolio mundial del mercado de los fosfatos.
*económicamente, la ocupación española del Sahara (o la independencia del Sahara formando un Estado amigo), por una parte, facilitarÃa las actividades pesquera y portuaria canarias sin crear una dinámica de competitividad que pudiera perjudicar a las islas y, por otra, constituirÃa un mercado natural para los productos canarios
Todos los textos están extraÃdos de:
Carlos Ruiz Miguel, EL SAHARA OCCIDENTAL Y ESPAÑA: HISTORIA, POL�TICA Y DERECHO. AN�LISIS CR�TICO DE LA POL�TICA EXTERIOR ESPAÑOLA (Libro publicado por la editorial Dykinson, Madrid, 1995)
No se han reproducido, pero se recomiendan, los párrafos en que se “explica� la matanza de El Aaiun (1970) realizada por la Legión Española. También todo el capitulo en que se vincula el expansionismo en Marruecos con la defensa de España frente a los nacionalismos “separatistas� disgregadores. No tiene desperdicio tampoco la parte sobre el POLISARIO como barrera contra el islamismo...
El libro se ha descargado en la dirección web:
http://tomdsm.multimania.com/sahara.html
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Mira també:
http://tomdsm.multimania.com/sahara.html http://web.usc.es/~ruizmi/sah.html |
 This work is in the public domain |
Comentaris
Re: El Sahara Occidental y la Defensa de España
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per Juanan |
29 oct 2004
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Qué pena de hombre. Mala amistad para los saharauis este nacionalista español. Sin embargo no por ello se va a eclipsar un derecho inalienable como es la libertad de los pueblos. Y en este caso la solución es sencilla: que se deje hablar de una vez al pueblo saharaui. QUE ELLOS Y ELLAS DECIDAN LIBREMENTE.
Por cierto, que me temo que este artÃculo aquà publicado tiene por objeto desacreditar esa legÃtima lucha del pueblo saharaui y no hay más que ver ese mapa de las supuestas fases de la "independencia de Marruecos", en las que se incluyen las invasiones por la fuerza del territorio saharaui, acompañadas de una sangrienta represión, de bombardeo con napalm sobre la población civil y del exilio de una buena parte de la población que se convierte en refugiada. tan odioso, falso y colonialista es ese mapa como la
imagen reproducida de la revista ilustrada del "�frica Occidental española" y como muchas de las opiniones vertidas por tan indeseable "amigo interesado" de la causa saharaui. |
Re: El Sahara Occidental y la Defensa de España
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per ADECAF |
29 oct 2004
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España es siempre mala???
Pregunto. |
Re: El Sahara Occidental y la Defensa de España
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per Acció Directa |
29 oct 2004
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En el Sahara y entre los saharauis estan pasando cosas mucho mas interesantes que los discursos neo-colonialistas y españolistas del señor Ruiz Gimenez.
Recomiendo la visita a www.arso.org y particularmente a los textos agrupados en el epigrafe "llamamiento a los nacionalistas saharauis" que aparece en el apartadop de opinión asi como tambien a la Foro Solidario con el Pueblo Saharaui en http://boards1.melodysoft.com/app?ID=asps80 |
Re: El Sahara Occidental y la Defensa de España
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per bereber |
29 oct 2004
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España es basura, y lo mejor será su progresiva desintegracion. No hace falta que se convierta en un proceso traumatico y violemto, sino que puede ser pacifico, y muy gratificante para los nuevos pueblos libres que empezaran su esperanzadora andadura sin el yugo que representa el estado español.
Animo a todos y luchemos por la desintegracion pacifica del estado español. Sera muy divertido.
Salut i Llibertat. |
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